Fiesta de Nuestra
Señora de Luján, Patrona de la Argentina.
La "Lectio Divina" es un método para leer, meditar, rezar, actuar y encarnar la Palabra de Dios en la vida diaria. El método consiste en 10 pasos progresivos muy fáciles de realizar y que permiten a cada cristiano entender y realizar la Voluntad de Dios.
La "Lectio Divina" es un método para leer, meditar, rezar, actuar y encarnar la Palabra de Dios en la vida diaria. El método consiste en 10 pasos progresivos muy fáciles de realizar y que permiten a cada cristiano entender y realizar la Voluntad de Dios.
1°.
ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento, para que al
leer, meditar y estudiar la Sagrada Escritura de hoy, sienta la presencia de
Dios Padre que se manifiesta a través de tu Palabra.
Abre mi corazón para darme cuenta del querer de Dios y
la manera de hacerlo realidad en mis acciones de cada día. Instrúyeme en tus
sendas para que, teniendo en cuenta tu Palabra, sea signo de tu presencia en el
mundo. Amén.
2°. LECTURA:
2°. LECTURA:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. 19,
25-27
Junto a la cruz de Jesús, estaban su madre y la hermana
de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y
cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes
a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquella
Hora, el discípulo la recibió como suya.
A. COMENTARIO
DE INTRODUCCIÓN
- El Señor dirige su palabra a estos testigos fieles y silenciosos que permanecen al pie de la cruz: María y Juan que lo observan con dolorosa atención.
- Jesús mirando a la Madre le dice: “Mujer, he aquí a tu hijo”. Jesús le encomienda la nueva misión de extender su maternidad a todos los hombres representados por Juan.
- Esta nueva maternidad de María, engendrada por la fe, es fruto del nuevo amor que maduró en ella definitivamente al pie de la cruz.
- Ahora, es su propio Hijo el que le anuncia la nueva tarea. María desde ese momento es la Madre por excelencia.
- María Madre de Dios, Madre de Cristo, Madre de los hombres.
- Esta nueva maternidad agranda su corazón, aún más, hasta límites insospechados.
- Jesús entrega a su Madre como Madre de todos los vivientes: a los solos, a los abandonados, a los desprotegidos, a todos los que se harán hijos de Dios por la gracia.
- La Virgen en Luján eligió el lugar donde quedarse para siempre junto al pueblo argentino. Desde ahí su maternidad se extendió a todos los argentinos. Ella recoge nuestras súplicas, ella asume los dolores de este pueblo como asumió los de su hijo en la espera confiada de la Pascua. La incesante peregrinación de fieles que hace ya casi cuatro siglos acuden a sus pies la transformaron en nuestra patrona, en nuestra protectora, en nuestra Reina pero sobre todo en nuestra Madre.
B.
REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
"El
Evangelio de hoy nos muestra a María a los pies de la Cruz. Jesús dice a Juan:
“He aquí tu madre”. María – afirmó el Papa – “es ungida Madre”:
“Y esta es también nuestra esperanza. Nosotros no somos huérfanos, tenemos Madres: la Madre María. Pero también la Iglesia es Madre y también la Iglesia es ungida Madre cuando recorre el mismo camino de Jesús y de María: el camino de la obediencia, el camino del sufrimiento; y cuando tiene esa actitud de aprender continuamente el camino del Señor. Estas dos mujeres – María y la Iglesia – llevan adelante la esperanza que es Cristo, nos dan a Cristo, generan a Cristo en nosotros. Sin María, no habría existido Jesucristo; sin la Iglesia no podemos ir adelante”.
“Dos mujeres y dos Madres” – prosiguió explicando el Papa Francisco – y junto a ellas nuestra alma, que como decía el monje Isaac, abad de Stella, “es femenina” y se asemeja “a María y a la Iglesia”:
“Hoy, viendo a esta mujer ante la Cruz, firme en seguir a su Hijo en el sufrimiento para aprender la obediencia, al verla vemos a la Iglesia y vemos a nuestra Madre. Y también vemos nuestra pequeña alma que no se perderá jamás, si sigue siendo también una mujer cercana a estas dos grandes mujeres que nos acompañan en la vida: María y la Iglesia. Y así como nuestros Padres del Paraíso salieron con una promesa, hoy nosotros podemos ir adelante con una esperanza: la esperanza que nos da nuestra Madre María, firme ante la Cruz, y nuestra Santa Madre Iglesia jerárquica”. (Papa Francisco, homilía en Casa Santa Marta, 14 de septiembre de 2014).
