LECTIO
DIVINA DEL EVANGELIO DE LA 7ª SEMANA DE PASCUA:
La
"Lectio Divina"(Lectura Orante de la Palabra de Dios) es un método
para leer, meditar, rezar, actuar y encarnar la Palabra de Dios en la vida
diaria. El método consiste en 10 pasos progresivos muy fáciles de realizar y
que permiten a cada cristiano entender y realizar la Voluntad de Dios.
1°.
PREPARACIÓN:
Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento, para que al
leer y meditar el Evangelio de hoy, sienta la presencia de Dios Padre que se
manifiesta a través de tu Palabra.
Abre mi corazón para darme cuenta del querer de Dios y
la manera de hacerlo realidad en mis acciones de cada día. Instrúyeme en tus
sendas para que, teniendo en cuenta tu Palabra, sea signo de tu presencia en el
mundo. Amén
2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. 17,
1-11a
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús
levantó los ojos al cielo, orando así: Padre, ha llegado la Hora: glorifica a
tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti, ya que le diste autoridad sobre
todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú les has
dado. Ésta es la Vida eterna: Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y
a tu Enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la
obra que me encomendaste. Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria
que yo tenía contigo antes que el mundo existiera. Manifesté tu Nombre a los
que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos
fueron fieles a tu palabra. Ahora saben que todo lo que me has dado viene de
ti, porque les comuniqué las palabras que tú me diste: Ellos han reconocido
verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por
ellos: No ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos. Todo
lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado. Ya no
estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti.
3°.
MEDITACIÓN:
A.
COMENTARIO INTRODUCTORIO
Jesús
durante toda su vida ha ido anunciando esta «hora» que ahora ha
llegado y es la hora de su entrega en la cruz y de la
glorificación que va a recibir del Padre, con la resurrección y la entrada en
la vida definitiva.
Con el Evangelio de hoy empieza la
llamada «oración sacerdotal» de Jesús.
Hasta ahora había hablado a los
discípulos, ahora se va y eleva al Padre la entrañable oración por sus
colaboradores en la misión, por todos los que como discípulos asumen el desafío
de seguir evangelizando.
Aparecen en boca de Jesús la unidad
de amor y de vida que tiene con el Padre.
La oración brota de la íntima unión
entre Cristo y el Padre: “todo lo mío es tuyo y lo tuyo es mío”.
Esta oración de Jesús está
impregnada de amor a su Padre, de unión íntima con Él, y a la vez de amor y
preocupación por los suyos que quedan en este mundo.
Jesús sabía muy bien de las
dificultades que iban a encontrar sus discípulos en el camino cristiano. Conoce
muy bien todas las dificultades que vivirán los que están en el mundo pero sin
pertenecerle.
Jesús no quiere abandonarnos y pide
para nosotros la ayuda del Padre.
Esta vuelta de Jesús al Padre, no
será para sus discípulos estar en el mundo solos y abandonados.
Jesús ratifica que somos suyos y
que hemos recibido la vida eterna al conocer al único Dios verdadero y a
Jesucristo su enviado.
Él mismo nos promete su
presencia continua.
No se ha ido para “desentenderse de
este mundo”, sino, para estar para siempre y de un modo definitivo.
Unidos a Jesús, participamos de su
unión íntima con el Padre, y su gloria, se manifestará en la medida en que
colaboremos en hacer efectivo su proyecto de un mundo “mejor”, más verdadero,
más esperanzado, más humano, justo y solidario.
B.
REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
«“¿Quién
nos separará del amor de Cristo?” Con estas palabras, san Pablo nos habla de la
gloria de nuestra fe en Jesús: no sólo resucitó de entre los muertos y ascendió
al cielo, sino que nos ha unido a él y nos ha hecho partícipes de su vida
eterna. Cristo ha vencido y su victoria es la nuestra.
[…] Con san
Pablo, nos dicen que, en la muerte y resurrección de su Hijo, Dios nos ha
concedido la victoria más grande de todas. En efecto, ni muerte, ni vida, ni
ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni
profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios
manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor”.
La victoria
de los mártires, su testimonio del poder del amor de Dios, sigue dando frutos
en la Iglesia que sigue creciendo gracias a su sacrificio.
[…] El
Evangelio de hoy contiene un mensaje importante para todos nosotros. Jesús pide
al Padre que nos consagre en la verdad y nos proteja del mundo.
Es
significativo, ante todo, que Jesús pida al Padre que nos consagre y proteja,
pero no que nos aparte del mundo. Sabemos que él envía a sus discípulos para
que sean fermento de santidad y verdad en el mundo: la sal de la tierra, la luz
del mundo. En esto, los mártires nos muestran el camino. (Homilía de Papa
Francisco, 16 de agosto de 2014)
Del color
del amor
Del color del amor fuiste tiñendo mi esperanza,
de un amor transparente, de hermanos, de familia.
Amor lanzado siempre, más allá de si mismo,
a la escucha del llanto, en la marcha hacia el Reino,
desbordando los muros en busca de tu pueblo.
Amor simple y callado,
de panes y de peces repartidos,
de poner en común todo en la mesa.
Amor de no poder, de no querer,
definitivamente hacer silencio,
callar todo el horror, la angustia, la sorpresa,
en frente de la muerte y de los desarraigos.
Del color del amor que prohíbe el olvido
que rompe las distancias, la quietud y el egoísmo;
que rechaza medidas, miedos
y encrucijadas.
Amor de cruz,
de estrechas puertas y caminos pedregosos.
Amor sin tregua, sin hora y sin descanso.
Amor incierto, oscuro,
siempre en vasija nueva,
deshaciendo costumbres y remiendos.
Amor libre.
Amor a manos llenas.
Amor que desconcierta.
Amor de cruz
Amén
Judith
Bautista Fajardo
5°.
CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°.
CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.
¿Experimento que todo lo que Dios ha
creado y pensado es para mí?
¿Sé que la vida de Dios es un regalo
querido por Dios y que la alegría de Dios está en que sepa recibirlo?
¿Descubro la mediación de Jesucristo
y la experimento de una manera viva?
¿Soy agradecido por todo lo que se
me ha prometido y se me ha dado?
8°.
COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°.
DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.
10. ACCIÓN
CONCRETA: Propósito del día.
Para
agradecerle a Dios su amor incondicional, aceptaré con paciencia y confianza
las dificultades de este día.
SANTOS DE
HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Santa
Pudenciana, virgen, Roma, s. II.
-San Pudente,
senador romano, padre de Santa Pudenciana, s. II.
-Santos
Calócero y Partemio, mártires, Roma, 250.
-San
Filótero, mártir, Nicomedia, 311.
-Seis
vírgenes y mártires de Nicomedia, 304.
-San
Dunstano (21 mayo), obispo de Cantorbery (Inglaterra). 988.
-San Ivón,
Bretaña Menor (Francia), 1303.
-San
Hadulfo. abad, Arrás (Francia), 728.
-San
Cirilo, obispo, Tréveris (Alemania), 458.
-Beato
Alcuino (18 mayo), maestro de Carlomagno, gran escritor e insigne pedagogo,
804.
-San Juan
de Cetina y San Pedro de Dueñas, mártires, Granada, 1307.