Señor,
sé luz en mi mente, paz en mi corazón, sabiduría en mis decisiones, amor en mis
relaciones. Te necesito, sólo Tú eres capaz de calmar mis penas. Sólo en Ti
tengo depositada mi esperanza, sólo en Ti podré encontrar un lugar donde
protegerme y así no darle lugar al miedo y a las distintas formas del mal.
Muchos miedos son los que
me atacan a diario. Por eso, hoy, reconozco ante Ti que estoy plagado de
miserias, y acudo a Ti como mi amigo y mi hermano, para que me llenes de tu
alegría y tu gozo, para que renueves esa fuerza esperanzadora que levanta del
suelo a todos quienes confiados a Ti buscan ayuda
Señor mío, Tú conoces que
todos los vacíos de mi ser, ellos sólo pueden ser llenados por tu gracia y tu
presencia. Mis miedos, mis preocupaciones, mis dolores, mis confusiones, sólo
pueden encontrar soluciones y sanación en Ti. Sé que con tu ayuda podré superar
todos esos miedos que no me dejan avanzar.
Muéveme con tu Santo
Espíritu. Tú me acompañas y me das valor para enfrentar esas circunstancias que
ponen a temblar mis rodillas. Me mantengo fiel a Ti, porque estoy seguro que no
me vas a fallar. Toma mi vida Señor, toma mi mente y mi corazón y hazme un fiel
discípulo de tu amor.
Tú me das la certeza de
una esperanza tranquila y llena de gozo cuando, en muchas ocasiones en tu
Evangelio, dices "No teman". Quien cree en Ti jamás quedará
defraudado y no habrá temor alguno que haga tambalear su fe.
Quiero dejar que te
acerques siempre a mí, vivir en comunión contigo toda mi vida, que mis faltas
jamás me separen de tu amor porque siempre busco tu perdón. Todo miedo que hay
dentro de mí se desvanece cuando te acepto y mi boca dice confiado: "Creo
en Ti, Señor mío".
Toca mi corazón, sánalo,
libéralo del miedo y de las situaciones adversas que lo hacen poner inquieto.
Eres mi fortaleza y estoy seguro de que tu amor y tu misericordia no se apartan
de mi espíritu.
Confío en tu promesa fiel,
confío en tu Palabra que me conforta. Quiero que también a mí me digas esas
palabras de esperanzas que le pronunciaste a Josué "No tengas miedo ni te
acobartes, porque Yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas."
(v 1,9)
Sopla Señor mío, sopla
fuerte, sopla las bendiciones sobre mí que traen consigo tu Espíritu Santo para
que me ayudes a creer y a dar un verdadero testimonio de tu amor al mundo, sin
temores, sin miedos.
Muéveme, Jesús mío, con tu
Santo Espíritu, que me acompañe siempre en todos mis retos y en aquellos
momentos de desolación y de flaquezas que a veces siento que me tumban al piso
y me hacen incapaz de continuar la lucha por ser cada día mejor.
Dame la fuerza y tu poder
para vencer los miedos y estar libre de angustias. Guía mi corazón y mi mente
con el Espíritu Santo, esa presencia poderosa contenida en tus tres divinas
personas que ilumina nuestras vidas y nos hace ser personas decididas y
valientes en la fe.
Te amo Jesús, y confío en
que en este momento, Tú estás rompiendo con todas esas cadenas que me tienen
atado a la desesperanza, y aunque camine por sendas oscuras, ya no vacilare ni
temeré, porque tu fuerza y tu poder están conmigo y me infundes confianza.
Amén
¡Confía en el Señor tu
Dios! Ya deja atrás esos miedos y atrévete con valentía a luchar contra esos
sentimientos que quieren abatirte y hacerte sentir que no vales nada. ¡No te
dejes! ¡ERES UN HIJA DE DIOS! Todos los esfuerzos que hagas en el poderoso
Nombre de Jesús tendrán sus frutos de un momento a otro. Tu Dios es poderoso,
grande y lleno de amor. Él puede hacer de lo imposible algo posible. Pídele a
Dios en este instante que actúe en tu vida y en tu familia. Pídele que cambie
tus amarguras y dificultades en alegrías y oportunidades.
Oración que repetirás el
día de hoy:
“Señor, cuando estoy
cargado de preocupaciones, tus consuelos me llenan de alegría (Salmo 94,19) Yo
puedo vencer todos los miedos y angustias del camino, porque Contigo voy,
Contigo soy y Contigo vivo. Amén”
El Señor te bendiga y te
libere de los miedos y angustias y se lleve todo dolor emocional de tu alma.
En el nombre poderoso de
Jesús.
Amén