UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





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domingo, 20 de agosto de 2017

Lectio Divina: Lunes, 21 de agosto, 2017: Evangelio según san Mateo 19,16-22. (20ª semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A-)



Lectio Divina: 
  Lunes, 21 Agosto, 2017
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que has preparado bienes inefables para los que te aman; infunde tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 19,16-22
En esto se le acercó uno y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?» Él le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.» «¿Cuáles?» -le dice él. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Dícele el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?» Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego sígueme.» Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos narra la historia del joven que pregunta por el camino de la vida eterna. Jesús le indica el camino de la pobreza. El joven no acepta la propuesta de Jesús, pues era muy rico. Una persona rica está protegida por la seguridad que la riqueza le da. Tiene dificultad en abrir la mano de su seguridad. Agarrada a las ventajas de sus bienes, vive preocupada en defender sus propios intereses. Una persona pobre no tiene esta preocupación. Pero hay pobres con mentalidad de ricos. Muchas veces, el deseo de riqueza crea en ellos una enorme dependencia y hace que el pobre sea esclavo del consumismo, pues queda teniendo deudas por todos los lados. Y no tiene más tiempo para dedicarse al servicio del prójimo.
• Mateo 19,16-19: Los mandamientos y la vida eterna. Alguien llega cerca de Jesús y le pregunta: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para poseer la vida eterna?" Algunos manuscritos informan que se trataba de un joven. Jesús responde bruscamente: "¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno.” Enseguida responde a la pregunta y dice: “Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos". El joven reacciona y pregunta: “¿Cuáles mandamientos?” Jesús tiene la bondad de enumerar los mandamientos que el joven tenía que conocer: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Es muy significativa la respuesta de Jesús. El joven había preguntado por la vida eterna. ¡Quería la vida junto a Dios! Pero Jesús sólo recordó los mandamientos que hablan respecto de la vida junto al prójimo! ¡No menciona los tres primeros mandamientos que definen nuestra relación con Dios! Para Jesús, sólo conseguiremos estar bien con Dios, si sabremos estar bien con el prójimo. De nada adelanta engañar. La puerta para llegar hasta Dios es el prójimo.
En Marcos, la pregunta del joven es diferente: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?" Jesús responde: "¿Por qué me llamas bueno? Solo Dios, es bueno y nadie más”(Mc 10,17-18). Jesús desvía la atención de si mismo hacia Dios, pues lo que importa es hacer la voluntad de Dios, revelar el Proyecto del Padre.
• Mateo 19,20: Observar los mandamientos, ¿para qué sirve? El joven respondió: "Todo eso lo he guardado. ¿Qué más me falta?"Lo que sigue, es algo curioso. El joven quería conocer el camino que le llevara a la vida eterna. Ahora, el camino de la vida eterna era y sigue siendo: hacer la voluntad de Dios, expresada en los mandamientos. Con otras palabras, el joven observaba sin saber ¡para qué servían! Si lo hubiera sabido, no hubiera hecho la pregunta. Le sucede como a muchos católicos que no sabenel porqué lo son. ”Nací católico, ¡por esto soy católico!” ¡Cosa de costumbre!
• Mateo 19,21-22: La propuesta de Jesús y la respuesta del joven. Jesús responde: "«Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego sígueme.» Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes”. Era muy rico. La observancia de los mandamientos es apenas el primer grado de una escala que va mucho más lejos y más alto. ¡Jesús pide más! La observancia de los mandamientos prepara a la persona para que pueda llegar a la entrega total de sí a favor del prójimo. Marcos dice que Jesús miró al joven con amor (Mc 10,21). Jesús pide mucho, pero lo pide con mucho amor. El joven no acepta la propuesta de Jesús y se fue, “porque tenía muchos bienes”.
• Jesús y la opción por los pobres. Un doble cautiverio marcaba la situación de la gente en la época de Jesús: el cautiverio de la política de Herodes, apoyada por el Imperio Romano y mantenida por todo un sistema bien organizado de exploración y de represión, y el cautiverio de la religión oficial, mantenida por las autoridades religiosas de la época. Por causa de esto, el clan, la familia, la comunidad, estaban siendo desintegrados y una gran parte del pueblo vivía excluida, marginada, sin lugar, ni en la religión, ni en la sociedad. Por esto, había diversos movimientos que, al igual que Jesús, procuraban rehacer la vida en la comunidad: esenios, fariseos y, más tarde, los celotes. Dentro de la comunidad de Jesús, sin embargo, había algo nuevo que la diferenciaba de los demás grupos. Era la actitud ante los pobres y excluidos. Las comunidades de los fariseos vivían separadas. La palabra “fariseo” querría decir “separado”. Vivían separadas del pueblo impuro. Algunos fariseos consideraban al pueblo como ignorante y maldito (Jn 7,49), lleno de pecado (Jn 9,34). No aprendían nada de la gente (Jn 9,34). Jesús y su comunidad, por el contrario, vivían con las personas excluidas, consideradas impuras: publicanos, pecadores, prostitutas, leprosos (Mc 2,16; 1,41; Lc 7,37). Jesús re­conoce la riqueza y el valor que los pobres poseen (Mt 11,25-26; Lc 21,1-4). Los proclama ‘bienaventurados’ porque de ellos es el Reino de los cielos, de los pobres (Lc 6,20; Mt 5,3). Define su propia misión como “anunciar la Buena Nueva a los pobres” (Lc 4, 18). El mismo vive como pobre. No posee nada para sí, ni siquiera una piedra donde reclinar la cabeza (Lc 9,58). Y a quien quiere seguirle para vivir con él, manda escoger: ¡o Dios, o el dinero! (Mt 6,24). ¡Manda hacer la opción por los pobres, como propuso al joven rico! (Mc 10,21) Esta manera diferente de acoger a los pobres y de convivir con ellos era una prueba del Reino de los Cielos.
4) Para la reflexión personal
• Una persona que vive preocupada con su riqueza o con la adquisición de los bienes que la propaganda del consumismo le ofrece, ¿puede liberarse de todo esto para seguir a Jesús y vivir en paz en una comunidad cristiana? ¿Es posible? ¿Qué piensas?
• ¿Qué significa para nosotros hoy: “Va, vende todo y dalo a los pobres”? ¿Es posible tomarse esto al pie de la letra? ¿Conoces a alguien que consigue dejarlo todo por causa del Reino?
5) Oración final
Yahvé es mi pastor, nada me falta.
En verdes pastos me hace reposar.
Me conduce a fuentes tranquilas,
allí reparo mis fuerzas. (Sal 23,1-3)

lunes, 27 de marzo de 2017

Lectio Divina: Lunes, 27 de marzo, 2017: Evangelio según san Juan 4,43-54. (4ª semana del Tiempo de Cuaresma - Ciclo A-)



Lectio Divina: 
  Lunes, 27 Marzo, 2017
Tiempo de Cuaresma

1) ORACIÓN INICIAL

¡Oh Dios!, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos: concede a tu Iglesia la ayuda de estos auxilios del cielo sin que le falten los necesarios de la tierra. Por nuestro Señor.

