UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





jueves, 4 de septiembre de 2014

Lectio Divina: Viernes, 5 Septiembre, 2014: Evangelio según San Lucas 5,33-39. : (22ª Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A -)


Lectio Divina: 
Viernes, 5 Septiembre, 2014  
(22ª Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A -)

1) Oración inicial
Dios todopoderoso, de quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Lucas 5,33-39
Ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos no se privan de comer y beber.» Jesús les dijo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces, en aquellos días, ayunarán.»
Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo, porque, si lo hace, desgarrará el nuevo, y al viejo no le irá el remiendo del nuevo.
«Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; porque, si lo hace, el vino nuevo reventará los pellejos, el vino se derramará, y los pellejos se echarán a perder; sino que el vino nuevo debe echarse en pellejos nuevos. Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo porque dice: El añejo es el bueno.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• En el Evangelio de hoy vamos a ver de cerca un conflicto entre Jesús y las autoridades religiosas de la época, escribas y fariseos (Lc 5,3). Esta vez el conflicto es entorno al ayuno. Lucas relata varios conflictos entorno a las prácticas religiosas de la época: el perdón de los pecados (Lc 5,21-25), comer con pecadores (Lc 5,29-32), el ayuno (Lc 5,33-36), además de los conflictos entorno a la observancia del sábado (Lc 6,1-5 e Lc 6,6-11).
• Lucas 5,33: Jesús no insiste en la práctica del ayuno. Aquí, el conflicto es entorno a la práctica del ayuno. El ayuno es una costumbre muy antigua, practicada por casi todas las religiones. Jesús mismo lo practicó durante cuarenta días (Mt 4,2). Pero él no insiste con los discípulos para que hagan lo mismo. Les deja la libertad de actuar. Por esto, los discípulos de Juan Bautista y de los fariseos, que estaban obligados a ayunar, quieren saber porqué motivo Jesús no insiste en el ayuno.
• Lucas 5,34-35: Mientras el novio está con ellos no precisan ayunar. Jesús responde con una comparación. Mientras el novio está con ellos, esto es, durante la fiesta de las bodas, éstos no precisan ayunar. Durante el tiempo en que él, Jesús, está con sus discípulos, es fiesta de bodas. Pero el día vendrá en que el novio no estará. En ese día, si quieren, pueden ayunar. Jesús alude a su muerte. Sabe y siente que si continúa por este camino de libertad, las autoridades van a querer matarle.
En el Antiguo Testamento, varias veces, Dios mismo se presenta como siendo el novio de la gente (Is 49,15; 54,5.8; 62,4-5; Os 2,16-25). En el Nuevo Testamento, Jesús es visto como el novio de su pueblo, de su gente (Ef 5,25). El Apocalipsis presenta el convite para la celebración de las nupcias del Cordero con su esposa, la Jerusalén celestial (Ap 19,7-8; 21,2.9).
• Lucas 5,36-39: ¡Vino nuevo en pellejos nuevos! Estas palabras sueltas sobre el remiendo nuevo en paño viejo y sobre el vino nuevo en pellejos viejos deben entenderse como una luz que arroja su claridad sobre los diversos conflictos, relatados por Lucas, antes y después de la discusión entorno al ayuno. Aclaran la actitud de Jesús con relación a todos los conflictos con las autoridades religiosas. Colocados en términos de hoy serían conflictos como éstos: bodas de personas divorciadas, amistad con prostitutas y homosexuales, comulgar sin estar casado/a por la iglesia, faltar a la misa los domingos, no hacer ayuno el viernes santo, etc.
No se pone remiendo nuevo a un vestido viejo, porque a la hora de lavarlo, el remiendo nuevo se encoge y el vestido se desgarra aún más. Nadie pone vino nuevo en pellejo viejo, porque el vino nuevo por la fermentación hace estallar el pellejo viejo. ¡Vino nuevo en pellejo nuevo! La religión defendida por las autoridades religiosas era como ropa vieja, como pellejo viejo. O lo uno, o lo otro. No se debe combinar lo nuevo que Jesús trae con costumbres antiguas. ¡O lo uno, o lo otro! El vino nuevo que Jesús trae hace estallar el pellejo viejo. Hay que saber separar las cosas. Muy probablemente Lucas trae estas palabras de Jesús para orientar a las comunidades de los años ’80. Había un grupo de judeo-cristianos que querían reducir la novedad de Jesús al tamaño del judaísmo de antes. Jesús no está en contra de lo que es “viejo”. Lo que él no quiere es que lo “viejo” se imponga y así empiece a manifestarse. Sería lo mismo que reducir, en la Iglesia católica, el mensaje del Concilio Vaticano II a lo que se vivía en la Iglesia antes del concilio, como hoy mucha gente parece estar queriendo hacer.
4) Para la reflexión personal
• ¿Cuáles son los conflictos entorno a las prácticas religiosas que, hoy, traen sufrimiento a las personas y son motivo de mucha discusión y polémica? ¿Cuál es la imagen de Dios que está por detrás de todas estas ideas preconcebidas, normas y prohibiciones?
• ¿Cómo entender hoy la frase de Jesús: “No colocar remiendo del paño nuevo en vestido viejo”? ¿Qué mensaje sacas de todo esto para tu vida y para tu comunidad?
5) Oración final
Encomienda tu vida a Yahvé,
confía en él, que actuará;
hará brillar como luz tu inocencia
y tu honradez igual que el mediodía. (Sal 37,5-6)