LECTIO DIVINA
DEL EVANGELIO DE LA 18ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. 6 DE AGOSTO 2015.
Fiesta de La Transfiguración
del Señor
El método
de la Lectio Divina consiste
en la lectura-escucha-meditación -orante
de la
Palabra de Dios para encarnarla en la vida diaria.
1°.
ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Invocar al Espíritu Santo
2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a
ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus
vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo
podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con
Jesús. Pedro dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres
carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Pedro no sabía qué
decir, porque estaban llenos de temor. Entonces una nube los cubrió con su sombra,
y salió de ella una voz: “Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo”. De pronto
miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.
Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto,
hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron
la orden, pero se preguntaban qué significaría “resucitar de entre los
muertos”.
Palabra del Señor.
3°.MEDITACIÓN DEL EVANGELIO:
A.
COMENTARIO INTRODUCTORIO
- La Transfiguración de Jesús nos muestra la vida a la que estamos llamados: el destino final de la existencia humana es ser transfigurados por la vida de Dios.
- La vida es como una montaña que obliga a un ascenso lento y difícil, pero necesario para superar la insignificancia del llano. El hombre es invitado por la fe a superarse día a día hasta descubrir el significado total de la existencia humana. Cada uno debe hacer su propia búsqueda y su propia ascensión. A pesar de la oscuridad del camino, el cristiano es sostenido y guiado por su confianza plena de que “el amor de Dios se ha manifestado en Jesucristo”. Jesús transfigurado, imagen del hombre nuevo, es nuestra única garantía. Buscamos porque Él ya ha encontrado. Por eso buscamos en su nombre y tras sus huellas.
- Cualquiera que sea nuestro estado o nuestra profesión, siempre encontraremos esa montaña, donde desde el encuentro con Dios, y en la escucha de la palabra de su Hijo, podamos transfigurar la vida.
- Nuestro camino de fe será permitir que el tejido de gracia y pecado que es nuestra vida, sea penetrado cada vez más por la gracia divina; que en esa mezcla de luces y sombras que hay en cada uno, resplandezca cada vez más la luz divina.
- Todo lo que no es transfigurado e iluminado por Jesucristo, es desfigurado y se transforma en una caricatura deformada: si el amor de esposos no es transfigurado en la donación total y permanente al otro, termina por ser una soledad compartida; si la amistad no es transfigurada por la lealtad y sinceridad, termina por ser una búsqueda egoísta del otro; si la actividad política no es transfigurada por la búsqueda de justicia social, termina por ser un juego de poderes; si los bienes materiales no son transfigurados por la generosidad y la solidaridad, terminan por ser una acumulación utilitaria, etc.
- Cualquier dimensión de nuestra vida o de nuestro mundo que no exponemos a la luz de Jesucristo, termina por perder su verdadero sentido y finalidad.
- Como Iglesia no estamos libres de esta búsqueda. Dios no es propiedad de nadie. Seguir buscándolo en medio de la oscuridad, es la tarea que le permite a la Iglesia, ser la humilde servidora de Dios y de los hombres luchando por el reino más allá de los pobres y facilistas esquemas humanos, dejándose día a día transfigurar por la Palabra de gracia.
- Para poder vivir este proyecto, la respuesta viene de la voz que escucharon los discípulos que nos invita a seguir escuchando a Jesús.
- A Jesús no se le puede escuchar si no es siguiéndolo. Más aún, la única manera de escucharlo es recorriendo su mismo camino. El proceso de ir viviendo bajo su luz resplandeciente, ocurre en el itinerario imprevisible de nuestras vidas; itinerario no siempre agradable a nuestros pasos que, en ocasiones, desearían recorrer otros caminos. De ahí que seguir a Jesús significa tomar la propia cruz.
- «Él que se había revestido con nuestra miserable túnica de piel, hoy se ha puesto el vestido divino, y la luz le ha envuelto como un manto». Atanasio, el Sinaita.
B.
REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO
«Es el
cumplimiento de la revelación; por esto a su lado aparecen transfigurados
Moisés y Elías, que representan la Ley de los profetas, significando que todo
termina y comienza en Jesús, en su pasión y su gloria.
La voz de orden para los discípulos y para nosotros es esta: ´Escuchadlo´. Escuchen a Jesús. Es él el Salvador: seguidlo. Escuchar a Cristo, de hecho comporta asumir la lógica de su ministerio pascual, ponerse en camino con él, para hacer de la propia existencia un don de amor a los otros, en dócil obediencia con la voluntad de Dios, con una actitud de separación de las cosas mundanas y de libertad interior. Es necesario, en otras palabras, estar prontos a ´perder la propia vida´, donándola para que todos los hombres sean salvados, y para que nos reencontremos en la felicidad eterna.
El camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad. No nos olvidemos: el camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad, habrá en medio una cruz o las pruebas, pero al final nos lleva siempre a la felicidad. Jesús no nos engaña. Nos prometió la felicidad y nos la dará si seguimos su camino.» (Papa Francisco, Ángelus 1 de marzo de 2015).
La voz de orden para los discípulos y para nosotros es esta: ´Escuchadlo´. Escuchen a Jesús. Es él el Salvador: seguidlo. Escuchar a Cristo, de hecho comporta asumir la lógica de su ministerio pascual, ponerse en camino con él, para hacer de la propia existencia un don de amor a los otros, en dócil obediencia con la voluntad de Dios, con una actitud de separación de las cosas mundanas y de libertad interior. Es necesario, en otras palabras, estar prontos a ´perder la propia vida´, donándola para que todos los hombres sean salvados, y para que nos reencontremos en la felicidad eterna.
El camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad. No nos olvidemos: el camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad, habrá en medio una cruz o las pruebas, pero al final nos lleva siempre a la felicidad. Jesús no nos engaña. Nos prometió la felicidad y nos la dará si seguimos su camino.» (Papa Francisco, Ángelus 1 de marzo de 2015).
Jesús, gracias por invitarme a subir al monte alto de
la oración, porque quieres transfigurarte para que yo pueda comprender la
grandeza de tu gloria y pueda así convertirme en ese discípulo y misionero, que
con tu gracia, acerca a otras personas, especialmente de mi familia, a
experimentar la luz de tu Palabra, el consuelo de tu cercanía, lo maravilloso
de tu amor.
Permite que salga de esta oración configurado contigo para revestir con tu amor mis pensamientos, palabras y obras.
Permite que salga de esta oración configurado contigo para revestir con tu amor mis pensamientos, palabras y obras.
Amén.
5°.
CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°.
CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.
7°.
DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿Descubrimos
en el evangelio el «camino» que Jesús nos ofrece?
¿Es nuestra
oración un encuentro con Dios?
8°.
COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°.
DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.
10°. ACCIÓN
CONCRETA: Propósito del día.
Voy a
revisar mis horarios diarios y hacer los ajustes para poder dar más tiempo y
calidad a mi oración personal.
SANTOS DE
HOY:
-San Sixto,
papa y mártir, Roma, 259.
-Santos
Felicísimo y Agapito, diácons, 259.
San
Cayetano Errico, ruega por nosotros