UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





sábado, 8 de junio de 2013

Consagración al Inmaculado Corazón de María


Consagración al Inmaculado Corazón de María
Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía, 
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.
Quiero ser como tú quieres que sea, 
hacer lo que tú quieres que haga.
No temo, pues siempre estás conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús, 
con todo mi corazón y sobre todas las cosas. 
Pon mi mano en la tuya para que esté siempre contigo.




Consagración del hogar y la familia al Inmaculado Corazón 
de María
¡Oh Virgen María!, queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos 
lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.
Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de 
paz y felicidad por:
- el cumplimiento de la voluntad de Dios,
- la práctica de la caridad,
- y el abandona a la Divina Providencia,

¡Que nos amemos todos como Cristo nos enseñó!. Ayúdanos a vivir 
siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura.
Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) 
para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los 
guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Dígnate, Madre nuestra, 
transformar nuestro hogar en un pequeño cielo, consagrados todos 
a vuestro Corazón Inmaculado. Amén.

¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos!