Lectio Divina: Lunes, 1 de agosto, 2016: Evangelio según san Mateo 14,13-21. (- 18ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Lunes, 1 Agosto, 2016
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial Ven, Señor, en ayuda de tus hijos; derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, y renueva y protege la obra de tus manos en favor de los que te alaban como creador y como guía. Por nuestro Señor.
2) Lectura 
Del santo Evangelio según Mateo 14,13-21
Al oírlo Jesús, se retiró de allí en una barca, aparte, a un lugar solitario. En cuanto lo supieron las gentes, le siguieron a pie de las ciudades. Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos y curó a sus enfermos.
Al atardecer se le acercaron los discípulos diciendo: «El lugar está deshabitado, y la hora es ya pasada. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida.» Mas Jesús les dijo: «No tienen por qué marcharse; dadles vosotros de comer.» Dícenle ellos: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.» Él dijo: «Traédmelos acá.» Y ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiéndolos, dio los panes a los discípulos y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos. Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Palabra del Señor

3) Reflexión
• El cap. 14 de Mateo, que incluye el relato de la multiplicación de los panes, propone un itinerario que conduce al lector al descubrimiento progresivo de la fe en Jesús: va desde la falta de fe por parte de los paisanos de Jesús al reconocimiento del Hijo de Dios pasando por el don del pan. Los conciudadanos de Jesús están maravillados por su sabiduría, pero no comprenden que ésta actúa a través de sus obras. Teniendo incluso un conocimiento directo de la familia de Jesús, de su madre, hermanos y hermanas, no acaban de aceptar en Jesús sino su condición humana solamente: es el hijo del carpintero. Incomprendido en su patria, de ahora en adelante Jesús vivirá en medio de su pueblo al que dedicará toda su atención y solidaridad, curando y alimentando a las multitudes.
• Dinámica de la narración. Mateo narra acuradamente el episodio de la multiplicación del pan. El episodio está recluido entre dos expresiones de transición en las que se dice que Jesús se retira “aparte” de las muchedumbres, de los discípulos, de la barca (vv.13-14; vv.22-23). El v.13 no sólo sirve como transición sino que ofrece el motivo por el que Jesús se halla en un lugar desierto. Esta estrategia sirve para concretar el ambiente en el que tiene lugar el milagro. El evangelista centra el relato en la muchedumbre y en la actitud de Jesús respecto a la misma.
• Jesús se conmueve en su interior. En el momento en que llega, Jesús se encuentra con una muchedumbre que lo espera; al ver a las muchedumbres se conmueve y cura a sus enfermos. Es una muchedumbre “cansaba y abatida como ovejas sin pastor” (9,36; 20,34) El verbo que expresa la compasión de Jesús es verdaderamente expresivo: a Jesús “se le hace pedazos el corazón”; corresponde al verbo hebreo que expresa el amor visceral de la madre. Es el mismo sentimiento que tuvo Jesús ante la tumba de Lázaro (Jn 11,38). La compasión es el aspecto subjetivo de la experiencia de Jesús, que se hace efectiva con el don del pan.
• El don del pan. El relato de la multiplicación de los panes se abre con una expresión, “al atardecer” (v.15) que también introduce el relato de la última cena (Mt 26,20) y el de la sepultura de Jesús (Mt 27,57). Por la tarde, pues, invita Jesús a los apóstoles a dar de comer a la multitud. En medio del desierto lejano de las aldeas y de las ciudades. Jesús y los discípulos se hallan ante un problema humano muy fuerte: dar de comer a la numerosa multitud que sigue a Jesús. Pero ellos no pueden abastecer las necesidades materiales de la muchedumbre sin el poder de Jesús. Su inmediata respuesta es mandarlos a casa. Ante los límites humanos, Jesús interviene y realiza el milagro saciando a todos los que lo siguen. Dar de comer es aquí la respuesta de Jesús, de su corazón que se hace pedazos ante una necesidad humana muy concreta. El don del pan no sólo es suficiente para saciar a la multitud, sino que es tan abundante que hay que recoger las sobras. En el v.19b aparece que Mateo dio un significado eucarístico al episodio de la multiplicación de los panes: “y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio a los discípulos”; el papel de los discípulos también queda muy evidente en la función de mediación entre Jesús y la multitud: “y los discípulos lo distribuyeron a la gente” (v.19c). Los gestos que acompañan al milagro son idénticos a los que Jesús adoptará más tarde en la “noche en que fue entregado”: levanta los ojos, bendice el pan, lo parte. De aquí se deduce el valor simbólico del milagro: puede considerarse una anticipación de la eucaristía. Además, dar de comer a la multitud por parte de Jesús es un “signo” de que él es el mesías y de que prepara un banquete de fiesta para toda la humanidad. De Jesús, que distribuye los panes, aprenden los discípulos el valor del compartir. Es un gesto simbólico que contiene un hecho real que va más allá del episodio mismo y se proyecta hacia el futuro: el don de nuestra eucaristía diaria, en la que revivimos aquel gesto del pan partido, es necesario que sea reiterado a lo largo de la jornada.
4) Para la reflexión personal
• ¿Te esfuerzas por realizar gestos de solidaridad hacia los que están cerca de tí compartiendo el camino de la vida? Ante los problemas concretos de tus amigos o parientes, ¿sabes ofrecer tu ayuda y tu disponibilidad a colaborar para encontrar vías de solución?
• Jesús, antes de partir el pan, eleva los ojos al cielo: ¿sabes tú dar gracias al Señor por el don diario del pan? ¿Sabes compartir tus bienes con los demás, especialmente con los pobres?
5) Oración final
Aléjame del camino de la mentira
y dame la gracia de tu ley.
No apartes de mi boca la palabra veraz,
pues tengo esperanza en tus mandamientos. (Sal 119,29.43)

ORACIÓN DE UNA MADRE POR SUS HIJOS.


Padre eterno y misericordioso,
Fuente de todo consuelo,
Te ruego por los hijos
Que me has regalado.
Tú que ya pensaste en ellos
Antes de la creación del mundo
Y que los quieres mucho más que yo,
Bendícelos siempre,
Envía a tus Ángeles
Para que sus pies no tropiecen
Y no les dejes caer en la tentación de la droga y de la violencia.
Señor Jesucristo,
Que quisiste nacer en una familia,
Por tu bendita Madre, la Virgen María,
Que tanto sufrió al verte en la Cruz,
Apiádate de mis lágrimas y mis sufrimientos
Y concede a mis hijos
Una Fe firme que vale más que el oro y el dinero
Y una vida honesta lejos de toda corrupción.
Espíritu Santo,
Sé para mi amados hijos
Brisa suave que alivie sus penas y sus miedos,
Fuego que queme todos sus pensamientos negativos
Y Maestro que les enseñe a orar y leer la Palabra,
Para que nunca se desvíen del camino del Bien
Y un día podamos sentarnos juntos
En el banquete del Reino
Que dura para siempre.

Amén

ORACIÓN DE UN PADRE POR SUS HIJOS.


Señor, Padre todopoderoso, 
te doy gracias por haberme hecho hombre,
esposo y padre de familia,
y por haberme regalado estos hijos.
Mis hijos son una alegría para mí,
y las preocupaciones,
temores y fatigas
que me cuestan,
las acepto con serenidad y confianza en Ti..
Desde toda la eternidad
tú los conocías y amabas.
Ayúdame a amarlos sinceramente.
Dame sabiduría para guiarlos,
paciencia para educarlos,
ternura para corregirlos,
vigilancia para acostumbrarlos al bien
mediante mi ejemplo de cristiano coherente,
esposo fiel y padre atento.
Es tan difícil a veces comprenderlos
ser como ellos me desean, ayudarlos a hacer su camino.
Enséñame Tú, Padre misericordioso,
por los méritos de Jesús
tu Hijo y Señor nuestro.

Amén

jueves, 28 de julio de 2016

VIERNES 29 DE JULIO: SANTA MARTA - ORACIÓN A SANTA MARTA POR LA PROTECCIÓN DE NUESTRA FAMILIA.


Oh Santa Marta, que tantas veces tuviste el honor y la alegría de hospedar a Jesús en el corazón de tu hogar y de tu familia, de prestarle personalmente tus servicios domésticos, y que juntamente con tus santos hermanos Lázaro y María, te alegraste de su divina presencia, sus conversaciones y su doctrina, te pido que ruegues por mí y por mi familia, para que en ella se conserve siempre la paz, el dialogo, el respeto y el amor mutuo, para que todos mis seres queridos vivan según la voluntad del Padre, y para que sólo Dios, y no la discordia y la división reine en mi hogar.
Señor Jesús, por intercesión de santa Marta, libra a mi familia de todo peligro espiritual y físico, cuida de todo mal a mi matrimonio, mis padres, mis hijos, mis hermanos y todos los integrantes de mi familia.
Guía nuestros pasos para que seamos fieles discípulos y testigos tuyos entre nuestros hermanos, creando puentes de fraternidad y unidad.
Amén

Lectio Divina: Viernes, 29 de julio, 2016: Evangelio según san Lucas 10,38-42. (- 17ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Viernes, 29 Julio, 2016
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial ¡Oh Dios!, protector de los que en ti esperan; sin ti nada es fuerte ni santo. Multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros que podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor.
2) Lectura 
Del santo Evangelio según Lucas 10,38-42
Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Al fin, se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• Dinámica del relato. La condición de Jesús de maestro itinerante ofrece a Marta la posibilidad de acogerlo en su casa. La narración presenta la actitud de las dos hermanas: María, sentada, a los pies de Jesús, preocupada por escuchar su palabra; Marta, en cambio, preocupada por preparar los numerosos servicios, se acerca a Jesús protestando por el comportamiento de la hermana. El diálogo entre Jesús y Marta ocupa un amplio espacio de la narración (vv.40b-42): Marta empieza con una pregunta retórica, “¿Señor, no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo?”; después pide que Jesús intervenga y ordene a su hermana que no abandone los trabajos domésticos, “Dile, pues, que me ayude”. Jesús responde con tono afectuoso, expresado en la repetición del nombre “Marta, Marta”: le recuerda que ella está preocupada por “muchas cosas”, que en realidad es necesaria “una sólo” y concluye con una alusión a la hermana que ha escogido la mejor parte, la cual no le será quitada. Lucas construye su relato sobre el contraste de la personalidad diversa de Marta y de María; la primera, preocupada por “muchas” cosas, la segunda hace una cosa sólo, está preocupada por escuchar al Maestro. La función de este contraste es la de subrayar la actitud de María, dedicada a la plena y total escucha del Maestro, con lo que pasa a ser modelo de todo creyente.
• La figura de Marta. Es la que toma la iniciativa de acoger a Jesús en su casa. Al dedicarse a acoger al Maestro, se preocupa con afán de la muchas cosas que se han de preparar y, ante esto, siente la tensión de encontrarse sola. Le agobia tanto trabajo, está ansiosa, vive una gran tensión. Por eso, Marta se “adelanta” y dispara a Jesús una justa petición de ayuda: ¿por qué la hermana la deja sola? Jesús le responde constatando el hecho de que ella está preocupada y tiene el corazón dividido entre el deseo de ofrecer a Jesús una comida digna de su persona y el deseo de dedicarse a escucharlo. Por tanto, Jesús no reprueba el servicio de Marta, sino la angustia con que lo lleva a cabo. Jesús había explicado un poco antes, en la parábola del sembrador, que la semilla caída entre abrojos evoca la situación de los que escuchan la Palabra pero son presa de las preocupaciones (Lc 8,14). En la laboriosidad de Marta no critica Jesús el valor de la acogida a su persona, sino que alerta sobre los riesgos en que se puede caer: el afán y la angustia. También sobre estos riesgos se pronuncia Jesús: “Buscad su reino y lo demás os será dado por añadidura” (Lc 12,31).
• La figura de María. Es la que escucha la Palabra, cosa que se expresa con un pretérito imperfecto, “escuchaba”, indicando una acción continua en la escucha de Jesús. La actitud de María contrasta con el afán y la tensión de la hermana. Jesús dice que María ha escogido “la parte buena”, la escucha de su Palabra. De las palabras de Jesús aprende el lector que no se trata de dos partes, de las cuales una es mejor que la otra, sino que existe sólo la parte buena: escuchar su Palabra. Esta actitud no significa evadirse del propio quehacer o responsabilidad cuotidianos, sólo expresa la necesidad de que la escucha de la Palabra preceda a cualquier servicio o actividad.
• Equilibrio entre acción y contemplación. Lucas presta particular atención a unir escucha de la Palabra y relación con el Señor. No se trata de dividir la jornada en un tiempo dedicado a la oración y otro al servicio, sino que la atención a la Palabra precede y acompaña al servicio. El deseo de escuchar a Dios no se puede suplir por otras actividades: es necesario dedicar cierto tiempo y espacio para buscara al Señor. El compromiso de cultivar la escucha de la Palabra nace de la atención a Dios: todo puede contribuir, el ambiente, el lugar, el tiempo. Pero el deseo de encontrar a Dios debe nacer en el propio corazón. No existen tácticas que te lleven a encontrar a Dios de manera automática. Se trata de un problema de amor: es necesario escuchar a Jesús, estar con Él; entonces se comunica el don y se inicia el enamoramiento. El equilibrio entre escucha y servicio implica a todos los creyentes, tanto en la vida familiar como en la profesional y social: ¿qué hacer para que los bautizados sean perseverantes y alcancen la madurez de la fe? Educarse en la escucha de la Palabra de Dios. Es éste el camino más difícil, pero el más seguro para llegar a la madurez en la fe.
4) Para la reflexión personal
• ¿Sé crear en mi vida situaciones e itinerarios de escucha? ¿Me limito sólo a escuchar la Palabra en la iglesia, o me esfuerzo también en buscar espacios y lugares adecuados para una escucha personal y profunda?
• ¿Te limitas a un consumo privado de la Palabra o eres anunciador de la misma y luz para los demás, no sólo lámpara que ilumina tu propia vida privada?


