jueves, 18 de agosto de 2016

Lectio Divina: Domingo, 21 de agosto, 2016: Evangelio según san Lucas 13,22-30. (21° Domingo del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Domingo, 21 Agosto, 2016
La puerta estrecha y 

el anuncio de la conversión de los paganos


1. LECTIO
a) Oración inicial:
Estamos delante de ti, oh Padre, y no sabiendo como dialogar contigo nos ayudamos con las palabras que tu Hijo Jesús ha pronunciado por nosotros. Concédenos escuchar la resonancia comprometedora de esta palabra: “Esforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque muchos, os digo, tratarán de entrar y no lo conseguirán”. Es una palabra que dices Tú a cada hombre y mujer que oyen el evangelio de tu Hijo. Concédenos comprenderla. Para poder leer tu Escritura y gustarla, sentirla arder como un fuego dentro de mi, te suplicamos, oh Padre: danos tu Espíritu. Y Tú, María, Madre de la contemplación, que has conservado por tanto tiempo en el corazón las palabras los acontecimientos y los gestos de Jesús, concédenos contemplar la Palabra, escucharla, y dejarla penetrar en el corazón.
b) Lectura del texto: Evangelio según san Lucas 13,22-30.
22 Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. 23Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: 24 «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán.
25 «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: `¡Señor, ábrenos!' Y os responderá: `No sé de dónde sois.' 26 Entonces empezaréis a decir: `Hemos comido y bebido contigo y has enseñado en nuestras plazas'. 27Pero os volverá a decir: `No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los malhechores!'
28 «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. 29 Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios.
30 «Pues hay últimos que serán primeros y hay primeros que serán últimos.»
Palabra del Señor
c) Momentos de silencio orante:
Para ponernos en “religiosa escucha” de la voz de Dios es necesario un clima de silencio, de calma interior. Es necesario crear en el propio corazón “ un rincón tranquilo en el que poder tener un contacto con Dios “ (E. Stein) es poder realizar una comunicación profunda entre tú y la Palabra. Si no estás en silencio delante de Dios, en silencio para interrogar su Rostro, abriréis, sí, los labios, pero para decir nada.
  Continúa 

Lectio Divina: Viernes, 19 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 22,34-40. (- 20ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)


Lectio Divina: 
Viernes, 19 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario
  
1) Oración inicial ¡Oh Dios!, que has preparado bienes inefables para los que te aman; infunde tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor.
2) Lectura Del santo Evangelio según Mateo 22,34-40
Mas los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo, y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.»
Palabra del Señor
3) Reflexión• El texto se ilumina. Jesús se encuentra en Jerusalén, precisamente en el Templo, donde se inicia un debate entre él y sus adversarios, sumos sacerdotes y escribas (20,28; 21,15), entre los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo (21,23) y entre los sumos sacerdotes y los fariseos (21,45). El punto de controversia del debate es: la identidad de Jesús o del hijo de David, el origen de su identidad, y por tanto, la cuestión acerca del reino de Dios. El evangelista presenta esta trama de debates con una secuencia de controversias de ritmo creciente: el tributo a pagar al Cesar (22,15-22), la resurrección de los muertos (22,23-33), el mandamiento más grande (22,34-40), el mesías, hijo y Señor de David (22,41-46). Los protagonistas de las tres primeras discusiones son exponentes del judaísmo oficial que intentan poner en dificultad a Jesús en cuestiones cruciales. Estas disputas son planteadas a Jesús en calidad de “Maestro” (rabbí), título que manifiesta al lector la comprensión que los interlocutores tienen de Jesús. Pero Jesús aprovecha la ocasión para conducirlos a plantearse una cuestión aún más crucial: la toma de posición definitiva sobre su identidad (22,41-46).

• El mandamiento más grande. Siguiendo los pasos de los saduceos que les han precedido, los fariseos plantean de nuevo a Jesús una de las cuestiones más candentes: el mandamiento más grande. Puesto que los rabinos siempre evidenciaban la multiplicidad de las prescripciones (248 mandamientos), plantean a Jesús la cuestión de cuál es el mandamiento fundamental, aunque los mismos rabinos habían inventado una verdadera casuística para reducirlos lo más posible: David cuenta once (Sal 15,2-5), Isaías 6 seis (Is 33,15), Miqueas tres (Mi 6,8), Amós dos (Am 5,4) y Abacuc sólo uno (Ab 2,4). Pero en la intención de los fariseos, la cuestión va más allá de la pura casuística, pues se trata de la misma existencia de las prescripciones. Jesús, al contestar, ata juntos el amor de Dios y el amor del prójimo, hasta fusionarlos en uno solo, pero sin renunciar a dar la prioridad al primero, al cual subordina estrechamente el segundo. Es más, todas las prescripciones de la ley, llegaban a 613, están en relación con este único mandamiento: toda la ley encuentra su significado y fundamento en el mandamiento del amor. Jesús lleva a cabo un proceso de simplificación de todos los preceptos de la ley: el que pone en práctica el único mandamiento del amor no sólo está en sintonía con la ley, sino también con los profetas (v.40). Sin embargo, la novedad de la respuesta no está tanto en el contenido material como en su realización: el amor a Dios y al prójimo hallan su propio contexto y solidez definitiva en Jesús. Hay que decir que el amor a Dios y al prójimo, mostrado y realizado de cualquier modo en su persona, pone al hombre en una situación de amor ante Dios y ante los demás. El doble único mandamiento, el amor a Dios y al prójimo, se convierte en columnas de soporte, no sólo de las Escrituras, sino también de la vida del cristiano.
4) Para la reflexión personal• El amor a Dios y al prójimo ¿es para ti sólo un vago sentimiento, una emoción, un movimiento pasajero, o es una realidad que invade toda tu persona: corazón, voluntad, inteligencia y trato humano?

• Tú has sido creado para amar. ¿Eres consciente de que tu realización consiste en amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente? Este amor ha de verificarse en la caridad hacia los hermanos y en sus situaciones existenciales. ¿Vives esto en la práctica diaria?
5) Oración final¡Den gracias a Yahvé por su amor,
por sus prodigios en favor de los hombres!
Pues calmó la garganta sedienta,
y a los hambrientos colmó de bienes. (Sal 107,8-9)

Tweet 892 de ‪#‎PapaFrancisco‬ al Pueblo de Dios. Jueves, 18 de agosto, 2016.


