Evangelio según Lucas 21,12-19.
(34ª Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A -)
Mueve, Señor, los corazones de tus hijos, para que, correspondiendo generosamente a tu gracia, reciban con mayor abundancia la ayuda de tu bondad. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Evangelio según San Lucas 21,12-19.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza.
Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza.
Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
3) Reflexión
• En el evangelio de hoy, que es la continuación del discurso iniciado ayer, Jesús enumera una señal más para ayudar las comunidades a situarse en los hechos y a no perder la fe en Dios, ni el valor para resistir contra los embates del imperio romano. Repetimos las cinco primeras señales del evangelio de ayer:
1a señal: los falsos mesías (Lc 21,8);
2a señal: guerras y revoluciones (Lc 21,9);
3a señal: nación contra otra nación, un reino contra otro reino, (Lc 21,10);
4a señal: terremotos en varios lugares (Lc 21,11);
5a señal: hambre, peste y señales en el cielo (Lc 21,11);
Hasta aquí el evangelio de ayer. Ahora, en el evangelio de hoy, hay una señal más:
6a señal: la persecución de los cristianos (Lc 21,12-19)
• Lucas 21,12. La sexta señal: la persecución Varias veces, en los pocos años que Jesús pasó entre nosotros, avisó a los discípulos de que iban a ser perseguidos. Aquí, en el último discurso, repite lo mismo y hace saber que hay que tener en cuenta la persecución a la hora de discernir los signos de los tiempos: "Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí”. Y de estos acontecimientos, aparentemente tan negativos, Jesús había dicho: “No se aterren; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato. " (Lc 21,9). Y el evangelio de Marcos añade que todas estas señales son "¡apenas el comienzo de los dolores de parto!" (Mc 13,8) Ahora bien, los dolores de parto, aún siendo muy dolorosos para la madre, no son señal de muerte, sino de vida. ¡No son motivos de temor, sino de esperanza! Esta manera de leer los hechos daba mucha tranquilidad a las comunidades perseguidas. Así, leyendo u oyendo estas señales, profetizadas por Jesús en el año 33, los lectores de Lucas de los años ochenta podían concluir: "Todas estas cosas están aconteciendo según el plan previsto y anunciado por Jesús. por tanto, la historia no se escapó de las manos de Dios. ¡Dios está con nosotros!
• Lucas 21,13-15: La misión de los cristianos en la época de la persecución. La persecución no es una fatalidad, ni puede ser motivo de desaliento o de desesperación, sino que hay que considerarla como una oportunidad, ofrecida por Dios, para que las comunidades lleven a cabo la misión de testimoniar con valor la Buena Noticia de Dios. Jesús dice: “Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir”. Por medio de esta afirmación, Jesús anima a los cristianos perseguidos que vivían angustiados. Hace saber que, aunque perseguidos, ellos tenían que cumplir una misión, a saber: dar testimonio de la Buena Noticia de Dios y así, ser una señal del Reino (Hechos 1,8). El testimonio valiente llevaría a la gente a repetir lo que dijeron los magos de Egipto ante las señales y el valor de Moisés y Aarón: “¡Aquí está la mano de Dios!” (Ex 8,15). Conclusión: si las comunidades no deben preocuparse, si todo está en las manos de Dios, si todo estaba ya previsto por Dios, si todo no es que dolor de parto, entonces no hay motivo para quedarse preocupados.
• Lucas 21,16-17: Persecución dentro de la familia. “Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán”. La persecución no viene de fuera, de parte del imperio, sino que viene de dentro, de la familia misma. En una misma familia, unos aceptaban la Buena Noticia, otros no. El anuncio de la Buena Noticia producía divisiones en la misma familia. Había personas que, basándose en la Ley de Dios, llegaban a denunciar y a matar a sus propios familiares que se declaraban seguidores de Jesús (Dt 13,7-12).
• Lucas 21,18-19: La fuente de esperanza y de resistencia. “Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas”. Esta observación final de Jesús recuerda la otra palabra que Jesús había dicho: “¡ni un cabello de vuestra cabeza caerá!” (Lc 21,18). Esta comparación era una llamada fuerte a no perder la fe y a seguir firme en la comunidad. Confirma lo que Jesús había hecho en otras ocasiones: “Quien quiere salvar su vida, la pierde, pero aquel que pierde su vida por causa mía, la salvará” (Lc 9,24).
