UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





martes, 18 de marzo de 2014

Lectio Divina : Martes,18 de Marzo, 2014 : Evangelio según San Mateo 23,1-12. : (Segunda Semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)


Lectio Divina: 
Martes, 18 Marzo, 2014  
(Segunda Semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)
1) ORACIÓN INICIAL
Señor, vela con amor continuo sobre tu Iglesia; y pues sin tu ayuda no puede sostenerse lo que se cimienta en la debilidad humana, protege a tu Iglesia en el peligro y mantenla en el camino de la salvación. Por nuestro Señor.

2) LECTURA


Del santo Evangelio según Mateo 23,1-12.
Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; ensanchan las filacterias y alargan las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame 'Rabbí'.
«Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar 'Rabbí', porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie 'Padre' vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar 'Instructores', porque uno solo es vuestro Instructor: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.»
Palabra del Señor
Versión en Castellano:

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 23,1-12. 
Un día Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar “mi maestro” por la gente. En cuanto a ustedes, no se hagan llamar “maestro”, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen “padre”, porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco “doctores”, porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías. El mayor entre ustedes será el que los sirve, porque el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.
Palabra del Señor.
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3) REFLEXIÓN
• El evangelio de hoy trae una crítica de Jesús en contra de los escribas y de los fariseos de su tiempo. Al comienzo de la actividad misionera de Jesús, los doctores de Jerusalén habían ido hasta Galilea para observarlo (Mc 3,22; 7,1). Incomodados por la predicación de Jesús, habían esparcido la calumnia según la cual era un endemoniado (Mc 3,22). A lo largo de tres años la popularidad de Jesús fue creciendo. Creció también el conflicto entre él y las autoridades religiosas. La raíz de este conflicto estaba en la manera en que ellos se pusieron ante Dios. Los fariseos buscaban su seguridad no tanto en el amor de Dios para con él, sino más bien en la observancia rigurosa de la Ley. Confrontado con esta mentalidad, Jesús acentúa la práctica del amor que relativiza la observancia de la ley y le da su verdadero sentido.
• Mateo 23,1-3: La raíz de la critica: “Ellos dicen, pero no hacen”. Jesús reconoce la autoridad de los escribas y fariseos. Ellos ocupan la cátedra de Moisés y enseñan la ley de Dios, pero ellos mismos no observan lo que enseñan. De ahí la advertencia a la gente: “Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen.” ¡Es una crítica que arrasa! Enseguida, como en un espejo, Jesús hace ver algunos aspectos de incoherencia de las autoridades religiosas.

• Mateo 23,4-7: Mirarse en el espejo para hacer una revisión de vida. Jesús llama la atención de los discípulos sobre el comportamiento incoherente de algunos doctores de la ley. Al meditar estas incoherencias, conviene pensar no en los fariseos y en los escribas de aquel pasado lejano, sino más bien en nosotros mismos y en nuestras incoherencias: atar cargas pesadas y echarlas a las espaldas de la gente, pero ni con el dedo queremos moverlas. Todas nuestras obras las hacemos para ser vistos por los hombres; queremos el primer puesto en lugares destacados y que la gente nos llame 'doctor'. ¡A los escribas les gustaba entrar en las casas de las viudas y hacer largas preces en cambio de dinero! (Mc 12,40)
• Mateo 23,8-10: Ustedes todos son hermanos. Jesús manda tener la actitud contraria. En vez de usar la religión y la comunidad como medio de autopromoción para parecer más importante ante los demás, pide que no se use el título de Maestro, Padre o Guía, pues uno sólo es el guía: Cristo; sólo Dios en el cielo es Padre, y Jesús es el maestro. Todos los demás somos hermanos. Esta es la base de la fraternidad que nace de la certeza de que Dios es nuestro Padre.
• Mateo 23,11-12: El resumen final: el mayor es el menor. Esta frase final es lo que caracteriza tanto la enseñanza como el comportamiento de Jesús: “El más grande de ustedes, será servidor de ustedes. Quien se exalta será humillado, y quien se humilla será exaltado” (cf. Mc 10,43; Lc 14,11; 18,14).
4) PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
• ¿Qué es lo que Jesús criticó en los doctores de la Ley, y en qué los elogió? ¿Qué es lo que él critica en mí y qué elogiaría en mí?
• ¿Te has mirado al espejo?
5) ORACIÓN FINAL
"Me honra quien sacrifica dándome gracias,
al que es recto le haré ver la salvación de Dios." (Sal 50,23)