2) LECTURA DEL EVANGELIO

Del Evangelio según Juan 4,43-54
Pasados los dos días, partió de allí para Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque estaba a punto de morir. Entonces Jesús le dijo: «Si no veis signos y prodigios, no creéis.» Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.» Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.» Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.» El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. Tal fue, de nuevo, el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.
Palabra del Señor

3) REFLEXIÓN

• Jesús salió de Galilea y pasó por la región de Judea, hasta Jerusalén en ocasión de la fiesta (Jn 4,45) y luego, por Samaría, volvió a Galilea (Jn 4,3-4). Los judíos observantes tenían prohibido pasar por Samaría, y no tenían costumbre de conversar con los samaritanos (Jn 4,9). A Jesús no le importan estas normas que impiden la amistad y el diálogo. Se queda diversos días en Samaría y mucha gente se convierte (Jn 4,40). Después de esto determina volver a Galilea.
• Juan 4,43-46ª: La vuelta a Galilea. Sabiendo que la gente de Galilea le miraba con una cierta reserva, Jesús quiso volver a su tierra. Probablemente, Juan se refiere a la fea acogida que Jesús recibió en Nazaret de Galilea. Jesús mismo había dicho: “Un profeta no es acogido en su patria” (Lc 4,24). Pero ahora, ante la evidencia de las señales de Jesús en Jerusalén, los galileos cambiaron de opinión y le brindaron una buena acogida. Jesús volvió a Caná, donde había hecho la primera “señal” (Jn 2,11).
• Juan 4,46b-47: La petición de un funcionario del rey. Se trata de un pagano. Poco antes, en Samaría, Jesús había conversado con una samaritana, persona hereje para los judíos, a quien Jesús revela su condición de mesías (Jn 4,26). Y ahora, en Galilea, recibe a un pagano, funcionario del Rey, quien buscaba ayuda para su hijo enfermo. Jesús no se encierra en su raza, ni en su religión. Es ecuménico y acoge a todos.
• Juan 4,48: La respuesta de Jesús al funcionario. El funcionario quería que Jesús fuera con él hasta la casa para curar al hijo. Jesús contesta: “Si no veis signos y prodigios, no creéis”. Respuesta dura y extraña. ¿Por qué Jesús contesta de este modo? ¿Qué error comete el funcionario a la hora de presentar su petición? ¿Qué quiere enseñar Jesús con esta respuesta? Quiere enseñar como debe ser la fe. El funcionario del rey creería sólo si Jesús fuera con él, a su casa. El quiere ver a Jesús que cura. En el fondo, es la actitud normal de todos nosotros. No nos damos cuenta de que nos falta fe.
• Juan 4,49-50: El funcionario vuelve a pedir de nuevo y Jesús repite la respuesta. A pesar de la respuesta dura de Jesús, el hombre no se rinde y repite lo mismo. “Baja antes que se muera mi hijo”. Jesús sigue firme en su propósito. No responde a la petición y no va con el hombre hasta su casa; repite la misma respuesta, pero formulada de otra forma: “Vete, que tu hijo vive.” Tanto en la primera como en la segunda respuesta, Jesús pide fe, mucha fe. Es posible que el funcionario crea que su hijo está curado ya. ¡Y el verdadero milagro se cumple! Sin ver ninguna señal, sin ver ningún prodigio, el hombre cree en la palabra de Jesús y vuelve a casa. No debe haber sido fácil. Este es el verdadero milagro de la fe: creer sin otra garantía que no sea la Palabra de Jesús. El ideal es creer en la Palabra de Jesús, aún sin ver (Cf. Jn 20,29).
• Juan 4,51-53: El resultado de la fe en la palabra de Jesús. Cuando el hombre se iba hacia su casa, los empleados fueron a su encuentro para decirle que el hijo estaba curado. El pregunta la hora y descubre que aconteció exactamente en la hora en que Jesús había dicho: “Tu hijo vive.” Así que tuvo la confirmación de su fe.
• Juan 4,54: Un resumen de parte de Juan, el evangelista. Juan termina diciendo: “Tal fue el segundo signo que hizo Jesús”. Juan prefiere hablar de signo y no de milagro. La palabra señal evoca algo que yo veo con mis ojos, pero cuyo sentido profundo me lo hace descubrir sólo la fe. La fe es como los rayos X: hace descubrir lo que el ojo no ve.

4) PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

• ¿Cómo vives tu fe? ¿Confías en la palabra de Jesús o solamente crees en los milagros y en las experiencias sensibles?
• Jesús acoge a herejes y forasteros. Yo, ¿cómo me relaciono con las personas?

5) ORACIÓN FINAL

Cantad para Yahvé los que lo amáis,
recordad su santidad con alabanzas.
Un instante dura su ira,
su favor toda una vida;
por la tarde visita de lágrimas,
por la mañana gritos de júbilo. (Sal 30)

domingo, 19 de marzo de 2017

Lectio Divina: Lunes, 20 de marzo, 2017: Evangelio según san Mateo 1,16.18-21.24a. (Solemnidad de San José - Ciclo A-)


Lectio Divina
Lunes, 20 Marzo, 2017
José, esposo de María,
la Madre de Jesús

1. LECTIO

a) Oración inicial:
Espíritu que aleteas sobre las aguas,
calma en nosotros las disonancias,
los flujos inquietos, el rumor de las palabras,
los torbellinos de vanidad
y haz surgir en el silencio
la Palabra que nos recrea.
Espíritu que en un suspiro susurras
en nuestro espíritu el nombre del Padre,
ven a reunir todos nuestros deseos,
hazlos crecer en un haz de luz
que sea la respuesta a tu luz,
la Palabra del Nuevo Día.
Espíritu de Dios, savia de amor
del árbol inmenso sobre el que nos injertamos,
que todos nuestros hermanos
nos acompañen como un don,
en el gran Cuerpo donde madura
la Palabra de comunión.
(Fr. Pierre-Yves de Taizé)
b) Lectura del Evangelio: Mateo 1,16-24
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Así que el total de las generaciones son: desde Abrahán hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
El origen de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, que era justo, pero no quería infamarla, resolvió repudiarla en privado. Así lo tenía planeado, cuando el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros». Despertado José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer. Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús.
c) Un momento de silencio:
para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida.

