UNA NUEVA PRIMAVERA ESPIRITUAL


«Si se promueve la lectio divina con eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en la Iglesia… La lectura asidua de la Sagrada Escritura acompañada por la oración permite ese íntimo diálogo en el que, a través de la lectura, se escucha a Dios que habla, y a través de la oración, se le responde con una confiada apertura del corazón… No hay que olvidar nunca que la Palabra de Dios es lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino»

Benedicto XVI, 16 septiembre 2005


HISTORIA Y PASOS DE LA LECTIO DIVINA




INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO





martes, 30 de junio de 2015

Lectio Divina (Método en 10 pasos): miércoles, 1 de Julio, 2015: Evangelio según San Mateo. 8, 28-34.: (13ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo B -)


LECTIO DIVINA DEL EVANGELIO DE LA 13ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. MIÉRCOLES 1 DE JULIO 2015. 


La Lectio Divina es la lectura-escucha-meditación -orante de la Palabra de Dios para encarnarla en vida diaria.


1°. ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento, para que al leer y meditar el Evangelio de hoy, sienta la presencia de Dios Padre que se manifiesta a través de tu Palabra.
Abre mi corazón para darme cuenta del querer de Dios y la manera de hacerlo realidad en mis acciones de cada día. Instrúyeme en tus sendas para que, teniendo en cuenta tu Palabra, sea signo de tu presencia en el mundo. Amén

2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. 8, 28-34
Cuando Jesús llegó a la otra orilla del lago, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino. Y comenzaron a gritar: “¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?”. A cierta distancia había una gran piara de cerdos paciendo. Los demonios suplicaron a Jesús: “Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara”. Él les dijo: “Vayan”. Ellos salieron y entraron en los cerdos: Éstos se precipitaron al mar desde lo alto del acantilado, y se ahogaron. Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había sucedido con los endemoniados. Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de su territorio.
Palabra del Señor

A. COMENTARIO INTRODUCTORIO
Jesús llega a la ciudad helenística de Gadara que se encontraba cerca del mar de Galilea.
Atraídos por su presencia, van a su encuentro dos hombres endemoniados, poseídos por un espíritu inmundo.
Los poseídos acuden a Jesús desde el cementerio; salen de los sepulcros, lugar de la muerte, para acercarse a Él; desean ver en Jesús una posibilidad de vida nueva.
Estos endemoniados se resisten a la acción de Jesús, como lo muestran sus gritos, pero reconocen al mismo tiempo su condición divina. Es el “Hijo de Dios”, el Mesías; el único liberador que puede sacarlos de la situación miserable en que se encuentran.
Cerca del lugar había una piara de cerdos; se trata evidentemente de país pagano. El cerdo es el animal más impuro; y por lo tanto el lugar natural para los demonios. 
En la mentalidad judía, el cerdo no tenía valor y nadie sufría por su pérdida.
Los demonios le suplican a Jesús para que los envíe a la piara de cerdos. Los demonios entraron en la piara y de inmediato se precipitaron en el mar y murieron junto con los cerdos.
Los exorcismos demuestran cómo los demonios no tienen realmente poder alguno y quedan sometidos instantáneamente a la palabra de Jesús.
Hay un solo poder con el que los hombres deben contar, y es el poder de Dios que vence cualquier otro poder.
Los lugareños muestran la estrechez y mezquindad de las que es capaz el corazón humano, cuando lo que se le presenta contradice sus planes o intereses.
A Dios, no se le escapa el mundo de las manos.
Dios siempre “dispone todo para el bien de aquellos que ama”, a pesar de los impedimentos que le podamos poner. De hecho, nuestros impedimentos son, antes que nada, impedimentos para nosotros mismos.
Dios sigue siendo Señor de la historia. En eso apoyamos nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra fuerza para seguir caminando.

B. REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
«Desencuentros familiares, desencuentros testimoniales, desencuentros en el anuncio de la Palabra, y del mensaje, desencuentros de guerras, desencuentros de familias, o sea el desencuentro, la división, es el arma que el demonio tiene. Y entre paréntesis les digo que el demonio existe. Por si alguno tiene dudas, ¿no? Existe y se las trae. Existe y se las trae.
Y el camino es el desencuentro que lleva a la pelea, la enemistad. Babel, ¿no? Así como la Iglesia es ese templo de piedras vivas, que edifica el Espíritu Santo, el demonio edifica ese otro templo de la soberbia, del orgullo, que desencuentra, porque cada cual no se entiende, porque habla cosas distintas, que es Babel, ¿no?
De ahí que tenemos que trabajar por una cultura del encuentro. Una cultura que nos ayude a encontrarnos como familia, como movimiento, como Iglesia, como parroquia. Siempre buscar cómo encontrarse» (Papa Francisco, al Movimiento de Schoenstatt, 24 de octubre de 2014).

