UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





viernes, 4 de abril de 2014

Lectio Divina: Domingo, 6 de Abril, 2014: Evangelio según San Juan 11,1-44. : (5° Domingo del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)

Lectio Divina: 
  Domingo, 6 Abril, 2014  
La Resurrección de Lázaro 

En la "Casa de los Pobres", 

Jesús se revela como fuente de vida. 



1. Oración inicial
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz , que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Tí, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.

2. Lectura
a) Una clave de lectura:Leamos el texto que describe la resurrección de Lázaro. Durante la lectura, trata de seguir al grupo, los discípulos, hombres y mujeres que siguen a Jesús desde la Galilea hasta Betania. Debes seguir con atención todo cuanto acontece, desde el momento del anuncio de la enfermedad del hermano que Marta y María han enviado a Jesús que se encuentra en Galilea, hasta la resurrección de Lázaro.
b) Una división del texto para ayudar a la lectura:
Jn 11,1-16: Jesús recibe el aviso y regresa a Betania para resucitar a Lázaro
Jn 11,17-31: El encuentro de Jesús con las dos hermanas y la profesión de fe de Marta
Jn 11,32-45: El gran signo de la resurrección de Lázaro

c) El texto:
 Evangelio según San Juan 11,1-44. : 
1-16: Había un enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo. Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.» Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.» Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba. Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.» Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?» Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él.» Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle.» Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará.» Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos allá.» Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él.» 17-31: Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.» Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.» Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.» Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?» Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.» Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama.» Ella, en cuanto lo oyó, se levantó rápidamente, y se fue hacia él. Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el lugar donde Marta lo había encontrado. Los judíos, que estaban con María en casa consolándola, al ver que se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro para llorar allí. 
Juan 11,1-45
32-45: Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?» Le responden: «Señor, ven y lo verás.» Jesús derramó lágrimas. Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería.» Pero algunos de ellos dijeron: «Éste, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?» Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra.» Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día.» Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?» Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.» Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal afuera!» Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar.» Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él. 
Palabra del Señor 

   Continúa

Video-Evangelio según San Juan 7,40-53. del Sábado 5 de Abril 2014 - Ciclo A -


Evangelio según San Juan 7,40-53.
Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: "Este es verdaderamente el Profeta".
Otros decían: "Este es el Mesías". Pero otros preguntaban: "¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea?
¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era David?".
Y por causa de él, se produjo una división entre la gente.
Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él.
Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y estos les preguntaron: "¿Por qué no lo trajeron?".
Ellos respondieron: "Nadie habló jamás como este hombre".
Los fariseos respondieron: "¿También ustedes se dejaron engañar?
¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él?
En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita".
Nicodemo, uno de ellos, que había ido antes a ver a Jesús, les dijo:
"¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?".
Le respondieron: "¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta".
Y cada uno regresó a su casa. 
Palabra del Señor

Tweet 296 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. Viernes 4 de Abril 2014: Con Jesús, la vida se hace plena. Con Él es más fácil encontrar sentido a todo. (EG 266)

Tweet 296 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. 
Viernes 4 de Abril 2014: 
Con Jesús, la vida se hace plena. 
Con Él es más fácil encontrar sentido a todo. (EG 266)

Homilía de Papa Francisco en la Capilla de Casa de Santa Marta del Viernes 4 de Abril 2014: quien tiene poder intenta enjaular a los profetas, pero el Espíritu no se puede enjaular

(RV).- (audio) RealAudioMP3 “Cuando se anuncia el Evangelio podemos ser perseguidos”. Lo dijo el Papa Francisco en la misa de esta mañana en la Casa de Santa Marta. El Papa reiteró que hoy en día hay más mártires que en los primeros tiempos de la Iglesia, e instó a los fieles a no tener miedo a la incomprensión y a las persecuciones 
El corazón de los malvados que se alejan de Dios que quiere apoderarse de la religión. 
El Papa desarrolló su homilía, empezando por el pasaje del Libro de la Sabiduría, en la primera lectura. Y observó que los enemigos de Jesús tienden trampas, traman "calumnias, le quitan la fama". Es "como si prepararan un caldo para destruir al Justo". Y esto porque se opone a sus acciones, “reprocha los pecados contra la ley", les echa en cara "la transgresión contra la educación recibida". A lo largo de la historia de la salvación, observó el Santo Padre, "los profetas fueron perseguidos ", y el mismo Jesús lo dice a los fariseos. Siempre "en la historia de la salvación, en el tiempo de Israel, incluso en la Iglesia -dijo- los profetas fueron perseguidos". Perseguidos porque los profetas dicen: "¡Ustedes equivocaron el camino! Vuelvan al camino de Dios". Y esto, observó, "para las personas que tienen el poder de aquel mal camino, no le gusta”.
“El evangelio de hoy es claro, ¿no? Jesús se escondía, en estos últimos días, porque todavía no había llegado su hora; pero Él sabía cual habría sido su fin, cómo sería su fin. Y Jesús es perseguido desde el principio: recordemos cuando al inicio de su predicación regresa a su pueblo, va a la sinagoga y predica; inmediatamente después de una gran admiración inicial, empiezan: ‘¿Pero éste, sabemos de dónde es? ¿Este es uno de los nuestros? ¿Pero con qué autoridad viene a enseñarnos? ¿Dónde estudió?'. ¡Lo descalifican! Es el mismo discurso, ¿no? "¡Pero éste sabemos de dónde es! Cristo, en cambio, cuando vendrá nadie sabrá de dónde es!'. Descalificar al Señor, descalificar al profeta para quitarle la autoridad!”
Lo descalifican, dijo Francisco, "porque Jesús salía y hacía salir de aquel ambiente religioso cerrado, de aquella jaula". El profeta, reiteró el Papa, "lucha contra las personas que enjaulan el Espíritu Santo. ¡Y por eso es perseguido: siempre!". Los profetas "siempre son perseguido o incomprendidos -afirmó el Pontífice-, abandonados a un lado. ¡No les hacen lugar!". ¡Esta situación, no acabó con la muerte y resurrección de Jesús, continúa en la Iglesia! “Hostigamiento desde fuera y persecución desde dentro". Cuando leemos las vidas de los santos, dijo el Santo Padre Francisco: "cuántas incomprensiones, cuántas persecuciones han sufrido los Santos", "porque eran profetas”.
“También tantos pensadores de la Iglesia fueron perseguidos. Pienso en uno, ahora, en este momento, no lejos de nosotros, un hombre de buena voluntad, un profeta de verdad, que con sus libros reprochaba a la Iglesia de alejarse del camino del Señor. Pronto fue llamado al orden, sus libros puestos en el índice, le quitaron la cátedra y así para este hombre terminó su vida: no hace mucho de esto. ¡Pasó el tiempo y hoy es beato! ¿Pero cómo es que ayer era un hereje y hoy es beato? Porque 'ayer los que tenían el poder querían silenciarlo, ya que no les gustaba lo que decía. Hoy la Iglesia, que gracias a Dios sabe arrepentirse, dice: 'No, este hombre es bueno!'. Es más, está en el camino de la santidad: es un beato".
“Todas las personas que el Espíritu Santo escoge para decir la verdad al pueblo de Dios -añadió el Santo Padre - sufren persecución." Y Jesús "es el modelo, la imagen". El Señor tomó sobre Él "todas las persecuciones de su pueblo". Y aún hoy, observó con amargura Francisco, "los cristianos son perseguidos". "Me atrevo a decir -añadió- que tal vez haya tantos o más mártires ahora que en los orígenes", "porque a esta sociedad mundana, a esta sociedad demasiado tranquila, que no quiere problemas, le dicen la verdad, le anuncian a Jesucristo”:
“Pero existe la pena de muerte o el encarcelamiento por tener el Evangelio en casa, por enseñar el catecismo, hoy en alguna parte! Me decía un católico de estos países en los que no se puede orar juntos. ¡Está prohibido! Sólo se puede rezar solos o escondidos. Pero ellos quieren celebrar la Eucaristía y ¿cómo pueden hacerlo? Hacen una fiesta de cumpleaños, fingen celebrar el cumpleaños y allí celebran la Eucaristía, antes de la fiesta. ¡Y esto ha sucedido! Cuando ven que llega la policía, rápidamente ocultan todo y 'Felicidad, felicidad. ¡Feliz cumpleaños! 'Y prosigue con la fiesta. Luego, cuando se van, terminan la Eucaristía. Así tienen que hacer, ya que está prohibido rezar juntos. ¡Hoy en día!
Y esta historia de persecución, remarca “el camino del Señor, es el camino de los que siguen al Señor. "Pero, al final, termina siempre de nuevo, como el Señor: con una Resurrección, pero ¡pasando por la Cruz!". Francisco dirigió su pensamiento al padre Matteo Ricci, evangelizador de China, que "no fue comprendido, que no fue entendido. ¡Pero él obedeció como Jesús!” Siempre "¡habrán persecuciones, incomprensiones! Pero Jesús es el Señor, y ese es el desafío y la Cruz de nuestra fe". Que el Señor, concluyó el Papa, "nos dé la gracia para seguir su camino y, si ocurre, incluso con la cruz de la persecución."
ER - RV