2. MEDITATIO

a) Clave de lectura:
El pasaje del evangelio de hoy se toma del primer capítulo de Mateo que forma parte de la sección referente a la concepción, nacimiento e infancia de Jesús. El centro de todo el relato es la persona de Jesús a la que se suman todos los sucesos y las personas mencionadas en la narración.. Se debe tener presente que el Evangelio revela una teología de la historia de Jesús, por eso, al acercarnos a la Palabra de Dios debemos recoger el mensaje escondido bajo los velos de la historia sin perdernos, como sabiamente nos avisa San Pablo, “en las cuestiones tontas”, guardándonos “de las genealogías, de las cuestiones y de las discusiones en torno a la ley, porque son cosas inútiles y vanas”. (Tm 3:9)
Efectivamente, este texto se conecta a la genealogía de Jesús, que Mateo compone con el intento de subrayar la sucesión dinástica de Jesús, el salvador de su pueblo (Mt 1:21). A Jesús le son otorgados todos los derechos hereditarios de la estirpe davídica, de “José, hijo de David” (Mt 1:20; Lc 2:4-5) su padre legal. Para el mundo bíblico y hebraico la paternidad legal bastaba para conferir todos los derechos de la estirpe en cuestión (cf.: la ley del levirato y de la adopción Dt 25:5 ss) Por esto, después del comienzo de la genealogía, a Jesús se le designa como “Cristo hijo de David” (Mt 1:1), esto es, el ungido del Señor hijo de David, con el cual se cumplirán todas las promesas de Dios a David su siervo (2Sam 7:1-16; 2Cr 7:18; 2 Cr 21:7; S 89:30). Por esto Mateo añade al relato de la genealogía y de la concepción de Jesús la profecía de Isaías: “Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había sido dicho por el Señor por medio del profeta: He aquí, que la virgen concebirá y parirá un hijo que será llamado Emmanuel, que significa Dios con nosotros” (Mt 1:21-23 + Is 7:14).
Deteniéndonos, por decirlo así, en la realidad espiritual de la adopción, podemos referirnos al hecho de que el pueblo elegido posee “la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas” porque “ellos son Israelitas y poseen la adopción de hijos” (Rm 9:4). Pero también nosotros, el nuevo pueblo de Dios en Cristo, recibimos la adopción de hijos porque “cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a aquéllos que estaban bajo la ley, para que recibiésemos la adopción de hijos” (Mt 1.21), porque Él es el “Dios con nosotros” (Mt 1:23) que nos hace hijos adoptivos de Dios.
Jesús nace de “María desposada con José” Mt 1:18a) que “se halló en cinta por obra del Espíritu Santo” (Mt 1:18b). Mateo no nos cuenta el relato de la anunciación como lo hace Lucas (Lc 1, 26-38), pero estructura la narración desde el punto de vista de la experiencia de José el hombre justo. La Biblia nos revela que Dios ama a sus justos. Pensamos en Noé “hombre justo e íntegro entre sus contemporáneos” (Gén 6:9). O en Joás que “hizo lo que era recto a los ojos del Señor” (2Re 12:3).
Una idea constante en la Biblia es el “sueño” como lugar privilegiado donde Dios da a conocer sus proyectos y planes, y algunas veces revela el futuro. Bien conocido son los sueños de Jacob en Betel (Gén 28: 10ss) y los de José su hijo, como también los del coopero y repostero prisioneros en Egipto con él, (Gén 37:5ss; Gén 40:5ss) y los sueños del Faraón que revelaron los futuros años de prosperidad y carestía (Gén 41:1ss).
A José se le aparece “en sueños un ángel del Señor” (Mt 1.20) para revelarle el plan de Dios. En los evangelios de la infancia aparece a menudo el ángel del Señor como mensajero celestial (Mt 1:20.24; 2:13.19; Lc 1:11; 2:9) y también en otras ocasiones esta figura aparece para tranquilizar, revelar el proyecto de Dios, curar, liberar de la esclavitud (cf.: Mt 28:2; Jn 5:4; Act 5:19; 8:26; 12: 7.23). Muchas son las referencias al ángel del Señor también en el Antiguo Testamento, donde originariamente representaba al mismo Señor que cuida y protege a su pueblo siempre acompañándolo de cerca (cf.: Gén 16:7–16; 22:12; 24:7; Éx 3:2; Tb 5:4).
b) Preguntas para orientar la meditación y actualización:
• ¿Qué cosa te ha llamado más la atención en este pasaje evangélico?
• En la clave de lectura hemos ofrecido bastante espacio para algunos términos: adopción, ángel, sueño, justo). ¿Qué sentimientos y pensamientos suscitan en tu corazón? ¿Qué importancia puede tener para tu camino de madurez espiritual?
• ¿Qué piensa que pudiera ser el mensaje central del pasaje evangélico?

3. ORATIO

a) Salmo 92
Es bueno dar gracias a Yahvé,
cantar en tu honor, Altísimo,
publicar tu amor por la mañana
y tu fidelidad por las noches,
con el arpa de diez cuerdas y la lira,
acompañadas del rasgueo de la cítara.
Pues con tus hechos, Yahvé, me alegras,
ante las obras de tus manos grito:
«¡Qué grandes son tus obras, Yahvé,
y qué hondos tus pensamientos!»
El hombre estúpido no entiende,
el insensato no lo comprende.
Aunque broten como hierba los malvados
o florezcan todos los malhechores,
acabarán destruidos para siempre;
¡pero tú eres eternamente excelso!
Mira cómo perecen tus enemigos,
se dispersan todos los malhechores.
Pero me dotas de la fuerza del búfalo,
aceite nuevo derramas sobre mí;
veré la derrota del que me acecha,
escucharé la caída de los malvados.
El justo florece como la palma,
crece como un cedro del Líbano.
Plantados en la Casa de Yahvé,
florecen en los atrios de nuestro Dios.
Todavía en la vejez producen fruto,
siguen llenos de frescura y lozanía,
para anunciar lo recto que es Yahvé:
«Roca mía, en quien no hay falsedad».
b) Momentos dedicados al silencio orante

4. CONTEMPLATIO

La contemplación cristiana del sueño de Dios, del plan que Dios realiza para la historia de la humanidad no produce alienación sino que nos tiene vigilantes y activas las conciencias y nos estimula para afrontar con valor y abnegación las responsabilidades que la vida nos depara.

domingo, 12 de marzo de 2017

Lectio Divina: Lunes, 13 de marzo, 2017: Evangelio según san Lucas 6,36-38. (2ª semana del Tiempo de Cuaresma - Ciclo A-)



Lectio Divina: 
  Lunes, 13 Marzo, 2017
Tiempo de Cuaresma

1) ORACIÓN INICIAL

Señor, Padre santo, que para nuestro bien espiritual nos mandaste dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad; ayúdanos a librarnos de la seducción del pecado y a entregarnos al cumplimiento filial de tu santa ley. Por nuestro Señor.

2) LECTURA

Del santo Evangelio según Lucas 6,36-38
«Sean compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguen y no serán juzgados, no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midan se les medirá a ustedes.»
Palabra del Señor

