UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





sábado, 22 de febrero de 2014

Teólogos aprueban milagro atribuido al papa Pablo VI

A principios de esta semana, la consulta de los peritos teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos aprobó por unanimidad un milagro atribuido a la intercesión de Giovanni Battista Montini, Pablo VI. Ahora la curación (que ya había sido juzgada como «inexplicable» por parte del equipo médico que dirige el profesor Patrizio Polisca) será sometida al juicio de los cardenales y obispos del dicasterio, antes de que Papa Francisco lleve a cabo la aprobación final. Si, como han confirmado a Vatican Insider fuentes confiables de la Congregación para las Causas de los Santos, estos últimos pasos se dan en tiempos breves, se puede comenzar a considerar la hipótesis de la beatificación de Montini en los próximos meses.

El postulador de la causa, el padre Antonio Marrazzo, eligió hace tiempo, de entre todas las indicaciones recibidas, un caso de curación «inexplicable» según los primeros análisis clínicos. El20 de diciembre de 2012, poco antes de su histórica renuncia al papado, Benedicto XVI proclamó la «heroicidad de las virtudes» de Pablo VI, dando por concluido el proceso canónico. Para la beatificación se necesitaba solamente el reconocimiento de un milagro.

El presunto milagro que Marrazo presentó a la consulta tiene que ver con la curación de u niño que no había nacido, que se habría verificado durante los primeros años de la década de los noventa en California. Durante el embarazo, los médicos habían identificado un grave problema en el feto. Debido a las consecuencias cerebrales que pueden aparecer en esos casos, habían sugerido como única posible solución el aborto. La joven madre se opuso y quiso concluir el embarazo encomendándose a la intercesión de Pablo VI, el Papa que en 1969 escribió la encíclica "Humanae vitae", a pesar de que le habían asegurado que el niño habría nacido con serios problemas tanto a nivel físico como cerebral.

Sin embargo, el niño nació sin problemas. Para cosntatar la ausencia de consecuencias y su perfecta curación, los médicos esperaron a que fuera adolescente. Se trata, dijo Marrazzo en 2012 a la Radio Vaticana, de un «suceso verdaderamente extraordinario y sobrenatural, que se verificó gracias a la intercesión de Pablo VI». Una curación, continuó el postulador de la causa, «en línea con el magisterio» del Papa que escribió la "Humanae vitae", un milagro relacionado con la «defensa de la vida, expresada en la encíclica, pero también en defensa de la familia, porque aquel documento habla del amor conyugal y no solo sobre la vida que está por nacer».