PAPA FRANCISCO
“Yo quisiera pedir al Señor que nos de a todos la gracia de
cuidar un poquito
más la lengua respecto a lo que decimos de los demás. Es una
pequeña
penitencia pero da buenos frutos. Uno a veces se queda con
hambre, dice:
ay, que lástima, no saboree el fruto de un comentario sabroso
contra otro.
Pero a la larga esa hambre fructifica y nos hace bien. Pedirle al
Señor esa
gracia de ajustar nuestra vida a esta nueva ley, que es ley de la
mansedumbre, ley del amor, ley de la paz y entonces al menos podar
un poquito
nuestra lengua, podar un poquito los comentarios que
hacemos de los demás o las
explosiones que nos llevan al insulto o
a los enojos fáciles. Que el Señor a
todos nos conceda esta gracia”.