LECTIO
DIVINA DEL EVANGELIO DE LA 7ª SEMANA DE PASCUA:
1°.
PREPARACIÓN:
Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento, para que al
leer y meditar el Evangelio de hoy, sienta la presencia de Dios Padre que se
manifiesta a través de tu Palabra.
Abre mi corazón para darme cuenta del querer de Dios y
la manera de hacerlo realidad en mis acciones de cada día. Instrúyeme en tus
sendas para que, teniendo en cuenta tu Palabra, sea signo de tu presencia en el
mundo. Amén
2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. 16,
29-33
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, los
discípulos le dijeron a Jesús: “Por fin hablas claro y sin parábolas. Ahora
conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso
creemos que tú has salido de Dios”. Jesús les respondió: “¿Ahora creen? Se
acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su
lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir;
pero tengan valor: Yo he vencido al mundo”.
3°.
MEDITACIÓN:
A.
COMENTARIO INTRODUCTORIO
- Es el final del último discurso de Jesús después de la última cena.
- Los apóstoles creen haber llegado a entender a Jesús, pero todavía no interpretan bien las palabras del maestro.
- Jesús para que tomen conciencia, les pronostica que se dispersarán y lo dejarán solo.
- Él sabe muy bien que todos lo van a abandonar, ante el rumbo que toman las cosas.
- Jesús les quiere dar ánimo y fortalecer su fe, antes que lo vean sufrir, y que sufran ellos la persecución.
- Jesús les asegura la victoria porque, “Él ha vencido al mundo”.
- La persecución es inevitable pero no es señal de derrota; cada vez que el mundo cree vencer, confirma su fracaso.
- Jesús nos invita a “tener valor” porque Él es la fuente de la paz y porque con Él la victoria es posible.
- En los momentos de las luchas a causa del evangelio, en los sufrimientos de la persecución, o en la desolación por el aparente fracaso, tenemos que hacer memoria de la victoria de Jesús sobre el mundo.
- El Maestro asegura y les desea a los discípulos la paz fecunda y que ningún poder sobre la tierra es absoluto: no lo fueron los grandes imperios de la historia, no lo serán tampoco los poderes actuales del mundo globalizado y despiadado.
- La victoria de Cristo en la cruz sobre el mundo asegura a los discípulos serenidad en medio de las pruebas.
- Disponemos de la fuerza del Espíritu de amor con el que Jesús pudo ser fiel hasta la muerte en su misión.
- Nosotros hoy debemos continuar su misión con la certeza de su presencia.
B.
REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
No se puede
ser cristiano, sin trabajar continuamente para ser justos. Una cosa que nos
ayudaría mucho sería preguntarnos si ¿creo o no creo? Si creo un poco y un poco
no. ¿Soy un poco mundano y un poco creyente?
Sin fe no
se puede seguir adelante, no se puede defender la salvación de Jesús.
Necesitamos el escudo de la fe, porque el diablo no nos lanza flores sino
flechas en llamas para matarnos. Hay que tomar el yelmo de la salvación y la
espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. Los invito a rezar constantemente,
a velar con oraciones y súplicas.
La vida es
una milicia. La vida cristiana es una lucha, una lucha bellísima, porque cuando
el Señor vence en cada paso de nuestra vida, nos da una alegría, una felicidad
grande: esa alegría porque el Señor ha vencido en nosotros, con la gratuidad de
su salvación. Pero sí, todos somos un poco vagos en la lucha y nos dejamos
llevar adelante por las pasiones, por algunas tentaciones. Es porque somos
pecadores, ¡todos! Pero no se desanimen. Valentía y fuerza, porque el Señor
está con nosotros. (Cf Homilía de Papa Francisco, 30 de octubre de 2014,
en Santa Marta)
Abandonarme…en
ti…
Abandonarme
en ti…
dejar
que las cosas
sigan
su rumbo incierto…
Abandonarme
en ti…
creer
que todo está solucionado
con
tan sólo pensar en Ti
Abandonarme
en ti…
sentir
tu presencia
y
olvidarme de las angustias
Abandonarme
en ti…
quisiera
hacerlo pero mi condición humana
y
pecadora me lo impiden…
Perdóname
Maestro divino
por
no abandonarme en ti…
es
que hay tantas cosas en mi mente
y
en mi corazón, tantos problemas
que
tengo que solucionar…
Abandonarme
en ti…
Hoy
me abandono en ti,
me
olvido de mi mismo
para
sólo estar en tu presencia,
para
sentir tu abrazo y tu sosiego.
Abandonarme
en ti…
Toda
mi vida es tuya y todo lo que hay en ella,
hazlo
mejor y ayúdame a entender
que
todo lo que tengo que hacer es…
ABANDONARME
EN TI…
5°.
CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
¿Me asustan las pruebas? ¿Me resisto
a ellas?
¿Veo y siento la prueba como un
castigo o desgracia?
¿Soy capaz de descubrir el signo de
crecimiento que se encuentra escondido en cada prueba de mi vida?
8°.
COMPARTIR: Comparto la Palabra.
10. ACCIÓN
CONCRETA: Propósito del día.
Señor, qué
serenidad y confianza me da saber que Tú has vencido al mundo y estás conmigo,
dándome esa paz, que con tu gracia, hoy buscaré de irradiar a los demás,
especialmente a mi familia.
SANTOS DE
HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-San
Venancio, mártir de Camerino (Italia), 302.
-San
Dióscoro, mártir (Egipto).
-Sam Félix,
mártir, Espoleto (Italia).
-San
Potamión, obispo y mártir., Egipto, s. IV.
-San
Teódoto, uno de los mártires más gloriosos del tiempo de Diocleciano, 304.
-San Erico,
rey de Suecia, martirizado por los daneses en 1151.
-San
Félix de Cantalicio (1513-87), capuchino. -Beato Guillermo de Tolosa,
ermitaño de San Agustín (1369).
-San
Merolino, sacerdote escocés.
-San
Arsenio el joven, monje de San Basilio (Regio).
-Santa
Rafaela María del Sagrado Corazón († 1925)