3) REFLEXIÓN

• Los tres breves versículos del Evangelio de hoy (Lc 6,36-38) constituyen la parte final de un breve discurso de Jesús (Lc 6,20-38). En la primera parte de este discurso, él se dirige a los discípulos (Lc 6,20) y a los ricos (Lc 6,24) proclamando para los discípulos cuatro bienaventuranzas (Lc 6,20-23), y para los ricos cuatro maldiciones (Lc 6,20-26). En la segunda parte, se dirige a todos los que lo escuchan (Lc 6,27), a saber, aquella multitud inmensa de pobres y enfermos, venida de todos los lados (Lc 6,17-19). Las palabras que dice a esta multitud y a todos nosotros son exigentes y difíciles: amar a los enemigos (Lc 6,27), no maldecir (Lc 6,28), ofrecer la otra mejilla a los que te golpean la cara y no reclamar cuando alguien toma lo que es nuestro (Lc 6,29). ¿Cómo entender estos consejos tan exigentes? La explicación nos la dan tres versículos del evangelio de hoy, de donde sacamos el centro de la Buena Nueva que Jesús vino a traernos.
• Lucas 6,36: Ser misericordioso como vuestro Padre es misericordia. Las bienaventuranzas para los discípulos (Lc 6,20-23) y las maldiciones contra los ricos (Lc 6,24-26) no pueden ser interpretadas como una ocasión para que los pobres se venguen de los ricos. Jesús manda tener la actitud contraria. Y dice:"¡Amad a vuestros enemigos!" (Lc 6,27). La mudanza o la conversión que Jesús quiere realizar en nosotros no consisten en algo superficial solamente para invertir el sistema, pues así nada cambiaría. El quiere cambiar el sistema. La Novedad que Jesús quiere construir viene de la nueva experiencia que tiene de Dios como Padre/Madre lleno de ternura que acoge a todos, buenos y malos, que hace brillar el sol sobre malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos (Mt 5,45). El amor verdadero no depende de lo que yo recibo del otro. El amor debe querer el bien del otro independientemente do lo que él o ella hacen por mí. Pues así es el amor de Dios por nosotros. El es misericordioso no solamente para con los buenos, sino para con todos, hasta “con los ingratos y con los malos” (Lc 6,35). Los discípulos y las discípulas de Jesús deben irradiar este amor misericordioso.
• Lucas 6,37-38: No juzgad y no seréis juzgados. Estas palabras finales repiten de forma más clara lo que él había dicho anteriormente: “Así, pues, tratad a los demás como queréis que ellos os traten” (Lc 6,31; cf. Mt 7,12). Si no deseas ser juzgado, ¡no juzgues! Si no deseas ser condenado, ¡no condenes! Si quieres ser perdonado, ¡perdona! No te quedes esperando hasta que el otro tome la iniciativa, ¡tómala tú la iniciativa y comienza ya! Y verás que todo esto ocurre.

4) PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

• La Cuaresma es tiempo de conversión. ¿Cuál es la conversión que el evangelio de hoy me pide?
• ¿Has procurado ser misericordioso como el Padre del cielo es misericordioso?

5) ORACIÓN FINAL

Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por amor de la gloria de tu nombre;
líbranos, borra nuestros pecados,
por respeto a tu nombre. (Sal 79,9)

lunes, 13 de febrero de 2017

Lectio Divina: Lunes, 13 de febrero, 2017: Evangelio según san Marcos 8,11-13. (6ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo A-)


Lectio Divina: 
  Lunes, 13 Febrero, 2017
Tiempo Ordinario
  
1) Oración inicial
Señor, tú que te complaces en habitar en los rectos y sencillos de corazón; concédenos vivir por tu gracia de tal manera, que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del santo Evangelio según Marcos 8,11-13
Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole un signo del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: «¿Por qué esta generación pide un signo? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ningún signo.» Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• Marcos 8,11-13: Los fariseos piden un signo del cielo. 
El Evangelio de hoy presenta una discusión de los fariseos con Jesús. Al igual que Moisés en el Antiguo Testamento, Jesús había dado de comer al pueblo en el desierto, realizando la multiplicación de los panes (Mc 8,1-10). Señal de que se presentaba ante el pueblo como un nuevo Moisés. Pero los fariseos no fueron capaces de percibir el significado de la multiplicación de los panes. Comenzaron a discutir con Jesús y piden un signo “venido del cielo”. No habían entendido nada de lo que Jesús había hecho. “Jesús suspira profundamente”, probablemente de desahogo y de tristeza ante una ceguera tan grande. Y concluye “¡No se dará a esta generación ningún signo!” Los dejó y se fue a la otra orilla del lago. No sirve de nada mostrar una linda pintura a quien no quiere abrir los ojos. ¡Quien cierra los ojos no puede ver!
• El peligro de la ideología dominante. Aquí se percibe claramente la “levadura de Herodes y de los fariseos” (Mc 8,15), la ideología dominante de la época, hacía perder a las personas la capacidad de analizar con objetividad los eventos. Esa levadura venía de lejos y hundía sus profundas raíces en la vida de la gente. Llegó a contaminar la mentalidad de los discípulos y en ellos se manifestaba de muchas maneras. Con la formación que Jesús les daba él trataba de luchar en contra de esa levadura y de erradicarla.
• He aquí algunos ejemplos de esta ayuda fraterna de Jesús a los discípulos.
a) Mentalidad de grupo cerrado. Un cierto día, alguien que no era de la comunidad, usó el nombre de Jesús para expulsar demonios. Juan vio y prohibió: “Se lo impedimos porque no es de los nuestros” (Mc 9,38). Juan pensaba tener monopolio sobre Jesús y quería prohibir que otros usasen su nombre para hacer el bien. Quería una comunidad encerrada en sí misma. Era la levadura del "¡Pueblo elegido, Pueblo separado!". Jesús responde: "¡No lo impidáis!... ¡Quien no está en contra está por nosotros!" (Mc 9,39-40).
b) Mentalidad de grupo que se considera superior a los otros. Una vez, los samaritanos no quisieron acoger a Jesús. La reacción de algunos discípulos fue inmediata: “¡Que un fuego del cielo baje sobre este pueblo!” (Lc 9,54). Pensaban que, por el hecho de estar con Jesús, todos deberían acogerlos. Pensaban tener a Dios de su lado para defenderlos. Era la levadura del “¡Pueblo elegido, Pueblo privilegiado!”. Jesús los reprehende: "Vosotros no sabéis con qué espíritu estáis siendo animados" (Lc 9,55).
c) Mentalidad de competición y de prestigio. Los discípulos discutían entre ellos para obtener el primer puesto (Mc 9,33-34). Era la levadura de clase y de competitividad, que caracterizaba la religión oficial y a la sociedad del Imperio Romano. Se infiltraba ya en la pequeña comunidad alrededor de Jesús. Jesús reacciona y manda tener la mentalidad contraria: "El primero sea el último" (Mc 9, 35).
d) Mentalidad de quien margina al pequeño. Los discípulos alejaban a los críos. Era la levadura de la mentalidad de la época, segundo la cual los niños no contaban y debían de ser disciplinados por los adultos. Jesús los reprocha: ”¡Dejad que los niños vengan a mí!” (Mc 10,14). El coloca a los niños como profesores de los adultos: “Quien no recibe el Reino como un niño, no puede entrar en el Reino” (Lc 18,17).
• Como en el tiempo de Jesús, también hoy la mentalidad neoliberal de la ideología dominante renace y reaparece hasta en la vida de las comunidades y de las familias. La lectura orante del evangelio, hecha en comunidad, puede ayudarnos a cambiar en nosotros la visión de las cosas y a profundizar en nosotros la conversión a la fidelidad que Jesús nos pide.
4) Para la reflexión personal
• Ante la alternativa: tener fe en Jesús o pedir un signo del cielo, los fariseos querían un signo del cielo. No fueron capaces de creer en Jesús. ¿Me ocurrió algo así a mí también? ¿Qué escogí?
• La levadura de los fariseos impedía a los discípulos y a las discípulas percibir la presencia del Reino de Dios. ¿Existe en mí algún resto de esta levadura de los fariseos?
5) Oración final
Señor, tú que eres bueno y bienhechor,
enséñame tus preceptos. (Sal 119,68)

domingo, 18 de diciembre de 2016

Lectio Divina: Lunes, 19 de diciembre, 2016: Evangelio según san Lucas 1,5-25. (- 4ª Semana del Tiempo de Adviento - Ciclo A -)



