LECTIO DIVINA
DEL EVANGELIO DE LA 19ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. JUEVES
13 DE AGOSTO 2015.
El método de la Lectio Divina consiste en la
lectura-escucha-meditación -orante de la Palabra de Dios para encarnarla en la vida
diaria.
1°.
ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Señor Jesús abre mis ojos y mis oídos a tu
palabra.
Que lea y escuche yo tu voz y medite tus enseñanzas,
despierta mi alma y mi inteligencia
para que tu palabra penetre en mi corazón
y pueda yo comprenderla y encarnarla en mi vida. Amén
Que lea y escuche yo tu voz y medite tus enseñanzas,
despierta mi alma y mi inteligencia
para que tu palabra penetre en mi corazón
y pueda yo comprenderla y encarnarla en mi vida. Amén
2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Se acercó Pedro y le preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas
veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete
veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta
veces siete. Por eso, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso
arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a
uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera
vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la
deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: ‘Dame un plazo y te pagaré
todo’. El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al
salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien
denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me
debes’. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré
la deuda’. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que
pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se
apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo:
‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener
compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?’. E indignado, el rey lo
entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo
mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a
sus hermanos”. Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y
fue al territorio de Judea, más allá del Jordán.
Palabra del Señor.
VIDEOS-EVANGELIO:
1. https://www.youtube.com/watch?v=R-oXSC8-uDI
2. https://www.youtube.com/watch?v=yIWOzgmjp4A (para
niños)
3°.MEDITACIÓN DEL EVANGELIO:
A. COMENTARIO
INTRODUCTORIO
- Hoy Jesús, da consignas sobre el perdón de las ofensas.
- Los apóstoles ubican el perdón de las ofensas en el campo legal o en la casuística. Están preocupados por los límites de la actitud fraterna.
- Pedro que creía ir ya muy lejos proponiendo hasta siete veces, es sobrepasado por Jesús que va mucho más allá: “no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”.
- Simbolismo de las cifras: “siete” es la cifra perfecta, multiplicada por sí misma, indica el infinito.
- En el antiguo testamento el número setenta y siete representaba la venganza de los hijos de Caín. Jesús cambia los términos y convierte el número de la venganza en símbolo de la reconciliación. Luego propone una parábola que muestra a que se exponen los que tratan de contabilizar la misericordia, el perdón y la fraternidad.
- La parábola exagera a propósito: la deuda perdonada al primer empleado es descomunal. La que él no perdona a su compañero, pequeñísima. El contraste sirve para destacar el perdón que Dios concede y la mezquindad de nuestro corazón, porque nos cuesta perdonar una insignificancia.
- Lo propio de Dios es perdonar.
- Lo mismo han de hacer los discípulos de Jesús: el aviso es claro: «lo mismo hará con ustedes mi Padre del cielo, si no perdonan de corazón a su hermano».
- Si Dios perdona gratuitamente las mayores deudas y pecados, nadie puede aducir razón válida para negar a otro el perdón.
- El perdón, se presenta así como el único modo de romper la cadena de la violencia interminable, iniciada con la venganza de los hijos de Caín.
- Es el nuevo estilo de vida que Jesús propone a sus discípulos.
- La pertenencia al reino está marcada por el perdón y éste es sin límites y a todos, tomando como ejemplo a Dios mismo que desbarata todo cálculo humano.
- Vivir con perdón es el estilo del verdadero cristianp.
- Negarse a perdonar nos sitúa fuera del cristianismo y, por consecuencia, fuera de la esfera del amor misericordioso de Dios.
B.
REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO
El perdón
se pide sinceramente, con el corazón, y tiene que ser dado con el corazón a
quien cometió el mal. Como el patrón de la parábola evangélica contada por
Jesús, que perdona una deuda enorme a un siervo, movido por la compasión de sus
súplicas. Y no como el otro siervo hace con su igual, tratándolo sin piedad y
haciéndolo llevar a la cárcel aunque fuera deudor de una suma irrisoria.
La dinámica del perdón, es la que enseñó Jesús en el Padre Nuestro. “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Lo que Jesús nos enseña es:
Primero, pedir perdón y no simplemente pedir disculpas es tener consciencia del propio pecado, de la idolatría cometida, de las diversas idolatrías.
