El papa
Francisco realizó este miércoles en la plaza de San Pedro una nueva audiencia
general, prosiguiendo con la catequesis sobre la familia, en particular sobre
el significado de los enfermos en ella.
El Santo
Padre llegó en el jeep abierto que le llevó en medio de los peregrinos que allí
se encontraban. Francisco saludaba con la calidez que le caracteriza y
bendiciendo en particular a algunos pequeños y enfermos. Los peregrinos
llegados desde los países más distantes manifestaban su entusiasmo y agitaban
sus banderas.
El día
relativamente cálido de este final de primavera en Europa, hizo que la plaza se
adornara con cientos de coloridos paraguas que servían para protegerse del sol.
Después de
la catequesis el Papa leyó en español la síntesis de la misma.
“Queridos
hermanos y hermanas, en la catequesis de hoy tratamos sobre la enfermedad, que
es una experiencia común en la vida de las familias. En muchas partes del
mundo, donde el hospital es todavía privilegio para unos pocos, la familia se
considera desde siempre como el 'hospital' más cercano, donde gracias a sus
cuidados amorosos, se garantiza al enfermo la atención y ayuda necesaria.
Los
Evangelios nos narran muchos encuentros de Jesús con los enfermos y su voluntad
de sanarlos. Cristo lucha contra la enfermedad y cura al hombre de todos sus
males. Esta es también la misión que ha dado a su Iglesia: hacerse cargo de los
enfermos, hasta sus últimas consecuencias, siguiendo su ejemplo. Por eso, la
preocupación, la asistencia y la oración por los enfermos forman parte
fundamental de la vida de la Iglesia y de todo cristiano.
En la
familia es importante educar a los hijos desde pequeños para que sean sensibles
y solidarios ante la enfermedad. Asimismo la comunidad cristiana tiene que
acompañar a las familias para que vivan la enfermedad desde una perspectiva de
fe, de oración y de cercanía afectuosa”.
El Santo
Padre concluyó esta lectura saludando “a los peregrinos de lengua española, en
particular a los grupos provenientes de España, República Dominicana,
Argentina, México y otros países latinoamericanos. Pidamos al Señor para que
con su gracia la enfermedad sea una ocasión de fortalecimiento de los vínculos
familiares. Y que las familias puedan vivir los momentos difíciles del dolor y
del sufrimiento, sostenidas por la cercanía y oración de la comunidad
cristiana. Muchas gracias”.
A
continuación el obispo de Roma se quedó saludando primero a diversos prelados y
después a grupos de personas y peregrinos, mientras se ecuchaban a los grupos
de coreaban 'viva el Papa' y el nombre de Francisco.