Lectio Divina: 
  Lunes, 19 Diciembre, 2016

1) Oración inicial
Dios y Señor nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero el esplendor de tu gloria: asístenos con tu gracia, para que proclamemos con fe integra y celebremos con piedad sincera el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo. Que vive y reina ....
2) Lectura
Del santo Evangelio según Lucas 1,5-25
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel; los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad.
Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el grupo de su turno, le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. Toda la multitud del pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso.
Se le apareció el ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verle Zacarías, se sobresaltó, y el temor se apoderó de él. El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará un hijo, a quien pondrás por nombre Juan; será para ti gozo y alegría y muchos se gozarán en su nacimiento, porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, y convertirá al Señor su Dios a muchos de los hijos de Israel e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.» Zacarías dijo al ángel: «¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi mujer de avanzada edad.» El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. Mira, por no haber creído mis palabras, que se cumplirán a su tiempo, vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas.» El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban de que se demorara tanto en el Santuario. Cuando salió no podía hablarles, y comprendieron que había tenido una visión en el Santuario; les hablaba por señas y permaneció mudo.
Una vez cumplidos los días de su servicio se fue a su casa. Días después, concibió su mujer Isabel y estuvo durante cinco meses recluida diciendo: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor en los días en que se dignó quitar mi oprobio entre la gente.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos habla de la visita del ángel Gabriel a Zacarías (Lc 1,5-25). El evangelio de mañana nos habla de la visita del mismo ángel Gabriel a María (Lc 1,26-38). Lucas coloca las dos visitas la una al lado de la otra, para que nosotros, leyendo los dos textos con atención, percibamos las pequeñas y significativas diferencias entre las dos visitas, entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Trata de descubrir las diferencias entre las visitas del ángel Gabriel a Zacarías y a María por medio de las siguientes preguntas: ¿Dónde aparece el ángel? ¿A quién aparece? ¿Cuál es el anuncio? ¿Cuál es la respuesta? ¿Cuál es la reacción de la persona visitada después e la visita? Etc.
• El primer mensaje del ángel de Dios a Zacarías es: “¡No temas!” Hasta hoy, Dios sigue causando miedo a mucho gente y hasta hoy el mensaje sigue siendo válido: “¡No temas!” Inmediatamente después, el ángel dice: “¡Tu oración ha sido escuchada!” En la vida, ¡todo es fruto de oración!
• Zacarías representa el Antiguo Testamento. El cree, pero su fe es débil. Después de la visita, se queda mudo, incapaz de comunicar con los demás. La economía anterior, revelada en Zacarías, estaba en el final de sus capacidades, había agotado sus recursos. La nueva economía de Dios estaba por llegar en María.
• En el anuncio del ángel aparece la importancia de la misión del niño que va a nacer y cuyo nombre será Juan: “No beberá vino ni licor, y estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre”, esto es, Juan será una persona enteramente consagrada a Dios y a su misión.“Por él muchos hijos de Israel volverán al Señor su Dios, pues el abrirá el camino al Señor con el espíritu y el poder del profeta Elías para reconciliar a los padres con los hijos. Hará que los rebeldes vuelvan a la sabiduría de los buenos, con el fin de preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.", esto es, en el niño Juan acontecerá el esperado retorno del profeta Elías que vendrá a realizar la reconstrucción de la vida comunitaria: reconciliar a los padres con los hijos y hacer que los rebeldes vuelvan a la sabiduría de los buenos.
• De hecho, la misión de Juan fue muy importante. Para la gente él era un profeta (Mc 11,32). Muchos años después, en Efeso, Pablo encontró a personas que habían sido bautizadas en el bautismo de Juan (Hec 19,3)
• Cuando Isabel, siendo ya vieja, concibe y queda embarazada, se escondió por cinco meses. Por el contrario, María en vez de esconderse salió de su casa, para servir.
4) Para la reflexión personal
• ¿Qué te llama más la atención en esta visita del ángel Gabriel a Zacarías?
• Convertir el corazón de los padres hacia los hijos y de los hijos hacia los padres, esto es, reconstruir el tejido de relaciones humanas en la base y rehacer la vida en comunidad. Esta es la misión de Juan. Fue también la misión de Jesús y sigue siendo hoy la misión más importante. ¿Cómo contribuyo en esta misión?
5) Oración final
Pues tú eres mi esperanza, Señor,
mi confianza desde joven, Yahvé.
En ti busco apoyo desde el vientre,
eres mi fuerza desde el seno materno. (Sal 71,5-6)

domingo, 16 de octubre de 2016

Lectio Divina: Lunes, 17 de octubre, 2016: Evangelio según san Lucas 12,13-21. (- 29ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)


Lectio Divina: 
  Lunes, 17 Octubre, 2016

1) Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos entregarnos a ti con fidelidad y servirte con sincero corazón. Por nuestro Señor.

2) Lectura
Del Evangelio según Lucas 12,13-21
Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.» Él le respondió: «¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?» Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aunque alguien posea abundantes riquezas, éstas no le garantizan la vida.» Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: `¿Qué haré, pues no tengo dónde almacenar mi cosecha?' Y dijo: `Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más grandes, reuniré allí todo mi trigo y mis bienes y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.' Pero Dios le dijo: `¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?' Así es el que atesora riquezas para sí y no se enriquece en orden a Dios.»
Palabra del Señor

3) Reflexión
● El relato del evangelio de hoy se encuentra sólo en el Evangelio de Lucas y no tiene paralelo en otros evangelios. Forma parte de la descripción del camino de Jesús, desde Galilea hasta Jerusalén (Lc 9,51 a 19,28), en el que Lucas coloca la mayor parte de las informaciones que consigue recoger respecto de Jesús y que no se encuentran en los otros tres evangelios (cf. Lc 1,2-3). El evangelio de hoy nos trae la respuesta de Jesús a la persona que le pidió que mediara en el reparto de una herencia.
● Lucas 12,13: Un pedido para repartir la herencia. “Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.” Hasta hoy, la distribución de la herencia entre los familiares es siempre una cuestión delicada y, muchas veces, ocasiona infinitas discusiones y tensiones. En aquel tiempo, la herencia tenía que ver también con la identidad de las personas (1Re 21,1-3) y con su supervivencia (Núm 27,1-11; 36,1-12). El mayor problema era la distribución de las tierras entre los hijos del fallecido padre. Siendo una familia grande, se corría el peligro de que la herencia se desmenuzara en pequeños pedazos de tierra que no podrían garantizar la supervivencia de todos. Por esto, para evitar la desintegración o pulverización de la herencia y mantener vivo el nombre de familia, el mayor de los hijos recibía el doble de la herencia (Dt 21,17. cf. 2Re 2,11).
● Lucas 12,14-15: Respuesta de Jesús: cuidado con la ganancia. “Jesús respondió: "¿Hombre, ¿Quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?” En la respuesta de Jesús se ve la conciencia que tenía de su misión. Jesús no se siente enviado por Dios para atender el pedido de arbitrar entre los parientes que se pelean entre sí por el reparto de la herencia. Pero el pedido despierta en él la misión de orientar a las personas, pues: “Les dijo: Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aunque alguien posea abundantes riquezas, éstas no le garantizan la vida.”Formaba parte de su misión el esclarecer a las personas respecto del sentido de la vida. El valor de una vida no consiste en tenermuchas cosas, sino en ser rico para Dios (Lc 12,21). Pues, cuando la ganancia ocupa el corazón, no se llega a repartir la herencia con equidad y con paz.
● Lucas 12,16-19: La parábola que hace pensar en el sentido de la vida. Inmediatamente después Jesús cuenta una parábola para ayudar a las personas a reflexionar sobre el sentido de la vida:"Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: ¿Qué haré, pues no tengo dónde almacenar mi cosecha” El hombre rico está totalmente encerrado en la preocupación de sus bienes que aumentarán de repente por causa de una cosecha abundante. Piensa sólo en acumular para garantizarse una vida despreocupada. Dice: Y dijo: Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más grandes, reuniré allí todo mi trigo y mis bienes y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.'● Lucas 12,20: Primera conclusión de la parábola. “Pero Dios le dijo: ¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?' La muerte es una llave importante para redescubrir el sentido verdadero de la vida. Relativiza todo, pues muestra lo que perece y lo que permanece. Quien sólo busca tener y olvida el ser pierde todo en la hora de la muerte. Aquí se evidencia un pensamiento muy frecuente en los libros sapienciales: para qué acumular bienes en esta vida, si no sabes dónde poner los bienes que acumulas, ni sabes lo que el heredero va a hacer con aquello que tu le dejas (Ecl 2,12.18-19.21).
● Lucas 12,21: Segunda conclusión de la parábola. “Así es el que atesora riquezas para sí y no se enriquece en orden a Dios.”.¿Cómo volverse rico para Dios? Jesús dio diversas sugerencias y consejos: quien quiere ser el primero, que sea el último (Mt 20,27; Mc 9,35; 10,44); es mejor dar que recibir (At 20,35); el mayor es el menor (Mt 18,4; 23,11; Lc 9,48) guarda su vida aquel que la pierde (Mt 10,39; 16,25; Mc 8,35; Lc 9,24).

