LECTIO DIVINA
DEL EVANGELIO DE LA 12ª
SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. LUNES 22 DE JUNIO 2015. San Paulino de Nola,
obispo. Santos Juan Fisher, obispo, y Tomás Moro, mártires.
1°.
ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Señor Jesús, ¿qué hacer para transformar mis criterios
de pensar y actuar, de manera que el Evangelio impregne todos mis juicios?
Porque la crítica sin amor y sin caridad sigue siendo el pasatiempo de moda, el
medio para torpemente pretender ser mejor que otros. Ayúdame a que esta Lectio
Divina me ayude a que nunca me acostumbre a mis faltas y debilidades, porque Tú
no me quieres un cristiano mediocre, sino sino un fiel discípulo tuyo. Amén
2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Jesús dijo a sus discípulos: "No juzguen, para no
ser juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y
la medida con que midan se usará para ustedes. ¿Por qué te fijas en la paja que
está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo
puedes decirle a tu hermano: 'Deja que te saque la paja de tu ojo', si hay una
viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás
claro para sacar la paja del ojo de tu hermano".
Palabra del Señor.
3°.MEDITACIÓN
DEL EVANGELIO:
- Hoy Jesús nos habla de una de las reglas básicas de convivencia.
- A pesar de lo elemental que parece esta norma, es la que menos se cumple en la vida social.
- Jesús quiere impedir que sus discípulos caigan en una actitud de soberbia, orgullo y falsa superioridad frente a los demás, y que lleva a una postura farisea de permanente condena y recriminación de la vida del hermano.
- Jesús muestra hoy el querer de Dios: invita a no juzgar en absoluto.
- El ejemplo que pone es muy plástico: la paja que logramos ver en el ojo de los demás y la enorme viga que no vemos en el nuestro.
- Juzgar al prójimo significa generalmente hablar mal de él o juzgar mal; esto equivale a despreciar la ley del amor.
- Si bien debemos ver, y si es prudente decir, lo que es injusto y condenable en una acción; no debemos juzgar las intenciones, que sólo Dios conoce.
- Por ese motivo Jesús no dice: no juzguen severamente, injustamente, calumniosamente sino nos dice solamente: no juzguen.
- El juicio definitivo sólo Dios lo puede realizar.
- Nunca tenemos todos los datos de un problema cuando se trata de los demás....y eso no inhabilita a juzgar!
- Sólo Dios conoce verdaderamente el corazón.
- Comenzar primero haciendo la crítica a uno mimso, es la condición indispensable para ver con claridad y para valorar con equidad las cosas que nos rodean.
- Las palabras de Jesús: “Quita primero la viga de tu ojo y entonces verás claro para quitar la paja del ojo de tu hermano” apuntan a esta actitud.
- Mirar el propio corazón es lo primero que se ha de hacer.
- En la toma de conciencia y aceptación de los propios límites y debilidades, es donde se encuentra la medida justa.
- La crítica evangélica debe estar teñida de tolerancia, paciencia y misericordia.
- Todos nosotros tenemos necesidad del perdón y del juicio misericordioso de Dios.
- Si deseamos un juicio misericordioso de Dios sobre nosotros, hay que empezar por aplicar esta misma comprensión respecto a todos nuestros hermanos.
- Si soy severo con los demás no puedo pedir a Dios que sea bueno conmigo.
- El aviso es claro: el que juzga pasa a ser juzgado, porque sólo a Dios corresponde juzgar a los hombres. El hombre, al hacerlo, se atribuye un poder que no es suyo.
B.
REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
"No se
puede corregir a una persona sin amor y sin caridad. No se puede hacer una
intervención quirúrgica sin anestesia: no se puede, porque el enfermo morirá de
dolor. Y la caridad es como una anestesia que ayuda a recibir la cura y aceptar
la corrección. Apartarlo, con mansedumbre, con amor y hablarle.
En segundo
lugar es necesario no decir algo que no es verdad. Cuántas veces en nuestras
comunidades se dicen cosas una persona de la otra que no son verdaderas: son
calumnias. O si son verdad, se arruina la fama de esa persona. Por eso los
chismorreos hieren, los chismes son bofetadas al corazón de una persona.
Ciertamente, cuando te dicen la verdad no es bonito escucharla, pero si se dice
con caridad y con amor es más fácil aceptarla. Por tanto, se debe hablar de los
defectos de los otros con caridad.
A
continuación, Francisco ha explicado que el tercer punto es corregir con
humildad. “¡Si debes corregir un defecto pequeño allí, piensa que los tuyos son
mucho más grandes!
La
corrección fraterna es un acto para curar el cuerpo de la Iglesia. Hay un
agujero, ahí, en el tejido de la Iglesia que es necesario coser de nuevo. Y
como las madres y las abuelas, cuando cosen, lo hacen con mucha delicadeza, así
se debe hacer la corrección fraterna. Si no eres capaz de hacerlo con amor, con
caridad, en la verdad y con humildad, se comete una ofensa, una destrucción del
corazón de la persona, se hace un chismorreo más, que hiere y te convierte en
un ciego hipócrita, como dice Jesús. ‘Hipócrita; quita primero la viga de tu ojo…’
¡Hipócrita! Reconoce que eres más pecador que el otro, pero que tú, como
hermano debes ayudara corregir al otro". (Cf Homilía de Papa Francisco, 12
de septiembre de 2014, en Santa Marta).
