UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





miércoles, 5 de febrero de 2014

Dios Padre odia toda forma de hipocresía y puritanismo, pero también nos invita a no perder jamás la decencia y el buen gusto.

En las Sagradas Escrituras, la vestimenta del hombre y de la mujer es claramente orientada, por el principio de la modestia y la belleza interior, que implican el buen gusto con decoro.
El cristiano debe vestirse con modestia, decencia, buen gusto, evitando la sensualidad provocativa tan común de la moda de hoy que los medios de comunicación imponen de manera contundente y prepotente.
Este principio debe aplicarse no solo a las ropas, sino a todos los asuntos que involucran la apariencia personal y sus adornos.
Nuestra vestimenta debe evidenciar la riqueza del hombre “interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios” (1 Pedro 3,4).
San Pablo con mucha claridad nos dice en 1 Corintios 3,16 "¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?"
1 Corintios 6,19-20 : ¿O no saben que sus cuerpos son templo del espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos.