El
Vaticano anunció este lunes que abrirá un juicio por la filtración de
documentos reservados de Benedicto XVI contra el mayordomo del papa, Paolo
Gabriele, y su cómplice, el informático Claudio Sciarpelletti, cuyo nombre es
mencionado por primera vez en el escándalo.
El mayordomo y el informático, un empleado de la Secretaría de Estado de la
Santa Sede, gobierno central del Vaticano, serán juzgados por "robo
agravado" y "complicidad", en este caso conocido como el
escándalo "Vatileaks", informó el juez de instrucción, Piero Bonnet.
A Gabriele, detenido el pasado 23 de mayo, le fue concedida el 22 de junio la detención domiciliaria, y desde entonces permanece junto con su familia dentro del Vaticano.
Por su parte Sciarpelletti, técnico de sistemas informáticos de la Secretaría de Estado, detenido en mayo y después en libertad provisional, será juzgado por "receptación" de objetos robados.
A Gabriele, detenido el pasado 23 de mayo, le fue concedida el 22 de junio la detención domiciliaria, y desde entonces permanece junto con su familia dentro del Vaticano.
Por su parte Sciarpelletti, técnico de sistemas informáticos de la Secretaría de Estado, detenido en mayo y después en libertad provisional, será juzgado por "receptación" de objetos robados.
Los gendarmes del Vaticano encontraron también un «cheque de l 26 de marzo de 2012 a nombre de Su Santidad Beneditco XVI, relativo a una suma de 100 mil euros, de una presunta pepita de oro y de una edición de la traducción de la “Eneida” de Annibal Caro de 1581.
"Su papel es marginal", precisó en una conferencia de prensa el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.
El Vaticano proseguirá la investigación sobre otras personas involucradas en el escándalo, precisó el religioso.
"La magistratura vaticana descubrió una realidad muy compleja. La justicia proseguirá su labor, la investigación sobre otras personas involucradas sigue abierta", declaró Lombardi durante una conferencia de prensa.
La imagen del Vaticano se vio perjudicada por la filtración de un centenar de documentos internos, entre ellos numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, lo que ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, ya que puso en entredicho incluso su liderazgo como guía de la Iglesia católica.
Según el texto de la decisión judicial, divulgada a la prensa, durante el allanamiento del apartamento del mayordomo papal, encontraron un cheque de 100.000 euros destinados al pontífice y un ejemplar precioso de la Eneida, el célebre poema épico de Virgilio, escrito en latín.
Otros 37 documentos reservados fueron hallados en el apartamento privado de Gabriele en Castelgandolfo, la residencia de vacaciones del Papa a las afueras de Roma.
El mayordomo del Papa ha permanecido desde entonces junto a su familia en su domicilio, situado en territorio vaticano y donde se encontraron papeles secretos de la Santa Sede que constituyen la principal prueba del supuesto delito de robo con agravantes.
Su abogado Carlo Fusco aseguró el pasado julio que Gabriele pidió perdón a Benedicto XVI en una carta en la que admitió sus errores, e insistió en que su cliente actuó en solitario "sin cómplices internos o externos".
"Su papel es marginal", precisó en una conferencia de prensa el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi.
El Vaticano proseguirá la investigación sobre otras personas involucradas en el escándalo, precisó el religioso.
"La magistratura vaticana descubrió una realidad muy compleja. La justicia proseguirá su labor, la investigación sobre otras personas involucradas sigue abierta", declaró Lombardi durante una conferencia de prensa.
La imagen del Vaticano se vio perjudicada por la filtración de un centenar de documentos internos, entre ellos numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, lo que ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, ya que puso en entredicho incluso su liderazgo como guía de la Iglesia católica.
Según el texto de la decisión judicial, divulgada a la prensa, durante el allanamiento del apartamento del mayordomo papal, encontraron un cheque de 100.000 euros destinados al pontífice y un ejemplar precioso de la Eneida, el célebre poema épico de Virgilio, escrito en latín.
Otros 37 documentos reservados fueron hallados en el apartamento privado de Gabriele en Castelgandolfo, la residencia de vacaciones del Papa a las afueras de Roma.
El mayordomo del Papa ha permanecido desde entonces junto a su familia en su domicilio, situado en territorio vaticano y donde se encontraron papeles secretos de la Santa Sede que constituyen la principal prueba del supuesto delito de robo con agravantes.
Su abogado Carlo Fusco aseguró el pasado julio que Gabriele pidió perdón a Benedicto XVI en una carta en la que admitió sus errores, e insistió en que su cliente actuó en solitario "sin cómplices internos o externos".
En todo este tiempo, Gabriele, conocido como Paoletto, quien puede enfrentarse a una pena de hasta 6 años de cárcel, ha sido objeto de interrogatorios en varias ocasiones y un eventual juicio, en el caso en el que se decidiera su enjuiciamiento, se celebraría después del otoño.
El escándalo de las filtraciones de documentos reservados de la Santa Sede se desató a principios de año, cuando una televisión italiana sacó a la luz unas cartas enviadas a Benedicto XVI por el nuncio en EEUU, Carlo María Viganò, en las que denunciaba la "corrupción, prevaricación y mala gestión" en la administración vaticana.
A mediados de abril, el papa creó una Comisión Cardenalicia, presidida por el español Julián Herranz, para esclarecer el robo y filtración de cientos de documentos privados, y el 19 de mayo pasado se publicó el libro "Sua Santità", de Gian Luigi Nuzzi, con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano que desvelan tramas e intrigas en el pequeño Estado.
Por el momento, el mayordomo del Papa es el único detenido por este caso, en el que se sigue buscando al llamado "cuervo" o "cuervos" vaticanos, los autores de la filtración de estos documentos.