4) Para la reflexión personal
● El hombre pide a Jesús que le ayude en el reparto de la herencia. Y tú ¿qué pides a Dios en tus oraciones?
● El consumismo crea necesidades y despierta en nosotros el deseo de acumular. ¿Qué haces tú para no ser víctima de la sociedad de consumo?

5) Oración final
¡Aclama a Yahvé, tierra entera,
servid a Yahvé con alegría,
llegaos a él con júbilo! (Sal 100,1-2)

domingo, 7 de agosto de 2016

Lectio Divina: Lunes, 8 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 17,22-27. (- 19ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Lunes, 8 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre; aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 17,22-27
Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará.» Y se entristecieron mucho.
Cuando entraron en Cafarnaún, se acercaron a Pedro los que cobraban las didracmas y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro las didracmas?» Dice él: «Sí.» Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?» Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• Los cinco versículos del evangelio de hoy hablan de dos asuntos bien diferentes el uno del otro: 
(a) Traen el segundo anuncio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús (Mt 17,22-23): 
(b) Informan sobre la conversación de Jesús con Pedro sobre el pago de los impuestos y de las tasas al templo (Mt 17,24-27).

• Mateo 17,22-23: El anuncio de la muerte y resurrección de Jesús. El primer anuncio (Mt 16,21) había provocado una fuerte reacción de parte de Pedro que no quiso saber nada del sufrimiento de la cruz. Jesús había respondido con la misma fuerza: “¡Lejos de mí, satanás!” (Mt 16,23) Aquí, en el segundo anuncio, la reacción de los discípulos es más blanda, menos agresiva. El anuncio provoca tristeza. Parece que empiezan a comprender que la cruz forma parte del camino. La proximidad de la muerte y del sufrimiento pesa en ellos, generando desánimo. Aunque Jesús procurara ayudarlos, la resistencia de siglos contra la idea de un mesías crucificado era mayor. 
• Mateo 17,24-25a: La pregunta a Pedro, de los recaudadores de impuestos. Cuando llegan a Cafarnaún, los recaudadores del impuesto del Templo preguntan a Pedro: "¿No paga vuestro maestro las didracmas?" Pedro responde: “¡Sí!” Desde los tiempos de Nehemías, (Sig V aC), los judíos que habían vuelto de la esclavitud de Babilonia, se comprometieron solemnemente en la asamblea a pagar diversos impuestos y tasas para que el culto en el Templo pudiera seguir funcionando y para cuidar la manutención tanto del servicio sacerdotal como del edificio del Templo (Ne 10,33-40). Por lo que se ve en la respuesta de Pedro, Jesús pagaba este impuesto como lo hacían todos los demás judíos. 
• Mateo 17,25b-26: La pregunta de Jesús a Pedro sobre el impuesto. Es curiosa la conversación entre Jesús y Pedro. Cuando llegan a casa, Jesús pregunta: "Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?" Pedro respondió: "¡De los extraños!" Entonces Jesús dice: "¡Por tanto, libres están los hijos!” Probablemente, aquí se refleja una discusión entre los judíos cristianos antes de la destrucción del Templo en el año 70. Ellos se preguntaban si debían o no seguir pagando el impuesto del Templo, como hacían antes. Por la respuesta de Jesús, descubren que no hay obligación de pagar ese impuesto: “Libres están los hijos”. Los hijos son los cristianos. Pero aún sin tener obligación, la recomendación de Jesús es pagar para no provocar escándalo. 
• Mateo 17,27: La conclusión de la conversación sobre el pago del impuesto. Más curiosa que la conversación es la solución que Jesús da a la cuestión. Dice a Pedro: “Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti ". ¡Milagro curioso! Tan curioso como aquel de los 2000 puercos que se precipitaron en la mar (Mc 5,13). Cualquiera que sea la interpretación de este hecho milagroso, esta manera de solucionar el problema sugiere que se trata de un asunto que no tiene mucha importancia para Jesús.
4) Para la reflexión personal
• El sufrimiento y la cruz desaniman y entristecen a los discípulos. ¿Ha ocurrido también en tu vida?
• ¿Cómo entiendes el episodio de la moneda encontrada en la boca del pez?
5) Oración final
¡Alabad a Yahvé desde el cielo, alabadlo en las alturas,
alabadlo, todos sus ángeles, todas sus huestes, alabadlo! (Sal 148,1-2)

domingo, 31 de julio de 2016

Lectio Divina: Lunes, 1 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 14,13-21. (- 18ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Lunes, 1 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial Ven, Señor, en ayuda de tus hijos; derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, y renueva y protege la obra de tus manos en favor de los que te alaban como creador y como guía. Por nuestro Señor.
2) Lectura 
Del santo Evangelio según Mateo 14,13-21
Al oírlo Jesús, se retiró de allí en una barca, aparte, a un lugar solitario. En cuanto lo supieron las gentes, le siguieron a pie de las ciudades. Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos y curó a sus enfermos.
Al atardecer se le acercaron los discípulos diciendo: «El lugar está deshabitado, y la hora es ya pasada. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida.» Mas Jesús les dijo: «No tienen por qué marcharse; dadles vosotros de comer.» Dícenle ellos: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.» Él dijo: «Traédmelos acá.» Y ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiéndolos, dio los panes a los discípulos y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos. Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Palabra del Señor

