(RV).- El Santo Padre ha decidido constituir una nueva estructura de coordinación de los asuntos económicos y administrativos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, según informa un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
“El anuncio de hoy se produce tras las recomendaciones de la rigurosa revisión llevada a cabo por la Comisión Referente de Estudio y de Guía de la Organización de la Estructura Económica - Administrativa de la Santa Sede (COSEA). Dichas recomendaciones han sido examinadas y aprobadas ya sea por el Consejo de Cardenales, establecido para asesorar al Santo Padre sobre la reforma de la Curia Romana, que por el Consejo de 15 cardenales “para el estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede".
La COSEA recomendaba cambios para simplificar y consolidar las estructuras de gestión existentes y mejorar la coordinación y supervisión en toda la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano y aconsejaba un compromiso explícito en la adopción de principios de contabilidad y de gestión financiera aceptados generalmente, así como en la presentación de informes financieros , controles internos avanzados, transparencia y gobierno.
Los cambios permitirán una participación más explícita de expertos de alto nivel con experiencia en gestión financiera, planificación y presentación de informes. Asimismo garantizarán un uso más eficaz de los recursos, mejorando el apoyo disponible para varios programas, en particular los destinados a los pobres y marginados.
Los cambios anunciados por el Santo Padre son:
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1. La institución de una nueva Secretaría de Economía, que tendrá autoridad sobre todas las actividades económicas y administrativas dentro de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano . La Secretaría será responsable, entre otras cosas, de la preparación de un presupuesto anual para la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano , así como de la planificación financiera y las diversas funciones de apoyo, como los recursos humanos y el aprovisionamiento. La Secretaría preparará también un balance detallado de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano .
2. La Secretaría de Economía actuará las directrices formuladas por un nuevo Consejo de Economía : un Consejo de 15 miembros, compuesto por ocho cardenales u obispos, que refleja la universalidad de la Iglesia, y por siete expertos laicos de diversas nacionalidades de reconocida experiencia financiera y profesionalidad. El Consejo se reunirá periódicamente para evaluar directrices y prácticas concretas y preparar y analizar los informes sobre las actividades económico-administrativas de la Santa Sede .
3. La Secretaría de Economía estará dirigida por un Cardenal Prefecto que se remitirá al Consejo de Economía . Un Secretario General colaborará con el Cardenal Prefecto en la gestión de las actividades diarias.
4. El Santo Padre ha nombrado al cardenal George Pell, actualmente arzobispo de Sídney , Australia , como Prefecto de la Secretaría de Economía.
5. Las nuevas disposiciones incluyen también el nombramiento de un Auditor General, designado por el Santo Padre, que estará dotado de la facultad de llevar a cabo auditorías de cualquier organismo o institución de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano .
6. Los cambios confirmarán el papel del APSA como el Banco Central del Vaticano, con todas las obligaciones y responsabilidades de las instituciones similares en todo el mundo.
7. La AIF seguirá desempeñando su papel actual y fundamental de supervisión prudencial y regulación de las actividades dentro de la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Se ha solicitado al Prefecto de la nueva Secretaría de Economía que inicie su tarea lo más pronto posible. El Prefecto preparará los Estatutos definitivos y las otras cuestiones relacionadas con la asistencia de los asesores necesarios y trabajará con la COSEA para completar la aplicación de estas disposiciones aprobadas por el Santo Padre. (RC-RV)
UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL
«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»
Benedicto XVI, 16 septiembre 2005