viernes, 8 de abril de 2016

"La falta de esperanza es una trampa que nos encierra en nosotros mismos". Papa Francisco

"Si no tenemos un encuentro verdadero con el Cristo vivo y resucitado permanecemos tristes, sin esperanza y encerrados en nosotros mismos. Abramos en cambio al Señor nuestros sepulcros sellados, para que Jesús entre y los llene de vida". "La falta de esperanza es una trampa que nos encierra en nosotros mismos".
"Que el Señor nos libre de esta terrible trampa de ser cristianos sin esperanza, que viven como si el Señor no hubiera resucitado y como si nuestros problemas fueran el centro de la vida".
Papa Francisco.