"No abandonemos nunca la oración, 
tampoco cuando nos parece inútil rezar". 

martes, 16 de agosto de 2016

Lectio Divina: Miércoles, 17 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 20,1-16. (- 20ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Miércoles, 17 Agosto, 2016


1) Oración inicial

¡Oh Dios!, que has preparado bienes inefables para los que te aman; infunde tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor.

2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 20,1-16
«En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Salió luego hacia la hora tercia y al ver a otros que estaban en la plaza parados, les dijo: `Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo.' Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo mismo. Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontrar a otros que estaban allí, les dice: `¿Por qué estáis aquí todo el día parados?' Dícenle: `Es que nadie nos ha contratado.' Díceles: `Id también vosotros a la viña.' Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: `Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros.' Vinieron, pues, los de la hora undécima y cobraron un denario cada uno. Al venir los primeros pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno. Y al cobrarlo, murmuraban contra el propietario, diciendo: `Estos últimos no han trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor.' Pero él contestó a uno de ellos: `Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario? Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?'. Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos.»
Palabra del Señor

3) Reflexión
• El evangelio de hoy trae una parábola que encontramos sólo en Mateo. No la hay en los otros tres evangelios. Como en todas las parábolas, Jesús cuenta una historia hecha de elementos de la vida diaria de la gente. Retrata la situación social de su tiempo, en la que los oyentes se reconocían. Pero al mismo tiempo, en la historia de la parábola, acontecen cosas que nunca acontecen en la realidad de la vida de la gente. Al hablar del dueño, Jesús piensa en Dios, piensa en su Padre. Por esto, en la historia de la parábola, el dueño hizo cosas sorprendentes que no acontecen en el día a día de la vida de los oyentes. En esta actitud extraña del dueño hay que procurar encontrar la llave para comprender el mensaje de la parábola.
• Mateo 20,1-7: Las cinco veces que el propietario sale en busca de obreros. " El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.” Así empieza la historia que habla por sí y no precisaría de ningún comentario. En lo que sigue, el propietario sale otras cuatro veces para llamar a obreros a que vayan a su viña. Jesús alude al terrible desempleo de aquella época. Algunos detalles de la historia: (a) el dueño sale personalmente cinco veces para contratar a los obreros. (b) En la hora de contratar a los obreros, solamente con el primer grupo decide el salario: un denario por día. Con los de la hora nona dice: Os daré lo que es justo. Con los otros no concordó nada, sólo los contrató para que fueran a trabajar en la viña. (c) Al final del día, a la hora de hacer las cuentas con los obreros, el propietario manda que el administrador cumpla con este servicio.
• Mateo 20,8-10: La extraña manera de acertar las cuentas al final del día. Al atardecer, dice el dueño de la viña a su administrador: `Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros.' Vinieron, pues, los de la hora undécima y cobraron un denario cada uno. Empieza por los últimos y termina por los primeros’. Aquí, a la hora de hacer cuentas, acontece algo extraño que no acontece en la vida común. Parece que las cosas se han invertido. El pago empieza con los que fueron contratados por último y que trabajaron apenas una hora. El pago es el mismo para todos: un denario, como había sido combinado con los que fueron contratados al comienzo del día. Al venir los primeros pensaron que cobrarían más, pero ellos también cobraron un denario cada uno. ¿Por qué el propietario hizo esto? ¿Tú harías así? La llave de la parábola está escondida en este gesto sorprendente del propietario.
• Mateo 20,11-12: La reacción normal de los obreros ante la extraña actitud del propietario. Los últimos en recibir el salario fueron los que habían sido contratados los primeros. Estos, así dice la historia, al recibir el mismo pago, empezaron a murmurar contra el propietario, diciendo: “Estos últimos no han trabajado más que una hora, y les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor!” Es la reacción normal de sentido común. Creo que todos nosotros tendríamos la misma reacción y diríamos la misma cosa al dueño. ¿O no?
• Mateo 20,13-16: La explicación sorprendente del propietario que proporciona la llave de la parábola. La respuesta del propietario es ésta: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en un denario? Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti.¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?” Estas palabras encierran la clave que explica la actitud del propietario y apunta hacia el mensaje que Jesús quiere comunicar: (a) El propietario no fue injusto, pues actuó de acuerdo con los que había sido combinado con el primer grupo de obreros: un denario al día. (b) Es decisión soberana del propietario dar a los últimos lo mismo que había sido combinado con los de la primera hora. Estos no tienen derecho a reclamar. (c) Actuando dentro de la justicia, el propietario tiene derecho a hacer el bien que quiere con las cosas que le pertenecen. El obrero, por su parte, tiene este mismo derecho. (d) La pregunta final toca el punto central: O ¿va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?' Dios es diferente. Sus pensamientos no son nuestros pensamientos (Is 55,8-9).
• El trasfondo de la parábola es la coyuntura de aquella época, la de Jesús como la de Mateo. Los obreros de la primera hora son el pueblo judío, llamado por Jesús a trabajar en su viña. Ellos sostuvieron el peso del día, desde Abrahán y Moisés, más de mil años. Ahora, en la undécima hora, Jesús llama a los paganos para que vayan a trabajar en su viña y ellos llegan a tener la preferencia en el corazón de Dios: “Así, los últimos serán los primeros, y los primeros serán los últimos”.

4) Para la reflexión personal
• Los de la undécima hora llegan, se aventajan y reciben prioridad en la fila de entrada en el Reino de Dios. Cuando tú esperas dos horas en una fila y llega alguien que, sin más, se coloca delante de ti, ¿lo aceptas? ¿Es posible comparar las dos situaciones?
• La acción de Dios supera nuestros cálculos y nuestra manera humana de actuar. Sorprende y a veces incomoda. ¿Ha ocurrido a veces en tu vida? ¿Qué lección saca?

5) Oración final
Bondad y amor me acompañarán
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa de Yahvé
un sinfín de días. (Sal 23,6)

Santoral del martes 16 de agosto 2016: San Roque.