Segundo. Dios siempre perdona, siempre. Pero pide que yo perdone. Si yo no perdono, en cierto sentido cierro la puerta al perdón de Dios.
- Pero padre yo me confieso.
- ¿Y qué haces antes de confesarte?
- Bueno, pienso a las cosas que hice mal...
- Está bien.
- Después pido perdón al Señor y prometo no volver hacerlo...
- Bien. ¿Y después vas al sacerdote? Antes te falta una cosa: ¿has perdonado quienes que te han hecho mal?, porque el perdón que Dios te dará supone el perdón que tu das a los otros. (Cf. Homilía de Papa Francisco, 10 de marzo de 2015, en Santa Marta).
La dinámica del perdón, es la que enseñó Jesús en el Padre Nuestro. “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Lo que Jesús nos enseña es:
Primero, pedir perdón y no simplemente pedir disculpas es tener consciencia del propio pecado, de la idolatría cometida, de las diversas idolatrías.
Segundo. Dios siempre perdona, siempre. Pero pide que yo perdone. Si yo no perdono, en cierto sentido cierro la puerta al perdón de Dios.
- Pero padre yo me confieso.
- ¿Y qué haces antes de confesarte?
- Bueno, pienso a las cosas que hice mal...
- Está bien.
- Después pido perdón al Señor y prometo no volver hacerlo...
- Bien. ¿Y después vas al sacerdote? Antes te falta una cosa: ¿has perdonado quienes que te han hecho mal?, porque el perdón que Dios te dará supone el perdón que tu das a los otros. (Cf. Homilía de Papa Francisco, 10 de marzo de 2015, en Santa Marta).
Para que Dios te perdone, tú tienes
que perdonar a los demás.
Está claro: “Perdona nuestras
ofensas,
como también nosotros perdonamos a
los que nos ofenden”.
Señor, Jesús, concédeme la gracia de
poder perdonar
a todas las personas que me han
ofendido.
De antemano, te agradezco esa gracia
de tu amor.
Señor, líbrame de los resentimientos
y quejas
que he tenido contra Ti, por haber
permitido en mi familia
enfermedades, peleas, dificultades,
muertes….
Perdóname, Señor.
Señor, yo me perdono a mí mismo mis
pecados,
mis errores, mis caídas y todo lo
malo que hay en mí;
sobre todo me perdono aquello que
más daño me ha causado
y que me cuesta más perdonarme
como……
Perdono a mis papás por sus faltas
de cariño,
por las veces que no acertaron en mi
formación,
por lo que me insultaron,
y por esos casos que recuerdo con
más desagrado….
Perdono a mis hermanos y a mis
hermanas
por las veces que me rechazaron,
que mintieron contra mí,
que me hicieron la vida molesta;
por las veces que no me ofrecieron
su ayuda y su cariño….
Señor, perdono de corazón a mis
jefes,
a mis superiores, a mis súbditos,
amigos y conocidos…
por el desagrado que me causaron,
por sus críticas,
por haberme humillado….
Perdono a los que más me han
ofendido,
a los que recuerdo en este momento,
a los que me cuesta más perdonar,
especialmente….
Gracias, Señor, porque me amas y
porque me ayudas a perdonar. Amén.
5°.
CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°.
CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.
7°.
DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿Somos
promotores de reconciliación y perdón en nuestras familias, ambientes de
trabajo, comunidades?
¿Pongo
límites a mi perdón?
8°.
COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°.
DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.
10°. ACCIÓN
CONCRETA: Propósito del día.
Jesús, haz
mi corazón semejante al tuyo para amar y perdonar siempre a los demás como los perdonas
y amas Tú.
SANTOS DE
HOY:
-San Hipólito, mártir. Carcelero convertido y bautizado
por San Lorenzo.
-San
Casiano de Imola, mártir. Un maestro de escuela a quien sus mismos
discípulos, incitados por el gobernador de Inmola (Italia), dieron muerte con
los punzones de que se servían para escribir en las tablas enceradas de la
escuela, 311.
-San
Casiano, obispo y mártir, Todi, s. III.
-San Máximo
el Homologueta monje.
-San
Wigerto, discípulo de San Bonifacio, s. VIII.
San
Cayetano Errico, ruega por nosotros