1a señal: los falsos mesías (Lc 21,8);
2a señal: guerras y revoluciones (Lc 21,9);
3a señal: nación contra otra nación, un reino contra otro reino, (Lc 21,10);
4a señal: terremotos en varios lugares (Lc 21,11);
5a señal: hambre, peste y señales en el cielo (Lc 21,11);
Hasta aquí el evangelio de ayer. Ahora, en el evangelio de hoy, hay una señal más:
6a señal: la persecución de los cristianos (Lc 21,12-19)
• Lucas 21,12. La sexta señal: la persecución Varias veces, en los pocos años que Jesús pasó entre nosotros, avisó a los discípulos de que iban a ser perseguidos. Aquí, en el último discurso, repite lo mismo y hace saber que hay que tener en cuenta la persecución a la hora de discernir los signos de los tiempos: "Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí”. Y de estos acontecimientos, aparentemente tan negativos, Jesús había dicho: “No se aterren; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato. " (Lc 21,9). Y el evangelio de Marcos añade que todas estas señales son "¡apenas el comienzo de los dolores de parto!" (Mc 13,8) Ahora bien, los dolores de parto, aún siendo muy dolorosos para la madre, no son señal de muerte, sino de vida. ¡No son motivos de temor, sino de esperanza! Esta manera de leer los hechos daba mucha tranquilidad a las comunidades perseguidas. Así, leyendo u oyendo estas señales, profetizadas por Jesús en el año 33, los lectores de Lucas de los años ochenta podían concluir: "Todas estas cosas están aconteciendo según el plan previsto y anunciado por Jesús. por tanto, la historia no se escapó de las manos de Dios. ¡Dios está con nosotros!
• Lucas 21,13-15: La misión de los cristianos en la época de la persecución. La persecución no es una fatalidad, ni puede ser motivo de desaliento o de desesperación, sino que hay que considerarla como una oportunidad, ofrecida por Dios, para que las comunidades lleven a cabo la misión de testimoniar con valor la Buena Noticia de Dios. Jesús dice: “Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir”. Por medio de esta afirmación, Jesús anima a los cristianos perseguidos que vivían angustiados. Hace saber que, aunque perseguidos, ellos tenían que cumplir una misión, a saber: dar testimonio de la Buena Noticia de Dios y así, ser una señal del Reino (Hechos 1,8). El testimonio valiente llevaría a la gente a repetir lo que dijeron los magos de Egipto ante las señales y el valor de Moisés y Aarón: “¡Aquí está la mano de Dios!” (Ex 8,15). Conclusión: si las comunidades no deben preocuparse, si todo está en las manos de Dios, si todo estaba ya previsto por Dios, si todo no es que dolor de parto, entonces no hay motivo para quedarse preocupados.
• Lucas 21,16-17: Persecución dentro de la familia. “Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán”. La persecución no viene de fuera, de parte del imperio, sino que viene de dentro, de la familia misma. En una misma familia, unos aceptaban la Buena Noticia, otros no. El anuncio de la Buena Noticia producía divisiones en la misma familia. Había personas que, basándose en la Ley de Dios, llegaban a denunciar y a matar a sus propios familiares que se declaraban seguidores de Jesús (Dt 13,7-12).
• Lucas 21,18-19: La fuente de esperanza y de resistencia. “Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas”. Esta observación final de Jesús recuerda la otra palabra que Jesús había dicho: “¡ni un cabello de vuestra cabeza caerá!” (Lc 21,18). Esta comparación era una llamada fuerte a no perder la fe y a seguir firme en la comunidad. Confirma lo que Jesús había hecho en otras ocasiones: “Quien quiere salvar su vida, la pierde, pero aquel que pierde su vida por causa mía, la salvará” (Lc 9,24).
4) Para la reflexión personal
• ¿Cómo sueles leer las etapas de la historia en tu vida y en la vida de tu país?
• Mirando la historia de la humanidad de los últimos 50 años, la esperanza ¿aumentó o disminuyó en ti?
• Mirando la historia de la humanidad de los últimos 50 años, la esperanza ¿aumentó o disminuyó en ti?
5) Oración final
Yahvé ha dado a conocer su salvación,
ha revelado su justicia a las naciones;
se ha acordado de su amor y su lealtad
para con la casa de Israel. (Sal 98,2-3)
ha revelado su justicia a las naciones;
se ha acordado de su amor y su lealtad
para con la casa de Israel. (Sal 98,2-3)