EL NACIMIENTO, NIÑEZ Y JUVENTUD
Nació en Francia, en la ciudad de Montpellier, en el año 1295 o (1345), de padres ricos. "Roc" o "Roque" era seguramente su apellido. No sabemos su nombre de pila.
El nacimiento de Roque habría sido fruto de un voto hecho por sus padres que sufrían por no tener hijos.
Las leyendas cuentan que Roque era hijo del gobernador del rey de Mallorca en Montpellier llamado Juan y que, en el momento del nacimiento, llevaba una cruz roja en el pecho prefigurando su destino. Su madre se llamaba Liberia.
Lo que nos cuentan los antiguos historiadores es que, ya desde niño, Roque se distinguió por su corazón piadoso, de tal manera que encantaba a sus padres y a cuantos le conocían.
A sus veinte años quedó huérfano de padre y madre.
Encontrándose dueño de una fortuna considerable, se acordó del consejo evangélico de Jesucristo: "Si quieres ser perfecto, da tus bienes a los pobres y sígueme" (San Mateo 19,21). Y he aquí que al momento lo puso en práctica.
Como no tenía hermanos, cedió una parte de la herencia a un tío paterno, juntamente con todos los derechos que le pudiesen pertenecer desde entonces en adelante. Y hecho esto, vendió secretamente el resto de su hacienda y distribuyó su precio entre los necesitados.

  Continúa

Lectio Divina: Martes, 16 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 19,23-30. (- 20ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Martes, 16 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial

¡Oh Dios!, que has preparado bienes inefables para los que te aman; infunde tu amor en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor.

2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 19,23-30
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.» Al oír esto, los discípulos, llenos de asombro, decían: «Entonces, ¿quién se podrá salvar?» Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible.» Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?» Jesús les dijo: «Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna. «Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.»

Palabra del Señor

3) Reflexión
• El evangelio de hoy es la continuación inmediata del evangelio de ayer. Trae el comentario de Jesús respecto de la reacción negativa del joven rico.
• Mateo 19,23-24: El camello y el ojo de la aguja. Después de que el joven se fuera, Jesús comenta la decisión de aquel y dice: "Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos.". Dos observaciones respecto de esta afirmación de Jesús: 1) El proverbio del camello y del ojo de la aguja se usaba para decir que una cosa era imposible, humanamente hablando. 2) La expresión “que un rico entre en el Reino” no se trata, en primer lugar de la entrada en el cielo, después de la muerte, sino de la entrada en la comunidad alrededor de Jesús. Y hasta hoy es así. Los ricos difícilmente entran y se sienten en casa en las comunidades que tratan de vivir el evangelio según las exigencias de Jesús y que tratan de abrirse a los pobres, a los migrantes y a los excluidos de la sociedad.
• Mateo 19,25-26: El espanto de los discípulos. El joven había observado los mandamientos, pero sin entender el porqué de la observancia. Algo semejante estaba aconteciendo entre los discípulos. Cuando Jesús los llamó, hicieron exactamente lo que Jesús había pedido al joven: lo dejaron todo y se fueron detrás de Jesús (Mt 4,20.22). Y sin embargo se quedaron espantados con la afirmación de Jesús sobre la casi imposibilidad que un rico tiene de entrar en el Reino de Dios. Señal de que no habían entendido bien la respuesta de Jesús al joven rico: “¡Va vende todo, dalo a los pobres y ven y sígueme!” Pues, si lo hubiesen entendido, no se hubieran quedado extrañados ante la exigencia de Jesús. Cuando la riqueza o el deseo de riqueza ocupa el corazón y la mirada no consigue percibir el sentido de la vida y del evangelio. ¡Sólo Dios puede ayudar! " Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible."
• Mateo 19,27: La pregunta de Pedro. El trasfondo de la incomprensión de los discípulos despunta en la pregunta de Pedro: “Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué recibiremos, pues?” A pesar de la generosidad tan bonita del abandono de todo, mantenían la anterior mentalidad. Abandonaron todo para recibir algo en cambio. No habían entendido aún el sentido del servicio y de la gratuidad.
• Mateo 19,28-30: La respuesta de Jesús: "Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.". En esta respuesta, Jesús describe el nuevo mundo, cuyos fundamentos estaban siendo lanzados por su labor y la de sus discípulos. Jesús acentúa tres puntos importantes: (a) Los discípulos se van a sentar en los doce tronos junto con Jesús para juzgar a las tribus de Israel (cf. Apc 4,4). (b) Van a recibir en cambio muchas veces aquello que habían abandonado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos, campos y tendrán en herencia la vida eterna garantizada. (c) El mundo futuro será el contrario del mundo actual. En él los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos. La comunidad alrededor de Jesús es semilla y muestra de este mundo nuevo. Hasta hoy las pequeñas comunidades de los pobres siguen siendo semilla y muestra del Reino.
• Cada vez que, en la historia de la Biblia, surge un movimiento para renovar la Alianza, el movimiento comienza con reestablecer los derechos de los pobres, de los excluidos. Sin ello, ¡la Alianza no se rehace! Así hacían los profetas, así hace Jesús. Denuncia el sistema antiguo que, en nombre de Dios, excluía a los pobres. Jesús anuncia un nuevo comienzo que, en nombre de Dios, acoge a los excluidos. Este es el sentido y el motivo de la inserción y de la misión de la comunidad de Jesús en medio de los pobres. Saca su raíz e inaugura la nueva Alianza.

4) Para la reflexión personal
• Abandonar casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos, campos por causa del nombre de Jesús. ¿Cómo acontece esto en tu vida¿ ¿Qué has recibido en cambio?
• Hoy, la mayoría de los países pobres no son de religión cristiana, mientras que sí lo son la mayoría de los países ricos. ¿Cómo se aplica hoy el proverbio del camello que no pasa por el ojo de una aguja?

