(Radio Vaticano).-
“Porque lo necesito. Yo necesito que me sostenga la oración del pueblo. Es una
necesidad interior, tengo que estar sostenido por la oración del pueblo”, lo ha
indicado el Papa Francisco en una entrevista concedida al diario argentino ‘La
Voz del pueblo’ publicada el domingo 24 de mayo, solemnidad de Pentecostés.
El Papa
argentino explica cómo ve a su país desde el Vaticano y recalca que no sigue la
evolución de la política en el país:
¿Cómo ve a
la Argentina desde el Vaticano?
“Como un
país de muchas posibilidades y de tantas oportunidades perdidas. Como decía el
cardenal Quarracino. Y es verdad. Somos un país que ha perdido tantas
oportunidades a lo largo de la historia. Algo pasa, con toda la riqueza que
tenemos…”
¿Sigue la
evolución de la política en Argentina?
“No, para
nada, corté acá la recepción de políticos porque me di cuenta de que algunos
usaban eso y mi foto, aunque también es cierto que algún otro ni dijo que había
estado conmigo y ni se sacó la foto. Pero para evitar eso, los políticos en
audiencia privada, no. Si vienen van a las audiencias generales, los saludo.
Pero no sé cómo van las elecciones ni quiénes son los candidatos. Me imagino
quiénes deben ser los principales, pero no sé tampoco cómo van las
tensiones...”
Por otro
lado, el Obispo de Roma explica que “no es utópico pensar que se puede
erradicar la pobreza” y asegura que los peores males que aquejan al mundo
Pobreza, corrupción y la trata de personas.
¿Le gusta
que lo cataloguen como el Papa pobre?
Si ponen
después otra palabra, sí. “Pobre tipo”, por ejemplo… (se vuelve a reír con
ganas). La pobreza es el centro del Evangelio. Jesús vino a predicar a los
pobres, si vos sacás la pobreza del Evangelio no entendés nada, le sacás la
médula.
¿No es
utópico pensar en que se puede erradicar la pobreza?
Sí, pero
las utopías nos tiran para adelante. Sería triste que un joven o una joven no
las tuviera. Hay tres cosas que tenemos que tener todos en la vida: memoria,
capacidad de ver el presente y utopía para el futuro. La memoria no hay que
perderla. Cuando los pueblos pierden su memoria está el gran drama de descuidar
a los ancianos.
Capacidad
de hermenéutica frente al presente, interpretarlo y saber por dónde hay que ir
con esa memoria, con esas raíces que traigo, cómo la juego en el presente, y
ahí está la vida de los jóvenes y adultos. Y el futuro, ahí está la de los
jóvenes sobre todo y la de los niños. Con memoria, con capacidad de gestión en
el presente, de discernimiento y la utopía hacia el futuro, que ahí se
involucran los jóvenes. Por eso el futuro de un pueblo se manifiesta en el
cuidado de los ancianos, que son la memoria, y de los niños y jóvenes, que son
los que van a llevarla adelante.
Si yo corto
mis raíces y me desmemorizo me va a pasar lo que le pasa a toda planta, me voy
a morir; si yo vivo solamente un presente sin mirar la previsión a futuro, me
va a pasar lo que le pasa a todo mal administrador que no sabe proyectar. La
contaminación ambiental es un fenómeno de ese estilo. Tienen que ir las tres
juntas, cuando falta alguna un pueblo empieza a decaer.
Por último,
el Papa explica por qué pide frecuentemente que recen por él:
¿Por qué
siempre repite "recen por mí"?
Porque lo
necesito. Yo necesito que me sostenga la oración del pueblo. Es una necesidad
interior, tengo que estar sostenido por la oración del pueblo.
¿Cómo le
gustaría que lo recuerden?
Como un
buen tipo. Que digan: “Este era un buen tipo que trató de hacer el bien”. No
tengo otra pretensión.
El texto
completo de la entrevista está disponible en este link.
Para Radio
Vaticano, MTC.