4°. ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
Gracias, Jesús

Tu eres el Hijo de Dios que te hiciste hermano y amigo nuestro.
Gracias, Jesús porque me quieres.
Tu viniste a enseñarnos el camino del cielo
Tu viniste a salvarnos del pecado y de la muerte.
Tú viniste a decirnos que Dios es un Padre que nos ama.
Tú viniste a enseñarnos a construir un mundo más digno del hombre.
Tu viniste a animarnos y hadarnos fuerza para ser mejores.’
Tú viniste a consolarnos en nuestras tristezas y a traer alegría a
nuestra vida.
Tú viniste a enseñarnos como amarnos y perdonarnos unos a otros.
Padre Dios, Tu nos amaste tanto que nos enviaste a Jesús, tu propio
Hijo, para salvarnos; ayúdanos a escuchar y cumplir siempre lo que El
nos dice.
Te lo pedimos por el mismo Cristo Jesús.

Amén.

5°. CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°. CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.

7°. DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿Qué cosas me han incomodado del paso de Dios por mi vida?
¿Desconfío de las promesas de Dios?
¿Qué impedimentos pongo en la construcción del reino?

8°. COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°. DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.

10. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
Hoy buscaré, con cualquier pretexto, reencontrarme con esa persona de la que me he alejado por no tenerle paciencia o por sentir que no me comprendía.

SANTOS DE HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Dedicación de la Iglesia de Jumieges, Normandía, Francia. (1067).
-Nuestra Señora de la Luz
-Virgen de Moncayo
-La Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
-San Aarón, Sacerdote Hebreo (Hermano de Moisés, AT)
-San Aarón de Inglaterra, Mártir
-San Anastasio, Abad
-San Arnoldo, Obispo
-San Atilano Cruz Alvarado, Presbítero y Mártir
-San Basilio, Abad
-San Carileffo o Calais de Anille, Abad
-San Casto de Sinesse, Obispo y Mártir
-San Cayo, Presbítero
-San Cibardo, Abad
-San Domiciano de Bebrón, Abad Ermitaño
-San Eparquio de Angulema, Presbítero
-San Esparco, Presbítero
-San Felices, Confesor
-San Felipe, Confesor
-San Floregio, Obispo y Mártir
-San Galo I, Obispo
-San Golveno de León, Eremita y Obispo
-San Hilario, Obispo
-San Julio de Inglaterra, Mártir
-San Justino Orona Madrigal, Presbítero y Mártir
-San Lunaire o Leonor de Bretaña, Ermitaño
-San Leoborio, Obispo
-San Leoncio, Obispo
-San Lupiano, Anacoreta
-San Martín de Vienne, Obispo
-San Nicasio Camuto de Burgio, Mártir
-San Oliverio Plunkett, Obispo y Mártir
-San Pambón, Eremita
-San Rumoldo de Malinas, Obispo y Mártir
-San Secundino de Sinesse, Obispo y Mártir
-San Servando, Monje
-San Simeón de Salus o Emesa, el Loco, Monje Anacoreta
-San Simeón, Labrador Ermitaño
-San Teobaldo de Vicenza, Anacoreta Ermitaño
-San Teodorico, Monje
-San Teodorico de Reims, Presbítero
-San Thierry, Confesor
-San Walter, Anacoreta
-San Zhang Huailu, Mártir

-Santa Carolina, Confesora
-Santa Esther de Persia, Reina (AT)
-Santa Leonor, Viuda
-Santa Maria, hermana de Moisés
-Santa Regina, Confesora
-Santa Reina, Virgen

San Cayetano Errico, ruega por nosotros

"Oración a San Miguel Arcángel"
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en el combate diario.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
por medio del divino poder, arroja al infierno
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.

Amén.

lunes, 29 de junio de 2015

Lectio Divina (Método en 10 pasos): martes, 30 de Junio, 2015: Evangelio según San Mateo. 8, 23-27.: (13ª Semana del Tiempo durante el Año - Ciclo B -)


LECTIO DIVINA DEL EVANGELIO DE LA 13ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. MARTES 30 DE JUNIO 2015. Fiesta de los Primeros santos mártires de la Iglesia de Roma. 

La Lectio Divina es la lectura-escucha-meditación -orante de la Palabra de Dios para encarnarla en vida diaria.

1°. ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Jesús, inicio mi Lectio Divina dándote gracias por concederme el don de mi fe en Ti, en tu inmenso amor y misericordia. Sé que viniste al mundo para enseñarme el camino que debo seguir, pero soy ese discípulo, asustado por las tormentas de la vida, que torpemente olvida que estando Tú a mi lado, estoy seguro. Gracias por salir a mi encuentro en esta oración y hacerme comprender lo que soy y lo que valgo para Ti.  Amén

2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. 8, 23-27
Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía. Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: “¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!”. Él les respondió: “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?”. Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma. Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.
Palabra del Señor.