Francisco se reúne con Isabel II de Inglaterra. Le da un regalo para su bisnieto

Lectio Divina: Viernes, 4 de Abril, 2014: Evangelio según San Juan 7,1-2.10.25-30. : (Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)

Lectio Divina: 
  Viernes, 4 Abril, 2014  
(Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)
1) Oración inicial
Señor, tú que en nuestra fragilidad nos ayudas con medios abundantes, concédenos recibir con alegría la salvación que nos otorgas y manifestarla en nuestra propia vida. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Juan 7,1-2.10.25-30
Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Pero se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces él también subió no manifiestamente, sino de incógnito. Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que este es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es.» Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta;
sino que es veraz el que me ha enviado; pero vosotros no le conocéis. Yo le conozco,
porque vengo de él y él es el que me ha enviado.» Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora. 
Palabra del Señor
3) Reflexión
• A lo largo de los capítulos que van del 1 al 12 del Evangelio de Juan va aconteciendo la progresiva revelación que Jesús hace de sí mismo a los discípulos y a la gente. Al mismo tiempo y en la misma proporción, va creciendo la cerrazón y la oposición de las autoridades contra Jesús hasta el punto de decidir la condena y la muerte de Jesús (Jn 11,45-54). El capítulo 7, que meditamos en el evangelio de hoy, es una especie de parada en medio del camino. Ya hace prever como será el desenlace final.
• Juan 7,1-2.10: Jesús decide ir a la fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén. La geografía de la vida de Jesús en el evangelio de Juan es diferente de la geografía en los otros tres evangelios. Es más completa. Conforme con los otros evangelios, Jesús fue apenas una única vez en Jerusalén, cuando fue detenido y le llevaron a la muerte. Según el evangelio de Juan, Jesús fue por lo menos dos o tres veces a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Por eso sabemos que la vida pública de Jesús duró alrededor de tres años. El evangelio de hoy informa de que Jesús se dirigió más de una vez a Jerusalén, pero no públicamente. Fue a escondidas, pues en Judea, los judíos querían matarle.
• Tanto aquí en el capítulo 7 como en otros capítulos, Juan habla de “judíos”, y de “vosotros los judíos”, como si él y Jesús no fuesen judíos. Esta manera de hablar refleja la situación de la trágica ruptura que tiene lugar al final del primer siglo entre los judíos (Sinagoga) y los cristianos (Ecclesia). A lo largo de los siglos, esta manera de hablar del evangelio de Juan contribuyó a acrecentar el anti-semitismo. Hoy, es muy importante tomar distancia de esta polémica para no alimentar el antisemitismo. No podemos olvidar nunca que Jesús es judío. Nació judío, vivió como judío y murió como judío. Toda su formación viene de la religión y de la cultura de los judíos.
• Juan 7,25-27: Dudas de los habitantes de Jerusalén respecto de Jesús. Jesús está en Jerusalén y habla públicamente a las personas que quieren oírle. La gente queda confundida. Sabe que quieren matar a Jesús y que él anda suelto ante la mirada de todos. ¿Estarían reconociendo las autoridades que él es el Mesías? Pero ¿cómo es que Jesús puede ser el mesías? Todos saben que él viene de Nazaret, pero del mesías, nadie sabe el origen.
• Juan 7,28-29: Aclaración de parte de Jesús. Jesús habla de su origen“Sabéis de dónde soy”. Pero lo que la gente no sabe es la vocación y la misión que Jesús recibió de Dios. No vino por voluntad propia, sino como todo profeta vino para obedecer a una vocación, que es el secreto de su vida. “Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que es veraz el que me ha enviado; pero vosotros no le conocéis. Yo le conozco, porque vengo de él y él es el que me ha enviado.”
• Juan 7,30: Porque todavía no había llegado su hora. Querían tomar a Jesús, pero nadie le pone la mano encima “porque todavía no había llegado su hora”. En el evangelio de Juan quien determina la hora y el rumbo de los acontecimientos no son los que detienen el poder, sino que es Jesús mismo. Es él quien determina la hora (cf. Jn 2,4; 4,23; 8,20; 12.23.27; 13,1; 17,1). Y en la cruz, Jesús es quien determina hasta la hora de su muerte (Jn 19,29-30).
4) Para la reflexión personal
• ¿Cómo vivo mi relación con los judíos? ¿He descubierto alguna vez un poco de antisemitismo dentro de mí? ¿He conseguido eliminarlo?
• Como en el tiempo de Jesús, también hoy hay muchas ideas y opiniones sobre las cosas de la fe. ¿Cómo actúo? ¿Me agarro a las ideas antiguas y me encierro en ellas, o procuro entender el porqué de las novedades?
5) Oración final
El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo librará el Señor. (Sal 33)

Resumen de noticias católicas del viernes 03 de Abril de 2014

Sacerdote, regalo de Dios para el mundo (video)

jueves, 3 de abril de 2014

Tweet 295 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. Jueves 3 de Abril 2014: No podemos acostumbrarnos a las situaciones de humillación y de miseria que nos rodean. Un cristiano tiene que reaccionar.