5) Oración final

Aunque fuese por valle tenebroso,
ningún mal temería,
pues tú vienes conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan. (Sal 23,4)

viernes, 12 de agosto de 2016

Lectio Divina: Viernes, 12 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 19,13-15. (- 19ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Sábado, 13 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre; aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 19,13-15
Entonces le fueron presentados unos niños para que les impusiera las manos y orase; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.» Y, después de imponerles las manos, se fue de allí.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El Evangelio es bien breve. Apenas tres versículos. Describe cómo Jesús acoge a los niños.
• Mateo 19,13: La actitud de los discípulos ante los niños. Llevaron a los niños ante Jesús, para que les impusiera las manos y orase por ellos. Los discípulos reñían a las madres. ¿Por qué? Probablemente, de acuerdo con las normas severas de las leyes de la impureza, los niños pequeños en las condiciones en las que vivían, eran considerados impuros. Si hubiesen tocado a Jesús, Jesús hubiera quedado impuro. Por esto, era importante evitar que llegasen cerca y le tocaran. Pues ya había acontecido una vez, cuando un leproso tocó a Jesús. Jesús, quedó impuro y no podía entrar en la ciudad. Tenía que estar en lugares desiertos (Mc 1,4-45)
• Mateo 19,14-15: La actitud de Jesús: acoge y defiende la vida de los niños. Jesús reprende a los discípulos diciendo: “Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos”. A Jesús no le importa transgredir las normas que impedían la fraternidad y la acogida que había que reservar a los pequeños. La nueva experiencia de Dios como Padre marcó la vida de Jesús y le dio una mirada nueva para percibir y valorar la relación entre las personas. Jesús se coloca del lado de los pequeños, de los excluidos y asume su defensa. Impresiona cuando se junta todo lo que la Biblia informa sobre las actitudes de Jesús en defensa de la vida de los niños, de los pequeños:
a) Agradecer por el Reino presente en los pequeños. La alegría de Jesús es grande, cuando percibe que los niños, los pequeños, entienden las cosas del Reino que él anunciaba a la gente. “Padre, ¡yo te agradezco!” (Mt 11,25-26) Jesús reconoce que los pequeños entienden del Reino más que los doctores!
b) Defender el derecho a gritar. Cuando Jesús, al entrar en el Templo, derribó las mesas de los mercaderes, eran los niños los que gritaban: “¡Hosanna al hijo de David!” (Mt 21,15). Criticados por los jefes de los sacerdotes y por los escribas, Jesús los defiende y en su defensa invoca las Escrituras (Mt 21,16).
c) Identificarse con los pequeños. Jesús abraza a los niños y se identifica con ellos. Quien recibe a un niño, recibe a Jesús (Mc 9, 37). “En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.” (Mt 25,40).
d) Acoger y no escandalizar. Una de las palabras más duras de Jesús es contra los que causan escándalo a los pequeños, esto es, son el motivo por el cual los pequeños dejan de creer en Dios. Para éstos, mejor sería que le cuelguen una piedra de molino y le hundan en lo profundo del mar (Lc 17,1-2; Mt 18,5-7). Jesús condena el sistema, tanto político como religioso, que es el motivo por el cual la gente humilde, los niños, pierden su fe en Dios.
e) Volverse como niños. Jesús pide que los discípulos se vuelvan como niños y acepten el Reino como niños. Sin eso, no es posible entrar en el Reino (Lc 9,46-48). ¡Coloca a los niños como profesores de adultos! Lo cual no es normal. Acostumbramos hacer lo contrario.
f) Acoger y tocar. (El evangelio de hoy). Las madres con niños se acercan a Jesús para pedir la bendición. Los apóstoles reaccionan y los alejan. Jesús corrige a los adultos y acoge a las madres con los niños. Los toca y les da un abrazo. “¡Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis!” (Mc 10,13-16; Mt 19,13-15). Dentro de las normas de la época, tanto las madres como los niños pequeños, todos ellos vivían prácticamente, en un estado de impureza legal. ¡Tocarlos significaba contraer impureza! Jesús no se incomoda.
g) Acoger y curar. Son muchos los niños y los jóvenes que acoge, cura y resucita: la hija de Jairo, de 12 años (Mc 5,41-42), la hija de la mujer Cananea (Mc 7,29-30), el hijo de la viuda de Naim (Lc 7,14-15), el niño epiléptico (Mc 9,25-26), el hijo del Centurión (Lc 7,9-10), el hijo del funcionario público(Jo 4,50), el niño de los cinco panes y de los dos peces (Jn 6,9).
4) Para la relación personal
• Niños: ¿Qué has aprendido de los niños a lo largo de tu vida? ¿Qué han aprendido los niños de ti sobre Dios y sobre la vida?
• ¿Qué imagen de Dios irradio para los niños? ¿La de un Dios severo, bondadoso, distante o ausente?
5) Oración final
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro,
renueva en mi interior un espíritu firme;
no me rechaces lejos de tu rostro,
no retires de mí tu santo espíritu. (Sal 51,12-13)

Lectio Divina: Domingo, 14 de agosto, 2016: Evangelio según san Lucas 12, 49-59. (20° Domingo del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)


Lectio Divina: 
 Domingo, 14 Agosto, 2016

Atención a los acontecimientos.

Jesús enseña a leer los signos de los tiempos

Oración inicial
Shadai, Dios de la montaña,
que haces de nuestra frágil vida
la roca de tu morada,
conduce nuestra mente
a golpear la roca del desierto,
para que brote el agua para nuestra sed.
La pobreza de nuestro sentir
nos cubra como un manto en la obscuridad de la noche
y abra el corazón, para acoger el eco del Silencio
y así el alba,
envolviéndonos en la nueva luz matutina,
nos lleve con las cenizas consumadas por el fuego de los pastores del Absoluto,
que han vigilado por nosotros junto al Divino Maestro,
al sabor de la santa memoria. 
1. LECTIO 

a) El texto: 
Evangelio según san Lucas 12, 49-59.
49 «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya hubiera prendido! 50 Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!
51 «¿Creéis que estoy aquí para poner paz en la tierra? No, os lo aseguro, sino división. 52 Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; 53 estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»
54 Decía también a la gente: «Cuando veis que una nube se levanta por occidente, al momento decís: `Va a llover', y así sucede. 55 Y cuando sopla el sur, decís: `Viene bochorno', y así sucede. 56 ¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo?
57 «¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? 58Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.» 
Palabra del Señor
b ) Momento de silencio:
Dejamos que la voz del Verbo resuene en nosotros. 

