viernes, 6 de marzo de 2015

«Hay que orar no para dejar de ser tentado –cosa imposible- sino para no ser enredados por la tentación, como sucede a los que son atrapados y vencidos por ella».

«Hay que orar no para dejar de ser tentado –cosa imposible- sino para no ser enredados por la tentación, como sucede a los que son atrapados y vencidos por ella». 
(Origenes, Tratado sobre la oración, 29).