Tweet 295 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. 
Jueves 3 de Abril 2014:
No podemos acostumbrarnos a las situaciones de humillación y 
de miseria que nos rodean. Un cristiano tiene que reaccionar.

Homilía de Papa Francisco en la Capilla de Casa de Santa Marta del Jueves 3 de Abril 2014: La oración es una lucha con Dios que nos cambia el corazón

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 La oración es una lucha con Dios que debe librarse con libertad e insistencia, como un diálogo sincero con un amigo. Esta oración cambia nuestro corazón, porque nos hace conocer mejor cómo es Dios realmente. Es cuanto dijo en síntesis el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta. 
El Pontífice centró su homilía en el diálogo de Moisés con Dios en el Monte Sinaí. Dios quiere castigar a su pueblo, porque se ha hecho un ídolo, el becerro de oro. Moisés reza con fuerza al Señor para que cambie de idea: “Esta oración – explicó Francisco – es una verdadera lucha con Dios. Una lucha del jefe del pueblo para salvar a su pueblo, que es el pueblo de Dios. 
Y Moisés habla libremente ante el Señor y nos enseña cómo rezar, sin miedo, libremente, y también con insistencia. Moisés insiste. Es valeroso. La oración también debe ser “negociar con Dios”, llevando “argumentaciones”. Moisés, al final, convence a Dios y la lectura dice que “el Señor se arrepintió del mal que había amenazado hacer a su pueblo”. Y el Papa se preguntó: “¿Pero, quién ha cambiado a quién? ¿Cambié el Señor? Yo credo que no”. Y dijo: 
“El que cambió fue Moisés, porque Moisés creía que el Señor habría hecho esto, creía que el Señor habría destruido al pueblo, y recuerda qué bueno había sido el Señor con su pueblo, cómo lo había liberado de la esclavitud de Egipto y conducido con una promesa. Y con estas argumentaciones, trata de convencer a Dios, pero en este proceso él vuelve a encontrar la memoria de su pueblo, y encuentra la misericordia de Dios. Moisés, que tenía miedo, miedo de que Dios hiciera esto, al final desciende del monte con algo grande en su corazón: nuestro Dios es misericordioso. Sabe perdonar. Vuelve sobre sus decisiones. Es un Padre”. Todo esto – observó el Papa – Moisés lo sabía, “pero lo sabía más o menos oscuramente y en la oración lo reencuentra. Esto es lo que hace la oración en nosotros: nos cambia el corazón”:
“La oración nos cambia el corazón. Nos hace comprender mejor cómo es nuestro Dios. Pero para esto es importante hablar con el Señor, no con palabras vacías. Jesús dice: ‘Como hacen los paganos. No, no: hablar con la realidad: ‘Pero, mira, Señor, que tengo este problema, en la familia, con mi hijo, con este, con el otro… ¿Qué se puede hacer? ¡Pero mira que tú no me puedes dejar así!’. ¡Ésta es la oración! ¿Pero tanto tiempo lleva esta oración? Sí, lleva tiempo”. Es el tiempo que necesitamos para conocer mejor a Dios, como se hace con un amigo, porque Moisés – dice la Biblia – rezaba con el Señor como un amigo habla a otro amigo: 
“La Biblia dice que Moisés hablaba cara a cara con el Señor, como con un amigo. Así debe ser la oración: libre, insistente, con argumentaciones. Y también reprochando un poco al Señor: ‘Pero, tú me has prometido esto, y esto no lo has hecho…’, así, como se habla con un amigo. Abrir el corazón a esta oración. Moisés bajó del monte fortalecido: ‘He conocido más al Señor’, y con esa fuerza que le había dado la oración, retoma su trabajo de conducir al pueblo hacia la Tierra prometida. Porque la oración fortalece: fortalece. Que el Señor nos dé a todos nosotros la gracia, porque rezar es una gracia”. “En toda oración – recordó también el Santo Padre – está el Espíritu Santo”, “no se puede rezar sin el Espíritu Santo. Es Él quien reza en nosotros, es Él quien nos cambia el corazón, es Él quien nos enseña a llamar a Dios ‘Padre’. Pidamos al Espíritu Santo – concluyó Francisco su homilía – que Él nos enseñe a rezar, sí, como ha rezado Moisés, a negociar con Dios, con libertad de espíritu, con coraje. Y que el Espíritu Santo, que siempre está presente en nuestra oración, nos conduzca por este camino”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).

miércoles, 2 de abril de 2014

Lectio Divina: Jueves, 3 de Abril, 2014: Evangelio según San Juan 5,31-47. : (Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)

Lectio Divina: 
  Jueves, 3 Abril, 2014  
(Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)