Ayúdame a
mirar como Tú, Señor.
A no dejar llevarme por mis juicios
interesados, duros y excesivamente crueles;
a observar, no tanto los aspectos negativos,
como la bondad y lo noble de quienes me rodean.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A no conspirar ni levantar castillos
en las ruinas sufrientes de tantos hermanos;
a no sacar defectos ni historias pasadas,
que sólo causan dolor y hacen daño.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A ser prudente como Tú lo fuiste
con aquella mujer, que adúltera en su vida,
comenzó una vida nueva,
con tu forma de mirarla y corregirla.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A ver el lado bueno de la gente,
a no recrearme con el sufrimiento ajeno,
a no ser portavoz de calumnias y mentiras,
a ser hombre bondadoso y no ser juez.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A no manipular, ni criticar
las cruces que cargan las personas;
a no juzgar ni condenar
los defectos de tantos seres cercanos a mi vida,
a no hacer estandarte ni burla,
del que está hundido en su miseria.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
Para que frente a la mentira reine la verdad;
para que frente a la condena brille tu misericordia;
para que frente a la burla brote la comprensión;
para que frente a la humillación despunte la bondad.
A no dejar llevarme por mis juicios
interesados, duros y excesivamente crueles;
a observar, no tanto los aspectos negativos,
como la bondad y lo noble de quienes me rodean.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A no conspirar ni levantar castillos
en las ruinas sufrientes de tantos hermanos;
a no sacar defectos ni historias pasadas,
que sólo causan dolor y hacen daño.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A ser prudente como Tú lo fuiste
con aquella mujer, que adúltera en su vida,
comenzó una vida nueva,
con tu forma de mirarla y corregirla.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A ver el lado bueno de la gente,
a no recrearme con el sufrimiento ajeno,
a no ser portavoz de calumnias y mentiras,
a ser hombre bondadoso y no ser juez.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A no manipular, ni criticar
las cruces que cargan las personas;
a no juzgar ni condenar
los defectos de tantos seres cercanos a mi vida,
a no hacer estandarte ni burla,
del que está hundido en su miseria.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
Para que frente a la mentira reine la verdad;
para que frente a la condena brille tu misericordia;
para que frente a la burla brote la comprensión;
para que frente a la humillación despunte la bondad.
Amén
5°. CONTEMPLACIÓN:
Silencio ante la Palabra.
¿Qué medida uso para juzgar a los
demás?
¿Qué tiene que ver Dios con los
defectos de los otros?
¿Qué defectos de los otros me ponen
particularmente nervioso?
¿Cuáles son de mis fallas personales
las que tengo poco cuenta?
10. ACCIÓN
CONCRETA: Propósito del día.
Hoy pediré
al Señor que me conceda la gracia de
liberarme de toda forma de crítica y de nuca juzgar con dureza a los demás....así
buscaré de ser magnánimo hacia los demás, buscando ver el lado bueno de todos y
de todo.
SANTOS DE
HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Los Diez Mil Santos Mártires del Monte Ararat
-Los Mil Cuatrocientos Ochenta Mártires de Samaria
-Nuestra Señora de Narni, Italia (Siglo 15)
-San Aarón de Caerleon, Mártir
-San Albano de Inglaterra o Verulam, Máritr
-San Eusebio de Samosata, Obispo y Mártir
-San Everardo de Salzburgo, Arzobispo
-San Flavio Clemente, Mártir
-San Gregorio I de Agrigento, Obispo
-San Juan Fisher de Rochester, Obispo y Mártir (Memoria Litúrgica)
-San Juan de Nápoles, Obispo
-San Julio de Caerleon, Mártir
-Los Mil Cuatrocientos Ochenta Mártires de Samaria
-Nuestra Señora de Narni, Italia (Siglo 15)
-San Aarón de Caerleon, Mártir
-San Albano de Inglaterra o Verulam, Máritr
-San Eusebio de Samosata, Obispo y Mártir
-San Everardo de Salzburgo, Arzobispo
-San Flavio Clemente, Mártir
-San Gregorio I de Agrigento, Obispo
-San Juan Fisher de Rochester, Obispo y Mártir (Memoria Litúrgica)
-San Juan de Nápoles, Obispo
-San Julio de Caerleon, Mártir
-San Nicetas de Remesiana, Obispo
-San Paulino de Nola, Obispo y Confesor (Memoria Litúrgica)
-Santo Tomás Moro (More), Mártir (Memoria Litúrgica)
-Santa Consorcia, Vírgen
-San Paulino de Nola, Obispo y Confesor (Memoria Litúrgica)
-Santo Tomás Moro (More), Mártir (Memoria Litúrgica)
-Santa Consorcia, Vírgen
San
Cayetano Errico, ruega por nosotros
"Oración
a San Miguel Arcángel"
San Miguel
Arcángel,
defiéndenos
en el combate diario.
Sé nuestro
amparo
contra la
perversidad y asechanzas
del
demonio.
Reprímale
Dios, pedimos suplicantes,
y tú
Príncipe de la Milicia Celestial,
por medio
del divino poder, arroja al infierno
a Satanás y
a los otros espíritus malignos
que andan dispersos
por el mundo
para la
perdición de las almas.
Amén.