3°.MEDITACIÓN DEL EVANGELIO:
A. COMENTARIO INTRODUCTORIO

  • La escena del Evangelio de hoy presenta un contraste radical entre la actitud de los discípulos y la de Jesús.
  • En el momento de la tempestad viene la prueba sobre la calidad y profundidad de la fe.
  • Los discípulos siguen a Jesús hasta la barca.
  • Pero frente al temporal sienten miedo y desconfianza mientras Jesús duerme.
  • La agitación que provocó la tormenta no fue suficiente para despertarlo.
  • Los discípulos en su desesperación despertarán al Maestro.
  • En el dramatismo de la escena se revela Jesús. La tormenta continuaba su furia y los discípulos continuaban llenos de agitación.
  • El Señor simplemente y tranquilamente, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
  • De la Palabra de Jesús, sigue la calma que no iba destinada sólo a realizarse en el agua agitada, sino que se dirigía sobre todo a calmar los corazones temerosos de sus discípulos.
  • Jesús les hace ver la fragilidad de su fe.
  • Con la fuerza de su palabra es capaz de controlar la tempestad.
  • Los discípulos pasaron de la turbación y del miedo a la admiración propia de aquel que acaba de asistir a algo impensable hasta entonces.
  • En los momentos de tranquilidad nos sentimos seguros y confiados de todo.
  • ¡Cómo nos cuesta mantenernos firmes, ante las adversidades de la vida! Pero cuando se nos mueve el piso y sentimos nuestra seguridad amenazada nos desesperamos.
  • Pero Jesús, igual que en el evangelio, viaja con nosotros.
  • Su presencia es imperceptible.
  • Necesitamos recurrir a Él porque es nuestra única y verdadera carta de navegación.
  • Que nuestra constante admiración por lo que cotidianamente hace por nosotros, y por todos los hombres, nos ayude a viajar por este mundo con la certeza de su presencia silenciosa, pero fiel y segura.
  • Cuando sintamos que la tierra se nos hunde, no olvidemos que nuestro Salvador es Dios mismo hecho hombre, que ha querido ser Dios con nosotros, y nos aseguró su compañía hasta el fin de los tiempos.
  • ¿Quién es el que puede calmar las tormentas del cielo y de la tierra y, a la vez, las de los corazones de los hombres? Sólo quien «durmiendo como hombre en la barca, puede dar órdenes a los vientos y al mar como Dios». (Nicetas de Remesiana).

B. REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
La situación que se da sobre el barco es el miedo. Cuando hay una gran agitación en el mar, el barco se cubría por las olas. ‘¡Sálvanos, Señor, que estamos perdidos!’, dicen. ¡El miedo! Incluso aquella es una tentación del diablo: tener miedo de avanzar en el camino del Señor.
Hay una tentación que dice que es mejor quedarse aquí, donde estoy seguro. Pero esto es el Egipto de la esclavitud. Tengo miedo de seguir adelante, tengo miedo de ir hacia donde me llevará el Señor. El temor, sin embargo, no es un buen consejero. Jesús muchas veces, ha dicho: ¡No tengan miedo! El miedo no nos ayuda.
Cuando Jesús trae la calma al agitado mar, los discípulos en la barca se llenaron de temor. Siempre, ante el pecado, delante de la nostalgia, ante el temor, debemos volver al Señor. Mirar al Señor, contemplar al Señor. Esto nos da estupor por un nuevo encuentro con el Señor. ‘Señor, tengo esta tentación: quiero quedarme en esta situación de pecado; Señor, tengo la curiosidad de saber cómo son estas cosas; Señor, tengo miedo’. Y ellos vieron al Señor: ‘¡Sálvanos, Señor, estamos perdidos!´ Y llegó la sorpresa del nuevo encuentro con Jesús. No somos ingenuos ni cristianos tibios, somos valientes, valerosos. Somos débiles, pero hay que ser valientes en nuestra debilidad. Y nuestro valor muchas veces debe expresarse en una fuga y no mirar hacia atrás, para no caer en la mala nostalgia. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 2 de julio de 2013, en Santa Marta).


4°. ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
Dios, en tus manos me abandono
 
Yo me abandono ¡Dios! en tus manos.
Toma este barro y trabájalo,
como arcilla entre las manos del alfarero,
dale una forma y después, rómpela, si quieres
como es despedazada la vida de tantos hermanos.

Pide, ordena ¿Qué quieres que haga?
¿Qué quieres que no haga?
Ensalzado o humillado, perseguido,
incomprendido,
calumniado, alegre o triste,
o inútil para todo, sólo diré,
a ejemplo de tu Madre:
“Hágase en mí según tu palabra”.

Dame el amor por excelencia,
el amor de la cruz.
Pero no de las cruces heroicas
que podrían nutrir mi vanidad,
sino de las cruces vulgares que,
sin embargo, llevo con repugnancia.