  Continúa

Lectio Divina: Jueves, 11 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 18,21-19,1. (- 19ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina
Jueves, 11 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre; aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 18,21-19,1
Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?» Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.» «Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: `Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré.' Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó ir y le perdonó la deuda. Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: `Paga lo que debes.' Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: `Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré.' Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: `Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste.¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?' Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.»
Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• En el evangelio de ayer oímos las palabras de Jesús sobre la corrección fraterna (Mt 18,15-20). En el evangelio de hoy (Mt 18,21-39) el asunto central es el perdón y la reconciliación.
• Mateo 18,21-22: ¡Perdonar setenta veces siete! Ante las palabras de Jesús sobre la corrección fraterna y la reconciliación, Pedro pregunta: “¿Cuántas veces tengo que perdonar? ¿Siete veces?” Siete es un número que indica una perfección y, en el caso de la propuesta de Pedro, siete es sinónimo de siempre. Pero Jesús va más lejos. Elimina todo y cualquier posible límite para el perdón: "¡No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete!” Es como si dijera: “¡Siempre, no! Pedro, sino setenta veces siempre!” Pues no hay proporción entre el amor de Dios para con nosotros y nuestro amor para con el hermano. Aquí se evoca el episodio de Lamec del AT. “Dijo, pues, Lamec a sus mujeres Ada y Selía: ‘Escúchenme ustedes, mujeres de Lamec, pongan atención a mis palabras: yo he muerto a un hombre por la herida que me hizo y a un muchacho por un moratón que recibí. Si Caín ha de ser vengado siete veces, Lamec ha de serlo setenta siete veces" (Gén 4,23-24). La tarea de las comunidades es la de invertir el proceso de la espiral de violencia. Para esclarecer su respuesta a Pedro, Jesús cuenta la parábola del perdón sin límite.
• Mateo 18,23-27: La actitud del dueño. Esta parábola es una alegoría, esto es, Jesús habla de un dueño, pero piensa en Dios. Esto explica los contrastes enormes de ésta parábola. Como veremos, a pesar de que se trata de cosas normales y diarias, existe algo en esta historia que no acontece nunca en la vida cotidiana. En la historia que Jesús cuenta, el dueño sigue las normas del derecho de la época. Estaba en su derecho si tomaba a un empleado y a toda su familia y lo ponía en la cárcel hasta que hubiera pagado su deuda por el trabajo como esclavo. Pero ante la petición del empleado endeudado, el dueño perdona la deuda: diez mil talentos. Un talento equivale a 35 kg. Según los cálculos hechos, diez mil talentos equivalen a 350 toneladas de oro. Aunque el deudor junto con su mujer y sus hijos hubiesen trabajado la vida entera, no hubieran sido nunca capaces de reunir 350 toneladas de oro. El cálculo extremo está hecho a propósito. Nuestra deuda ante Dios es incalculable e impagable. 
• Mateo 18,28-31: La actitud el empleado. Al salir de allí, el empleado perdonado encuentra a uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Agarrándole, le decía: ‘Paga lo que debes'. La moneda de cien denarios es el salario de cien días de trabajo. Algunos calculan que era de 30 gramos de oro. ¡No existe medio de comparación entre los dos! Ni tampoco nos hace entender la actitud del empleado: Dios le perdona 350 toneladas de oro y él no quiere perdonarle 30 gramos de oro. En vez de perdonar, hace con el compañero lo que el dueño podía haber hecho, pero no hizo. Mandó a la cárcel al compañero, según las normas de la ley, hasta que pagara toda la deuda. Actitud chocante para cualquier ser humano. Choca a los otros compañeros. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Nosotros también hubiéramos tenido la misma actitud de desaprobación. 
• Mateo 18,32-35: La actitud de Dios. “Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: `Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?' Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía.” Ante el amor de Dios que perdona gratuitamente nuestra deuda de 350 toneladas de oro, es nada más que justo que perdonemos al hermano una pequeña deuda de 30 gramos de oro. ¡El perdón de Dios es sin límites. El único limite para la gratuidad de misericordia de Dios viene de nosotros mismos, de nuestra incapacidad de perdonar al hermano! (Mt 18,34). Es lo que decimos y pedimos en el Padre Nuestro: “Perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros personamos a los que nos ofenden” (Mt 6,12-15).
La comunidad como espacio alternativo de solidaridad y fraternidad. La sociedad del Imperio Romano era dura y sin corazón, sin espacio para los pequeños. Estos buscaban un amparo para el corazón y no lo encontraban. Las sinagogas eran exigentes y no ofrecían un lugar para ellos. En la comunidad cristianas, el rigor de algunos en la observancia de la Ley, llevaba a la convivencia los mismos criterios de la sociedad y de la sinagoga. Así, en la comunidad empezaban a haber divisiones que existían en la sociedad y en la sinagoga entre rico y pobre, dominación y sumisión, hombre y mujer, raza y religión. La comunidad, en vez de ser un espacio de acogida, se volvía un lugar de condena. Juntando las palabras de Jesús, Mateo quiere iluminar la caminada de los seguidores y de las seguidoras de Jesús, para que las comunidades sean un espacio alternativo de solidaridad y de fraternidad. Deben ser una Buena Noticia para los pobres.
4) Para la reflexión personal
• Perdonar. Hay gente que dice: “¡Perdono, pero no olvido!” ¿Y yo? ¿Soy capaz de imitar a Dios?
• Jesús nos da el ejemplo. En la hora de su muerte pide perdón pos sus asesinos (Lc 23,34). ¿Soy capaz de imitar a Jesús?
5) Oración final
¡De la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre de Yahvé!
¡Excelso sobre los pueblos Yahvé,
más alta que los cielos su gloria! (Sal 113,3-4)