1) Oración inicial
Padre lleno de amor, te pedimos que, purificados por la penitencia y por la práctica de las buenas obras, nos mantengamos fieles a tus mandamientos, para llegar, bien dispuestos, a las fiestas de Pascua. Por nuestro Señor.
2) Lectura el Evangelio
Del Evangelio según Juan 5,31-47
Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí.
Vosotros mandasteis enviados a Juan, y él dio testimonio de la verdad. En cuanto a mí, no es de un hombre del que recibo testimonio; pero digo esto para que vosotros seáis salvos.
Él era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz.
Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí.
Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que él ha enviado. Vosotros investigáis las Escrituras,
ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí;
y vosotros no queréis venir a mí para tener vida. La gloria no la recibo de los hombres.
Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre,
a ése le recibiréis. ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios?
No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre.
Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza.
Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. Pero si no creéis en sus escritos,¿cómo vais a creer en mis palabras?» 
Palabra del Señor
3) Reflexión
• Juan, intérprete de Jesús. Juan es un buen intérprete de las palabras de Jesús. Un buen intérprete debe tener una doble fidelidad. Fidelidad a las palabras de aquel que habla, y fidelidad al lenguaje de aquel que escucha. En el Evangelio de Juan, las palabras de Jesús no son transmitidas materialmente al pie de la letra, sino que son traducidas y transpuestas al lenguaje de la gente de las comunidades cristianas del final del primer siglo en Asia Menor. Por este motivo, las reflexiones del Evangelio de Juan no son siempre fáciles de entender. Pues en ellas se juntan las palabras de Jesús y las palabras del evangelista que refleja el lenguaje de fe de las comunidades de Asia Menor. Por esto mismo, no basta el estudio erudito o científico de las palabras para poder captar el sentido pleno y profundo de las palabras de Jesús. Es necesario tener en nosotros también una vivencia comunitaria de la fe. El evangelio del día de hoy es un típico ejemplo de la profundidad espiritual y mística del discípulo amado. 
• Iluminación mutua entre vida y fe. Aquí vale repetir lo que Juan Cassiano dijo respecto del descubrimiento del sentido pleno y profundo de los salmos: “Instruidos por aquello que sentimos, no percibimos el texto como algo que solamente oímos, sino como algo que experimentamos y tocamos con nuestras manos; no como una historia extraña e inaudita, sino como algo que damos a luz desde lo más profundo de nuestro corazón, como si fueran sentimientos que forman parte de nuestro ser. Repitámoslo: no es la lectura (estudio) lo que nos hace penetrar en el sentido de las palabras, sino la propia experiencia adquirida anteriormente en la vida de cada día” (Collationes X,11). La vida ilumina el texto, el texto ilumina la vida. Si, a veces, el texto no nos dice nada, no es por falta de estudio ni por falta de oración, sino sencillamente por falta de profundidad en nuestra vida. 
• Juan 5,31-32: El valor del testimonio de Jesús. El testimonio de Jesús es verdadero, porque no se promueve a sí mismo, ni se exalta a sí mismo. “Otro es el que da testimonio de mí”, y es el Padre. Y su testimonio es verdadero y merece fe. 
• Juan 5,33-36: El valor del testimonio de Juan Bautista y de las obras de Jesús. Juan Bautista también dio testimonio respecto de Jesús y lo presentó a la multitud como enviado de Dios que debía venir a este mundo (cf. Jn 1,29.33-34; 3,28-34). Por esto, por muy importante que sea el testimonio de Juan, Jesús no depende de él. El tiene un testimonio a su favor que es mayor que el testimonio de Juan, a saber, las obras que el Padre realiza por medio de él (Cf. Jn 14,10-11).
• Juan 5,37-38: El Padre da testimonio a favor de Jesús. Anteriormente, Jesús había dicho: “Quien es de Dios oye las palabras de Dios” (Jn 8,47). Los judíos que acusan a Jesús no tienen la mente abierta para Dios. Por ello, no consiguen percibir el testimonio del Padre que les llega a través de Jesús. 
• Juan 5,39-41: La escritura da testimonio a favor de Jesús. Los judíos dicen tener fe en las escrituras, pero en realidad no entienden la Escritura, pues la propia Escritura habla de Jesús (cf. Jn 5,46; 12,16.41; 20,9). 
• Juan 5,42-47: El Padre no juzga, pero confía el juicio al hijo. Los judíos se dicen fieles a la Escritura y a Moisés y, por ello, condenan a Jesús. En realidad, Moisés y la escritura hablan respecto de Jesús y piden creer en él.


4) Para la reflexión personal
• La vida ilumina el texto y el texto ilumina la vida. ¿Has experimentado esto alguna vez?
• Trata de profundizar en el valor del testimonio de Jesús.


5) Oración final
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. (Sal 144)

2 de Abril 2005 - 2014: Aniversario de la muerte de Juan Pablo II

Audiencia general de Papa Francisco - 2 de Abril 2014: El matrimonio es una consagración

(RV).- Hay muchas dificultades y problemas en la familia - expresó Francisco Papa - y a veces hasta vuelan los platos, pero es importante que no termine el día sin hacer las paces con un pequeño gesto, una caricia. El secreto es que el amor es más fuerte que el momento de la pelea.
Con la oración del uno por el otro y las tres palabras claves de una familia: permiso, gracias y perdón, se puede llevar adelante la vida con el coraje de querer vivirla juntos. Y esto es muy grande y bello, afirmó el Obispo de Roma en la catequesis sobre el sacramento del matrimonio, donde fundamentó que: somos creados para amar como reflejo de Dios y de su amor. Dios, que creó al hombre a su imagen, capaz de amar; “hombre y mujer los creó”. Dios se refleja en ellos, explicó Francisco.
El Sacramento confiere a los esposos una misión: manifestar en las cosas simples y cotidianas el amor de Cristo a su Iglesia, entregándose en la fidelidad y el servicio.
Este gran misterio se vive en la fragilidad, insistió el Vicario de Cristo. No faltan las dificultades, por eso es importante la oración para fortalecer el vínculo.
Y en español, Francisco Papa, concluyó invitando a todos a dar gracias a Dios por tantas familias que animan nuestras comunidades cristinas, ofreciendo un hermoso testimonio de fe. Recemos también - pidió - por los matrimonios en dificultad, para que el Señor les regale abundantemente su misericordia y los sostenga en medio de las pruebas. 
Jesuita Guillermo Ortiz - RV