3) Reflexión
• El cap. 14 de Mateo, que incluye el relato de la multiplicación de los panes, propone un itinerario que conduce al lector al descubrimiento progresivo de la fe en Jesús: va desde la falta de fe por parte de los paisanos de Jesús al reconocimiento del Hijo de Dios pasando por el don del pan. Los conciudadanos de Jesús están maravillados por su sabiduría, pero no comprenden que ésta actúa a través de sus obras. Teniendo incluso un conocimiento directo de la familia de Jesús, de su madre, hermanos y hermanas, no acaban de aceptar en Jesús sino su condición humana solamente: es el hijo del carpintero. Incomprendido en su patria, de ahora en adelante Jesús vivirá en medio de su pueblo al que dedicará toda su atención y solidaridad, curando y alimentando a las multitudes.
• Dinámica de la narración. Mateo narra acuradamente el episodio de la multiplicación del pan. El episodio está recluido entre dos expresiones de transición en las que se dice que Jesús se retira “aparte” de las muchedumbres, de los discípulos, de la barca (vv.13-14; vv.22-23). El v.13 no sólo sirve como transición sino que ofrece el motivo por el que Jesús se halla en un lugar desierto. Esta estrategia sirve para concretar el ambiente en el que tiene lugar el milagro. El evangelista centra el relato en la muchedumbre y en la actitud de Jesús respecto a la misma.
• Jesús se conmueve en su interior. En el momento en que llega, Jesús se encuentra con una muchedumbre que lo espera; al ver a las muchedumbres se conmueve y cura a sus enfermos. Es una muchedumbre “cansaba y abatida como ovejas sin pastor” (9,36; 20,34) El verbo que expresa la compasión de Jesús es verdaderamente expresivo: a Jesús “se le hace pedazos el corazón”; corresponde al verbo hebreo que expresa el amor visceral de la madre. Es el mismo sentimiento que tuvo Jesús ante la tumba de Lázaro (Jn 11,38). La compasión es el aspecto subjetivo de la experiencia de Jesús, que se hace efectiva con el don del pan.
• El don del pan. El relato de la multiplicación de los panes se abre con una expresión, “al atardecer” (v.15) que también introduce el relato de la última cena (Mt 26,20) y el de la sepultura de Jesús (Mt 27,57). Por la tarde, pues, invita Jesús a los apóstoles a dar de comer a la multitud. En medio del desierto lejano de las aldeas y de las ciudades. Jesús y los discípulos se hallan ante un problema humano muy fuerte: dar de comer a la numerosa multitud que sigue a Jesús. Pero ellos no pueden abastecer las necesidades materiales de la muchedumbre sin el poder de Jesús. Su inmediata respuesta es mandarlos a casa. Ante los límites humanos, Jesús interviene y realiza el milagro saciando a todos los que lo siguen. Dar de comer es aquí la respuesta de Jesús, de su corazón que se hace pedazos ante una necesidad humana muy concreta. El don del pan no sólo es suficiente para saciar a la multitud, sino que es tan abundante que hay que recoger las sobras. En el v.19b aparece que Mateo dio un significado eucarístico al episodio de la multiplicación de los panes: “y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio a los discípulos”; el papel de los discípulos también queda muy evidente en la función de mediación entre Jesús y la multitud: “y los discípulos lo distribuyeron a la gente” (v.19c). Los gestos que acompañan al milagro son idénticos a los que Jesús adoptará más tarde en la “noche en que fue entregado”: levanta los ojos, bendice el pan, lo parte. De aquí se deduce el valor simbólico del milagro: puede considerarse una anticipación de la eucaristía. Además, dar de comer a la multitud por parte de Jesús es un “signo” de que él es el mesías y de que prepara un banquete de fiesta para toda la humanidad. De Jesús, que distribuye los panes, aprenden los discípulos el valor del compartir. Es un gesto simbólico que contiene un hecho real que va más allá del episodio mismo y se proyecta hacia el futuro: el don de nuestra eucaristía diaria, en la que revivimos aquel gesto del pan partido, es necesario que sea reiterado a lo largo de la jornada.
4) Para la reflexión personal
• ¿Te esfuerzas por realizar gestos de solidaridad hacia los que están cerca de tí compartiendo el camino de la vida? Ante los problemas concretos de tus amigos o parientes, ¿sabes ofrecer tu ayuda y tu disponibilidad a colaborar para encontrar vías de solución?
• Jesús, antes de partir el pan, eleva los ojos al cielo: ¿sabes tú dar gracias al Señor por el don diario del pan? ¿Sabes compartir tus bienes con los demás, especialmente con los pobres?
5) Oración final
Aléjame del camino de la mentira
y dame la gracia de tu ley.
No apartes de mi boca la palabra veraz,
pues tengo esperanza en tus mandamientos. (Sal 119,29.43)

lunes, 25 de julio de 2016

Lectio Divina: Lunes, 25 de julio, 2016: Evangelio según san Mateo 20,20-28. (- 17ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
Lunes, 25 Julio, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Mateo 20,20-28
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.» Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.» Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.»
Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• Jesús y los discípulos están en camino hacia Jerusalén (Mt 20,17). Jesús sabe que van a matarlo (Mt 20,8). El profeta Isaías lo había anunciado ya (Is 50,4-6; 53,1-10). Su muerte no será fruto de un destino o de un plan ya preestablecido, sino que será consecuencia del compromiso libremente asumido de ser fiel a la misión que recibió del Padre junto a los pobres de su tierra. Jesús ya tenía dicho que el discípulo tiene que seguir al maestro y cargar su cruz detrás de él (Mt 16,21.24), pero los discípulos no entendieron bien qué estaba ocurriendo (Mt 16,22-23; 17,23). El sufrimiento y la cruz no se combinaban con la idea que ellos tenían del Mesías.
• Mateo 20,20-21: La petición de la madre de los hijos de Zebedeo. Los discípulos no sólo no entendían, sino que seguían con sus ambiciones personales. La madre de los hijos de Zebedeo, como portavoz de sus dos hijos, Santiago y Juan, llega cerca de Jesús para pedirle un favor: "Manda que estos dos hijos míos, se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu Reino". Ellos no habían entendido la propuesta de Jesús. Estaban preocupados sólo con sus propios intereses. Esto refleja las tensiones en las comunidades, tanto en el tiempo de Jesús como en el tiempo de Mateo, como hoy en nuestras comunidades.
• Mateo 20,22-23: La respuesta de Jesús. Jesús reacciona con firmeza. Responde a los hijos y no a la madre: "«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» " Se trata del cáliz del sufrimiento. Jesús quiere saber si ellos, en vez del lugar de honor, aceptan entregar su vida hasta la muerte. Los dos responden: “¡Podemos!” Era una respuesta sincera y Jesús confirma: "Mi copa sí la beberéis”. Al mismo tiempo, parece una respuesta precipitada, pues pocos días después, abandonaron a Jesús y lo dejaron solo en la hora del sufrimiento (Mt 26,51). Ellos no tenían mucha conciencia crítica, ni tampoco perciben su realidad personal. Y Jesús completa: “pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.» Lo que él Jesús puede ofrecer, es el cáliz del sufrimiento de la cruz.
• Mateo 20,24-27: Entre ustedes no sea así. “Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos”. La demanda que la madre hace en nombre de los dos produce enfrentamiento y discusión en el grupo. Jesús los llama y habla sobre el ejercicio del poder: "«Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»
En aquel tiempo, los que detenían el poder no tenían en cuenta a la gente. Actuaban según como les parecía (cf. Mc 14,3-12). El imperio romano controlaba el mundo y lo mantenía sometido por la fuerza de las armas y, así, a través de tributos, tasas e impuestos, conseguía concentrar la riqueza de la gente en mano de unos pocos allí en Roma. La sociedad estaba caracterizada por el ejercicio represivo y abusivo del poder. Jesús tenía otra propuesta. El enseña contra los privilegios y contra la rivalidad. Invierte el sistema e insiste en la actitud de servicio como remedio contra la ambición personal. La comunidad tiene que preparar una alternativa. Cuando el imperio romano quiere desintegrar, víctima de sus propias contradicciones internas, las comunidades deberían estar preparadas para ofrecer a la gente un modelo alternativo de convivencia social.
• Mateo 20,28: El resumen de la vida de Jesús. Jesús define su vida y su misión: “El Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir, y para dar la vida en rescate de muchos”. En esta autodefinición de Jesús están implicados tres títulos que lo definen y que eran para los primeros cristianos el inicio de la Cristología: Hijo del Hombre, Siervo de Yahvé y Hermano mayor (Pariente próximo o Goel). Jesús es el Mesías Servidor, anunciado por el profeta Isaías (cf. Is 42,1-9; 49,1-6; 50,4-9; 52,13-53,12). Aprendió de su madre quien dijo: “¡He aquí la esclava del Señor!”(Lc 1,38). Propuesta totalmente nueva para la sociedad de aquel tiempo.
4) Para la reflexión personal
• Santiago y Juan piden favores, Jesús promete sufrimiento. Yo, ¿qué busco en mi relación con Dios y qué pido en la oración? ¿Cómo acojo el sufrimiento que se da en la vida y que es contrario a aquello que pido en la oración?
• Jesús dice: “¡No ha de ser así entre vosotros!” Nuestra manera de vivir en la comunidad y en la iglesia ¿está de acuerdo con este consejo de Jesús?
5) Oración final
Los paganos decían: ¡Grandes cosas
ha hecho Yahvé en su favor!
¡Sí, grandes cosas ha hecho por nosotros
Yahvé, y estamos alegres! (Sal 126,2-3)

