UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





viernes, 4 de marzo de 2011

«¿Cuál es la fatiga más grande y la obra más difícil del monje y de todo cristiano?»

Abba Juan el Exiguo preguntaba un día a Abba Juan el Antiguo: «¿Cuál es la fatiga más
grande y la obra más difícil del monje y de todo cristiano?». El anciano respondió con los ojos arrasados en lágrimas de alegría y de dolor: «Es la lectio divina».
Da gracias a Dios por la Palabra que te ha dado, por los que te la han anunciado y que te la
explican, intercede por todos los hermanos que el texto ha podido traerte a la memoria con
sus virtudes y con sus caídas, procura unir el pan de la Palabra y el de la Eucaristía.
Conserva lo que has visto, oído, saboreado en la lectio, consérvalo en tu corazón y en tu
memoria, y vete a acompañar a los hombres, ponte en medio de ellos, y dales humildemente
la paz y la bendición que has recibido. Tendrás también fuerza para actuar con ellos a fin de
realizar en la historia la Palabra de Dios, mediante tu acción ministerial.
Dios te necesita como instrumento en el mundo para hacer «unos cielos nuevos y una tierra
nueva». Te aguarda otro día, un día en el que, viendo a Dios cara a cara a través de la
muerte, te mostrará lo que has sido, una «carta viviente» grabada por Cristo, una «lectio
divina» para tus hermanos, el Hijo mismo de Dios.