De esas que se encuentran cada día
en la contradicción,
en el olvido, en los juicios falsos,
en la frialdad del alma,
en los desaires y desprecios de los demás;
en el malestar y defectos del cuerpo,
en la oscuridad de la mente
y en el silencio y aridez del corazón.

Entonces sólo Tú sabrás que te amo,
aunque ni yo lo sepa, con eso me basta.

Amén


5°. CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°. CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.

7°. DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿A quién acudimos en las dificultades?
¿Vacila mi fe en las pruebas?
¿Me angustio ante las contrariedades de la vida?

8°. COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°. DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.

10. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
Hoy, ante cualquier dificultad, obstáculo o frustración, voy hacer presente en mi interior mi fe y mi confianza en Dios superando mis miedos, para tratar de hacer su voluntad, aunque me cueste.

SANTOS DE HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Nuestra Señora de Calais, Francia (1347) 
-San Adolfo de Osnabruck, Obispo
-San Alpiniano de Limoges
-San Andrónico, Discípulo de san Pablo
-San Austricliniano de Limoges
-San Basílides de Alejandría, Mártir
-San Bertrando o Beltrán de Le Mans, Obispo
-San Ladislao I de Waradin, Rey de Hungría
-San Marcial de Limoges, Obispo y Confesor
-San Ostiano de Viviers, Presbítero y Confesor Ermitaño
-San Otón de Bamberg, Obispo
-San Pedro de Asti, Confesor
-San Pedro Li Quanhui, Mártir (Busco Estampa)
-Santos Protomártires de la Santa Iglesia Romana (Memoria Litúrgica)
-San Ramón Li Quanzhen, Mártir (Busco Estampa)
-San Teobaldo de Provins o Salánica, Presbítero y Eremita
-San Vicente Dô Yên, Mártir
-Santa Emiliana de Roma, Mártir
-Santa Erentrudis de Salzburgo, Abadesa
-Santa Junía, Discípula de san Pablo
-Santa Lucina de Roma, Discípula de los Apóstoles

San Cayetano Errico, ruega por nosotros

"Oración a San Miguel Arcángel"
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en el combate diario.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
por medio del divino poder, arroja al infierno
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.


Amén.

El Papa nos pagó un viaje para ver la Síndone. Nos sentimos amados.

VARIAS CANCIONES INSPIRADAS EN SAN PABLO, APÓSTOL

Agenda de la semana del Papa: Francisco viaja a Latinoamérica

Hoy 29 de junio celebramos la Solemnidad de santos Apóstoles Pedro y Pablo, Patronos de Roma. Saludemos a Francisco en su día y oremos por él como siempre nos pide.


Lunes 29 de junio 2015: Santa Misa presidida por Papa Francisco

domingo, 28 de junio de 2015

Película bíblica: "Vida y obras de san Pedro"

Película bíblica: "Pablo, Saulo de Tarso" - Español latino -

Lectio Divina (Método en 10 pasos): Lunes, 29 de Junio, 2015: Evangelio según San Mateo. 16, 13-19.: (Solemnidad de Pedro y Pablo, Apóstoles - Ciclo B -)


LECTIO DIVINA DEL EVANGELIO DE LA 13ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. LUNES 29 DE JUNIO 2015.

SOLEMNIDAD DE LOS SANTOS PEDRO Y PABLO, APÓSTOLES. 

DÍA DEL PAPA

La Lectio Divina es la lectura-escucha-meditación -orante de la Palabra de Dios para encarnarla en vida diaria.

1°. ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Cristo, Maestro y Señor, san Pedro y san Pablo, y muchos otros, dieron su vida porque creían en el amor, en la locura de tu amor que te llevó al extremo de morir en la cruz. Dame la gracia de comprender, en esta Lectio Divina, que debo buscar para vivir, transmitir y ser testigo de ese amor. Amén

2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. 16, 13-19
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”. Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”. “Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”. Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”.
Palabra del Señor.

