Lectio Divina:
Viernes, 16 Octubre, 2015
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos preceda y acompañe, de manera que estemos dispuestos a obrar siempre el bien. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Lucas 12,1-7
En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas será proclamado desde los terrados.
«Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése.
«¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos.
En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas será proclamado desde los terrados.
«Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése.
«¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta una crítica de Jesús contra las autoridades religiosas de su tiempo.
• Lucas 12,1ª: Miles y miles de personas buscan a Jesús. “En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros…”. Esta frase deja entrever la enorme popularidad de Jesús y el deseo de la gente de encontrarse con él (cf. Mc 6,31; Mt 13,2). Deja entrever, asimismo, el abandono en el que se encontraba la gente. “Son como oveja sin pastor”, decía Jesús en otra ocasión cuando vio la multitud aproximarse para escuchar su palabra (Mc 6,34).
• Lucas 12,1b: Cuidado con la hipocresía “Se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”. Marcos hablaba ya de levadura de los fariseos y de los herodianos y sugería que se trataba de la mentalidad o de la ideología dominante de la época que esperaba a un mesías glorioso y poderoso (Mc 8,15; 8,31-33). Aquí, en este texto, Lucas identifica la levadura de los fariseos con la hipocresía. La hipocresía es una actitud que invierte los valores. Esconde la verdad. Muestra una fachada bonita que encubre y disfraza la podredumbre que hay por dentro. En este caso la hipocresía era la cáscara aparente de la máxima fidelidad a la Palabra de Dios que escondía la contradicción de la vida de éstos. Jesús quiere lo contrario. Quiere coherencia que no deja en lo escondido.
• Lucas 12,2-3: Lo escondido será revelado. “Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas será proclamado desde los terrados”. Es la segunda vez que Lucas habla de este asunto (cf. Lc 8,17). En vez de la hipocresía de los fariseos que esconde la verdad, los discípulos deben tener sinceridad. No deben tener miedo a la verdad. Jesús los invita a compartir con los otros las enseñanzas que aprendieron de él. Los discípulos no podían tenerlas sólo para ellos, sino que debían divulgarla. Un día, las máscaras se caerán y todo será revelado a las claras, proclamado desde los terrados (cf. Mt 10,26-27).
• Lucas 12,4-5: No hay que tener miedo. “No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése”. Aquí Jesús se dirige a sus amigos, a los discípulos y a las discípulas. Ellos no deben tener miedo de aquellos que matan el cuerpo, que torturan, que machacan y hacen sufrir. Los torturadores pueden matar el cuerpo, pero no consiguen matar en ellos la libertad y el espíritu. Deben tener miedo, esto es, de que el miedo al sufrimiento los lleve a esconder o a negar la verdad y, así, les haga ofender a Dios. Pues quien se aleja de Dios se pierde por siempre.
• Lucas 12,6-7: Valéis más que muchos pajarillos. “¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos” Los discípulos no deben tener miedo a nada, pues ellos están en las manos de Dios. Jesús manda mirar los pájaros. Dos pajarillos se venden por pocos centavos y ninguno de ellos cae en tierra sin el consentimiento del Padre. Hasta los cabellos de la cabeza están contados. Lucas dice que ningún cabello cae sin que el Padre lo diga (Lc 21,18). ¡Y caen tantos cabellos! ¿Por esto: “no temáis; valéis más que muchos pajarillos. Es ésta la lección que Jesús saca de la contemplación de la naturaleza. (cf Mt 10,29-31)
• La contemplación de la naturaleza. En el Sermón de la Montaña, el mensaje más importante Jesús lo saca de la contemplación de la naturaleza. El dice: " Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.” (Mt 5,43-45.48). La observación del ritmo del sol y de la lluvia llevaron a Jesús a esta afirmación revolucionaria: “Pero yo os digo: amar a vuestros enemigos!” Lo mismo vale para la invitación a mirar los lirios del campo y las aves del cielo (Mt 6,25-30). Esta actitud, sorprendentemente contemplativa ante la naturaleza, lleva a Jesús a una crítica de las verdades aparentemente eternas. Seis veces seguidas tuvo el valor de corregir en público la Ley de Dios: “Se os dijo, pero yo os digo...”. El descubrimiento hecho en la contemplación renovada de la naturaleza se vuelve para él una luz muy importante para releer la historia con otros ojos y descubrir en ella las luces que antes no eran percibidas. Hoy estamos antes una nueva visión del universo. Los descubrimientos de la ciencia respecto de la inmensidad del macro-cosmos y del micro-cosmos están siendo fuente de una nueva contemplación del universo. Está comenzando ya la crítica de muchas verdades aparentemente eternas.
• Lucas 12,1ª: Miles y miles de personas buscan a Jesús. “En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros…”. Esta frase deja entrever la enorme popularidad de Jesús y el deseo de la gente de encontrarse con él (cf. Mc 6,31; Mt 13,2). Deja entrever, asimismo, el abandono en el que se encontraba la gente. “Son como oveja sin pastor”, decía Jesús en otra ocasión cuando vio la multitud aproximarse para escuchar su palabra (Mc 6,34).
