“Les voy a dar la bendición para cada uno de ustedes, para
sus familias, para todos los seres queridos y para este gran pueblo y noble
pueblo ecuatoriano, para que no haya diferencias, que no haya exclusivo, que no
haya gente que se descarte, que todos sean hermanos, que se incluyan a todos y
no haya ninguno que esté fuera de esta gran nación ecuatoriana. A cada uno de
ustedes, a sus familias les doy la bendición, pero recemos juntos primero el
Ave María... La bendición de Dios Todopoderoso, del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Y por favor
les pido que recen por mi. !Buenas noches y hasta mañana!”.