UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





lunes, 7 de marzo de 2011

Lectio Divina : Martes 8 de Marzo : Evangelio según San Marcos 12, 13-17. : (9ª Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A -)

Lectio Divina : 
Martes, 8 Marzo, 2011
Evangelio según San Marcos 12, 13-17. 
(9ª Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A -)
1) Oración inicial
Señor, nos acogemos confiadamente a tu providencia, que nunca se equivoca; y te suplicamos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios que pueden ayudarnos para la vida presente y la futura. Por nuestro Señor.


2) Lectura
Evangelio según San Marcos 12,13-17.
Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones.
Ellos fueron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarla o no?".
Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario".
Cuando se lo mostraron, preguntó: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?". Respondieron: "Del César".
Entonces Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta. 

Palabra del Señor

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3) Reflexión
• En el evangelio de hoy continúa el enfrentamiento entre Jesús y las autoridades. Los sacerdotes, ancianos y escribas habían sido criticados y denunciados por Jesús en la parábola de la viña (Mc 12,1-12). Ahora, los mismos piden a los fariseos y a los herodianos que preparen una encerrona contra Jesús, para poderlo acusar y condenar. Preguntaban a Jesús sobre el impuesto que había que pagar a los romanos. Era un asunto polémico que dividía a la opinión pública. Los adversarios de Jesús querían a toda costa acusarlo para menguar su influencia ante la gente. Grupos, que antes eran enemigos entre sí, ahora se unen para luchar en contra de Jesús que invadía, según ellos, su terreno. Esto sigue ocurriendo hoy. Muchas veces, personas o grupos, enemigos entre sí, se unen para defender sus privilegios contra aquellos que los incomodan con el anuncio de la verdad y de la justicia.
• Marcos 12,13-14. La pregunta de los fariseos y de los herodianos. Fariseos y herodianos eran las lideranzas locales en los poblados de Galilea. Mucho antes, habían decidido matar a Jesús (Mc 3,6). Ahora, al mando de los Sacerdotes y de los Ancianos, quieren saber de Jesús si está a favor o contra el pago del impuesto a los romanos, a César. Pregunta experta, ¡llena de malicia! Bajo la apariencia de fidelidad a la ley de Dios, buscan motivos para poderle acusar. Si Jesús dijera: “¡Tienes que pagar!”, podrían acusarle ante el pueblo de ser amigos de los romanos. Si dijera: “¡No hay que pagar!”, podrían acusarle ante las autoridades romanas de ser subversivo. ¡Parecía un callejón sin salida!
• Marcos 12, 15-17: La respuesta de Jesús. Jesús percibe la hipocresía. En su respuesta, no pierde tiempo en inútiles discusiones y va derecho al núcleo de la cuestión. En vez de responder y de discutir el asunto del tributo a César, pide que le muestren la moneda, y pregunta: "¿De quién es esta figura y esta inscripción?" Ellos responden: "¡De César!" Respuesta de Jesús:"Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios". En la práctica reconocían ya la autoridad de César. Ya estaban dando a César lo que era de César, pues usaban sus monedas para comprar y vender y hasta para pagar ¡el impuesto al Templo! Lo que interesa a Jesús es que “den a Dios lo que es de Dios”, esto es, que devuelvan a Dios el pueblo, por ellos desviado, pues con sus enseñanzas bloqueaban a la gente la venida del Reino (Mt 23,13). Otros explicaban esta frase de Jesús de otro modo: “¡Den a Dios lo de Dios!”, esto es, practiquen la justicia y la honestidad según lo que exige la Ley de Dios, pues por la hipocresía ustedes están negando a Dios lo que se le debe. Los discípulos y las discípulas deben ¡tomar conciencia! Pues era el fermento de estos fariseos y herodianos lo que les estaba cegando los ojos (Mc 8,15).
• Impuestos, tributos y diezmos. En el tiempo de Jesús, la gente de Palestina pagaba muchos impuestos, tasas, tributos y diezmos a los romanos y al Templo. El imperio romano invadió Palestina en el año 63 aC y pasó a exigir muchos impuestos y tributos. Por los cálculos hechos, se calcula que la mitad o más del sueldo familiar iba para los impuestos, los tributos, las tasas y los diezmos. Los impuestos que los romanos exigían eran de dos tipos: directos e indirectos:
a) El impuesto Directo era sobre las propiedades y sobre las personas. Impuesto sobre las propiedades (tributum soli): los fiscales del gobierno verificaban el tamaño de la propiedad, la cantidad de la producción, y el número de esclavos y fijaban la cuantía que debía ser pagada. Periódicamente, había una fiscalización mediante censos. Impuesto sobre las personas (tributum capitis): era para las clases pobres, sin tierra. Incluía tanto a los hombres como a las mujeres entre 12 y 65 años. Era sobre la fuerza de trabajo. 20% de la renta de cada persona era para el impuesto.
b) El impuesto Indirecto era sobre transacciones variadas. Corona de oro: Originariamente era un regalo al emperador, pero se convirtió en un impuesto obligatorio. Se cobraba en ocasiones especiales, como fiestas y visitas del emperador. Impuesto sobre la sal: la sal era monopolio del emperador. Se tributaba sólo la sal para uso comercial. Por ejemplo la sal usada para esicar el pescado. De aquí la palabra “salario”. Impuesto sobre compra y venta: En cada transacción comercial se pagaba el 1%. El cobro corría a cargo de los fiscales en la feria. En la compra de esclavo se exigía el 4%. En cada contrato comercial registrado, se exigía el 2%. Impuesto para ejercer la profesión. Para todo se precisaba la licencia. Por ejemplo, un zapatero en la ciudad de Palmira, pagaba un denario al mes. Un denario era el equivalente al salario de un día. Hasta las prostitutas tenían que pagar. Impuesto sobre el uso de cosas de utilidad pública: El emperador Vespasiano introdujo el impuesto para poder usar los retretes públicos en Roma. El decía: ”¡El dinero no huele!”.
c) Otras tasas y obligaciones: Pedaje o aduana. Trabajo forzado. Gastos especiales para el ejército (dar hospedaje a los soldados, pagar la comida para el sustento de las tropas); Impuesto para el Templo y el Culto.

4) Para la reflexión personal
• ¿Conoces algún caso de grupos o de personas que eran enemigos entre sí, pero que se juntaron para perseguir a una persona honesta que los incomodaba y denunciaba? ¿Te ha pasado alguna vez?
• ¿Cuál es hoy el sentido de la frase: “Lo de César devolvédselo a César, lo de Dios a Dios”?

5) Oración final
Sácianos de tu amor por la mañana,
y gozaremos y cantaremos de por vida.
¡Que tus siervos vean tu acción,
y tus hijos tu esplendor! (Sal 90:14,16)