La
"Lectio Divina" es un método para leer, meditar, rezar, actuar y
encarnar la Palabra de Dios en la vida diaria. El método consiste en 10 pasos
progresivos muy fáciles de realizar y que permiten a cada cristiano entender y
realizar la Voluntad de Dios.
Señor, mi corazón está hecho para vivir en paz y Tú
eres la única, autentica, abundante y gratuita fuente de Paz. Nada, ni el
mundo, ni los problemas ni las dificultades pueden arrebatármela. Lléname de tu
paz para poder difundirla en los demás. Amén
2°. LECTURA:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
14, 27-31a
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a
sus discípulos: “Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo.
¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: ‘Me voy y volveré a ustedes’. Si
me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más
grande que yo. Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla,
ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el
Príncipe de este mundo: Él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el
mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado”.
Palabra del Señor.
3°.
MEDITACIÓN:
A.
COMENTARIO DE INTRODUCCIÓN
En
el clima de la despedida (la última cena), los discípulos están preocupados por
el futuro. Los perturba y angustia profundamente el anuncio de la traición de
Judas y de la negación de Pedro.
Jesús los tranquiliza y les da
la paz.
El judío usaba la fórmula de paz no
sólo como saludo ordinario, sino también como parte de un acto sagrado.
En el Antiguo Testamento, llegó a
ser fórmula litúrgica de bendición en el culto en Jerusalén.
En el Nuevo Testamento aparece desde
el nacimiento de Juan Bautista y de Jesús, hasta la Resurrección.
Jesús afirma que quiere dar “su”
paz, que no es igual a la paz que dan los que son del mundo, sino que esta paz viene
de lo alto.
No es la paz superficial que queda
reducida solamente a una ausencia de guerras o problemas, o esa paz egoísta,
que significa que no se metan en mi vida ni me compliquen, o la paz de los
cementerios.
La Paz de Jesús, es una paz que se
recibe primero como don, y que se conquista para el mundo con gran
esfuerzo.
La Paz de Jesús se trata del mayor
bien que el hombre puede desear.
La Paz del hombre nuevo, hijo de
Dios y hermano de todos; el hombre reconciliado con Dios, con él
mismo, con los hombres y con toda la creación.
La Paz infundida por el Espíritu
Santo incluye el perdón de los pecados.
Esta Paz nunca dejará de ser
combatida, porque expone al discípulo-Cristiano al conflicto con el mundo;
precisamente porque cree, y sus valores no son los del mundo.
La promesa de Paz de Jesús se
realiza en medio de la agitación y de todos los peligros.
Jesús estará presente en su
comunidad por medio de su Espíritu y de su Palabra, y estará también junto
al Padre. Porque está junto al Padre su presencia puede ser permanente.
Sólo se vence el odio cuando se
aprende a dar la vida.
Paradójicamente “luchar por la
paz” es hacerse capaz de “recibir el don de la paz”.
Hoy Jesús nos da esa misma paz que
ratifica su presencia.
La paz es un verdadero estado de
gracia, construido en lo más profundo del corazón del hombre. Ella posibilita
que nos acerquemos al otro como a un hermano.
Lo que ofrece Jesús es una paz
nacida de la solidaridad, el respeto por la vida y la entrega generosa.
B.
REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
«En este día
mi deseo es que todos puedan conocer el verdadero rostro de Dios, el Padre que
nos ha dado a Jesús. Me gustaría que todos pudieran sentir a Dios cerca,
sentirse en su presencia, que lo amen, que lo adoren.
Y que
todos nosotros demos gloria a Dios, sobre todo, con la vida, con una vida
entregada por amor a Él y a los hermanos.
