El sentimiento de culpa es uno de los tumores más peligroso
y letal que pueda existir en el corazón (conciencia) y la mente humana.
La persona que se siente culpable sé autocastiga (a si
misma) de diferentes maneras: sintiéndose indigna del amor misericordioso de
Dios, no se siente bendecida sino maldecida y perseguida, induciendo
enfermedades, trastornos y dolencias (sin causa física) en su cuerpo. Puede
caer en angustia, ansiedad, obsesiones, pánico, depresión y sobre todo no se
siente en comunión con Dios porque teme su "severo juicio".
Satanás aprovecha nuestros sentimientos de culpabilidad para
separarnos de Dios, de la alegría de vivir y de la paz interior.
La humildad, la fe y la confianza en un Dios Misericordioso
constituyen el arma más poderosa para expulsar cualquier forma de sentimiento
de culpa. #DiosEsMisericordioso.
¡Bendito sea nuestro Señor Jesucristo, porque su Preciosa
Sangre nos purifica y libera de toda culpa! #PoderDeLaSangreDeCristo