"Si no tenemos un encuentro verdadero con el Cristo
vivo y resucitado permanecemos tristes, sin esperanza y encerrados en nosotros
mismos. Abramos en cambio al Señor nuestros sepulcros sellados, para que Jesús
entre y los llene de vida". "La falta de esperanza es una trampa que
nos encierra en nosotros mismos".
"Que el Señor nos libre de esta terrible trampa de ser cristianos sin esperanza, que viven como si el Señor no hubiera resucitado y como si nuestros problemas fueran el centro de la vida".
Papa Francisco.
"Que el Señor nos libre de esta terrible trampa de ser cristianos sin esperanza, que viven como si el Señor no hubiera resucitado y como si nuestros problemas fueran el centro de la vida".
Papa Francisco.