5) Oración final
Yahvé, ¿quién vivirá en tu tienda?,
¿quién habitará en tu monte santo?
 El de conducta íntegra
que actúa con rectitud. (Sal 15,1-2)

Lectio Divina: Domingo, 31 de julio, 2016: Evangelio según san Lucas 12, 13-21. (18° Domingo del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)


Lectio Divina: 
 Domingo, 31 Julio, 2016

La preocupación por las riquezas

alejan de Dios e impiden servir al prójimo

1. Recojámonos en oración – Statio
Aquí estamos delante de ti, ¡oh Espíritu Santo! Sentimos el peso de nuestras debilidades, pero estamos todos reunidos en tu nombre; ven, asístenos, ven a nuestros corazones; enséñanos tú lo que debemos hacer, muéstranos tú el camino a seguir, realiza en nosotros todo cuanto te pedimos. Tú seas sólo el que nos sugiera y guíe en nuestras decisiones, porque tú sólo con Dios Padre y con su Hijo, tienes un nombre santo y glorioso; no permitas que por nosotros sea dañada la justicia, tú que amas el orden y la paz; no nos desvíe la ignorancia; no nos vuelva parciales la humana simpatía, no seamos influenciados por cargos o personas; tennos sujetos a ti y nunca nos separaremos de la verdad; haz que reunidos en tu santo nombre, sepamos contemplar bondad y ternura juntos, de modo que hagamos todo en armonía contigo, en la esperanza de que por el fiel cumplimiento del deber se nos den los premios eternos . Amén.

2. Lectura orante de la Palabra – Lectio
Del evangelio como lo cuenta Lucas 12, 13-21. 
13 Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.» 14 Él le respondió: «¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?» 15 Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aunque alguien posea abundantes riquezas, éstas no le garantizan la vida.»
16 Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; 17 y pensaba entre sí, diciendo: `¿Qué haré, pues no tengo dónde almacenar mi cosecha?' 18 Y dijo: `Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más grandes, reuniré allí todo mi trigo y mis bienes 19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.' 20Pero Dios le dijo: `¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?' 21 Así es el que atesora riquezas para sí y no se enriquece en orden a Dios.»
Palabra del Señor

Continúa

Lectio Divina: Jueves, 28 de julio, 2016: Evangelio según san Mateo 13,47-53. (- 17ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
Jueves, 28 Julio, 2016 

1) Oración inicial
¡Oh Dios!, protector de los que en ti esperan; sin ti nada es fuerte ni santo. Multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros que podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor.

2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 13,47-53
«También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.» Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas.» Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí.
Palabra del Señor

3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta la última parábola del Sermón de las Parábolas: la historia de la red echada en la mar. Esta parábola se encuentra en el evangelio de Mateo, sin ningún paralelo en los tres otros evangelios.

• Mateo 13,47-48: La parábola de la red echada en la mar. "También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos.”. La historia contada es bien conocida por la gente de Galilea que vive alrededor del lago. Es su trabajo. La historia refleja el final de un día de trabajo. Los pescadores salen al mar con esta única finalidad: echar la red, tomar muchos peces, llevar la red llena hasta la playa, escoger los peces buenos para llevárselos a casa y tirar los que no sirven. Describe la satisfacción del pescador al final de un día de trabajo pesado y cansado. Esta historia tiene que haber producido una sonrisa de satisfacción en el rostro de los pescadores que escuchaban a Jesús. Lo peor es llegar a la playa al final de un día sin haber pescado nada (Jn 21,3).

• Mateo 13,49-50: La aplicación de la parábola. Jesús aplica la parábola, o mejor da una sugerencia para que las personas puedan discutirla y aplicarla a su vida: “Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. «¿Habéis entendido todo esto?» Son imágenes fuertes para describir el destino de aquellos que se separan de Dios o que no quieren saber de Dios. Toda la ciudad tiene un vertedero, un lugar donde tira la basura. Allí existe un fuego permanente que es alimentado diariamente por la nueva basura que se va tirando. La basura de Jerusalén se quedaba en un valle cerca de la ciudad y este lugar se llamaba geena, allí, en la época de los reyes había un horno para sacrificar a los hijos al falso dios Molok. Por esto, el horno de la geena se volvió el símbolo de exclusión y condena. No es Dios quien excluye. Dios no quiere la exclusión ni la condena, sino que todos tengan vida y vida en abundancia. Cada uno de nosotros se excluye a si mismo.

• Mateo 13,51-53: El final del Sermón de las Parábolas. Al final del Sermón de las Parábolas, Jesús termina con la siguiente pregunta: "¿Habéis comprendido todo esto?" Ellos respondieron: “Sí!” Y Jesús termina la explicación con otra comparación que describe el resultado que él quiere obtener con las parábolas:" «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas.». Dos puntos para aclarar:
(a) Jesús compara el doctor de la ley con el padre de familia. ¿Qué hace el padre de familia? El “saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas". La educación en casa se hace transmitiendo a los hijos y a las hijas, lo que ellos los padres, han recibido y aprendido a lo largo de los años. Es el tesoro de la sabiduría familiar, donde están encerradas la riqueza de la fe, las costumbres de la vida y tantas otras cosas que los hijos van aprendiendo. Ahora, Jesús quiere que, en la comunidad, las personas responsables de la transmisión de la fe sean como el padre de familia. Así como los padres entienden de la vida en familia, así estas personas responsables de la enseñanza tienen que entender las cosas del Reino y transmitirlas a los hermanos y hermanas de la comunidad.
(b) Se trata de un doctor de la Ley que se vuelve discípulo del Reino. Había pues doctores de la ley que aceptaban a Jesús como revelador del Reino. ¿Que ocurre con un doctor en la hora en que descubre en Jesús al Mesías, hijo de Dios? Todo aquello que él estudió para poder ser doctor de la ley sigue siendo válido, pero recibe una dimensión más profunda y una fidelidad más amplia. Una comparación puede aclarar lo que acabamos de decir. En una ronda de amigos alguien mostró una foto, donde se veía a un hombre de rostro severo, con el dedo levantado, casi agrediendo al público. Todos quedaron con la idea de que se trataba de una persona inflexible, exigente, que no permitía intimidad. En ese momento, llega un joven, ve la foto y exclama: “¡Es mi padre!” Los demás miraron hacia él, y mirando la foto, comentan: ¡Vaya padre severo! Y el chico joven contesta: “¡No, en absoluto! Es muy cariñoso. Mi padre es abogado. Aquella foto fue sacada en el tribunal, en el momento en que denunciaba el crimen de un latifundista que quería desalojar a una familia pobre que moraba en un terreno baldío del ayuntamiento, desde hacía muchos años. ¡Mi padre ganó la causa! Los pobres pudieron quedarse allí donde estaban.” Todos le miraron de nuevo y dijeron: “¡Qué persona más simpática!” Como por un milagro, la fotografía se iluminó por dentro y tomó otro aspecto. Aquel rostro, tan severo adquirió rasgos de una ternura entrañable. Las palabras del hijo cambiaron todo, sin cambiar nada. Las palabras y los gestos de Jesús, nacidas de su experiencia de hijo, sin mudar una letra o una coma, (Mt 5,17-18) iluminaron el sentido del Antiguo Testamento desde dentro e iluminaron por dentro toda la sabiduría acumulada del doctor de la Ley. Dios mismo, que parecía tan distinto y severo, adquirió los rasgos de un Padre bondadoso de gran ternura!

4) Para la reflexión personal
• La experiencia del Hijo ¿ha entrado en ti para cambiarte la mirada y descubrir las cosas de Dios de otra manera?
• ¿Qué te ha revelado el Sermón de las Parábolas sobre el Reino?


