UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





viernes, 7 de abril de 2017

Obispos indios sobre el yoga: aceptable el ejercicio, no la espiritualidad

El Sínodo de los obispos indios de rito oriental ha difundido una circular entre los sacerdotes según la cual el yoga es una “práctica útil y benéfica para el cuerpo y la mente, pero no va confundida con la espiritualidad”. En las escuelas indias su enseñanza es obligatoria, pero a menudo es usada para “imponer el estilo de vida hindú”, según informa Asia News.
“El yoga no es el medio para alcanzar el contacto con lo divino, si bien este pueda contribuir a la salud física y mental”. Lo afirma la Iglesia siro-malabar, uno de los tres ritos de la Iglesia católica india, en una circular distribuida a los sacerdotes el pasado mes de enero. En el documento el Sínodo de los obispos de este rito oriental reconoce el importante rol que el yoga ocupa en la cultura india, pero afirma también que “debe ser considerada como un ejercicio físico, una postura para concentrarse o meditar”. Al contrario, subrayan los obispos, “la experiencia de la divinidad no sucede a través de una particular postura”.
Concentración sí, mística no
El padre Paul Thelakat, ex portavoz del Sínodo, afirma en declaraciones a Asia News: “El yoga indio es un método aceptable y útil para la concentración, la meditación y el bienestar holístico del cuerpo y de la mente. Los obispos no consideran al yoga como un camino místico o esotérico para la vida espiritual”.
El yoga es una práctica de relajación mental y física nacido en India y difundida en todo el mundo. Éste va combinado con ejercicios físicos y técnicas de respiración. Según la religión hindú, éste es un recorrido de búsqueda espiritual a través del cual se experimenta el contacto con la divinidad.
En la India su enseñanza es obligatoria en las escuelas y cada año, en la Jornada internacional del yoga (que se celebra el 21 de junio), todo el sistema educativo se bloquea para dejar espacio a programas, eventos e iniciativas dedicadas a esta práctica. Desde hace tiempo activistas e intelectuales indios afirman que la obligación de observar la fiesta en las escuelas implica hacer a los estudiantes cantar sonetos y mantras sagrados hindúes, limita la libertad de culto de las minorías y representa una falta de “sensibilidad” en relación con los alumnos cristianos o musulmanes.
La semana pasada en Tamil Nadu un pastor protestante fue arrestado porque había criticado “la enseñanza obligatoria del yoga para promover en modo forzado el estilo de vida hindú”. Pero él también había evidenciado las propiedades benéficas para la mente y para el cuerpo de tal práctica.
El encuentro con Dios no es posible con el yoga
En la circular, el cardenal George Alencherry, como cabeza del Sínodo, aclara la posición de la Iglesia sobre el tema: “El Dios en el cual creemos es un Dios personal. Dios no es alguien que puede ser alcanzado a través de una particular posición del cuerpo. No es correcto pensar que la experiencia de Dios y el encuentro personal con el Señor sean posibles a través del yoga”. Además el Sínodo invita a los sacerdotes a “no unirse a grupos de oración y movimientos espirituales que están contra la Iglesia católica y no reconocen las enseñanzas oficiales de la Iglesia”.

El padre Paul Thelakat agrega que el Sínodo “no acepta el yoga como una escala trascendental hacia lo divino. La Iglesia católica enseña que el modo para alcanzar la divinidad es la auto-purificación y la unión con Dios en el ascetismo y en la oración”. En cuanto sacerdote católico que practica el yoga desde hace años, él considera que el Sínodo ha hecho bien “en puntualizar la enseñanza de la Iglesia sobre la espiritualidad, que no tiene nada que ver con prácticas mágicas”.