3°.MEDITACIÓN DEL EVANGELIO:
A. COMENTARIO INTRODUCTORIO
  • Las lecturas bíblicas de este día en el que celebramos a San Pedro y a San Pablo nos ayudan a descubrir a cada uno de ellos como dos formas de ser y de actuar que llevan adelante la obra de Cristo en su Iglesia.
  • Dos personalidades con temperamentos y dotes muy distintos.
  • Pedro, impulsivo, generoso noble, dispuesto a la entrega a Cristo y a su causa como así de inestable es nuestra roca firme y nuestro guía en la fe que profesamos. Es lo que le pidió Cristo después de aquella triple confesión de fidelidad: apacienta a mis ovejas. Es el pescador del mar de Galilea fuerte y decido, que deja todo para seguir radicalmente a Jesús y aquel que después, consolidará la Iglesia primitiva con los israelitas que creyeron y la conducirá a lo largo de la historia mediante sus sucesores. Pedro es la autoridad constituida por Cristo para darle la unidad y la solidez necesarias a la Iglesia para que sea signo visible y eficaz de salvación para todos los hombres.
  • Saulo de Tarso, genio de alta formación en la más pura tradición judía, apasionado y profundo; perseguidor de la Iglesia y asesino de cristianos es llevado por su celo por la verdad, su fidelidad a Dios y a la fe de sus antepasados a convertirse en el más ferviente y más dinámico predicador, fundador y maestro de comunidades creyentes fuera de Israel y a lo largo de las márgenes del Mar Mediterráneo. Su personalidad, su genio y su imagen son las que le permitieron extender la fe de la Iglesia naciente.
  • La Iglesia necesitó y necesita un principio sólido, estable y permanente de autoridad y de unidad en la misión. Éste es Pedro y sus sucesores.
  • Pero también necesita del elemento innovador que movido por el Espíritu esté continuamente buscando las formas de acercamiento al hombre en su cultura y en sus circunstancias propias de cada tiempo y de cada lugar. Éste es Pablo.
  • Esta fiesta es una invitación a todos los que integramos la Iglesia, a una conversión permanente hacia Dios y hacia el mundo, según los criterios del evangelio.
  • Que Pedro, la roca firme, sea nuestro ejemplo y nos ayude a confesar a Jesús y volver a él con humildad, a pesar de nuestras negaciones.
  • Que Pablo, el Apóstol nos de la apertura de corazón y la audacia para anunciar a Jesucristo a todos los que desean ser fieles al plan de Dios.


B. REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
Celebramos la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, patronos principales de la Iglesia de Roma: una fiesta que adquiere un tono de mayor alegría por la presencia de obispos de todo el mundo. Tres ideas sobre el ministerio petrino, guiadas por el verbo «confirmar». ¿Qué está llamado a confirmar el Obispo de Roma?
1. Ante todo, confirmar en la fe. El Evangelio habla de la confesión de Pedro: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo» (Mt, 16,16), una confesión que no viene de él, sino del Padre celestial. Y, a raíz de esta confesión, Jesús le dice: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia» (v. 18). El papel, el servicio eclesial de Pedro tiene su fundamento en la confesión de fe en Jesús, el Hijo de Dios vivo, en virtud de una gracia donada de lo alto...
2. Confirmar en el amor. En la Segunda Lectura hemos escuchado las palabras conmovedoras de san Pablo: «He luchado el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe» (2 Tm 4,7). ¿De qué combate se trata? No el de las armas humanas, que por desgracia todavía ensangrientan el mundo; sino el combate del martirio. San Pablo sólo tiene un arma: el mensaje de Cristo y la entrega de toda su vida por Cristo y por los demás...
3. Confirmar en la unidad. Aquí me refiero al gesto que hemos realizado. El palio es símbolo de comunión con el Sucesor de Pedro, «principio y fundamento, perpetuo y visible, de la unidad de la fe y de la comunión» (Lumen gentium, 18). Y vuestra presencia hoy, queridos hermanos, es el signo de que la comunión de la Iglesia no significa uniformidad.
Confesar al Señor dejándose instruir por Dios; consumarse por amor de Cristo y de su evangelio; ser servidores de la unidad.
Queridos hermanos en el episcopado, estas son las consignas que los santos apóstoles Pedro y Pablo confían a cada uno de nosotros, para que sean vividas por todo cristiano. Que la santa Madre de Dios nos guíe y acompañe siempre con su intercesión: Reina de los apóstoles, reza por nosotros. Amén. (Papa Francisco, Homilía del sábado 29 de junio 2013).

4°. ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
"Oración  a San Pedro y San Pablo" 
Te agradecemos, Jesús, nuestro Maestro y Señor,  por haber elegido a los santos apóstoles Pedro y Pablo como los máximos pastores de la iglesia como instrumentos de la salvación para muchos de tu pueblo. Y ustedes, santos apóstoles, que merecieron tan grande gracia intercedan por nosotros junto a Jesús y María, para darnos fuerzas y luchar contra lo que impide seguir con valentía vuestra vocación.
Te agradecemos, Jesús, por haber infundido en los corazones de los santos apóstoles Pedro y Pablo la más pura llama de amor a Dios y a los hermanos. Y ustedes, santos apóstoles, que vivieron plenamente entregados, intercedan por nosotros junto a Jesús y María, para que podamos consagrar a Dios con alegría todas nuestras fuerzas.
Te agradecemos, Jesús, porque elegiste a los santos apóstoles Pedro y Pablo para predicar y testimoniar tu pobreza. Y ustedes, nuestros protectores, que vivieron realmente la palabra evangélica, en la oración y en el servicio, obtengamos de Jesús y María la gracia de vivir una verdadera vida de desprendimiento, y así podamos aprender a compartir con nuestros hermanos más pobres.
Te agradecemos, Jesús Buen Pastor, porque gobiernas, apacientas y guías tu rebaño por intermedio de aquellos que te representan. Y ustedes, santos apóstoles Pedro y Pablo, que en el ejercicio de la autoridad supieron servir, enséñennos el espíritu de obediencia, el verdadero diálogo y colaboración en el servicio fraterno.
Te agradecemos, Jesús Buen Pastor por haber dado a los santos apóstoles Pedro y Pablo la gracia del martirio y la gloria eterna en el cielo. Y ustedes, nuestros protectores, por sus oraciones, luchas y conquistas, obtengamos la gracia de vivir plenamente nuestra consagración en el servicio, testimonio a través de nuestras actitudes y el amor de que salva.
Amén

