UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





miércoles, 15 de julio de 2015

Los 10 consejos de Papa Francisco


1-  “No le saquen el cuero a nadie”
El Papa Francisco fue lo primero que les dijo a los argentinos tras ser elegido, cuando llamó por sorpresa a la gente que estaba de vigilia en la catedral metropolitana, en la madrugada de su asunción como Sumo Pontífice. Y en la misma línea, nos invitó en más de una ocasión a no ser envidiosos y a no juzgar a los demás.
2 - “Prediquen con el ejemplo”
Una de sus mayores virtudes es que su palabra y su acción coinciden plenamente. No se queda hablando de la pobreza: va junto a los pobres. No sólo propone visitar a los enfermos, va y los visita. Además de llamar a la austeridad, vive de esa manera. Incluso siendo Papa. Por eso, podemos decir que él más que nadie predica con el ejemplo.
3 - “Sean serviciales”En una de sus primeras homilías como Papa, destacó: “El verdadero poder es el servicio a los demás”. Pareció un mensaje dirigido a los gobernantes de todo el mundo, pero mucho antes, allá por 2005, había dicho eso mismo en la fiesta de San Cayetano, donde concluyó: “Hay que servir hasta que se note que es igual el que sirve y el que es atendido”.
4 -  “Cuiden la naturaleza”
A tono con el mensaje del santo que inspiró su nombre (San Francisco de Asís), el Papa argentino nos llama a comprometernos con el cuidado de la naturaleza. Como ocurre con todos sus pedidos, la única forma de que se cumpla es que cada uno desde lo personal lo haga, porque él no les habla a las masas, sino que se dirige a cada persona en particular.
5 - “Vayan contra la corriente”
En el mismo sentido que con su famoso “hagan lío”, Francisco nos invita a defender nuestros valores y alejarnos de las tentaciones del mundo. A eso llama ir contra la corriente, no a rebelarse contra la autoridad ni a generar disturbios, sino a pedir y exigir respeto, educación, honestidad, humildad, etc., etc. a quienes nos rodean y a nosotros mismos.
6 - “Escuchen a los viejos”
Así de clarito, como cada vez que habla, Francisco nos recuerda que los mayores no son material descartable de una sociedad, sino parte vital de nuestro transcurrir como especie. Él siempre recuerda todo lo que aprendió de su abuela y asegura que la experiencia de vida de nuestros antecesores es un tesoro que no debemos dejar de valorar.
7 - “No idolatren al dinero” 
Francisco tuiteó: “La lógica mundana nos empuja hacia el éxito, el dominio, el dinero; la lógica de Dios, hacia la humildad, el servicio y el amor.” Esto refuerza su reiterado mensaje de que en la sociedad actual se crean permanentemente nuevos ídolos, “llevados en el carro del consumismo para que la gente se enganche”.
8 - “Dialoguen”
Es otro de los primeros pedidos que hizo a los argentinos en aquella madrugada en la Catedral. Pero tampoco es un mensaje nuevo, de hecho fue él mismo quien promovió en 2001 la “Mesa del diálogo argentino”. Recientemente, volvió a recalcar ante un grupo de estudiantes: “No se puede tener paz sin diálogo”.
9 - “Díganle ‘no’ a la corrupción”
A dos meses de asumir, habló a los gobernantes de todo el mundo, recalcando que el dinero debe servir, no gobernar, y que la corrupción tentacular significa robarles a los pobres y quitarles sus vidas. Condenó también la evasión fiscal, que es egoísta, y el consumismo que deja afuera a los más pobres.
10 - “Sean valientes”
Siguiendo con su prédica de “ir contra la corriente”, el Papa Francisco nos invita a ser valientes para defender nuestras convicciones, para aceptar errores, para decir lo que pensamos aunque los demás se burlen; para respetar la fila aunque los demás nos pasen por la banquina; para decirle al réferi que no fue gol si la tocamos con la mano…
A partir de esta última enseñanza, podríamos decir que todo esto que nos pide el Papa Francisco, en este mundo y en este siglo, no es para cualquiera. Es sólo para valientes.