Lectio Divina: Miércoles, 10 de agosto, 2016: Evangelio según san Juan 12,24-26. (- 19ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Miércoles, 10 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre; aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor.
2) Lectura Del santo Evangelio según Juan 12,24-26
En verdad, en verdad os digo:
si el grano de trigo no cae en tierra y muere,
queda él solo;
pero si muere,
da mucho fruto.
El que ama su vida, la pierde;
y el que odia su vida en este mundo,
la guardará para una vida eterna.
Si alguno me sirve, que me siga,
y donde yo esté, allí estará también mi servidor.
Si alguno me sirve, el Padre le honrará.
Palabra del Señor
3) Reflexión• El pasaje contiene palabras solemnes y cruciales sobre el modo en que la misión de Jesús y de sus discípulos “produce mucho fruto”. Pero esta declaración solemne y central de Jesús, “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto” (v.24) está incluida en el contexto de 12,12-36 donde se narra el encuentro de Jesús como mesías con Israel y el rechazo de su propuesta mesiánica por parte de éste. ¿Cuáles son los temas principales que describen el mesianismo de Jesús? Los judíos esperaban un mesías bajo la apariencia de un rey poderoso que continuaría el estilo real de David y restituiría a Israel su pasado glorioso. Sin embargo Jesús pone en el centro de su mesianismo la donación de su vida y la posibilidad dada al hombre de poder aceptar el proyecto de Dios sobre la misma.
• Historia de una semilla. Jesús presenta, con una mini-parábola, la donación de su vida, característica crucial de su mesianismo. El acontecimiento central y decisivo de su vida lo describe recurriendo al ambiente, del cual toma las imágines con el fin de que su palabras resulten interesantes y cercanas. Se trata de la historia de una semilla, una pequeña parábola para comunicarse con la gente de manera sencilla y transparente: la semilla empieza su itinerario en los oscuros meandros de la tierra donde se ahoga y se pudre, pero en primavera se convierte en un tallo verde y en verano en una espiga repleta de granos. La parábola tiene dos puntos focales: producir mucho fruto y encontrar la vida eterna. Los Primeros Padres de la Iglesia han visto en la semilla que se hunde en la oscuridad de la tierra una alusión a la Encarnación del Hijo de Dios. Parecería que la fuerza vital de la semilla está destinada a perderse en la tierra ya que la semilla se pudre y muere. Mas he aquí después la sorpresa de la naturaleza: cuando se doran las espigas en el verano, se revela el secreto profundo de aquella muerte. Jesús sabe que la muerte está a punto de cernirse sobre su persona, pero sin embargo no la ve como una bestia feroz que devora. Es verdad que ella tiene las características de las tinieblas y del desgarramiento, pero Jesús posee la fuerza secreta propia del parto, un misterio de fecundidad y de vida. A la luz de esta visión se comprende otra expresión de Jesús: “El que ama su vida la perderá y el que odia su vida en este mundo la conservará para la vida eterna”. El que considera la propia vida como una posesión fría vivida en el propio egoísmo es como una semilla cerrada en sí misma y sin perspectivas de vida. Sin embargo, el que “odia su vida”, expresión semítica muy incisiva para indicar la renuncia a realizarse únicamente a sí mismo, descentra el eje que mantiene el sentido de la existencia hacia la donación a los demás; sólo así se vuelve creativa la vida y pasa a ser fuente de paz, de felicidad y de vida. Es la realidad de la semilla que germina. Pero el lector podrá extraer de la mini-parábola otra riqueza, la dimensión “pascual”. Jesús es consciente de que para conducir la humanidad a la meta de la vida divina, él debe pasar por la vía estrecha de la muerte en cruz. El discípulo que sigue la estela de esta vía afronta su “hora”, la hora de la muerte, con la seguridad de que ésta lo introducirá en la vida eterna, es decir, a la comunión con Dios.
• Síntesis. La historia de la semilla es morir para multiplicarse; su función es hacer un servicio a la vida. El anonadamiento de Jesús es comparable a la semilla de vida sepultada en la tierra. En la vida de Jesús, amar es servir y servir es perderse en la vida de los demás, morir a sí mismo para dar vida. Jesús, mientras se aproxima su “hora”, el momento decisivo de su misión, promete a los suyos la seguridad de una consolación y de una alegría sin fin, aunque vaya acompañada de todo tipo de perturbación. Él pone el ejemplo de la semilla que se ha de pudrir y el de la mujer que ha de parir con dolor. Cristo ha elegido la cruz para él y para los suyos: el que quiera ser discípulo suyo está llamado a compartir su propio itinerario. Él habló siempre con radicalidad a sus discípulos: “El que quiera salvar la propia vida la perderá. El que la pierda por mí la salvará” (Lc 9,24).
4) Para la reflexión personal• ¿Es tu vida expresión de la donación de ti mismo? ¿Eres una semilla de amor que produce amor? ¿Eres consciente de que para ser semilla de alegría, la alegría de los trigales, es necesario el momento de la siembra?
• ¿Crees poder decir que has elegido seguir al Señor si después no abrazas la cruz con él? Cuando en ti se desencadena la lucha entre el “sí” y el “no”, entre el valor y la duda, entre la fe y la incredulidad, entre el amor y el egoísmo, ¿te sientes turbado pensando que estas tentaciones no son propias del que sigue a Jesús?
5) Oración finalFeliz el hombre que se apiada y presta,
y arregla rectamente sus asuntos.
Nunca verá su existencia amenazada,
el justo dejará un recuerdo estable. (Sal 112,5-6)

Lectio Divina: Martes, 9 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 25,1-13. (- 19ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Martes, 9 Agosto, 2016

1) Oración inicial
Señor, Dios de nuestros padres en la fe, infúndenos copiosamente la fuerza de la cruz, con la que enriqueciste de modo admirable a Santa Teresa Benedicta en la hora del martirio; concédenos por su intercesión, buscarte sin descanso a ti que eres la suma Verdad, y mantener con lealtad hasta la muerte la alianza eterna del amor, sellada con la sangre de tu Hijo para la salvación de la humanidad.

2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 25,1-13.
«Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: `¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!' Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: `Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan.' Pero las prudentes replicaron: `No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis.' Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: `¡Señor, señor, ábrenos!' Pero él respondió: `En verdad os digo que no os conozco.' Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.
Palabra del Señor