Texto completo de la catequesis del Papa en español:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
hoy concluimos el ciclo de catequesis sobre los Sacramentos hablando del Matrimonio. Este Sacramento nos conduce al corazón del designio de Dios, que es un designio de alianza con su pueblo, con todos nosotros, un designio de comunión. Al inicio del libro del Génesis, el primer libro de la Biblia, como coronación del relato de la creación, se dice: “Dios creó el hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer… Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne”. (Gen 1,27; 2,24). La imagen de Dios es la pareja matrimonial, el hombre y la mujer, los dos. No solamente el varón, el hombre, no sólo la mujer, no, los dos. Y ésta es la imagen de Dios: es el amor, la alianza de Dios con nosotros está allí, está representada en aquella alianza entre el hombre y la mujer. Y esto es muy bello, es muy bello. 
Somos creados para amar, como reflejo de Dios y de su amor. Y en la unión conyugal el hombre y la mujer realizan esta vocación en el signo de la reciprocidad y de la comunión de vida plena y definitiva. 
1. Cuando un hombre y una mujer celebran el sacramento del Matrimonio, Dios, por así decir, se “refleja” en ellos, imprime en ellos los propios lineamientos y el carácter indeleble de su amor. Un matrimonio es la imagen del amor de Dios con nosotros, es muy bello. También Dios, en efecto, es comunión: las tres Personas del Padre, el Hijo y del Espíritu Santo viven desde siempre y para siempre en unidad perfecta. Y es justamente éste el misterio del Matrimonio: Dios hace de los dos esposos un sola existencia. Y la Biblia es fuerte dice “una sola carne”, ¡así intima es la unión del hombre y de la mujer en el matrimonio! Y es justamente este el misterio del matrimonio. Es el amor de Dios que se refleja en el matrimonio, en la pareja que decide vivir juntos y por esto el hombre deja su casa, la casa de sus padres, y va a vivir con su mujer y se une tan fuertemente a ella que se transforman, dice la Biblia, en una sola carne. No son dos, es uno. 
2. San Pablo, en la Carta a los Efesios, pone de relieve que en los esposos cristianos se refleja un misterio “grande”: la relación establecida por Cristo con la Iglesia, una relación nupcial (cf. Ef 5 0,21-33). La Iglesia es la esposa de Cristo: esta relación. Esto significa que el matrimonio responde a una vocación específica y debe ser considerado como una consagración (cf. Gaudium et spes, 48; Familiaris consortio, 56). Es una consagración. El hombre y la mujer están consagrados por su amor, por amor. Los cónyuges, de hecho, por la fuerza del Sacramento, están investidos por una verdadera y propia misión, de modo que puedan hacer visible, a partir de las cosas simples, comunes, el amor con que Cristo ama a su Iglesia y continúa dando la vida por ella, en la fidelidad y en el servicio.
3. ¡Realmente es un designio maravilloso aquel que es inherente en el sacramento del Matrimonio! Y se lleva a cabo en la simplicidad y también la fragilidad de la condición humana. Sabemos muy bien cuántas dificultades y pruebas conoce la vida de dos esposos... Lo importante es mantener vivo el vínculo con Dios, que es la base del vínculo matrimonial. 
El verdadero vínculo es siempre con el Señor. Cuando la familia reza, el vínculo se mantiene. Cuando el esposo reza por la esposa y la esposa reza por el esposo ese vínculo se hace fuerte. Uno reza con el otro. Es verdad que en la vida matrimonial hay tantas dificultades, ¿tantas no? Que el trabajo, que el sueldo no alcanza, los chicos tienen problemas, tantas dificultades. Y tantas veces el marido y la mujer se ponen un poco nerviosos y pelean entre ellos, ¿o no? Pelean, ¿eh? ¡Siempre! Siempre es así: ¡siempre se pelea, eh, en el matrimonio! Pero también, algunas veces, vuelan los platos ¿eh? Ustedes se ríen, ¿eh? Pero es la verdad. Pero no nos tenemos que entristecer por esto. La condición humana es así. El secreto es que el amor es más fuerte que el momento en el que se pelea. Y por esto yo aconsejo a los esposos siempre que no terminen el día en el que han peleado sin hacer las paces. ¡Siempre! Y para hacer las paces no es necesario llamar a las Naciones Unidas para que vengan a casa a hacer las paces. Es suficiente un pequeño gesto, una caricia: ¡Chau y hasta mañana! Y mañana se empieza de nuevo. Esta es la vida, llevarla adelante así, llevarla adelante con el coraje de querer vivirla juntos. Y esto es grande, es bello ¿eh?
Es una cosa bellísima la vida matrimonial y tenemos que custodiarla siempre, custodiar a los hijos. Algunas veces yo he dicho aquí que una cosa que ayuda tanto en la vida matrimonial son tres palabras. No sé si ustedes recuerdan las tres palabras. Tres palabras que se deben decir siempre, tres palabras que tienen que estar en casa: “permiso, gracias, disculpa”. Las tres palabras mágicas, ¿eh? Permiso, para no ser invasivo en la vida de los conyugues. ”Permiso, pero, ¿qué te parece, eh?” Permiso, me permito ¿eh? 
¡Gracias! Agradecer al conyugue: “pero gracias por aquello que hiciste por mí, gracias por esto”. La belleza de dar las gracias. Y como todos nosotros nos equivocamos, aquella otra palabra que es difícil de decir, pero que es necesario decirla: perdona, por favor, ¿eh? ¡Disculpa! ¿Cómo era? Permiso, gracias y disculpa. Repitámoslo juntos. Permiso, gracias y disculpa. Con estas tres palabras, con la oración del esposo por la esposa y de la esposa por el esposo y con hacer las paces siempre, antes de que termine el día, el matrimonio irá adelante. Las tres palabras mágicas, la oración y hacer las paces siempre. El Señor los bendiga y recen por mí. ¡Gracias!
Traducción del italiano: Eduardo Rubió y Cecilia Mutual - RV

Película religiosa : " San Francisco y Santa Clara".

martes, 1 de abril de 2014

Lectio Divina: Miércoles, 2 de Abril, 2014: Evangelio según San Juan 5,17-30. : (Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)