4°. ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
“Y esta es también nuestra esperanza. Nosotros no somos huérfanos, tenemos Madres: la Madre María. Pero también la Iglesia es Madre y también la Iglesia es ungida Madre cuando recorre el mismo camino de Jesús y de María: el camino de la obediencia, el camino del sufrimiento; y cuando tiene esa actitud de aprender continuamente el camino del Señor. Estas dos mujeres – María y la Iglesia – llevan adelante la esperanza que es Cristo, nos dan a Cristo, generan a Cristo en nosotros. Sin María, no habría existido Jesucristo; sin la Iglesia no podemos ir adelante”.
“Dos mujeres y dos Madres” – prosiguió explicando el Papa Francisco – y junto a ellas nuestra alma, que como decía el monje Isaac, abad de Stella, “es femenina” y se asemeja “a María y a la Iglesia”:
“Hoy, viendo a esta mujer ante la Cruz, firme en seguir a su Hijo en el sufrimiento para aprender la obediencia, al verla vemos a la Iglesia y vemos a nuestra Madre. Y también vemos nuestra pequeña alma que no se perderá jamás, si sigue siendo también una mujer cercana a estas dos grandes mujeres que nos acompañan en la vida: María y la Iglesia. Y así como nuestros Padres del Paraíso salieron con una promesa, hoy nosotros podemos ir adelante con una esperanza: la esperanza que nos da nuestra Madre María, firme ante la Cruz, y nuestra Santa Madre Iglesia jerárquica”. (Papa Francisco, homilía en Casa Santa Marta, 14 de septiembre de 2014).
4°. ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
María Santísima, Nuestra Señora de
Luján,
venimos a tu casa a orar, peregrinos
de tu amor materno.
Sólo Dios salva a hombres y pueblos.
Necesitamos dones materiales
y estructuras sociales y políticas,
pero precisamos antes corazones
nuevos,
que rechazando la codicia, la
ambición y todo pecado,
se vuelvan a Dios y acojan su perdón
y su gracia.
Todos somos indigentes espirituales
y especialmente quienes tenemos
la responsabilidad de la dirigencia.
Por todos venimos a implorar tu
bondad.
Que tu corazón de Madre lleve al
Señor.
Jesús el clamor del pueblo que
necesita de tu ternura,
y de la misericordia de tu Hijo.
Venimos con la humildad y la
confianza
de tus hijos más pequeños,
en nombre de nuestro pueblo que es
el tuyo,
que te honra con la sencillez de su
vida
y la dignidad de su sufrimiento.
Pide a tu Hijo, como en Caná,
que tengamos pan para cada mesa,
trabajo para cada mano,
salud para cada familia,
educación para cada niño y cada
joven,
esperanza para todos.
Que el Señor nos dé especialmente a
los dirigentes,
ojos limpios que permitan
reconocernos como pueblo
y nos dé la fuerza y el coraje de la
solidaridad fraterna.
Amén
6°.
CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.
7°.
DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿Cómo siento en mi corazón la
maternidad de María, Madre de la Iglesia y de todos los cristianos?
8°.
COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°.
DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.
10. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
10. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
Rezaré, agradecido,
el santo Rosario o algunas Ave Marías a la Virgen María, Madre de Dios y madre
nuestra.
SANTOS DE HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
SANTOS DE HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Nuestra
Señora de Luján, Patrona de la Argentina.
-La
aparición de San Miguel que se realizó en el monte Gárgano, en una cueva que se
llama del Santo Ángel, cerca de Manfredonia, reino de Nápoles, 492
-San
Víctor, soldado, que sufrió el martirio en tiempo de la persecución de
Maximiano, 303, Milán.
-San Acato,
centurión decapitado en Constantinopla, imperando Diocleciano, 103.
-San
Dionisio, obispo de Viena.
-San
Eladio, obispo de Auxerre.
-San
Pedro, arzobispo de Tarantasia. Murió en 1174.
-San Bonifacio IV, papa. Murió en 615.
-San Wiron,
obispo, Mosa, 700.
-San
Deseado, obispo de Bourges, 550.