Mucho se ha escrito referente a la Santísima Virgen y
siempre se la ha reconocido como Reina.
La Iglesia la proclama Reina doce veces: Reina de los
ángeles, de los patriarcas, de los profetas, de los apóstoles, de los
confesores, de las vírgenes, de los mártires, de todos los santos, del
Santísimo Rosario, de la paz, concebida sin pecado original y llevada a los
cielos.
La Virgen de Guadalupe tiene el título de emperatriz.
También los santos hablan de ella como Reina: San Atanasio: Si el
Hijo es Rey, la madre debe ser llamada Reina y estimada como tal, opinión que
comparte San Ruperto.
San Bernardino: Por haber dado su consentimiento para ser
Madre del Redentor, mereció ser constituida Reina del mundo y de todas las
criaturas. María es llamada Reina de Misericordia pues
su labor es ejercer la compasión y alcanzar el perdón de Dios para los hombres.