5) Oración final
¡Alaba, alma mía, a Yahvé!
A Yahvé, mientras viva, alabaré,
mientras exista tañeré para mi Dios. (Sal 146,1-2)

martes, 26 de julio de 2016

Lectio Divina: Miércoles, 27 de julio, 2016: Evangelio según san Mateo 13,44-46. (- 17ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Miércoles, 27 Julio, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial
¡Oh Dios!, protector de los que en ti esperan; sin ti nada es fuerte ni santo. Multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros que podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Mateo 13,44-46
«El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.
«También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy presenta dos breves parábolas del Sermón de las Parábolas. Las dos son similares entre sí, pero con diferencias significativas para esclarecer mejor determinados aspectos del Misterio del Reino que está siendo revelado a través de estas parábolas.
• Mateo 13,44: La parábola del tesoro escondido en el campo.Jesús cuenta una historia bien sencilla y bien breve que podría acontecer en la vida de cualquiera de nosotros. Dice: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel”.. Jesús no explica, sino que sencillamente dice: El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en el campo”. Así apremia casi a los oyentes a que compartan con los demás lo que esta historia suscitó en sus corazones. Comparto algunos puntos que he descubierto: (a) El tesoro, el Reino, ya está en el campo, ya está en la vida. Está escondido. Pasamos y pisamos por encima sin darnos cuenta. (b) El hombre encontró el tesoro. Fue por pura causalidad. No esperaba encontrarlo, pues no lo estaba buscando. (c) Al descubrir que se trata de un tesoro muy importante, ¿qué hace? Hace lo que todo el mundo haría para tener el derecho de poder apropiarse del tesoro. Va, vende todo lo que tiene y compra el campo. Así, junto con el campo adquiere el tesoro, el Reino. ¡La condición es vender todo! (d) Si el tesoro, el Reino, ya estaba en la vida, entonces es un aspecto importante de la vida que empieza a tener un nuevo valor. (e) En esta historia, lo que predomina es la gratuidad. Al tesoro se le encuentra por caso, más allá de las programaciones nuestras. El Reino ¡acontece! Y si acontece, tú y yo tenemos que sacar las consecuencias y no permitir que este momento de gracia pase sin fruto.
• Mateo 13,45-46: La parábola del comprador de piedras preciosas. La segunda parábola es semejante a la primera pero hay en ella una diferencia importante. Trata de descubrirla. La historia es la siguiente. “El Reino de los Cielos es semejante a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.”.Comparto algunos puntos que descubrí: (a) Se trata de un mercader de perlas. Su profesión consiste en buscar perlas. Es lo único que hace en la vida: buscar y encontrar perlas. Buscando, encuentra una perla de gran valor. Aquí el descubrimiento del Reino no es pura causalidad, sino que es fruto de una larga búsqueda. (b) El mercader de perla entiende el valor de las perlas, pues muchas personas quieren venderle las perlas que encontraron. Pero el mercader no se deja engañar. El conoce el valor de su mercancía. (c) Cuando encuentra una perla de gran valor, va y vende todo lo que tiene y compra esa perla. El Reino es el valor más grande.
• Resumiendo la enseñanza de las dos parábolas. Las dos tienen el mismo objetivo: revelar la presencia del Reino, pero cada una la revela de una manera diferente: a través del descubrimiento de la gratuidad de la acción de Dios en nosotros, y a través del esfuerzo y de la búsqueda que todo ser humano hace para ir descubriendo cada vez mejor el sentido de su vida.
4) Para la reflexión personal
• Tesoro escondido: ¿lo has encontrado alguna vez? ¿Has vendido todo para comprarlo?
• Buscar perlas: ¿cuál es la perla que tú buscas y que aún no has encontrado?
5) Oración final
Señor, yo, en cambio, cantaré tu fuerza,
aclamaré tu lealtad por la mañana;
pues has sido un baluarte para mí,
un refugio el día de la angustia. (Sal 59,17)

Lectio Divina: Martes, 26 de julio, 2016: Evangelio según san Mateo 13,36-43. (- 17ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
Martes, 26 Julio, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial
¡Oh Dios!, protector de los que en ti esperan; sin ti nada es fuerte ni santo. Multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros que podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Mateo 13,36-43
Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.» Él respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta la explicación que Jesús da de la parábola del trigo y la cizaña, cuando los discípulos se lo preguntan. Algunos estudiosos piensan que la explicación que Jesús da a los discípulos, no es de Jesús, sino que es de la comunidad. Es posible y es probable, pues una parábola, por su propia naturaleza, pide la implicación y la participación de las personas en el descubrimiento del sentido. Así como la planta ya está dentro de su semilla, así, en cierto modo, la explicación de la comunidad, ya está dentro de la parábola. Y es exactamente éste el objetivo que Jesús quería y que quiere alcanzar con la parábola. El sentido que hoy nosotros vamos a descubrir en la parábola que Jesús contó hace dos mil años atrás ya estaba implícito en la historia que Jesús contó, como la flor está ya dentro de su semilla.
• Mateo 13,36: Los discípulos piden la explicación de la parábola del trigo y de la cizaña. Los discípulos, en casa, conversan con Jesús y piden una explicación de la parábola del trigo y de la cizaña (Mt 13,24-30). Varias veces se informa de que Jesús, en casa, seguía enseñando a los discípulos (Mc 7,17; 9,28.33; 10,10). En aquel tiempo no había televisión y en las largas horas de espera, por las noches, la gente se reunía para conversar y para tratar asuntos de la vida. Jesús hacía lo mismo. Era en estas ocasiones que él contemplaba la enseñanza y la formación de los discípulos.
• Mateo 13,38-39: El significado de cada uno de los elementos de la parábola. Jesús responde retomando cada uno de los seis elementos de la parábola y les da un sentido: el campo es el mundo; la buena semilla son los miembros del Reino; la cizaña son los miembros del adversario (maligno); el enemigo es el diablo; la siega es el fin de los tiempos; los segadores son los ángeles. Ahora haz tú la experiencia leyendo de nuevo la parábola (Mt 13,24-30) colocando el sentido cierto en cada uno de los seis elementos: campo, buena semilla, cizaña, enemigo, siega y segadores. Y así la historia toma un sentido totalmente diferente y tú alcanzas el objetivo que Jesús tenía en mente al contar a la gente esta historia del trigo y de la cizaña. Algunos piensan que esta parábola debe ser entendida como una alegoría y no como una parábola propiamente dicha.
• Mateo 13,40-43: La aplicación de la parábola o de la alegoría. Con estas informaciones dadas por Jesús tú entenderás la aplicación que él da: De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre.
El destino de la cizaña es el horno, el destino del trigo bueno es brillar como el sol en el Reino de los Cielos. Por detrás de estas dos imágenes está la experiencia de las personas. Después de que escucharon a Jesús y lo aceptaron en sus vidas, todo cambió para ellas. El fin llegó. Es decir, en Jesús llegó aquello que, en el fondo, todos esperaban: la realización de las promesas. Ahora la vida se divide en antes y después de que escucharon y aceptaron a Jesús en sus vidas. La nueva vida comenzó como el brillar del sol. Si hubiesen continuado a vivir como antes, serían como cizaña echada al horno, vida sin sentido y sin servidumbre para nada.
• Parábola y Alegoría. Existe la parábola. Existe la alegoría. Existe la mezcla de las dos que es la forma más común. Por lo general, a todo se le llama parábola. En el evangelio de hoy tenemos el ejemplo de una alegoría. Una alegoría es una historia que la persona cuenta, pero cuando cuenta, no piensa en los elementos de la historia, sino en el asunto que debe ser esclarecido. Al leer una alegoría no es necesario mirar primero la historia como un todo, pues en una alegoría la historia no se construyó entorno a un punto central que después sirve como medio de comparación, sino que cada elemento tiene su función independiente a partir del sentido que recibe. Se trata de descubrir lo que cada elemento de las dos historias nos tiene que decir sobre el Reino como lo hace la explicación que Jesús dio de la parábola: campo, buena semilla, cizaña, siega y segadores. Generalmente, las parábolas son alegorizantes. Hay mezcla de las dos.
4) Para la reflexión personal
• En el campo existe todo mezclado: cizaña y trigo. En el campo de mi vida ¿qué prevalece: el trigo o la cizaña?
• ¿Has intentado conversar con otras personas para descubrir el sentido de alguna parábola?
5) Oración final
Feliz quien se apoya en el Dios de Jacob,
quien tiene su esperanza en Yahvé, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en ellos;
que guarda por siempre su lealtad. (Sal 146,5-6)

