31º Domingo del Tiempo Ordinario
"La conversión de Zaqueo"
1. LECTIO
a) Oración inicial:
a) Oración inicial:
Oh Dios, creador y Padre de todos los hijos de Abrahám, concédenos la luz de tu Espíritu para poderte servir de un modo meritorio y digno, haz que caminemos sobre los pasos de tu Palabra demostrando con las obras que somos discípulos del único Maestro que se ha hecho hombre por nuestro amor y por nuestra salvación.
b) Lectura del evangelio:
Evangelio según San Lucas 19, 1-10.
1 Entró en Jericó y cruzaba la ciudad. 2 Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. 3Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. 4 Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. 5 Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» 6 Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. 7 Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.» 8 Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más.» 9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abrahán, 10 pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»
Palabra del Señor
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c) Momentos de silencio:
para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida.
2. MEDITATIO
a) Clave de lectura:
En el relato del Evangelio, Lucas gusta mostrar la misericordia del Maestro hacia los pecadores. Lc 19, 1-10 es un ejemplo. La narración de la conversión de Zaqueo nos demuestra que ninguna condición humana es incompatible con la salvación: Hoy la salvación ha entrado en esta casa, porque también éste es hijo de Abrahám, (Lc 19, 9) declara Jesús. El texto que abre el capítulo 19, viene después de las enseñanzas y comportamientos de Jesús, que nos ha presentado en el capitulo 18. En este capítulo encontramos la parábola del fariseo que juzga y el publicano que se humilla delante de Dios y pide perdón (Lc 18, 9-14). En seguida tenemos la escena de Jesús que acoge a los niños, advirtiendo a los discípulos que a quien es pequeño como ellos le pertenece el reino de Dios... el que no acoge el reino de Dios como un niño no entrará en él (Lc 18, 16-17). A renglón seguido Jesús demuestra al rico notable que quiere alcanzar la vida eterna (Lc 18, 18), la necesidad de vender todo y distribuir los bienes a los pobres para poder seguir a Jesús y obtener un tesoro en los cielos (Lc 18, 22). Sigue después la enseñanza de Jesús sobre las riquezas que obstaculizan la salvación y la promesa de ser recompensados a aquellos que renuncian a todo por causa del Reino de Dios (Lc 18, 24-30). Estas partes del capítulo 18 parecen conducirnos al relato de la conversión de Zaqueo. Antes de este relato siguen otros dos textos con detalles importantes.
1. El tercer anuncio de la Pasión donde una vez más Jesús nos recuerda que andamos a Jerusalén (Lc 18, 31). Parece que Lucas quisiera meter todo en el contexto del sequela Christi (seguimiento de Cristo); y
2. La curación del ciego de Jericó, que llamaba a Jesús, aunque la gente le impedía acercarse al Maestro (Lc 18, 35-39). Jesús dando de nuevo la luz a los ojos entenebrecidos, declara que la fe ha salvado a este ciego (Lc 18, 42). Recobrada la vista, el ciego podía seguir glorificando a Dios (Lc 18, 43).
2. La curación del ciego de Jericó, que llamaba a Jesús, aunque la gente le impedía acercarse al Maestro (Lc 18, 35-39). Jesús dando de nuevo la luz a los ojos entenebrecidos, declara que la fe ha salvado a este ciego (Lc 18, 42). Recobrada la vista, el ciego podía seguir glorificando a Dios (Lc 18, 43).
Estos dos textos, junto a los precedentes, iluminan la narración de la conversión de Zaqueo. En el relato encontramos detalles sorprendentes que están ya presentes en los textos citados:
1. Zaqueo, un hombre rico, jefe de publicanos – Lc 19,2
2. Trataba de ver a Jesús, pero a causa de la muchedumbre no lo conseguía - Lc 19,3
3. Era pequeño de estatura – Lc 19,3
4. El juicio de la muchedumbre que señala a Zaqueo como: pecador – Lc 19,7
5. La distribución de los bienes a los pobres – Lc 19,8
6. La declaración de Jesús diciendo que la salvación ha entrado en casa de Zaqueo – Lc 19,9.
2. Trataba de ver a Jesús, pero a causa de la muchedumbre no lo conseguía - Lc 19,3
3. Era pequeño de estatura – Lc 19,3
4. El juicio de la muchedumbre que señala a Zaqueo como: pecador – Lc 19,7
5. La distribución de los bienes a los pobres – Lc 19,8
6. La declaración de Jesús diciendo que la salvación ha entrado en casa de Zaqueo – Lc 19,9.
Zaqueo, pequeño de estatura, hombre rico, jefe de publicanos, acoge el reino de Dios como un niño. Humillándose y arrepintiéndose de su pasado encuentra la salvación que viene de Dios en Jesús Cristo buen Samaritano (Lc 10, 29-37) que nos viene al encuentro a buscar y salvar lo que estaba perdido (Lc 19, 10). Un tema al gusto de Lucas que puede verse en otras partes de su narración evangélica (ejemplo: Lc 15, 11-31)
b) Tema para la reflexión personal:
Colócate en silencio delante de la Palabra de Dios, reflexiona sobre los textos presentados en esta clave de lectura. Pregúntate:
1. ¿Qué conexión existe entre estos textos?
2. ¿Qué significa la salvación para ti?
3. Zaqueo, pequeño de estatura, nos muestra su disponibilidad para acoger a Jesús. ¿Qué haces tú para demostrar tu disponibilidad para recibir la salvación de Dios?
4. El gesto de Zaqueo nos recuerda la curiosidad de Moisés que le empuja hacia la zarza ardiente. También Moisés encontró la salvación. ¿Te acercas tú al Señor? ¿Te sientes atraído por Él?
5. Jesús va al encuentro de Zaqueo en su pecado y en aquella casa le dona la salvación. ¿Cuál es tu atadura al pecado? ¿Deja que el Maestro te encuentre allí, en aquella casa obscura?
2. ¿Qué significa la salvación para ti?
3. Zaqueo, pequeño de estatura, nos muestra su disponibilidad para acoger a Jesús. ¿Qué haces tú para demostrar tu disponibilidad para recibir la salvación de Dios?
4. El gesto de Zaqueo nos recuerda la curiosidad de Moisés que le empuja hacia la zarza ardiente. También Moisés encontró la salvación. ¿Te acercas tú al Señor? ¿Te sientes atraído por Él?
5. Jesús va al encuentro de Zaqueo en su pecado y en aquella casa le dona la salvación. ¿Cuál es tu atadura al pecado? ¿Deja que el Maestro te encuentre allí, en aquella casa obscura?
3. ORATIO
a) La oración de la comunidad:
Oh Dios, que en tu Hijo has venido a buscar y salvar lo que estaba perdido, haznos dignos de tu llamada: lleva a buen fin toda nuestra voluntad de bien, para que sepamos acogerte con gozo en nuestra casa para compartir los bienes de la tierra y del cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
b) Momento de silencio:
para la oración personal.
4. CONTEMPLATIO
Tú me indicas el sendero de la vida, Señor,
gozo pleno en tu presencia
(Salmo 15/16, 11)
gozo pleno en tu presencia
(Salmo 15/16, 11)