LECTIO
DIVINA DEL EVANGELIO DEL DOMINGO DE LA 16ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. 19
DE JULIO 2015.
El método
de la Lectio Divina consiste en la lectura-escucha-meditación -orante de la
Palabra de Dios para encarnarla en la vida diaria.
1°.
ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Espíritu Santo, ilumina nuestras mentes, para que al
leer y meditar la Sagrada Escritura, sintamos la presencia de Dios Padre que se
manifiesta a través de tu Palabra.
Abre nuestro corazón para darnos cuenta del querer de
Dios y la manera de hacerlo realidad en nuestras acciones de cada día.
Instrúyenos en tus sendas para que, teniendo en cuenta tu Palabra, seamos
signos de tu presencia en el mundo. Amén.
2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Al regresar de su
misión, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían
hecho y enseñado. Él les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para
descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo
ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al
verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por
tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una
gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y
estuvo enseñándoles largo rato.
Palabra del Señor.
VIDEOS-EVANGELIO:
3°.MEDITACIÓN DEL EVANGELIO:
A.
COMENTARIO INTRODUCTORIO
- Los discípulos han llegado de su labor apostólica a contarle a Jesús todo lo que les había pasado, Jesús entonces los invita a descansar en un lugar apartado pero cuando llegan allí fue imposible porque una gran multitud ya estaba en el lugar esperándolos.
- Jesús siente compasión de la multitud porque andaban como ovejas sin pastor y se pone a enseñarles.
- Es la misma compasión que siente antes de cada milagro o sanación.
- Siente compasión cuando ve la multitud hambrienta.
- Siente compasión cuando cura a los ciegos.
- Compasión que no es lástima, clemencia, o piedad.
- Compasión que es compartir la misma pasión, el mismo sentir, el mismo dolor, porque se siente con las entrañas. No se siente desde “arriba”, desde el poder, sino desde abajo, desde el mismo sufrimiento, desde la misma angustia. De allí nace el milagro y la actitud samaritana y el amor del padre ante el hijo perdido.
- El amor y la preocupación compasiva de los cristianos es una respuesta de agradecimiento a Dios por los cuidados que Él nos brinda.
- El inmerecido amor de Dios anunciado para todo el mundo en el Evangelio de Jesucristo es nuestra razón para solidarizarnos con nuestro vecino en su necesidad y a reconocer que todos debemos ser “pastores compasivos” de todos.
- Jesús respondió con amor a las personas que estaban enfermas, solas, quebradas, marginadas y desesperanzadas sin considerar sus méritos.
- De esa misma manera nosotros somos llamados a “ser Cristos” para todos aquellos que sufren en el cuerpo o en el alma con sus “mismos sentimientos”.
B.
REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Veo que son
valientes con este calor en la plaza, ¡felicidades!
El
Evangelio de hoy nos dice que los Apóstoles, después de la experiencia de la
misión, regresaron contentos pero también cansados. Y Jesús, lleno de
comprensión, quiere darles un poco de consolación; y entonces los conduce a
otro lado, en un lugar apartado para que puedan descansar un poco (Cfr. Mc
6,31). «Muchos entre la gente, los vieron partir y entendieron… y se
adelantaron» (v. 32). A este punto el evangelista nos presenta una imagen de
Jesús de singular intensidad, “fotografiando”, por así decir, sus ojos y
captando los sentimientos de su corazón, y dice así el evangelista: «Bajando de
la barca, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, porque eran como
ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas» (v. 34).
Retomemos
los tres verbos de este sugestivo fotograma: ver, tener compasión, enseñar. Los
podemos llamar los verbos del Pastor. Ver, tener compasión, enseñar. El
primero y el segundo, ver y tener compasión, están siempre asociados a la
actitud de Jesús: de hecho su mirada no es la mirada de un sociólogo o de un
reportero gráfico, porque Él mira siempre con “los ojos del corazón”. Estos dos
verbos, ver y tener compasión, configuran a Jesús como Buen Pastor. También su
compasión, no es solamente un sentimiento humano, sino es la conmoción del
Mesías en la cual se ha hecho carne la ternura de Dios. Y de esta compasión
nace el deseo de Jesús de nutrir a la gente con el pan de su Palabra, es decir,
de enseñar la palabra de Dios a la gente. Jesús ve, Jesús tiene compasión,
Jesús enseña. ¡Esto es hermoso!
Y yo he
pedido al Señor que el Espíritu de Jesús, Buen Pastor, este Espíritu, me guiara
durante el Viaje apostólico que he realizado en los días pasados a América
Latina y que me ha permitido visitar Ecuador, Bolivia y Paraguay. Agradezco a
Dios con todo el corazón por este don. Agradezco a los pueblos de los tres
países, por su afectuosa y calurosa acogida y entusiasmo. Renuevo mi
reconocimiento a las Autoridades de estos Países por su acogida y colaboración.
Con gran afecto agradezco a mis hermanos Obispos, a los sacerdotes, a las
personas consagradas y a toda la población por el calor con el cual han
participado. Con estos hermanos y hermanas he alabado al Señor por las
maravillas que ha obrado en el Pueblo de Dios en camino, en camino en estas
tierras, por la fe que ha animado y anima sus vidas y su cultura. Y también lo
hemos alabado por las bellezas naturales con las cuales ha enriquecido estos
Países. El Continente Latinoamericano tiene grandes potencialidades humanas y
espirituales, conserva valores cristianos profundamente enraizados, pero
también vive graves problemas sociales y económicos. Para contribuir a la
solución, la Iglesia está comprometida a movilizar las fuerzas espirituales y
morales de sus comunidades, colaborando con todos los componentes de la
sociedad. Ante los grandes desafíos que el anuncio del Evangelio debe afrontar,
he invitado a recibir de Cristo Señor la gracia que salva y que da fuerza al
empeño del testimonio cristiano, a desarrollar la difusión de la Palabra de
Dios, para que la sólida religiosidad de aquellas poblaciones pueda siempre ser
testimonio fiel del Evangelio.
