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Juan Pablo II era muy devoto a esta aparición de la Virgen a los tres pastorcillos de Fátima y quiso que la bala, con la que fue herido el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, fuera incrustada en la corona que cubre la cabeza de la estatua de la Virgen de Fátima. El Papa Wojtyla vio en la protección de Nuestra Señora de Fátima, el día de su atentado, una intervención milagrosa de la Virgen en su vida y esto le marcó profundamente.La elección de la Jornada mariana ha sido intencionalmente querida, el 13 de octubre, porque esta fecha recuerda la última aparición de la Virgen a los pastorcitos Jacinta, Francisco y Lucía en el año 1917. En esa ocasión, la Virgen les dijo que continuaran rezando siempre el Rosario todos los días. Un mensaje que vuelve en este Año de la fe, para que los cristianos retornen la oración mariana del rosario como una devoción diaria.
Las dos jornadas se llevarán a cabo como ya es tradicional en estos eventos. Este Sábado, 12 de octubre, ha tenido lugar por la mañana la peregrinación a la tumba de Pedro, y por la tarde la catequesis del Papa Francisco. Los actos en la plaza de san Pedro, con la bienvenida a los peregrinos, empezarán a partir de las tres de esta tarde. Habrá momentos de animación y de reflexión. A las cuatro de la tarde comenzará la procesión de la imagen de la Virgen a través de los distintos sectores de la plaza. Se ha pedido que los peregrinos saluden, como es tradición a la Virgen de Fátima, con pañuelos blancos al paso de la estatua. Para dar un tono de solemnidad, la procesión será escoltada por la Guardia Suiza y los gendarmes.
En el momento culminante de la procesión, a las 5.00, el Santo Padre acogerá a la Virgen, delante de la fachada de la basílica. Después del momento de oración, la estatua será transportará al Santuario del Divino Amor, en las afueras de Roma, donde tendrá lugar el rezo del Santo Rosario, en conexión con otros santuarios marianos. Seguirá una Vigilia de Oración, que se extenderá durante toda la noche, hasta la llegada de los peregrinos que tradicionalmente vienen al santuario, al amanecer.
El domingo por la mañana, la estatua de la Virgen volverá al Vaticano para repetir la procesión por la Plaza de San Pedro, a partir de las 09:30, a la que seguirá la Santa Misa presidida por el Papa Francisco. Al final el Obispo de Roma hará el acto de consagración a Nuestra Señora y concluirá con el rezo del Ángelus.
(ER RV)