MARTES 26 DE JULIO 2016: FIESTA DE LOS SANTOS JOAQUÍN Y ANA. PATRONOS DE LOS ABUELOS. "ORACIÓN DEL PAPA EMÉRITO BENEDICTO XVI A LOS ABUELOS DE TODO EL MUNDO":


Señor Jesús, Tú que naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa Ana.
Mira con amor a nuestros abuelos de todo el mundo.
Protégelos: son fuente de riqueza para las familias, para la Iglesia y para toda la sociedad.
Sostenlos: también en la vejez continúan siendo para sus familias pilares fuertes de fe evangélica,
custodios de los nobles ideales de la familia, tesoros vivientes de sólidas tradiciones religiosas.
Haz que sean maestros de sabiduría y de valores, que transmitan a las generaciones futuras los frutos de su experiencia humana y espiritual.
Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad a valorizar la presencia y el papel de los abuelos.
Que nunca sean ignorados o excluidos, sino que encuentren siempre respeto y amor.
Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos por todos los años que tu les has concedido.
María Madre de todos los vivientes, protege siempre a los abuelos, acompáñales en su peregrinaje terreno,
y con tu oración intercesión haz que todas las familias se reúnan un día en la patria celestial,
donde tu atiendes a toda la humanidad por el gran abrazo de la vida sin fin.
Amén.

lunes, 25 de julio de 2016

Lectio Divina: Lunes, 25 de julio, 2016: Evangelio según san Mateo 20,20-28. (- 17ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
Lunes, 25 Julio, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Mateo 20,20-28
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.» Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.» Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.»
Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• Jesús y los discípulos están en camino hacia Jerusalén (Mt 20,17). Jesús sabe que van a matarlo (Mt 20,8). El profeta Isaías lo había anunciado ya (Is 50,4-6; 53,1-10). Su muerte no será fruto de un destino o de un plan ya preestablecido, sino que será consecuencia del compromiso libremente asumido de ser fiel a la misión que recibió del Padre junto a los pobres de su tierra. Jesús ya tenía dicho que el discípulo tiene que seguir al maestro y cargar su cruz detrás de él (Mt 16,21.24), pero los discípulos no entendieron bien qué estaba ocurriendo (Mt 16,22-23; 17,23). El sufrimiento y la cruz no se combinaban con la idea que ellos tenían del Mesías.
• Mateo 20,20-21: La petición de la madre de los hijos de Zebedeo. Los discípulos no sólo no entendían, sino que seguían con sus ambiciones personales. La madre de los hijos de Zebedeo, como portavoz de sus dos hijos, Santiago y Juan, llega cerca de Jesús para pedirle un favor: "Manda que estos dos hijos míos, se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu Reino". Ellos no habían entendido la propuesta de Jesús. Estaban preocupados sólo con sus propios intereses. Esto refleja las tensiones en las comunidades, tanto en el tiempo de Jesús como en el tiempo de Mateo, como hoy en nuestras comunidades.
• Mateo 20,22-23: La respuesta de Jesús. Jesús reacciona con firmeza. Responde a los hijos y no a la madre: "«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» " Se trata del cáliz del sufrimiento. Jesús quiere saber si ellos, en vez del lugar de honor, aceptan entregar su vida hasta la muerte. Los dos responden: “¡Podemos!” Era una respuesta sincera y Jesús confirma: "Mi copa sí la beberéis”. Al mismo tiempo, parece una respuesta precipitada, pues pocos días después, abandonaron a Jesús y lo dejaron solo en la hora del sufrimiento (Mt 26,51). Ellos no tenían mucha conciencia crítica, ni tampoco perciben su realidad personal. Y Jesús completa: “pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.» Lo que él Jesús puede ofrecer, es el cáliz del sufrimiento de la cruz.
• Mateo 20,24-27: Entre ustedes no sea así. “Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos”. La demanda que la madre hace en nombre de los dos produce enfrentamiento y discusión en el grupo. Jesús los llama y habla sobre el ejercicio del poder: "«Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»
En aquel tiempo, los que detenían el poder no tenían en cuenta a la gente. Actuaban según como les parecía (cf. Mc 14,3-12). El imperio romano controlaba el mundo y lo mantenía sometido por la fuerza de las armas y, así, a través de tributos, tasas e impuestos, conseguía concentrar la riqueza de la gente en mano de unos pocos allí en Roma. La sociedad estaba caracterizada por el ejercicio represivo y abusivo del poder. Jesús tenía otra propuesta. El enseña contra los privilegios y contra la rivalidad. Invierte el sistema e insiste en la actitud de servicio como remedio contra la ambición personal. La comunidad tiene que preparar una alternativa. Cuando el imperio romano quiere desintegrar, víctima de sus propias contradicciones internas, las comunidades deberían estar preparadas para ofrecer a la gente un modelo alternativo de convivencia social.
• Mateo 20,28: El resumen de la vida de Jesús. Jesús define su vida y su misión: “El Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir, y para dar la vida en rescate de muchos”. En esta autodefinición de Jesús están implicados tres títulos que lo definen y que eran para los primeros cristianos el inicio de la Cristología: Hijo del Hombre, Siervo de Yahvé y Hermano mayor (Pariente próximo o Goel). Jesús es el Mesías Servidor, anunciado por el profeta Isaías (cf. Is 42,1-9; 49,1-6; 50,4-9; 52,13-53,12). Aprendió de su madre quien dijo: “¡He aquí la esclava del Señor!”(Lc 1,38). Propuesta totalmente nueva para la sociedad de aquel tiempo.
4) Para la reflexión personal
• Santiago y Juan piden favores, Jesús promete sufrimiento. Yo, ¿qué busco en mi relación con Dios y qué pido en la oración? ¿Cómo acojo el sufrimiento que se da en la vida y que es contrario a aquello que pido en la oración?
• Jesús dice: “¡No ha de ser así entre vosotros!” Nuestra manera de vivir en la comunidad y en la iglesia ¿está de acuerdo con este consejo de Jesús?
5) Oración final
Los paganos decían: ¡Grandes cosas
ha hecho Yahvé en su favor!
¡Sí, grandes cosas ha hecho por nosotros
Yahvé, y estamos alegres! (Sal 126,2-3)