Y paz a los hombres. La verdadera paz no es un equilibrio de fuerzas opuestas. No es pura "fachada", que esconde luchas y divisiones. La paz es un compromiso artesanal, que se logra contando con el don de Dios, con la gracia que nos ha dado en Jesucristo […]
Hemos podido comprobar la fuerza de la oración. Y me alegra que hoy se unan a Nuestra oración por la paz también creyentes de diversas confesiones religiosas. No perdamos nunca la fuerza de la oración. La fuerza para decir a Dios: Señor, concede tu paz al mundo entero. Y también a los no creyentes les invito a desear la paz, con un deseo que amplía el corazón, con la oración o el deseo, pero todos por la paz.» (Papa Francisco, bendición Urbi et orbe, 25 de diciembre de 2013)
Y paz a los hombres. La verdadera paz no es un equilibrio de fuerzas opuestas. No es pura "fachada", que esconde luchas y divisiones. La paz es un compromiso artesanal, que se logra contando con el don de Dios, con la gracia que nos ha dado en Jesucristo […]
Hemos podido comprobar la fuerza de la oración. Y me alegra que hoy se unan a Nuestra oración por la paz también creyentes de diversas confesiones religiosas. No perdamos nunca la fuerza de la oración. La fuerza para decir a Dios: Señor, concede tu paz al mundo entero. Y también a los no creyentes les invito a desear la paz, con un deseo que amplía el corazón, con la oración o el deseo, pero todos por la paz.» (Papa Francisco, bendición Urbi et orbe, 25 de diciembre de 2013)
4°.
ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
Tu cercanía, Maestro, en esta
oración es causa de una paz y alegría inmensa, porque me siento amado,
acompañado, sostenido. ¿Cómo agradecer tanto amor? Sí, lo sé, la paz y la
alegría, cuando eres Tú la fuente, son expansivas, necesariamente y sin mérito
propio, hacen también la diferencia en la vida de los demás. Qué don tan
grande, ¡gracias! ¡gracias! ¡gracias!
¡Feliz de ti
si desalojas de tu corazón
la violencia destructiva,
y luchas por la paz,
tantas veces amenazada a tu
alrededor,
y en el mundo entero,
por las discordias y odios,
los rencores y las guerras.
Feliz de ti
si tus justas y necesarias rebeldías
contra todo lo malo
no te impulsan a destruir todo lo
viejo,
sino a construir un mundo nuevo,
sobre los cimientos de la paz,
la convivencia fraternal
y la solidaridad entre los hombres.
Feliz de ti
Si descubres los caminos
de la amistad que construye.
feliz de ti si, desde ahora,
aprendes a recorrer el camino del
diálogo,
escuchando a los demás
evitando cerrarte en ti mismo,
para convivir con nosotros.
5°.
CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°.
CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.
7°.
DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿Es
un ideal la paz por la que lucho?
¿Vivo
la Paz del mundo, o anhelo esa paz de Dios que es armonía por la búsqueda del
bien y la verdad en el amor?
¿Pienso
que la paz es simplemente fruto de un acuerdo o un bien por el cual luchar?
8°.
COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°.
DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.
10. ACCIÓN
CONCRETA: Propósito del día.
Pediré al
Espíritu Santo que me haga testigo y misionero fiel del amor y de la paz en mi
familia, entre mis amigos y los lugares donde vivo......por eso buscaré de no
ser "cizañero" sino de sembrar Paz y sólo Paz...
SANTOS DE
HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Santa
Crescenciana, mártir, Roma.
-San
Silvano, mártir; San Eutiquio, mártir, Alejandría.
-Santos
Irenio, Pelegrino e Irene, mártires, Salónica.
-San
Joviniano, mártir, Auxerre (Francia), 304.
-San
Máximo, obispo y mártir, Jerusalén, 350.
-San
Eulogio, obispo de Edesa (Siria) 381.
-San
Niceto, obispo de Viena (Francia), 392-395.
-San
Teodoro, obispo de Bolonia (Italia), hacia 530.
-San
Geroncio, ob. de Milán, 470.
-San
Sacerdote, obispo, Sagunto, s. VI.
-La
conversión de San Agustin en Milán, bautizado este dia por San Ambrosio, 387.
-Beata Ida
de Nivelles (Francia), esposa de Pipino de Landen y madre de Santa Gertrudis,
652.
-Nuestra
Señora de las Gracias, Roma, fiesta instituída por Pío V, s. XVI.
-San Britón,
obispo de Tréveris (Alemania), s. IV.
-San Avertino, Cantorbery (Inglaterra), 1180.