lunes, 18 de julio de 2016

Lectio Divina: Lunes, 18 de julio, 2016: Evangelio según san Mateo 12,38-42. (- 16ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
Lunes, 18 Julio, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Señor.

2) Lectura
Del Evangelio según Mateo 12,38-42
Entonces le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver un signo hecho por ti.» Mas él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Un signo pide, y no se le dará otro signo que el signo del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos relata una discusión entre Jesús y las autoridades religiosas de la época. Esta vez son los doctores de la ley quienes piden a Jesús que haga una señal para ellos. Jesús había realizado ya muchas señales: había curado al leproso (Mt 8,1-4), al empleado del centurión (Mt 8,5-13), a la suegra de Pedro (Mt 8,14-15), a los enfermos y poseídos de la ciudad (Mt 8,16), había calmado la tempestad (Mt 8,23-27), había expulsado los demonios (Mt 8,28-34) y había hecho muchos otros milagros. La gente, viendo las señales, reconoció en Jesús al Siervo de Yahvé (Mt 8,17; 12,17-21). Pero los doctores y los fariseos no fueron capaces de percibir el significado de tantas señales que Jesús había realizado. Ellos querían algo diferente.
• Mateo 12,38: Los doctores y los fariseos piden una señal. Los fariseos llegan y dicen a Jesús: "Maestro, queremos ver una señal realizada por ti". Quieren que Jesús realice para ellos una señal, un milagro para que puedan examinar y verificar si Jesús es o no el enviado por Dios según lo imaginaban y esperaban. Quieren someterle a prueba. Quieren que Jesús se someta a sus criterios para que puedan enmarcarlo dentro del esquema de su mesianismo. No hay en ellos apertura para una posible conversión. No habían entendido nada de todo lo que Jesús había hecho.
• Mateo 12,39: La respuesta de Jesús: la señal de Jonás. Jesús no se somete a la petición de las autoridades religiosas, pues no hay sinceridad en su petición. "¡Generación malvada y adúltera! Un signo pide, y no se le dará otro signo que el signo del profeta Jonás¡”. Estas palabras profieren un juicio muy fuerte respecto a los doctores y a los fariseos. Evocan el oráculo de Oseas que denunciaba a la gente como esposa infiel y adúltera (Os 2,4). El evangelio de Marcos dice que Jesús, ante la petición de los fariseos, suelta un profundo suspiro (Mc 8,12), probablemente de disgusto y de tristeza ante una ceguera tan grande. Pues de nada sirve mostrar un cuadro bonito a aquel que no quiere abrir los ojos. ¡Quien cierra los ojos no puede ver! La única señal que se les dará es la señal de Jonás.
• Mateo 12,41: Aquí hay algo más que Jonás. Jesús apunta hacia el futuro: “Así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del cetáceo, así también el Hijo del Hombre pasará tres días y tres noches en el seno de la tierra”. Es decir, la única señal será la resurrección de Jesús, que se prolongará en la resurrección de sus seguidores. Esta es la señal que, en el futuro, se dará a los doctores y a los fariseos. Se confrontarán con el hecho de que Jesús, será por ellos condenado a muerte, y a una muerte de cruz, y Dios le resucitará y le seguirá resucitando de muchas maneras en los que creerán en él, por ejemplo, le resucitará en el testimonio de los apóstoles, “personas iletradas” que tuvieron el valor de enfrentarse a las autoridades anunciando la resurrección de Jesús (Hec 4,13). ¡Lo que convierte es el testimonio! No los milagros: “Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.”. La gente de Nínive se convirtió ante el testimonio de la predicación de Jonás y denunció la incredulidad de los doctores y de los fariseos. Pues “aquí hay algo más que Jonás”.
• Mateo 12,42: Aquí hay algo más que Salomón. La alusión a la conversión de la gente de Nínive se asocia y hace recordar el episodio de la Reina de Sabá: “La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.". Esta evocación casi ocasional del episodio de la Reina de Sabá que reconoció la sabiduría de Salomón, muestra cómo se usaba la Biblia en aquel tiempo. Era por asociación. La regla principal de la interpretación era ésta: “La Biblia se explica por la Biblia”. Hasta hoy, ésta es una de las normas más importantes para la interpretación de la Biblia, sobre todo para la lectura orante de la Palabra de Dios.
4) Para la reflexión personal
• Convertirse es mudar no sólo de comportamiento moral, sino que también de ideas y de modo de pensar. Moralista es aquel que muda de comportamiento, pero guarda inalterable su manera de pensar. Yo, ¿cómo soy?
• Ante la actual renovación de la Iglesia, ¿soy el fariseo que pide una señal o soy como la gente que reconoce que éste es el camino que Dios quiere?
5) Oración final
Pues tu amor Señor es mejor que la vida,
por eso mis labios te alaban,
así quiero bendecirte en mi vida,
levantar mis manos en tu nombre. (Sal 63,4-5)