Lectio Divina: 
Miércoles, 2 Abril, 2014  
(Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)
1) Oración inicial
Señor, Dios nuestro, que concedes a los justos el premio de sus méritos y a los pecadores que hacen penitencia les perdonas sus pecados, ten piedad de nosotros y danos, por la humilde confesión de nuestras culpas, tu paz y tu perdón. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Juan 5,17-30
Pero Jesús les replicó: « Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo.» Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. Jesús, pues, tomando la palabra, les decía:«En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace.
Y le mostrará obras aún mayores que éstas, para que os asombréis.
Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere.
Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo,
para que todos honren al Hijo como honran al Padre.
El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado.
En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado,
tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella),en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre.
No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El Evangelio de Juan es distinto de los otros tres. Revela una dimensión más profunda que sólo la fe consigue percibir en las palabras y en los gestos de Jesús. Los Padres de la Iglesia decían que el Evangelio de Juan es “espiritual”, revela aquello que el Espíritu hace descubrir en las palabras de Jesús (cf. Jn 16,12-13). Un bonito ejemplo de esta dimensión espiritual del evangelio de Juan es el pasaje que meditamos hoy. 
• Juan 5,17-18: Jesús explicita el significado profundo de la curación del paralítico. Criticado por los judíos por haber curado en un día de sábado, Jesús responde “Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo”. Los judíos enseñaban que en el día de sábado no se podía trabajar, pues Dios mismo descansó y no trabajó en el séptimo día de la creación (Ex 20,8-11). Jesús afirma lo contrario. El dice que el Padre no paró de trabajar hasta ahora. Por esto, Jesús también trabaja hasta en un día de sábado. ¡El imita al Padre! Para Jesús, la obra criadora no terminó. Dios sigue trabajando, sin cesar, día y noche, sustentando el universo y a todos nosotros. Jesús colabora con el Padre dando continuidad a la obra de la creación, para que un día todos puedan entrar en el reposo prometido. La reacción de los judíos fue violenta. Querían matarle por dos motivos: por negar el sentido del sábado, y por considerarse igual a Dios. 
• Juan 5,19-21: El amor deja transparentar la acción creadora de Dios. Estos versículos revelan algo del misterio de la relación entre Jesús y el Padre. Jesús, el hijo, vive en atención permanente ante el Padre. Aquello que ve hacer al Padre, lo hace también él. Jesús es el reflejo del Padre. ¡Es la cara del Padre! Esta atención total del Hijo al Padre, hace que el amor del Padre pueda entrar en el Hijo, y a través del Hijo, pueda realizar su acción en el mundo. La gran preocupación del Padre es vencer la muerte y hacer vivir. La curación del paralítico fue una manera de sacar a las personas de la muerte y hacerlas vivir. Es una manera de dar continuidad a la obra creadora del Padre. 
• Juan 5,22-23: El Padre no juzga, pero confía el juicio al hijo. Lo decisivo en la vida es la manera en que nos colocamos ante el Creador, pues dependemos radicalmente de él. El Creador se hace presente para nosotros en Jesús. En Jesús habita la plenitud de la divinidad (Cf. Col 1,19). Por esto, expresamos nuestra postura ante Dios Creador en la manera en que nos definimos ante Jesús. Lo que el Padre quiere es que lo conozcamos y lo honremos en la revelación que El hace de sí mismo en Jesús. 
• Juan 5,24: La vida de Dios en nosotros a través de Jesús. Dios es vida, es fuerza creadora. Allí donde él se hace presente, la vida renace. El se hace presente mediante la Palabra de Jesús. Quien escucha la palabra de Jesús como enviado de Dios ya está resucitado. Ya recibió el toque vivificador que lo lleva más allá de la muerte. Ya pasó de la muerte a la vida. La curación del paralítico es la prueba de ello. 
• Juan 5,25-29: La resurrección ya está aconteciendo. Los muertos somos todos nosotros que todavía no nos abrimos a la voz de Jesús que viene del Padre. Pero “llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán”. Con la palabra de Jesús, venida del Padre se inició una nueva creación. Ya está en camino. La palabra creadora de Jesús va a alcanzar a todos, también a los que ya murieron. Ellos oyeron y murieron. 
• Juan 5,30: Jesús es el reflejo del Padre. “Yo no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado”. Esta frase final es el resumen de todo lo que fue reflexionado anteriormente. Esta era la idea que las comunidades del tiempo de Juan tenían e irradiaban respecto a Jesús.
4) Para la reflexión personal
• ¿Cómo te imaginas la relación entre Jesús y el Padre?
• ¿Cómo vives la fe en la resurrección?
5) Oración final
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. (Sal 144)

Resumen de noticias católicas del martes 01 de Abril de 2014

La canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII podrá verse en 3D y en cines

1 de Abril 1989-2014: 25° Aniversario de mi Ordenación Sacerdotal.


1 de Abril 1989-2014 : 25° Aniversario de mi Ordenación Sacerdotal. Gracias Señor por permitirme de ser en todos estos años un Discípulo Misionero Sacricordiano llevando la fuerza del Epíritu Santo en un recipiente de Barro.
Jesucristo de Nazaret me llamó a seguirlo por el camino del Sacerdocio no porque sea digno, o porque sea más inteligente que los demás, o más santo. Fui llamado porque Dios fue y es misericordioso conmigo y porque en su plan misterioso, él busca operar a través de mi ministerio. La mayor parte de las veces yo, como Sacerdote Misionero de los Sagrados Corazones de San Cayetano Errico, estoy claramente conscientes de mis propias debilidades; y aún así, Dios me llamó y me sigue llamando; y aún así, soy capaz de permitir que el amor de Cristo, su verdad, y su misericordia, operen a través de mi ministerio. Como expresó San Pablo: “el poder de Cristo triunfa en la debilidad”. Gracias a todos mis familiares, congregados, amigos y todas aquellas personas que me acompañaron en estos 25 años. Benditos sean los Sagrados Corazones de Jesús y de María.


Perdónate y quiérete sin miedo

Hay personas que sólo ven el mal que los demás cometen. Lo juzgan y lo condenan. Se sienten por encima de los demás, porque ellos cumplen. No ven la pureza de las intenciones, no distinguen el amor. Ven los actos fríos y condenan. No se conmueven ante la debilidad, ante el error, sólo condenan. Se quedan en los errores manifiestos, en las caídas, en la impureza y no tienen misericordia.
Nos cuesta aceptar nuestra limitación. Nos cuesta mucho perdonar nuestros errores. Tenemos buena memoria para aquellas cosas que hacemos mal. Y nos cuesta mucho perdonarnos. Descubrimos con facilidad las cosas que no están bien en nosotros. Ahí no somos ciegos. Más bien somos exigentes.
Como la sociedad en la que vivimos, que no acepta los fallos. Rápidamente te da una fama inmerecida y rápidamente, por un pequeño error, te la quita. Y entonces uno pasa al olvido. Los hombres no perdonan los errores.
Nosotros no perdonamos nuestros propios errores y fallos. No aceptamos no estar a la altura. No perdonamos haber fallado.
Ojalá pudiéramos decir: «Gracias por darme la libertad de poder caer para que luego Tú me ayudes a levantarme y pueda ver tu misericordia. Gracias por dejar que me confunda y tenga errores en mi vida, y poder aprender a ser humilde. Gracias porque cuando estoy triste conviertes la tristeza en tierra fértil para encontrar alegría. Gracias porque cuando lloro, siento que estás dentro de mi corazón».
Sin embargo, no lo logramos y ser tan exigentes no nos hace bien. Nos tensiona, nos quita la paz. Vivimos tratando de ser perfectos y no lo logramos. Juzgamos a otros y, sobre todo, nos juzgamos a nosotros.
¡Cuánto cuesta el propio perdón! Es el más difícil. Nos absuelven de nuestros pecados, pero nosotros seguimos rumiando nuestras caídas. Incapaces de perdonarnos. Somos más duros que Dios, más inmisericordes.
 Una persona comentaba: «Mi verdad es que estoy esperando a que Dios me mire, que me transforme una vez más. Mi verdad es que por mucho que me esfuerce en querer buscar desesperadamente algo que me transforme, eso no depende de mi voluntad. Tú no eliges lo que te va a cambiar. Te transforma lo que te transforma y en el momento en que te transforma. No quiero vivir en la oscuridad, quedarme estancada, recreándome en el temor, sin avanzar, retrocediendo, con temor al futuro y sintiéndome mal por mi pasado».
La incapacidad para aceptarnos en nuestra verdad, en la luz de nuestra vida, es lo que nos retiene estancados, nos paraliza, nos sume en la oscuridad de nuestra vida. Quisiéramos salir de ahí.
Quisiéramos tener más luz. Luz para ver la verdad de nuestro corazón y querernos sin miedo. Luz para descubrir el pecado de nuestra vida y perdonarnos con un corazón dócil, inocente, filial. Luz para descubrir que no somos lo que espera el mundo de nosotros y vivir felices así, alegrándonos de nuestras flaquezas.
Luz para entender que el futuro no lo controlamos, que no está en nuestras manos y se nos escapa. Luz suficiente para dar sólo el siguiente paso sin miedo, con paz en el alma, tranquilos. Luz para descubrir nuestra propia belleza y nuestra inocencia.
En ocasiones no somos capaces de alegrarnos con nuestra vida. No vemos lo bello. No nos reconocemos inocentes y puros. Contradecimos incluso a aquellos que aseguran cosas bonitas de nosotros. Somos los peores jueces con nosotros mismos, implacables.
 Nos hace falta luz para percibir nuestra realidad con algo más de objetividad, de distancia, de perspectiva. Somos jueces sin misericordia y no dejamos pasar ni un error. Nos creemos peores de lo que somos. Aquellos que nos aman nos ven de otra forma. Pero nosotros pensamos que su amor deforma su mirada y ven lo que no hay.
Tal vez su amor les da una luz que les permite ver lo que para nosotros está oculto. El amor abre espacios desconocidos, ilumina cuartos oscuros, descubre bellezas perdidas. El amor no es ciego. Más bien suele ser luz que ilumina y devuelve la vista. El amor es capaz de hacernos mejores. El amor recibido nos transforma.
Decimos en ocasiones que es ciego porque no ve la realidad como es, porque no reconoce la fealdad, porque no se escandaliza ante el pecado.Pero es que el amor es inocente, es puro, es fuego. El amor desvela los misterios del alma.
El amor convierte la fealdad en belleza y la pobreza en el tesoro más valioso. No, el amor no es ciego. Tiene una mirada pura que hace todo nuevo.
El amor de Jesús cargando con un madero hasta el Calvario es capaz de hacer las cosas nuevas. Hace nuevo el polvo del camino, transforma el monte en un lugar de luz. Rompe la roca para que entre la vida. Cambia el corazón del centurión. Transforma el alma de un ladrón arrepentido. El amor hace las cosas diferentes y la vida se llena de esperanza.
Padre Carlos Padilla