5°. CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°. CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.

7°. DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
a) ¿Qué punto del Evangelio ha llamado más mi atención?
b) ¿Cuáles son las opiniones del pueblo sobre Jesús? ¿Qué piensan Pedro y los discípulos sobre Jesús?
c) ¿Quién es Jesús para mí? ¿Quién soy yo para Jesús?

8°. COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°. DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.

10. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
Hoy haré una oración especial por el Papa Francisco, pidiendo a Dios que lo ilumine y lo fortalezca en su misión.
Oración para Papa Francisco
Padre Bueno, que siempre escuchas el clamor de tu pueblo, te pedimos por nuestro pastor, el papa Francisco. Anímalo y dale fuerzas con tu Espíritu, para que unido a los obispos pastores de todas las iglesias diocesanas del mundo, guíe la vida de los cristianos por las huellas del camino de Jesús. En el espíritu de san Francisco de Asís, Señor, te pedimos ser una Iglesia pobre y fraterna, con un corazón abierto y compasivo a los que sufren, a los que no tienen lugar, a los que son excluidos, a los que padecen violencia, a los enfermos de toda dolencia, a los que dejan su tierra como migrantes, y a los niños, jóvenes y mayores que mueren por la droga, en todos ellos, y en muchos otros, vemos tu rostro sufriente, y queremos, como enseñó Francisco al besar al leproso, dar muestras concretas de un amor que haga crecer la vida. Queremos ser, con el papa Francisco, con nuestros obispos pastores, con todas las comunidades cristianas, una Iglesia sencilla y servidora, que anuncie con alegría el Evangelio de Jesús, que ame y cuide la naturaleza y la Tierra, casa de todos, que trabaje junto a otros para hacer un mundo de hermanos, que se alegre con María, y con Ella se haga fuerte en la fe y la esperanza, porque para Dios “no hay nada imposible”. - Que así sea -

SANTOS DE HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Nuestra Señora de Buglose, Francia (1634)
-Nuestra Señora de Linares
-San Anastasio de Argenton, Soldado y Mártir
-San Casio de Narni, Obispo
-San Juan Bautista Wu Mantang, Mártir
-San Marcelo de Argenton, Mártir (Busco Estampa)
-San Pablo, Apóstol de los Gentiles y Mártir (Memoria Litúrgica)
-San Pablo Wu Anjyu, Mártir
-San Pablo Wu Wanshu, Mártir
-San Pedro y San Pablo, Apóstoles y Mártires (Memoria Litúrgica)
-San Pedro, 1er Papa Apóstol y Mártir (Memoria Litúrgica)
-San Siro de Génova, Obispo
-Santa Benedicta de Cádiz o Sens, Virgen
-Santa Emma de Gurk, Viuda
-Santa María de Chipre, madre de Juan Marcos, Discípula del Señor
-Santa María Du Tian, Mártir
-Santa Magdalena Du Fengju, Madre y Mártir

San Cayetano Errico, ruega por nosotros

"Oración a San Miguel Arcángel"
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en el combate diario.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
por medio del divino poder, arroja al infierno
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.

Amén.

Película Cristiana: "Los Secretos de Jonathan Sperry" -

Lectio Divina (Método en 10 pasos): Domingo, 28 de Junio, 2015: Evangelio según San Marcos. 5, 21-43. : (13° Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B -)


LECTIO DIVINA DEL EVANGELIO DEL DOMINGO DE 13ª SEMANA DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO. DOMINGO 28 DE JUNIO 2015. 

La Lectio Divina es la lectura-escucha-meditación -orante de la Palabra de Dios para encarnarla en vida diaria.

1°. ORACIÓN DE PREPARACIÓN:
Señor, yo creo en ti y en tu amor. Si quieres puedes convertir este momento de (lectio divina) lectura-orante de tu evangelio en una experiencia de amor que sane y transforme toda mi vida; como el leproso, sé que lo puedes hacer y humildemente te suplico que lo hagas. Amén

2°. LECTURA DEL EVANGELIO:
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.  5, 21-43
Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: “Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se sane y viva”. Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados. Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: “Con sólo tocar su manto quedaré sanada”. Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba sanada de su mal. Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: “¿Quién tocó mi manto?”. Sus discípulos le dijeron: “¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?”. Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le
había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le dijo: “Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad”. Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: “Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?”. Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: “No temas, basta que creas”. Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: “¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que
duerme”. Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: “Talitá kum”, que significa: “¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!”. En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor.