A la
materna intercesión de la Virgen María, que toda América Latina venera como
patrona con la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, confío los frutos de
este inolvidable Viaje apostólico.
(Ángelus de Papa Francisco, Domingo 19 de Julio
de 2015).
Jesús,
hermano,
nos enseñaste
a vivir con el corazón
abierto a los demás.
Sintiendo con el otro,
acercándose a su lado,
padeciendo con sus problemas,
buscando las soluciones
para una vida mejor para todos.
nos enseñaste
a vivir con el corazón
abierto a los demás.
Sintiendo con el otro,
acercándose a su lado,
padeciendo con sus problemas,
buscando las soluciones
para una vida mejor para todos.
Ayúdanos
a vivir la compasión
y haznos vivir con pasión
por los otros,
construyendo el Reino
con nuestras palabras y actos.
y haznos vivir con pasión
por los otros,
construyendo el Reino
con nuestras palabras y actos.
Amén
6°.
CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.
7°.
DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿El trabajo
a favor de los pobres y de los que sufren es una prioridad irrenunciable de mi
vida de Fe?
¿Me siento
llamado a prolongar el amor Jesús en la historia especialmente con los pobres?
¿Puedo
contemplar y descubrir el rostro de Cristo, en el rostro de aquellos con los
que Él mismo ha querido identificarse?
8°.
COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°.
DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.
10. ACCIÓN
CONCRETA: Propósito del día.
Hoy pediré
al Señor de tener su misma “Compasión” hacia las persona que me rodean.
SANTOS DE
HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Divino
Niño Jesús
-Nuestra
Señora de la Divina Gracia
-Nuestra
Señora de Moyen Point, cerca de Peronne, Francia
-San
Ambrosio, Abad
-San
Antonio, Confesor
-San Arsenio de Scetim, Diácono Anacoreta
-San Arsenio "el Grande", Eremita
-San Bernoldo o Bernulfo de Utrecht, Obispo
-San Copres, Mártir
-San Cragón de Egipto, Mártir
-San Dío de Constantinopla, “Taumaturgo” Sacerdote y Fundador
-San Diodoro de Milán, y 3 compañeros (Santos Inocentes de Milán) (Busco Estampa)
-San Arsenio de Scetim, Diácono Anacoreta
-San Arsenio "el Grande", Eremita
-San Bernoldo o Bernulfo de Utrecht, Obispo
-San Copres, Mártir
-San Cragón de Egipto, Mártir
-San Dío de Constantinopla, “Taumaturgo” Sacerdote y Fundador
-San Diodoro de Milán, y 3 compañeros (Santos Inocentes de Milán) (Busco Estampa)
-San
Epafra o Epafras, Discípulo de San Pablo Mártir
-San Félix, Obispo
-San Isaac de Semama, Mártir
-San Juan Bautista Zhou Wurui, Mártir (Busco Estampa)
-San Guillermo Juan Plessington, Presbítero y Mártir
-San Lampiros, Mártir
-San Liberio, Obispo
-San Lorenzo, Obispo
-San Macedonio de Frigia, Mártir
-San Martín, Obispo y Mártir
-San Osén, Confesor
-San Pablo, Diácono y Mártir
-San Pedro Crisci, Penitente
-San Reticio, Obispo
-San Símaco, Papa y Confesor
-San Simón Qin Chunfu, Adolescente y Mártir
-San Taciano de Frigia, Mártir
-San Teodoro, Confesor
-San Teódulo de Frigia, Mártir
-San Vicente, Confesor
-San Félix, Obispo
-San Isaac de Semama, Mártir
-San Juan Bautista Zhou Wurui, Mártir (Busco Estampa)
-San Guillermo Juan Plessington, Presbítero y Mártir
-San Lampiros, Mártir
-San Liberio, Obispo
-San Lorenzo, Obispo
-San Macedonio de Frigia, Mártir
-San Martín, Obispo y Mártir
-San Osén, Confesor
-San Pablo, Diácono y Mártir
-San Pedro Crisci, Penitente
-San Reticio, Obispo
-San Símaco, Papa y Confesor
-San Simón Qin Chunfu, Adolescente y Mártir
-San Taciano de Frigia, Mártir
-San Teodoro, Confesor
-San Teódulo de Frigia, Mártir
-San Vicente, Confesor
-Santa
Áurea de Córdoba, Virgen y Mártir
-Santa
Estila, Virgen
-Santa
Isabel Blan de Qin Bianzhi, Madre y Mártir
-Santa
Justa de Sevilla, Mártir y Patrona de Sevilla
-Santa Lilaria, Mártir
-Santa Lilaria, Mártir
-Santa Macrina de Annesis, la Menor, Monja y Virgen, hermana
de San Basilio Magno
-Santa
Milica o Militsa de Serbia, Princesa
-Santa
Rufina, Mártir, Patrona de Sevilla
-Santa
Tecla de Alejandría, Mártir
San
Cayetano Errico, ruega por nosotros