UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





domingo, 2 de agosto de 2015

Lectio Divina (Método en 10 pasos): Domingo, 2 de Agosto, 2015: Evangelio según San Juan 6, 24-35. : (18° Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B -)


LECTIO DIVINA DEL EVANGELIO DEL DOMINGO DE LA 18ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. DOMINGO 2 DE AGOSTO 2015. 
(San Eusebio de Vercelli, obispo. San Julián, presbítero).

El método de la Lectio Divina consiste en la lectura-escucha-meditación -orante de la Palabra de Dios para encarnarla en la vida diaria.

1°. ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Señor, ¡dame siempre de tu pan! De ese pan Eucaristía que diviniza mi humanidad. De ese pan de tu Palabra que me muestra el camino que hay que recorrer, con sus luces y sombras. Y en este momento, de ese pan de la oración que fortalece mi espíritu, por eso te pido que ilumines esta lectura orante del Evangelio (Lectio Divina) para llenarme de Ti y poder, así, llevarte a los demás. Amén

2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. 6, 24-35
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban en el lugar donde el Señor había multiplicado los panes, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo llegaste?”. Jesús les respondió: “Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello”. Ellos le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?”. Jesús les respondió: “La obra de Dios es que ustedes crean en Aquel que él ha enviado”. Y volvieron a preguntarle: “¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: ‘Les dio de comer el pan bajado del cielo’”. Jesús respondió: “Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del Cielo y da Vida al mundo”. Ellos le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les respondió: “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed”.
Palabra del Señor.


3°.MEDITACIÓN DEL EVANGELIO:
A. COMENTARIO INTRODUCTORIO
  • La multiplicación de los panes y peces del domingo pasado, le brindó a Jesús un impresionante éxito popular. Pero ése no era el éxito que Jesús deseaba.
  • El evangelio de Juan nos lleva de la mano hasta la ciudad de Cafarnaún después de la multiplicación de los panes.
  • La multitud que lo seguía comió, se sació y con ello se dio por satisfecha.
  • Jesús huye de los que quieren proclamarlo rey confundiéndolo con un Mesías político. Con un rey de tales características tenían cubiertas, para siempre, todas sus necesidades.
  • La actitud de la gente que busca a Jesús, está condicionada porque comieron todo lo que  quisieron. Pero la misión de Jesús no era dar de comer a los hambrientos, sino despertar el hambre de los satisfechos.
  • Jesús a partir del pan que ha multiplicado, va a llevarlos hacia otra hambre y otro pan. hacia las hambres profundas, hacia el hambre de vivir intensamente y de vivir eternamente.
  • Por eso los invita a “trabajar”. Cuando le pregunta en qué consiste este trabajo, la respuesta es sorprendente. No se trata del trabajo para conseguir el pan ni el cumplir con la ley de Moisés: este trabajo es “creer”. Creer en Jesús, en el enviado de Dios.
  • Los invita a trabajar porque creer en su persona implica un "esfuerzo de fe".
  • Quien acepta a Jesús por la fe tiene que trabajar su corazón, sus actitudes, sus pensamientos, sus criterios y valores para sentir como Jesús sintió, para vivir como Jesús vivió.
  • El pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo.
  • El pan del cielo es el pan de vida, el que no sólo sirve para sustentar la vida, sino que le da sentido.
  • El pan que da el Padre es el que perdura.
  • Es perecedero el pan que sólo sirve para consumir y nos hace consumidores. Perdura el pan que se reparte y comparte y que nos hace hermanos.
  • “Yo soy el pan de vida”. El pan es el símbolo de la vida. Un pan que no se compra ni se vende, que no se reduce a peso ni medida, que no se opone al pan que alimenta, sino que le da a ese pan una visión de trascendencia.
  • Jesús es el pan que Dios ofrece a los hombres. Este pan es el que únicamente puede saciar el hambre profunda del hombre y hacer que el hombre alcance la verdadera calidad de vida.
  • Jesús pan es su palabra, es el alimento que hace al hombre abierto, interesado por los valores verdaderos de paz, justicia, libertad, amor, amistad, comunicación, convivencia, esperanza, fe, belleza y eternidad. 
  • Conformarse con menos es no haber entendido la fe en Jesús.


B. REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO
« Además del hambre físico, el hombre lleva en sí otro hambre, un hambre que no puede ser saciado con el alimento ordinario. Es hambre de vida, hambre de amor, hambre de eternidad.
Y el signo del maná —como toda la experiencia del éxodo— contenía en sí también esta dimensión: era figura de un alimento que satisface esta profunda hambre que hay en el hombre. Jesús nos da este alimento, es más, es Él mismo el pan vivo que da la vida al mundo. Su Cuerpo es el verdadero alimento bajo la especie del pan; su Sangre es la verdadera bebida bajo la especie del vino. No es un simple alimento con el cual saciar nuestro cuerpo, como el maná; el Cuerpo de Cristo es el pan de los últimos tiempos, capaz de dar vida, y vida eterna, porque la esencia de este pan es el Amor.
En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros: un amor tan grande que nos nutre de sí mismo; un amor gratuito, siempre a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar las propias fuerzas. Vivir la experiencia de la fe significa dejarse alimentar por el Señor y construir la propia existencia no sobre los bienes materiales, sino sobre la realidad que no perece: los dones de Dios, su Palabra y su Cuerpo.» (Homilía de S.S. Francisco, 19 de junio de 2014).

4°. ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
Perdona, Señor y Maestro, mi ingratitud. En mi necedad me limito a pedirte cosas pasajeras, alimento que me satisface hoy pero no es suficiente para mañana, mientras que Tú me ofreces el alimento espiritual que auténticamente puede saciar mi hambre. Gracias, Señor, por tu Eucaristía, por el gran don de Ti mismo, gracias por esta gran prueba de tu amor. Quiero corresponderte siempre. Amén

Señor,
andamos como perdidos entre tantas cosas.

Tenemos la casa llena de cosas,
tenemos llenos de cosas las tiendas y los almacenes,
llenos de cosas los museos y las ciudades,
lleno de cosas el tiempo,
llena de cosas el alma.

Enséñanos a desprendernos de las que nos estorban,
a repartir las que no necesitamos,
a compartir las necesarias,
para ganar a los hermanos,
aunque perdamos dinero y prestigio.

Enséñanos a descubrir el verdadero sentido de las cosas,
su funcionalidad y caducidad,
su sentido de solidaridad,
su verdadera dimensión de dones tuyos.

Ayúdanos a usar bien de las cosas,
sin empobrecer a los otros,
sin degradar la naturaleza,
sin poner en ellas el corazón ni la esperanza,
para que no seamos consumidores,
sino vivientes, creyentes,
hermanos de todos los hombres;
pues tú, Señor, eres el Padre de todos
y todo nos lo has dado
para que todos podamos vivir felices y en paz.

Amén

5°. CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°. CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.

7°. DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿Cuáles son mis hambres más profundas? ¿Con qué panes las alimento?
¿Me adhiero al proyecto de Jesús o sólo espero lo que me puede dar?
¿Es capaz mi fe de descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos pequeños y grandes de mi existencia?
¿Soy de los que buscan más el pan material que el pan que lleva a la eternidad?

8°. COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°. DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.

10°. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
Señor, no permitas que yo busque señales sino que siempre confíe en tu amor incondicional.
Voy a repetir varias veces: “Señor, danos siempre de ese pan”.

SANTOS DE HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Nuestra Señora de los Ángeles o Porciúncula
-Nuestra Señora de la Candelaria de Copacabana, Bolivia
-San Abu 'I-Arah (Abibas), Mártir de Alejandría
-San Basilio el Bendito, Taumaturgo de Rusia
-San Betario de Carnuto o Chartres, Obispo (Busco Estampa)
-Santa Calixto de Nicea, Mártir
-San Esteban I, Papa y Mártir
-San Eusebio de Vercelli, Obispo y Confesor (Memoria Litúrgica)
-San Hermógenes de Nicea, Mártir
-San Máximo de Padua, Obispo
-San Pedro de Osma, Monje y Obispo
-San Pedro Julián Eymard, Presbítero y Fundador (Memoria Litúrgica)
-San Rutilo o Rutilio de África, Mártir
-San Sereno de Marsella, Obispo


San Cayetano Errico, ruega por nosotros