3°.MEDITACIÓN DEL EVANGELIO:
A. COMENTARIO INTRODUCTORIO

  • Marcos introducía el domingo pasado el tema de la fe en Jesús. El texto de hoy, nos ubica de nuevo en la orilla judía del lago de Genesaret; en medio de la aglomeración de la gente en torno al maestro de Nazaret, que se dirige hasta la casa de Jairo, un encargado del orden en la sinagoga, cuya hija está mortalmente enferma. Jesús accede a su pedido de ir a sanarla. Entre la partida de la orilla y la llegada a la casa, una mujer acude a Jesús como a último y único remedio a sus trastornos corporales.
  • En la época del Nuevo Testamento, la mujer vivía marginada por el simple hecho de ser mujer. En la sinagoga no participaba en la vida pública, no podía ser testigo.
  • Sin embargo, las protagonistas de este texto son dos mujeres. La primera: una mujer que sufría hemorragias y vivía marginada, porque en aquel tiempo la sangre convertía impura a la persona y a quien la tocara. Había gastado toda su fortuna con los médicos, pero había empeorado. Doce años con hemorragia, doce años de marginación. La segunda: la hija de uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, que tiene doce años. A esta edad empiezan las menstruaciones y se convierte en mujer, por lo tanto comienza la exclusión y comienza a morir. Jesús tiene un poder mayor. A una la sana y a la otra la resucita.
  • Jesús se revela como vencedor de la muerte y de la enfermedad. En la curación de la hemorroisa y en la resurrección de la hija de Jairo, descubrimos un anuncio de su propia resurrección. Estos hechos están iluminados por la luz del misterio pascual. Al mismo tiempo manifiestan la misión liberadora de Cristo, concretada en el mundo del dolor y de la muerte, entre los que sufren enfermedad y angustia.
  • Estos signos que realiza Jesús expresan la presencia del Padre en nuestra existencia, herida por el pecado. Una presencia de lucha constante, pero salvadora, que trata de arrancarnos de la enfermedad y de la muerte. Una lucha en la que el papel decisivo lo tiene nuestra fe.
  • Dos dichos de Jesús constituyen los pilares principales de los dos relatos de sanación: “Hija, tu fe te ha curado, vete en paz”; “No temas, ten fe y basta”. En estas dos frases, dichas a la mujer y al padre de la niña, ponen de manifiesto la importancia de la fe para experimentar la vida y percibir la presencia liberadora del Reino. Sin fe no hay liberación ni puede haber signos de vida. La fe está en el centro de estos dos hechos milagrosos, de estos dos relatos de vida. Fe en el poder de Jesús.
  • Por la fuerza de su fe, la mujer curada se va en paz, con plenitud interior y exterior de vida, como si hubiera vuelto a nacer. Por la fuerza de la fe del padre, la niña recupera la vida cuando ésta parecía que le había sido arrebatada.
  • Quien confía en Jesús, quien se abandona en sus manos es capaz de hacer de los imposibles, posibles. Quien acepta a Jesús como Señor y el salvador de su vida, experimentará que la salvación de Dios entra en su casa. Apoyados en la fe que Jesús nos pide, estamos llamados a superar el temor que ocasiona la muerte y a transfigurar la enfermedad. Cuando el evangelio pone de manifiesto la enorme fuerza curativa de la fe, ésta no queda reducida únicamente a lo fisiológico. Sano es, en realidad, aquel que es capaz de realizar un proyecto de vida en libertad. Esta salud total es la que Jesús transmite: Él no se limita a curar enfermedades físicas, sino a salvar. La fe cura integralmente, salva.
  • Estos dos milagros de Jesús son signos de vida. Porque El es la vida, se enfrenta con la enfermedad y la muerte. Esta actitud dinámica y salvadora ante todo tipo de enfermedad y de muerte es la que pide Jesús a sus discípulos por la fe. La actitud del cristiano no puede ser la resignación ante lo inevitable. Nuestra fe de discípulos debe ser una fuerza de vida y en favor de la vida, algo más que un consuelo en situaciones límite, o una evasión en la vida cotidiana, esperando que el cielo resuelva todo.
  • Frente a toda enfermedad y toda situación de muerte, nuestra postura ha de ser de lucha contra ellas. A medida que en nuestra vida nos liberamos de toda opresión de pecado, apoyados en la fe, estamos haciendo nuestra resurrección, que es victoria sobre la muerte. Desde la fe sabemos que la enfermedad y la muerte no son la última palabra, sino el paso de un nuevo amanecer a la vida.
  • La fe, tiene que mostrarse en cada momento y en cada situación, como un trabajo y una lucha viva en favor de la vida, y por tanto contra todo lo que hiere a los hombres, a su dignidad, al proyecto de Dios sobre sus vidas y los de toda la humanidad. Si por la fe creemos lo imposible, es para hacer posible la vida para todos. No vale decir que creemos en la vida eterna si al mismo tiempo, no hacernos nada por una vida más humana para todos los hombres.
  • Hoy,  luchar por la vida significa defenderla en los no-nacidos, y en los ya nacidos luchando para no acostumbrarnos al paisaje de los chicos perdiendo la infancia, lavando parabrisas o prostituyéndose por unas pocas monedas. Hoy, luchar por la vida es no conformarnos con que las “cosas sean así” y dejarnos llevar por la corriente anulando nuestra conciencia.
  • Hoy, luchar por la vida es animarse a tener ideales generosos y proyectos grandes, aunque en ellos se nos vaya la existencia. Hoy, luchar por la vida es creer que es posible una vida distinta y crear lo posible para que sea realidad. Hoy, luchar por la vida es “hacer algo por alguien” aunque sea poco, sabiendo que eso poco si yo no lo hago va a faltar. Hoy, luchar por la vida es hacernos cargo de los otros: de los ancianos, de los enfermos, de los solos, de los excluidos, de los “locos”, de los que han perdido el sentido de la vida, y en esa preocupación hallar sentido para la nuestra.
  • Hoy, luchar por la vida al estilo de Jesús, es no dejar de buscar la justicia social grande y la cotidiana, que haga de los hombres seres vivos y no sólo sobrevivientes. Hoy, luchar por la vida es orar, pedir con descaro, adorar tocando al Señor para arrancar de su corazón el torrente de la Vida, experimentando de ese modo, que estamos en la causa de Dios por la Vida plena del hombre, trabajando codo a codo.
B. REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
Queridos hermanos y hermanas:
Este domingo, el evangelista san Marcos nos presenta el relato de dos curaciones milagrosas que Jesús realiza en favor de dos mujeres: la hija de uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y una mujer que sufría de hemorragia (cf. Mc 5, 21-43). Son dos episodios en los que hay dos niveles de lectura; el puramente físico: Jesús se inclina ante el sufrimiento humano y cura el cuerpo; y el espiritual: Jesús vino a sanar el corazón del hombre, a dar la salvación y pide fe en él. En el primer episodio, ante la noticia de que la hija de Jairo había muerto, Jesús le dice al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe» (v. 36), lo lleva con él donde estaba la niña y exclama: «Contigo hablo, niña, levántate» (v. 41). Y esta se levantó y se puso a caminar. San Jerónimo comenta estas palabras, subrayando el poder salvífico de Jesús: «Niña, levántate por mí: no por mérito tuyo, sino por mi gracia. Por tanto, levántate por mí: el hecho de haber sido curada no depende de tus virtudes» (Homilías sobre el Evangelio de Marcos, 3). El segundo episodio, el de la mujer que sufría hemorragias, pone también de manifiesto cómo Jesús vino a liberar al ser humano en su totalidad. De hecho, el milagro se realiza en dos fases: en la primera se produce la curación física, que está íntimamente relacionada con la curación más profunda, la que da la gracia de Dios a quien se abre a él con fe. Jesús dice a la mujer: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad» (Mc 5, 34).

