Mensaje del Papa por la Jornada de la Vida en Gran Bretaña
ALESSANDRO SPECIALE
CIUDAD DEL VATICANO
Los llamados «valores no negociables» no pertenecen a las preocupaciones más importantes de Papa Francisco. Es un cambio de tono con respecto al pasado reciente de la Iglesia que ha sido notado por muchos, con satisfacción en algunos sectores y con desilusión en otros.
Pero esto no significa que Francisco sea tímido al afrontar los temas “incómodos” de la bioética católica cuando se presenta la ocasión. Lo hizo en el mensaje a los católicos de Irlanda, Escocia, Inglaterra y Gales, en ocasión de la Jornada de la Vida que se celebra en dos fechas diferentes (28 de julio y 6 de octubre).
En su mensaje, el Pontífice subrayó «el valor inestimable de cada vida humana»: «Incluso los más débiles y vulnerables, los enfermos, los ancianos, los no nacidos y los pobres, son obras maestras de la creación de Dios, hechos a su imagen, destinados a vivir para siempre, y merecedores de la máxima reverencia y respeto», escribió Francisco.
Justamente hoy, con el sello real de la Reina Isabel, el matrimonio entre las personas del mismo sexo se hizo oficial en Inglaterra y Gales. El Parlamento aprobó ayer el proyecto del primer ministro conservadro David Cameron.
«Recordando la enseñanza de San Ireneo –se lee en el mensaje de Francisco– de que la gloria es la persona humana viviendo en plenitud, el Santo Padre os invita a que dejéis que la luz de la gloria resplandezca tanto que todos puedan llegar a reconocer el valor inestimable de cada vida humana». El Papa anunció que rezará para que la Jornada de la Vida «contribuya a garantizar que la vida humana reciba siempre la protección que le corresponde, de modo que "todo lo que respira alabe al Señor"».
El tema de la Jornada, “Custodia la vida. Vale la pena”, fue tomado de una homilía que pronunció el entonces cardenal Bergoglio en 2005, en una Misa en honor del patrón de las embarazadas, San Raimundo Nonato, religioso español del siglo XIII que, según la tradición, fue extraído del cuerpo de su madre un día después de su muerte.