3) Reflexión
• Hoy es la fiesta de Santa Edith Stein que en el Carmelo tomó el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz. Por esto, el evangelio de hoy trae la parábola de las diez vírgenes que debían dar la bienvenida al novio cuando llegara para las fiestas de la boda.
• Mateo 25,1ª: El comienzo: “Entonces”. La parábola empieza con esta palabra: “Entonces”. Se trata de la venida del Hijo del Hombre (cf Mt 24,37). Nadie sabe cuándo va a venir ese día, “ni los ángeles, ni el hijo mismo, sino que solamente el Padre” (Mt 24, 36). No importa que los adivinos quieran hacer cálculos. El Hijo del Hombre vendrá de sorpresa, cuando la gente menos lo espera (Mt 24,44). Puede ser hoy, puede ser mañana. Por esto, el recado final de la parábola de las diez vírgenes es “¡Vigilad!’ Las diez muchachas deben estar preparadas para cualquier eventualidad. Cuando la policía nazista llamó a la puerta del monasterio de las Carmelitas en Echt en la provincia de Limburgia en los Países Bajos, Edith Stein, la hermana Teresa Benedicta de la Cruz, estaba preparada. Asumió la Cruz y siguió para el martirio en el campo de exterminio por amor a Dios y a su gente. Era una de las vírgenes prudentes de la parábola.
• Mateo 25,1b-4: Las diez vírgenes preparadas para aguardar al novio. La parábola empieza así: “El Reino del Cielo es como diez vírgenes que prepararon sus lámparas y salieron al encuentro del novio”. Se trata de muchachas que debían acompañar al novio para la fiesta de la boda. Para esto, ellas debían llevar consigo las lámparas, sea para iluminar el camino, sea para iluminar la fiesta. Cinco de ellas eran prudentes y cinco eran sin fundamento. Esta diferencia aparece con claridad en la manera en que se preparan para la función que recibirán. Junto con las lámparas encendidas, las previdentes llevaron consigo también una vasija de aceite de reserva. Se preparaban para cualquier eventualidad. Las vírgenes sin fundamento se llevaron sólo las lámparas, sin pensar en llevarse un poco de aceite de reserva.
• Mateo 25,5-7: El retraso no previsto de la llegada del novio. El novio se demora. No había una hora determinada para que llegara. En la espera, el sueño se apodera de las muchachas, sin embargo las lámpara siguen gastando aceite e se van apagando poco a poco. De repente, en medio de la noche, se oye un grito: “¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!”. Todas ellas despiertan y empiezan a preparar las lámparas que ya estaban casi al final. Debían de poner el aceite de reserva para evitar que las lámparas se apagaran.
• Mateo 25,8-9: Las diversas reacciones ante la llegada atrasada del novio. Solamente ahora las necias se dan cuenta de que olvidaron llevar consigo el aceite de reserva. Fueron a pedir aceite a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan”. Las prudentes no pudieron atender este pedido, pues en aquel momento lo que importaba no era que las prudentes compartieran su aceite con las otras, sino que estuvieran listas para acompañar al novio hasta el lugar de la fiesta. Por esto aconsejan: ‘es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis.'
• Mateo 25,10-12: El destino de las vírgenes prudentes y de las necias. Las necias siguen el consejo de las prudentes y van a comprar aceite. Durante esta breve ausencia de la compra llega el novio y las prudentes pueden acompañarlo a la fiesta de las bodas. Y la puerta se cierra detrás de ellas. Cuando llegan las otras, llaman a la puerta y piden: “¡Señor, Señor, abre la puerta para nosotras!” Y reciben la respuesta: “En verdad os digo que no os conozco”.
• Mateo 25,13: La recomendación final de Jesús para todos nosotros. La historia de esta parábola es muy sencilla y la lección es evidente. “Velad, pues, porque no sabéis, ni el día, ni la hora”. Moral de la historia: no seas superficial, mira más allá del momento presente, trata de descubrir el llamado de Dios hasta en las mínimas cosas de la vida, hasta en el aceite que falta en la lámpara.’

4) Para la reflexión personal
• ¿Te ocurrió ya de pensar en el aceite de reserva de tu lámpara?
• ¿Conoces la vida de Santa Edith Stein, Teresa Benedicta de la Cruz?

5) Oración final
Bendeciré en todo tiempo a Yahvé,
sin cesar en mi boca su alabanza;
en Yahvé se gloría mi ser,
¡que lo oigan los humildes y se alegren. (Sal 34,2-3)

domingo, 7 de agosto de 2016

Lectio Divina: Lunes, 8 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 17,22-27. (- 19ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Lunes, 8 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre; aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 17,22-27
Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará.» Y se entristecieron mucho.
Cuando entraron en Cafarnaún, se acercaron a Pedro los que cobraban las didracmas y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro las didracmas?» Dice él: «Sí.» Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?» Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• Los cinco versículos del evangelio de hoy hablan de dos asuntos bien diferentes el uno del otro: 
(a) Traen el segundo anuncio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús (Mt 17,22-23): 
(b) Informan sobre la conversación de Jesús con Pedro sobre el pago de los impuestos y de las tasas al templo (Mt 17,24-27).

• Mateo 17,22-23: El anuncio de la muerte y resurrección de Jesús. El primer anuncio (Mt 16,21) había provocado una fuerte reacción de parte de Pedro que no quiso saber nada del sufrimiento de la cruz. Jesús había respondido con la misma fuerza: “¡Lejos de mí, satanás!” (Mt 16,23) Aquí, en el segundo anuncio, la reacción de los discípulos es más blanda, menos agresiva. El anuncio provoca tristeza. Parece que empiezan a comprender que la cruz forma parte del camino. La proximidad de la muerte y del sufrimiento pesa en ellos, generando desánimo. Aunque Jesús procurara ayudarlos, la resistencia de siglos contra la idea de un mesías crucificado era mayor. 
• Mateo 17,24-25a: La pregunta a Pedro, de los recaudadores de impuestos. Cuando llegan a Cafarnaún, los recaudadores del impuesto del Templo preguntan a Pedro: "¿No paga vuestro maestro las didracmas?" Pedro responde: “¡Sí!” Desde los tiempos de Nehemías, (Sig V aC), los judíos que habían vuelto de la esclavitud de Babilonia, se comprometieron solemnemente en la asamblea a pagar diversos impuestos y tasas para que el culto en el Templo pudiera seguir funcionando y para cuidar la manutención tanto del servicio sacerdotal como del edificio del Templo (Ne 10,33-40). Por lo que se ve en la respuesta de Pedro, Jesús pagaba este impuesto como lo hacían todos los demás judíos. 
• Mateo 17,25b-26: La pregunta de Jesús a Pedro sobre el impuesto. Es curiosa la conversación entre Jesús y Pedro. Cuando llegan a casa, Jesús pregunta: "Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?" Pedro respondió: "¡De los extraños!" Entonces Jesús dice: "¡Por tanto, libres están los hijos!” Probablemente, aquí se refleja una discusión entre los judíos cristianos antes de la destrucción del Templo en el año 70. Ellos se preguntaban si debían o no seguir pagando el impuesto del Templo, como hacían antes. Por la respuesta de Jesús, descubren que no hay obligación de pagar ese impuesto: “Libres están los hijos”. Los hijos son los cristianos. Pero aún sin tener obligación, la recomendación de Jesús es pagar para no provocar escándalo. 
• Mateo 17,27: La conclusión de la conversación sobre el pago del impuesto. Más curiosa que la conversación es la solución que Jesús da a la cuestión. Dice a Pedro: “Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti ". ¡Milagro curioso! Tan curioso como aquel de los 2000 puercos que se precipitaron en la mar (Mc 5,13). Cualquiera que sea la interpretación de este hecho milagroso, esta manera de solucionar el problema sugiere que se trata de un asunto que no tiene mucha importancia para Jesús.
4) Para la reflexión personal
• El sufrimiento y la cruz desaniman y entristecen a los discípulos. ¿Ha ocurrido también en tu vida?
• ¿Cómo entiendes el episodio de la moneda encontrada en la boca del pez?
5) Oración final
¡Alabad a Yahvé desde el cielo, alabadlo en las alturas,
alabadlo, todos sus ángeles, todas sus huestes, alabadlo! (Sal 148,1-2)