Lectio Divina: Viernes, 22 de julio, 2016: Evangelio según san Juan 20,1-2.11-18. (- 16ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Viernes, 22 Julio, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Juan 20,1-2.11-18
El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a correr y llega a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.»
Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.» Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.» Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní -que quiere decir: «Maestro»-. Dícele Jesús: «Deja de tocarme, que todavía no he subido al Padre. Pero vete a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.» Fue María Magdalena y dijo a los discípulos: «He visto al Señor» y que había dicho estas palabras.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta la aparición de Jesús a María Magdalena, cuya fiesta celebramos hoy. La muerte de Jesús, su gran amigo, le hace perder el sentido de la vida. Pero ella no desiste de la búsqueda. Va al sepulcro para volver a encontrar a aquel que le habían robado. Hay momentos en la vida en que todo se desmorona. Parece que todo se termina. Muerte, desastre, enfermedad, decepción, traición. Tantas cosas que pueden hacernos faltar la tierra bajo nuestros pies y echarnos en una crisis profunda. Pero también acontece lo siguiente. Como que, de repente, el volverse a encontrar con una persona amiga puede rehacer la vida y puede hacernos descubrir que el amor es más fuerte que la muerte y la derrota. En la manera de describir la aparición la aparición de Jesús a María Magdalena aparecen las etapas de la travesía que ella tuvo que hacer, desde la búsqueda dolorosa del fallecido amigo hasta el encuentro con el resucitado. Estas son también las etapas por las que pasamos todos nosotros, a lo largo de la vida, en busca de la dirección hacia Dios y en la vivencia del Evangelio. Es el proceso de la muerte y de la resurrección que se prolonga en el día a día de la vida.
• Juan 20,1: María Magdalena va al sepulcro. Había un amor muy grande entre Jesús y María Magdalena. Ella fue una de las pocas personas que tuvieron el valor de quedarse con Jesús hasta la hora de su muerte en la cruz. Después del reposo obligatorio del sábado, ella volvió al sepulcro para estar en el lugar donde había encontrado al Amado por última vez. Pero, con su gran sorpresa, el sepulcro estaba vacío.
• Juan 20,11-13: María Magdalena llora, pero busca. Llorando, María Magdalena se inclina y mira para dentro del túmulo, donde ve dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había sido colocado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies. Los ángeles preguntan: "¿Por qué lloras?" Respuesta: "¡Porqué se han llevado a mi señor y no dé dónde lo han puesto!" María Magdalena busca al Jesús que ella había conocido, el mismo con quien había convivido durante tres años.
• Juan 20,14-15: María Magdalena conversa con Jesús sin reconocerle. Los discípulos de Emaús vieron a Jesús, pero no le reconocieron (Lc 24,15-16). Lo mismo acontece con María Magdalena. Ella ve a Jesús, pero no le reconoce. Piensa que es el jardinero. Al igual que los ángeles, también Jesús pregunta: "¿Por qué lloras?" Y añade: "¿A quién buscas?" Respuesta: "«Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré." Ella sigue buscando al Jesús del pasado, de hace tres días. La imagen de Jesús del pasado le impide reconocer al Jesús vivo, presente ante ella.
• Juan 20,16: María Magdalena reconoce a Jesús. Jesús pronuncia el nombre: "¡María!" (Miriam) Fue la señal de reconocimiento: la misma voz, la misma manera de pronunciar el nombre. Ella responde: "¡Maestro!" (Rabuni) Jesús había vuelto. La primera impresión es de que la muerte no fue que un accidente doloroso a lo largo del camino, pero que ahora todo había vuelto a ser como antes. María abraza a Jesús con fuerza. Era el mismo Jesús que había muerto en cruz, el mismo que ella había conocido y amado. Aquí se realiza lo que Jesús dijo en la parábola del Buen Pastor: "El las llama por su nombre y ellas reconocen su voz". - "Yo conozco mis ovejas y ellas me conocen" (Jn 10,3.4.14).
• Juan 20,17: María Magdalena recibe la misión de anunciar a los apóstoles la resurrección. De hecho, es el mismo Jesús, pero lo que ha cambiado es la manera de estar unido a ella: Jesús le dice: "Deja de tocarme, que todavía no he subido al Padre”
Jesús sube al Padre. María Magdalena tiene que soltarle y asumir su misión: “Pero vete a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios”. Llama a los discípulos “mis hermanos”. Subiendo al Padre, Jesús nos abrió el camino e hizo con que Dios se quedara de nuevo cerca de nosotros. “Quiero que donde yo esté ellos estén conmigo” (Jn 17,24; 14,3).
• Juan 20,18: La dignidad y la misión de la Magdalena y de las Mujeres. María Magdalena es citada como discípula de Jesús (Lc 8,1-2); como testigo de su crucifixión (Mc 15,40-41; Mt 27,55-56; Jn 19,25), de su sepultura (Mc 15,47; Lc 23,55; Mt 27,61), y de su resurrección (Mc 16,1-8; Mt 28,1-10; Lc 24,1-10; Jn 20,1.11-18). Y ahora recibe la orden, la ordenación, de ir a los Doce y anunciarles que Jesús está vivo. en esta Buena Nueva de la Resurrección, las siete lámparas de los sacramentos se apagarían (Mt 28,10; Jn 20,17-18).
4) Para la relación personal
• ¿Has pasado ya por una experiencia que te dio este sensación de pérdida y de muerte? ¿Qué te dio nueva vida y te devolvió la esperanza y la alegría de vivir?
• María Magdalena buscaba a Jesús de una manera y le encontró de otra. ¿Cómo acontece esto hoy en tu vida?
5) Oración final
Dios, tú mi Dios, yo te busco,
mi ser tiene sed de ti,
por ti languidece mi cuerpo,
como erial agotado, sin agua. (Sal 63,2)

Lectio Divina: Domingo, 24 de julio, 2016: Evangelio según san Lucas 11, 1-13. (17° Domingo del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)


Lectio Divina: 
Domingo, 24 Julio, 2016

La oración del Maestro
La oración de los discípulos

1. Oración inicial
Padre de toda misericordia,
en nombre de Cristo tu Hijo, te pedimos,
¡Envíanos el Don,
Infunde en nosotros el Espíritu!

Espíritu Paráclito,
enséñanos a orar en la verdad
permaneciendo en el nuevo Templo
que es Cristo.

Espíritu fiel al Padre y a nosotros,
como la paloma en su nido,
invoca en nosotros incesantemente al Padre,
porque no sabemos rezar.

