Nuevas pistas sobre la existencia del bosón de Higgs, conocido como “partícula de Dios”, fueron reveladas por científicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (Cern, en francés) (donde funciona el acelerador de partículas).
Hace varias décadas los físicos teóricos del mundo elaboraron la “teoría estándar”, una serie de postulados y ecuaciones que explican cómo la materia está compuesta de partículas diversas.
Con los años fueron descubriendo estas partículas. Sólo faltaba el bosón de Higgs, detectado por primera vez gracias a las mediciones que el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Cern viene realizando desde diciembre pasado.
Está partícula está asociada al campo de Higgs, presente en todo el espacio-tiempo. A pesar de que no lo vemos, este campo es como una melaza que “frena” a las partículas elementales (por ejemplo, electrones y quarks, que forman los protones) y, en definitiva, le da masa a ellas y a todo el Universo.
Sin él las partículas elementales deambularían por el Universo a la velocidad de la luz y no habría ni átomos, ni vida. El bosón de Higgs sería la evidencia de que este campo existe.
Que el bosón de Higgs se haya detectado, no cambia en nada la vida de los legos. Ni siquiera de los físicos, que enseñan esta teoría desde hace 30 años.
Pero la confirmación de su existencia no deja de ser una proeza del intelecto humano porque sellará el éxito de la teoría estándar (nada menos que una explicación de cómo es el Universo) y porque reivindicará el logro de la máquina más compleja jamás construida.
“Hemos hallado ahora la piedra angular que le faltaba a la física de las partículas”, dijo Rolf Heuer, director de la Cern. Aunque luego fue más cauteloso al indicar que la partícula subatómica recién descubierta es un bosón, pero no quiso afirmar que sea el mismísimo bosón de Higgs.
La física argentina María Teresa Dove, que participó del experimento, aseguró que se obtuvieron “fuertes indicios” de una nueva partícula, que es “muy relevante” en la búsqueda del bosón de Higgs.
“La observación de una partícula consistente con el bosón de Higgs abre una ventana a la era de las medidas de las propiedades del (campo de) Higgs, lo que permitirá avanzar, de forma sin precedentes, en el conocimiento de la estructura fundamental de la materia”, dijo.
El LHC, bautizado “máquina de Dios”, fue construido a un costo de 10 mil millones de dólares bajo la frontera franco-suiza.
Ha estado produciendo colisiones de protones de alta energía para investigar la materia oscura, la antimateria y la creación del universo, que muchos conjeturan ocurrió luego de la conocida como Big Bang.
Dos equipos independientes en el Cern “observaron” un nuevo bosón. Los experimentos muestran una partícula con una masa de alrededor de 126 GeV (gigaelectronvoltios), según los expertos.
No obstante, “hacen falta más datos” para confirmar que se trate del bosón, por lo que se trata de conclusiones preliminares, indicó Joe Incandela, director del equipo que trabaja en el detector CMS e involucra a 2.100 científicos.
Dova enfatizó que para la comunidad científica hay suficiente evidencia y datos para declarar el descubrimiento de una nueva partícula, aunque fue cautelosa sobre qué partícula se descubrió.
Peter Higgs, el creador de la teoría, estuvo presente en el anuncio. “Es algo increíble que ha ocurrido en mi vida”, dijo.
Por qué es de "Dios"
Por qué es de "Dios"
Bautismo. La frase “partícula de Dios” fue acuñada por el físico Leon Lederman, ganador del Premio Nobel, pero es empleada por los legos, no por los físicos, como una manera más fácil de explicar cómo funciona el universo subatómico y cómo empezó.
Máquina. Por “contagio”, se bautizó como “máquina de Dios” al Gran Colisionador de Hadrones, el instrumento creado para detectarla.
Aclaración. Por si hiciera falta aclarar, la confirmación de la existencia de esta partícula no tiene ninguna implicación religiosa.