Lectio Divina: Viernes, 5 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 16,24-28. (- 18ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Viernes, 5 Agosto, 2016

1) Oración inicial
Ven, Señor, en ayuda de tus hijos; derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, y renueva y protege la obra de tus manos en favor de los que te alaban como creador y como guía. Por nuestro Señor.

2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 16,24-28
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?
«Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Yo os aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino.»
Palabra del Señor

3) Reflexión
• Los cinco versículos del evangelio de hoy son la continuidad de las palabras de Jesús a Pedro que meditamos ayer. Jesús no esconde ni ablanda las exigencias del discipulado. No permite que Pedro tome la delantera y le pone en su sitio: “¡Quítate de mi vista!” El evangelio de hoy explicita estas exigencias para todos nosotros.

• Mateo 16,24: Tome su cruz y me siga. Jesús saca las conclusiones que valen hasta hoy: "Si alguien quiere seguirme, renuncie a si mismo, tome su cruz y me siga”. En aquel tiempo, la cruz era la pena de muerte que el imperio romano imponía a los marginados y a los bandidos. Tomar la cruz y cargarla detrás de Jesús era lo mismo que aceptar el ser marginado por el sistema injusto que legitimaba la injusticia. La Cruz no es fatalismo, ni exigencia del Padre. La Cruz es consecuencia del compromiso libremente asumido por Jesús: revelar la Buena Nueva de que Dios es Padre y que, por tanto, todos y todas deben ser aceptados y tratados como hermanos y hermanas. A causa de este anuncio revolucionario, Jesús fue perseguido y no tuvo miedo a dar su vida. No hay prueba de amor más grande que dar la vida por los hermanos (Jn 15,13). El testimonio de Pablo en la carta a los Gálatas muestra el alcance de todo esto: “Por mí, no quiero sentirme orgulloso de nada, sino de la cruz de Cristo Jesús, nuestro Señor. Por él el mundo ha sido crucificado para mí, y yo, para el mundo”. (Gal 6,14) Y termina aludiendo a las cicatrices de las torturas que sufrió: “Que nadie pues me venga a molestar. Yo, por mi parte, llevo en mi cuerpo las señas de Jesús” (Gal 6,17).

• Mateo 16,25-26: Quien pierde la vida por causa mía la encontrará. Estos dos versículos explicitan valores humanos universales que confirman la experiencia de muchos, cristianos y no cristianos. Salvar la vida, perder la vida, encontrar la vida. La experiencia de muchos enseña lo siguiente: Quien corre tras los bienes y la riqueza no queda nunca saciado. Quien se entrega a los demás olvidándose de sí, siente una gran felicidad. Es la experiencia de las madres que se entregan, y de mucha gente que no piensa en sí, sino en los demás. Muchos hacen y viven así casi por instinto, como algo que viene del fondo del alma. Otros hacen así, porque tuvieron una experiencia dolorosa de frustración que los llevó a mudar de actitud. Jesús tiene razón en decir: Quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará”. Importante es el motivo: “por mí”, o como dice en otro lugar: “por causa del Evangelio” (Mc 8,35). Y termina: “Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?” Esta última frase evoca el salmo que dice que nadie es capaz de pagar el precio de rescate de la vida: “comprada su vida nadie tiene, ni a Dios puede, con plata sobornarlo, pues es muy caro el precio de la vida. ¿Vivir piensa por siempre, o cree que no iré a la fosa un día?”. (Sal 49,8-10).

• Mateo 16,27-28: El Hijo del Hombre, dará a cada uno según su conducta. Estos dos versículos se refieren a la esperanza del pueblo con relación a la venida del Hijo del Hombre al final de los tiempos como juez de la humanidad, como presentado en la visión del profeta Daniel (Dn 7,13-14). El primer versículo dice: “El Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta” (Mt 16,27). En esta frase se habla de la justicia del Juez. Cada uno recibirá según su propia conducta. El segundo versículo dice: “Yo os aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino”. (Mt 16,28). Esta frase es un aviso para ayudar a percibir la venida de Jesús como Juez en los hechos de la vida. Algunos pensaban que Jesús vendría luego (1Ts 4,15-18). Jesús, de hecho, ya estaba presente en las personas, sobre todo en los pobres. Pero ellos no lo percibieron. Jesús mismo había dicho: “Cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicieron conmigo!” (Mt 25,34-45)

4) Para la reflexión personal
• Quien pierde la vida, la gana. ¿Cuál es la experiencia que tengo en este punto?
• Las palabras de Pablo: ““Por mí, no quiero sentirme orgulloso de nada, sino de la cruz de Cristo Jesús, nuestro Señor. Por él el mundo ha sido crucificado para mí, y yo, para el mundo”.¿Tengo valor para repetirlas en mi vida?

5) Oración final
Ensalzad conmigo a Yahvé,
exaltemos juntos su nombre.
Consulté a Yahvé y me respondió:
me libró de todos mis temores. (Sal 34,4-5)