Tweet 294 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. Martes 1 de Abril 2014: Queridos padres, enseñen a rezar a sus hijos. Recen con ellos.

Tweet 294 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. 
Martes 1 de Abril 2014: 
Queridos padres, enseñen a rezar a sus hijos. 
Recen con ellos.

Homilía de Papa Francisco en la Capilla de Casa de Santa Marta del Martes 1 de Abril 2014: Pereza y formalismo en tantos cristianos cierran la puerta a la salvación

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 “Los cristianos anestesiados no hacen bien a la Iglesia”. Lo subrayó el Papa en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta. Francisco reafirmó que no es necesario detenerse en los formalismos, sino “implicarse”, vencer la pereza espiritual y correr el riesgo en primera persona para anunciar el Evangelio. 
El Papa desarrolló su homilía deteniéndose en el pasaje del Evangelio que relata el encuentro entre Jesús y el paralítico quien, enfermo desde hacía 38 años, se encontraba debajo de los pórticos de la piscina, esperando la curación. Este hombre se lamentaba porque no lograba sumergirse, porque siempre lo precedía otra persona. Pero Jesús le ordena que se levante, que vaya. Un milagro que provoca las críticas de los fariseos, porque era sábado y decían que ese día no se podía hacer algo semejante. 
El Santo Padre observó que en este relato encontramos dos enfermedades fuertes, espirituales. Dos enfermedades sobre las cuales, dijo, “nos hará bien reflexionar”. Ante todo, explicó Francisco, la resignación del enfermo, que se siente amargado y se lamenta:
“Yo pienso en tantos cristianos, tantos católicos: ¡Sí, son católicos, pero sin entusiasmo, e incluso amargados! ‘Sí, es la vida, es así, pero la Iglesia… Yo voy a Misa todos los domingos, pero mejor no implicarse, tengo fe para mi saludo, no siento la necesidad de ir a darla a otro…’. Cada uno en su casa, tranquilos por la vida… Sí tú haces algo, después te reprochan: ‘No, es mejor así, no correr riesgos…’”. Es la enfermedad de la pereza, de la pereza de los cristianos. Esta actitud que paraliza el celo apostólico, que hace de los cristianos personas quietas, tranquilas, pero no en el buen sentido de la palabra: ¡que no se preocupan por salir para anunciar el Evangelio! Personas anestesiadas”. “Y la anestesia, añadió el Papa, es una experiencia negativa”. Ese no implicarse que se convierte en “pereza espiritual”. Es “la pereza – dijo – es una tristeza”: estos cristianos son tristes, “no son personas luminosas, son personas negativas. Y ésta es una enfermedad nuestra, de los cristianos”. Vamos a Misa “todos los domingos, pero – decimos – por favor no molestar”. Estos cristianos “sin celo apostólico”, advirtió Francisco, “no sirven, no hacen bien a la Iglesia. 
Y cuántos cristianos son así – afirmó el Papa con aflicción – egoístas, para sí mismos”. Éste es el pecado de la pereza – dijo – que va contra el celo apostólico, contra las ganas de dar la novedad de Jesús a los demás, esta novedad que a mí me ha sido dada gratuitamente”. Pero en este pasaje del Evangelio – añadió el Papa – encontramos también otro pecado cuando vemos que Jesús es criticado por haber curado a un enfermo un sábado. El pecado del formalismo. “Cristianos – dijo el Obispo de Roma – que no dejan lugar a la gracia de Dios. Y la vida cristiana, la vida de esta gente es tener todos los documentos en regla, todos los cerificados”: 
“Cristianos hipócritas, como estos. A ellos sólo les interesaban las formalidades. ¿Era sábado? No, no se pueden hacer milagros el sábado, la gracia de Dios no puede actuar el sábado. ¡Cierran la puerta a la gracia de Dios! ¡Tenemos tantos en la Iglesia, tenemos tantos! Es otro pecado. Los primeros, los que cometen el pecado de la pereza, no son capaces de ir adelante con el celo apostólico, porque han decidido detenerse en sí mismos, en sus tristezas, en sus resentimientos, en todo eso. Estos no son capaces de llevar la salvación porque cierran la puerta a la salvación”. Para ellos – dijo el Papa – cuentan “sólo las formalidades”. “No se puede: es la palabra que más usan”. Y a esta gente la encontramos también nosotros – añadió Francisco – y también nosotros “tantas veces hemos tenido pereza, o hemos sido hipócritas como los fariseos”. Y añadió que se trata de tentaciones que vienen, pero que “debemos conocerlas para defendernos”. A la vez que recordó que ante estas dos tentaciones, ante “ese hospital de campaña, allí, está el símbolo de la Iglesia”, ante “tanta gente herida”, Jesús se acerca y les pregunta: “¿Quieren curarse?” y “les da la gracia. La gracia hace todo”. 
Y después, cuando se encuentra nuevamente con el paralítico, le dice que “no peque más”:
“Las dos palabras cristianas: ¿quieres curarte? No pecar más. Pero primero lo cura. Primero lo curó, después ‘no pecar más’. Palabras dichas con ternura, con amor. Y éste es el camino cristiano, el camino del celo apostólico: acercarse a tantas personas, heridas en este hospital de campaña, y también tantas veces heridas por los hombres y las mujeres de la Iglesia. Es una palabra de hermano y de hermana: ¿quieres curarte? Y después, cuando va adelante: ‘¡Ah, no peques más, que no hace bien!’. Es mucho mejor esto: las dos palabras de Jesús son más bellas que la actitud de la pereza o la actitud de la hipocresía”.(María Fernanda Bernasconi – RV).