Espíritu de Cristo,
primer Don para nosotros los creyentes,
ruega en nosotros sin descanso al Padre,
como nos ha enseñado el Hijo. Amén
2. Lectura
a) Para ayudar a la comprensión del pasaje:El pasaje evangélico está subdividido en tres secciones:
vv.1-4: la oración enseñada por Jesús  vv. 5-8: la parábola del amigo inoportuno  vv. 9-13: la enseñanza sobre la eficacia de la oración.
b) El texto:
Evangelio según san Lucas 11, 1-13. 
1 Estaba él orando en cierto lugar y cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.» 2 Él les dijo: «Cuando oréis, decid:
Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, 3 danos cada día nuestro pan cotidiano, 4 y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación.»
5 Les dijo también: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: `Amigo, préstame tres panes, 6 porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle', 7 y aquél, desde dentro, le responde: `No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos', 8 os aseguro que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, se levantará para que deje de molestarle y le dará cuanto necesite.
9 «Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.10 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán.11 ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; 12 o, si pide un huevo, le da un escorpión? 13 Si, pues, vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»
Palabra del Señor
3. Un momento de silencio orante
- Como los discípulos, también nosotros nos reunimos en torno a Jesús que ora en solitario. Recojamos en torno a Él y en Él, todas nuestras energías, cualquier pensamiento, toda ocupación o preocupación, las esperanzas, los dolores...
- Hoy somos nosotros aquellos discípulos que ven rezar al maestro y se dejan fascinar de su oración, que evidentemente es muy especial.
- Hoy sus palabras son para nosotros, su invitación a fiarse del amor del Padre, se dirige a nosotros, presos muchas veces de nuestras cosas, muchas veces envuelto en la búsqueda del “todo y pronto”, encadenados de miles de cosas, que luego (pero sólo “luego” cuando un acontecimiento nos hiere) descubrimos que verdaderamente son superfluas...
- Hoy nos toca ponerle voz a la oración del Maestro: Padre, sea santificado tu Nombre...
  Continúa

Lectio Divina: Jueves, 21 de julio, 2016: Evangelio según san Mateo 13,10-17. (- 16ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Jueves, 21 Julio, 2016 

1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Señor.

2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 13,10-17
Y acercándose los discípulos le dijeron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» Él les respondió: « Es que a vosotros se os ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías:
Oír, oiréis, pero no entenderéis,
mirar, miraréis, pero no veréis.
Porque se ha embotado el corazón de este pueblo,
han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado;
no sea que vean con sus ojos,
con sus oídos oigan,
con su corazón entiendan y se conviertan,
y yo los sane.
«¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.
Palabra del Señor

3) Reflexión
• El Capítulo 13 nos presenta el Sermón de las Parábolas. Siguiendo el texto de Marcos (Mc 4,1-34), Mateo omitió la parábola de la semilla que germina sola (Mc 4,26-29), amplió la discusión sobre el porqué de las parábolas (Mt 13,10-17) y aumentó las parábolas del trigo y la cizaña (Mt 13,24-30), de la levadura (Mt 13,33), del tesoro (Mt 13,44), de la perla (Mt 13,45-46) y de la red (Mt 13,47-50). Junto con las parábolas del sembrador (Mt 13,4-11) y del grano de mostaza (Mt 13,31-32), son en todo siete parábolas las del Sermón de las Parábolas (Mt 13,1-50).

• Mateo 13,10: La pregunta. En el evangelio de Marcos los discípulos piden una explicación de las parábolas (Mc 4,10). Aquí en Mateo, la perspectiva es otra. Quieren saber porqué Jesús, cuando habla a la multitud, sólo habla en parábolas: "¿Por qué usas parábolas para hablar con ellos?" ¿Cuál es el motivo de esta diferencia?

• Mateo 13,11-13: A ustedes les es dado conocer el misterio del Reino. Jesús responde: "«Es que a vosotros se os ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. ”. ¿Porqué a los apóstoles era dado conocer y a los otros no? Una comparación para ayudar en la comprensión. Dos personas escuchan a la madre que enseña sobre algo: "quien ama, no corta no cose…”. Una de las dos personas que escucha es hija y la otra no lo es. La hija entiende y la otra no entiende nada. ¿Por qué? Porque en casa de la madre, la expresión "cortar y coser" significaba calumniar. Así, la enseñanza de la madre ayuda a la hija a que entienda mejor cómo practicar el amor. Crece en ella aquello que ya sabía. A quien tiene se le dará y le sobrará. La otra persona no entendió nada y perdió hasta lo poco que pensaba entender respecto del amor y del ‘cortar y coser’. Se quedó confusa y no consiguió entender qué tenía que ver el amor con ‘cortar y coser’. Quien no tiene, aún aquello que tiene se le quitará. Una parábola revela y esconde ¡al mismo tiempo! Revela para “los de dentro”, que aceptan a Jesús como Mesías Siervo. Esconde para los que insisten en decir que el Mesías será y debe ser un Rey Glorioso. Estos entienden las imágenes de la parábola, pero no llegan a entender su significado. En cuanto a los discípulos, crecen en aquello que ya saben respecto del Mesías. Los otros no entienden nada y pierden hasta lo poco que pensaban saber sobre el Reino y el Mesías.

• Mateo 13,14-15: La realización de la profecía de Isaías. Como la otra vez (Mt 12,18-21), en esta reacción diferente de la gente y de los fariseos ante la enseñanza de las parábolas, Mateo ve de nuevo una realización de la profecía de Isaías. Y hasta cita por extenso el texto de Isaías que dice así: “Oír, oiréis, pero no entenderéis,
mirar, miraréis, pero no veréis.
Porque se ha embotado el corazón de este pueblo,
han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado;
no sea que vean con sus ojos,
con sus oídos oigan,
con su corazón entiendan y se conviertan,
y yo los sane.

Mateo 13,16-17: Dichosos los ojos que ven lo que estáis viendo. Todo esto explica la frase final: “«¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.”

• Las parábolas: una nueva manera de hablar a la gente sobre Dios. La gente queda impresionada con la manera que Jesús tiene de enseñar. “¡Una nueva enseñanza! ¡Dada con autoridad! ¡Diferente a la de los escribas!” (Mc 7,28). Jesús tenía una capacidad muy grande de encontrar imágenes bien sencillas para comparar las cosas de Dios con las cosas de la vida que el pueblo conocía y experimentaba en su lucha diaria para sobrevivir. Esto supone dos cosas: estar por dentro de las cosas de la vida de la gente, y estar por dentro de las cosas de Dios, del Reino de Dios. En algunas parábolas acontecen cosas que no acostumbran acontecer en la vida. Por ejemplo, ¿dónde se vio un pastor de cien ovejas que abandona a las noventa y nueve para encontrar aquella única que se perdió? (Lc 15,4) ¿Dónde se vio a un padre que acoge con una fiesta al hijo que ha malgastado todos sus bienes, sin decirle una palabra de reproche? (Lc 15,20-24). ¿Dónde se vio a un samaritano ser mejor que el levita y el sacerdote? (Lc 10,29-37). La parábola induce a pensar. Nos lleva a implicarnos en la historia desde nuestra propia experiencia de vida. Hace que nuestra experiencia nos lleve a descubrir que Dios está presente en lo cotidiano de nuestra vida. La parábola es una forma participativa de enseñar, de educar. No nos da todo cambiado en un minuto. No hace saber, sino que hace descubrir. La parábola cambia la mirada, hace que la persona sea contemplativa, observadora de la realidad. Aquí está la novedad de la enseñanza de las parábolas de Jesús, distinta de la de los doctores que enseñaban que Dios se manifestaba sólo en la observancia de la Ley. Para Jesús “el Reino no es fruto de observancia. ¡El Reino está presente en medio de ustedes!” (Lc 17,21). Pero los oyentes no siempre lo perciben.

