UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





domingo, 14 de julio de 2013

Papa Francisco en su visita a Castel Gandolfo pide : sean signo de esperanza y de paz.


(RV).- (Actualizado con voz del Papa y con video) RealAudioMP3 Las campanas de Castel Gandolfo festejaron y anunciaron la llegada, este domingo, del Santo Padre Francisco, en su primera visita, en la que alentó a la comunidad de la diócesis de Albano al anuncio y testimonio del Evangelio y a ser siempre signo de esperanza y de paz. Recibido con gran alegría y entusiasmo, saludó al Obispo Marcello Semeraro, a la alcaldesa, Milvia Monachesi, y al director y a los dependientes de las Villas Pontificias y a sus familiares y recordó a sus amados predecesores, el Beato Juan Pablo II y Benedicto XVI, que transcurrieron una parte del verano romano en esta secular residencia pontificia. Deseando que, como ellos, impulsen su compromiso y fidelidad cotidiana a Cristo, el Papa Francisco encomendó a todos a la Virgen, recordando a Nuestra Señora del Carmen, que se celebra el 16 de julio, y pidió oraciones por él, «porque lo necesito mucho», dijo textualmente. El encuentro marcado por una alegre y serena cordialidad, terminó con la Bendición del Santo Padre, que luego dirigió el rezo dominical del Ángelus, por primera vez en Castel Gandolfo.

Extractos del saludo del Papa:«Los exhorto a renovar con alegría y entusiasmo el compromiso del anuncio y testimonio del Evangelio».
Mi saludo cordial, asegurando mi recuerdo en la oración a toda la población, que aliento a ser signo de esperanza y de paz, atenta siempre a las personas y familias más necesitadas. Y ¡esto es importante! Nosotros debemos ser siempre signo de esperanza y de paz en este momento. ¡Abran la puerta a la esperanza, que la esperanza vaya adelante... hacer la paz siempre!
En este momento mi pensamiento se dirige al Beato Juan Pablo II y a Benedicto XVI, que amaban pasar parte del verano en esta residencia pontificia. Muchos de ustedes han podido encontrarlos y recibirlos, manteniendo un buen recuerdo. Que su testimonio les sea siempre aliento en la fidelidad cotidiana a Cristo y en el continuo esfuerzo por llevar una vida coherente con las exigencias del Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia.
Queridos hermanos y hermanas, los encomiendo a la protección materna de la Virgen María – que pasado mañana honraremos con la advocación de la Virgen del Monte Carmelo – para que puedan desempeñar sus diferentes tareas de forma útil y serena. ¡Que Nuestra Señora vele siempre por ustedes y sus familias! ¡No se olviden, también ustedes recen por mí - lo necesito ¿eh?- y por mi servicio! Les renuevo mi gratitud a cada uno y los bendigo de corazón. ¡Gracias!