Lectio Divina: Martes, 1 de Abril, 2014: Evangelio según San Juan 5,1-16. : (Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)


Lectio Divina : 
  Martes, 1 Abril, 2014  
(Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)
1) Oración inicial
Te pedimos, Señor, que las prácticas santas de esta Cuaresma dispongan el corazón de tus fieles para celebrar dignamente el misterio pascual y anunciar a todos los hombres la grandeza de tu salvación. Por nuestro Señor.

2) Lectura
Del Evangelio según Juan 5,1-16
Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén una piscina Probática que se llama en hebreo Betzatá, que tiene cinco pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Porque el ángel del Señor se lavaba de tiempo en tiempo en la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, recobraba la salud de cualquier mal que tuviera. Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres recobrar la salud?» Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.» Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.» Y al instante el hombre recobró la salud, tomó su camilla y se puso a andar.
Pero era sábado aquel día. Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.» Él les respondió: «El que me ha devuelto la salud me ha dicho: Toma tu camilla y anda.» Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?» Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar. Más tarde Jesús lo encuentra en el Templo y le dice: «Mira, has recobrado la salud; no peques más, para que no te suceda algo peor.» El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que le había devuelto la salud. Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El Evangelio de hoy describe como Jesús cura a un paralítico que se quedó esperando 38 años para que alguien le ayudara a llegar al agua de la piscina para curarse. ¡Treinta y ocho años! Ante esta ausencia total de solidaridad, Jesús, ¿qué hace? No respeta la ley del sábado curando al paralítico. Hoy, al faltar gente que atiende a las personas enfermas en los países pobres, mucha gente experimenta esa misma falta de solidaridad. Viven en abandono total, sin ayuda, sin solidaridad de parte de nadie. 
• Juan 5,1-2: Jesús va a Jerusalén. En ocasión de una fiesta de los judíos, Jesús va a Jerusalén. Había allí, cerca del Templo, una piscina con cinco pórticos o pasillos. En aquel tiempo, el culto en el Templo exigía el uso de mucha agua para los numerosos animales que se sacrificaban, sobre todo en las grandes fiestas. Por esto, al lado del Templo, había diversas cisternas con más de un millar de litros de agua. Y allí cerca, gracias a la abundancia de agua, había un balneario público, donde los enfermos se aglomeraban a la espera de ayuda o de curación. La arqueología informa que, en aquel mismo lugar del Templo, había otro donde los escribas enseñaban la ley a los estudiantes. Por un lado, la enseñanza de la Ley de Dios. Por otro, el abandono de los pobres. Y el agua purificaba el Templo, pero no purificaba a la gente. 
• Juan 5,3-4: La situación de los enfermos. Esos enfermos se sentían atraídos por las aguas del balneario. Decían que un ángel removía las aguas y el primero que bajara después del movimiento del ángel quedaría curado. Dicho con otras palabras, los enfermos se sentían atraídos por falsas esperanzas. Pues la curación era sólo para una sola persona. ¡Como las loterías de hoy! ¡Sólo una persona gana un premio! La mayoría solamente paga y no gana nada. Y en esta situación de total abandono, allí en el balneario popular, Jesús encuentra a los enfermos. 
• Juan 5,5-9: Jesús cura en el día de sábado. Bien cerca del lugar donde se enseñaba la observancia de la Ley de Dios, un paralítico se quedó por 38 años a la espera de alguien que le ayudara a bajar al agua para que se curara. Este hecho revela la absoluta falta de solidaridad y de acogida a los excluidos. El número 38 indicaba la duración de una generación (Dt 2,14). Es toda una generación que no llega a experimentar ni solidaridad, ni misericordia. La religión de la época no era capaz de revelar el rostro acogedor y misericordioso de Dios. Ante esta situación dramática, Jesús no observa la ley del sábado y se ocupa del paralítico diciendo: "¡Toma tu camilla y anda!" El hombre agarra su camilla y se va, y Jesús desaparece en medio de la multitud.
• Juan 5,10-13: Discusión del hombre curado con los judíos. Llegan inmediatamente algunos judíos y critican al hombre por cargar con su camilla en el día de sábado. El hombre no sabe responder a la pregunta de quién le ha curado. No conocía a Jesús. Esto significa que Jesús, al pasar por ese lugar de pobres y enfermos, vio a aquel hombre, percibió la situación dramática en la que se encontraba y, sin más, lo cura. No lo cura para que el hombre se convierta, ni para que crea en Dios. Lo hace, para ayudarle. Quería que el hombre pudiera experimentar un poco de amor y de solidaridad mediante su ayuda y su afecto. 
• Juan 5,14-16: El reencuentro con Jesús. Al ir al Templo en medio de la multitud, Jesús encuentra a la misma persona y le dice: "¡Mira, has recobrado la salud! ¡No peques más para que no te suceda algo peor!" En aquel tiempo, la gente decía: "¡La enfermedad es el castigo de Dios! Si tiene parálisis, es señal de que Dios no está a bien contigo." Jesús no concordaba con este modo de pensar. Al curar al hombre, estaba diciendo lo contrario: “Tu enfermedad no es un castigo de Dios. Dios está contigo." Una vez curado, el hombre debe tratar de no pecar más, para que no le suceda algo peor. Pero ingenuamente, el hombre va a decir a los judíos que Jesús era quien le había curado. Los judíos empiezan a perseguir a Jesús porque hace cosas en el día de sábado. En el Evangelio de mañana veremos cómo sigue.

4) Para la reflexión personal
• ¿Has tenido una experiencia semejante a la del paralítico, quedándote un tiempo sin ayuda? ¿Cómo es la situación de asistencia a los enfermos en el lugar donde tú vives? ¿Hay señales de solidaridad?
• ¿Qué nos enseña esto a nosotros?

5) Oración final
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. (Sal 45)