4) Para la reflexión personal
• Jesús dice: “Es que a vosotros se os ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos”. Cuando leo los evangelios, ¿soy como los que no entienden nada o como aquel a quien le he dado conocer el Reino?
• ¿Cuál es la parábola de Jesús con la que más me identifico? ¿Por qué?


5) Oración final
Tu amor, Yahvé, llega al cielo,
tu fidelidad alcanza las nubes;
tu justicia, como las altas montañas,
tus sentencias, profundas como el océano. (Sal 36,6-7)

Lectio Divina: Miércoles, 20 de julio, 2016: Evangelio según san Mateo 13,1-9. (- 16ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo C -)



Lectio Divina: 
  Miércoles, 20 Julio, 2016
Tiempo Ordinario

1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo 13,1-9
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas.
Decía: «Salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• En el capítulo 13 del Evangelio de Mateo empieza el tercero gran discurso, el Sermón de las Parábolas. Como ya dijimos anteriormente en el comentario del evangelio del miércoles (14° del tiempo ordinario), Mateo organizó su evangelio como una nueva edición de la Ley de Dios o como un nuevo “Pentateuco” con sus cinco libros. Por esto, su evangelio nos presenta cinco discursos o enseñanzas de Jesús, seguidos de partes narrativas, en las que se describe cómo Jesús practicaba lo que había enseñado en los discursos. He aquí el esquema:
Introducción: nacimiento y preparación del Mesías (Mt 1 a 4) 
a) Sermón de la Montaña: la puerta de entrada en el Reino (Mt 5 a 7) 
Narrativa Mt 8 e 9
b) Sermón de la Misión: cómo anunciar e irradiar el Reino (Mt 10) 
Narrativa Mt 11 e 12
c) Sermón de las Parábolas: el misterio del Reino presente en la vida (Mt 13) 
Narrativa Mt 14 a 17
d) Sermón de la Comunidad: la nueva manera de convivir en el Reino (Mt 18) 
Narrativa 19 a 23
e) Sermón de la venida futura del Reino: la utopía que sustenta la esperanza (Mt 24 e 25)
Conclusión: pasión, muerte y resurrección (Mt 26 a 28).
• En el evangelio de hoy vamos a meditar sobre la parábola de la semilla. Jesús tenía una manera bien popular de enseñar por medio de comparaciones y parábolas. Generalmente, cuando terminaba de contar una parábola, no explicaba, sino que acostumbraba decir: “¡Quien tenga oídos para oír que oiga!” (Mt 11,15; 13,9.43). De vez en cuando, explicaba a los discípulos (Mt 13,36). Las parábolas hablan de las cosas de la vida: semilla, lámpara, grano de mostaza, sal, etc. Son cosas que existen en la vida de todos, de la gente de aquel tiempo como de la de hoy. De este modo, la experiencia que hoy tenemos de estas cosas se vuelve para nosotros un medio para descubrir la presencia del misterio de Dios en nuestras vidas. Hablar en parábolas es revelar el misterio del Reino presente en la vida.
• Mateo 13,1-3: Sentado en un barco, Jesús enseñaba a la gente. Como en el Sermón de la Montaña (Mt 5,1-2), también aquí Jesús hace una breve introducción al Sermón de las Parábolas, describiendo la manera en que Jesús enseña a la gente a orillas del lago, sentado en un barco, y mucha gente está su alrededor para escucharle. Jesús no era una persona culta (Jn 7,15). No había cursado estudios en la escuela superior de Jerusalén. Venía del interior, de Nazaret. Era un desconocido, medio campesino, medio artesano. Sin pedir permiso a las autoridades religiosas, comenzó a enseñar a la gente. A la gente le gustaba oírle. Jesús enseñaba sobre todo mediante parábolas. Ya vimos varias: la del pescador de hombres (Mt 4,19), de la sal (Mt 5,13), de la lámpara (Mt 5,15), de las aves del cielo y de los lirios del campo (Mt 6,26.28), de la casa construida sobre roca (Mt 7,24). Pero ahora, en el capítulo 13, las parábolas empiezan a tener un significado especial: sirven para revelar el misterio del Reino de Dios presente en medio de la gente y en la actividad de Jesús.
• Mateo 13,4-8: La parábola de la semilla habla de la vida de los campesinos. En aquel tiempo, no era fácil vivir de la agricultura. El terreno era muy pedregoso. Había mucho matorral. Poca lluvia, mucho sol. Además de esto, muchas veces la gente al pasar por el campo pisaba las plantas (Mt 12,1). Sin embargo, y a pesar de todo esto, todos los años, el agricultor sembraba y plantaba, confiando en la fuerza de la semilla, en la generosidad de la naturaleza. La parábola del sembrador describe lo que todos sabían y hacían: la semilla sembrada por el agricultor cae. Una parte cae a lo largo del camino; otra entre piedras y espinos; otra parte en tierra buena, donde, según la calidad del terreno, se reproduce treinta, sesenta y hasta cien veces. Una parábola es una comparación. Se sirve de cosas conocidas y visibles de la vida para explicar las cosas invisibles y desconocidas del Reino de Dios. La gente de Galilea entendía de semillas, de terreno, de lluvia, de sol y de cosecha. Y Jesús se sirve exactamente de estas cosas conocidas por el pueblo para explicar el misterio del Reino.
• Mateo 13,9: Quien tenga oídos para oír, que oiga significa: “¡Esto es! Habéis oído: ¡ahora se trata de entender!” El camino para llegar al entendimiento de la parábola es la búsqueda: “¡Traten de entender!” La parábola no entrega todo inmediatamente, pero lleva a pensar y hace descubrir desde la experiencia que los oyentes tienen de la semilla. Provoca la creatividad y la participación. No es una doctrina que llega ya pronta para ser enseñada y asimilada. La Parábola no da agua embotellada, sino que entrega la fuente. El agricultor que escucha la parábola, dice:“Semilla en la tierra, ¡yo sé lo que es! Pero Jesús dice que esto tiene que ver con el Reino de Dios: ¡Qué será?” Y nos podemos imaginar las largas conversaciones de la gente. La parábola se mezcla con la gente y lleva a escuchar la naturaleza y a pensar en la vida. Una vez alguien preguntó en una comunidad: ¿Para qué sirve la sal? Discutieron y, al final, encontraron más de diez diversas finalidades para la sal. Y fueron a aplicar todo esto a la vida de la comunidad y descubrieron que ser sal es difícil y exigente. ¡La parábola funcionó!
4) Para la reflexión personal
• ¿Cómo fue la enseñanza del catecismo que has recibido cuando eras niño/a? ¿Fue de comparaciones sacadas de la vida’ ¿Recuerdas alguna comparación importante que el/la catequista te contó? Y hoy ¿cómo es la catequesis en tu comunidad?
• A veces somos camino; otras veces piedra; otras veces, espinos; otras veces, tierra buena. Yo ¿qué soy? En nuestra comunidad ¿qué somos? La Palabra de Dios, ¿qué fruto está produciendo en mi vida, en mi familia y en nuestra comunidad: treinta, sesenta, o cien?
5) Oración final
Yahvé en su santo Templo,
Yahvé en su trono celeste;
sus ojos ven el mundo,
sus pupilas examinan a los hombres. (Sal 11,4)