• Lucas 12,1b: Cuidado con la hipocresía “Se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”. Marcos hablaba ya de levadura de los fariseos y de los herodianos y sugería que se trataba de la mentalidad o de la ideología dominante de la época que esperaba a un mesías glorioso y poderoso (Mc 8,15; 8,31-33). Aquí, en este texto, Lucas identifica la levadura de los fariseos con la hipocresía. La hipocresía es una actitud que invierte los valores. Esconde la verdad. Muestra una fachada bonita que encubre y disfraza la podredumbre que hay por dentro. En este caso la hipocresía era la cáscara aparente de la máxima fidelidad a la Palabra de Dios que escondía la contradicción de la vida de éstos. Jesús quiere lo contrario. Quiere coherencia que no deja en lo escondido.
• Lucas 12,2-3: Lo escondido será revelado. “Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas será proclamado desde los terrados”. Es la segunda vez que Lucas habla de este asunto (cf. Lc 8,17). En vez de la hipocresía de los fariseos que esconde la verdad, los discípulos deben tener sinceridad. No deben tener miedo a la verdad. Jesús los invita a compartir con los otros las enseñanzas que aprendieron de él. Los discípulos no podían tenerlas sólo para ellos, sino que debían divulgarla. Un día, las máscaras se caerán y todo será revelado a las claras, proclamado desde los terrados (cf. Mt 10,26-27).
• Lucas 12,4-5: No hay que tener miedo. “No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése”. Aquí Jesús se dirige a sus amigos, a los discípulos y a las discípulas. Ellos no deben tener miedo de aquellos que matan el cuerpo, que torturan, que machacan y hacen sufrir. Los torturadores pueden matar el cuerpo, pero no consiguen matar en ellos la libertad y el espíritu. Deben tener miedo, esto es, de que el miedo al sufrimiento los lleve a esconder o a negar la verdad y, así, les haga ofender a Dios. Pues quien se aleja de Dios se pierde por siempre.
• Lucas 12,6-7: Valéis más que muchos pajarillos. “¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos” Los discípulos no deben tener miedo a nada, pues ellos están en las manos de Dios. Jesús manda mirar los pájaros. Dos pajarillos se venden por pocos centavos y ninguno de ellos cae en tierra sin el consentimiento del Padre. Hasta los cabellos de la cabeza están contados. Lucas dice que ningún cabello cae sin que el Padre lo diga (Lc 21,18). ¡Y caen tantos cabellos! ¿Por esto: “no temáis; valéis más que muchos pajarillos. Es ésta la lección que Jesús saca de la contemplación de la naturaleza. (cf Mt 10,29-31)
• La contemplación de la naturaleza. En el Sermón de la Montaña, el mensaje más importante Jesús lo saca de la contemplación de la naturaleza. El dice: " Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.” (Mt 5,43-45.48). La observación del ritmo del sol y de la lluvia llevaron a Jesús a esta afirmación revolucionaria: “Pero yo os digo: amar a vuestros enemigos!” Lo mismo vale para la invitación a mirar los lirios del campo y las aves del cielo (Mt 6,25-30). Esta actitud, sorprendentemente contemplativa ante la naturaleza, lleva a Jesús a una crítica de las verdades aparentemente eternas. Seis veces seguidas tuvo el valor de corregir en público la Ley de Dios: “Se os dijo, pero yo os digo...”. El descubrimiento hecho en la contemplación renovada de la naturaleza se vuelve para él una luz muy importante para releer la historia con otros ojos y descubrir en ella las luces que antes no eran percibidas. Hoy estamos antes una nueva visión del universo. Los descubrimientos de la ciencia respecto de la inmensidad del macro-cosmos y del micro-cosmos están siendo fuente de una nueva contemplación del universo. Está comenzando ya la crítica de muchas verdades aparentemente eternas.
4) Para la reflexión personal
• Lo escondido será revelado. ¿Hay en mí algo que temo sea revelado un día?
• La contemplación de los pajarillos y de las cosas de la naturaleza lleva Jesús a actitudes nuevas y sorprendentes que revelan la bondad gratuita de Dios. ¿Tengo costumbre de contemplar la naturaleza?
• La contemplación de los pajarillos y de las cosas de la naturaleza lleva Jesús a actitudes nuevas y sorprendentes que revelan la bondad gratuita de Dios. ¿Tengo costumbre de contemplar la naturaleza?
5) Oración final
Pues recta es la palabra de Yahvé,
su obra toda fundada en la verdad;
él ama la justicia y el derecho,
del amor de Yahvé está llena la tierra. (Sal 33,4-5)
su obra toda fundada en la verdad;
él ama la justicia y el derecho,
del amor de Yahvé está llena la tierra. (Sal 33,4-5)