Carta del Papa al Presidente ruso Vladimir Putin: inútil masacre en Siria y necesidad de diálogo

(RV).- (Con audio)  “Hay demasiados intereses particulares en el conflicto de Siria”, que han impedido “encontrar una solución que evitar la inútil masacre a la que estamos asistiendo”. Lo escribe el Papa Francisco en una carta fechada el 4 de septiembre en la Ciudad del Vaticano y dirigida a Su Excelencia, el Sr. Vladimir Putin, Presidente de la Federación Rusa, con ocasión del G20 de San Petersburgo.

El Santo Padre pide a los poderosos del mundo que no permanezcan “inertes frente a los dramas que vive ya desde hace demasiado tiempo la querida población siria”. 
La crisis siria debe ser resuelta mediante la negociación. Lo ha dicho el Pontífice varias veces y en diversas ocasiones en estos días y ahora lo repite en esta carta al Presidente ruso con ocasión de la Reunión de los 20 países más industrializados del mundo reunidos en San Petersburgo. El Santo Padre usa la parola “masacre” para definir la guerra en Siria. Y llama, precisamente a estos Estados que representan el 90% del Producto interno bruto mundial. 
“Que los líderes de los Estados del G20 no permanezcan inertes frente a los dramas que vive ya desde hace demasiado tiempo la querida población siria y que hace que se corra el riesgo de llevar nuevos sufrimientos a una región tan probada y necesitada de paz”, subraya al dirigir a los líderes mundiales “un sentido llamamiento para que ayuden a encontrar vías para superar las diversas contraposiciones y abandonen toda vana pretensión de una solución militar”.
De ahí que sea necesario “perseguir, con coraje y determinación, una solución pacífica a través del diálogo y la negociación entre las partes interesadas con el apoyo concorde de la comunidad internacional”. 
Además, los Gobiernos deben favorecer la adecuada asistencia humanitaria. Por tanto, el Papa Francisco pide que la crisis en Siria entre en la agenda de la Cumbre de San Petersburgo, dedicada principalmente a temas financieros. 
Y esto porque “sin paz no hay ningún tipo de desarrollo económico. La violencia jamás conduce a la paz, condición necesaria para tal desarrollo”. 
En suma, el Papa afirma que “la economía mundial podrá desarrollarse realmente en la medida en que sea capaz de permitir una vida digna a todos los seres humanos, desde los más ancianos hasta los niños aún en el seno materno”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).