Para nosotros estos dos relatos de curación son una invitación a superar una visión puramente horizontal y materialista de la vida. A Dios le pedimos muchas curaciones de problemas, de necesidades concretas, y está bien hacerlo, pero lo que debemos pedir con insistencia es una fe cada vez más sólida, para que el Señor renueve nuestra vida, y una firme confianza en su amor, en su providencia que no nos abandona.

Jesús, que está atento al sufrimiento humano, nos hace pensar también en todos aquellos que ayudan a los enfermos a llevar su cruz, especialmente en los médicos, en los agentes sanitarios y en quienes prestan la asistencia religiosa en los hospitales. Son «reservas de amor», que llevan serenidad y esperanza a los que sufren. En la encíclica Deus caritas est, expliqué que, en este valioso servicio, hace falta ante todo competencia profesional —que es una primera necesidad fundamental—, pero esta por sí sola no basta. En efecto, se trata de seres humanos, que necesitan humanidad y atención cordial. «Por eso, dichos agentes, además de la preparación profesional, necesitan también y sobre todo una “formación del corazón”: se les ha de guiar hacia el encuentro con Dios en Cristo que suscite en ellos el amor y abra su espíritu al otro» (n. 31).

Pidamos a la Virgen María que acompañe nuestro camino de fe y nuestro compromiso de amor concreto especialmente a los necesitados, mientras invocamos su maternal intercesión por nuestros hermanos que viven un sufrimiento en el cuerpo o en el espíritu. (Papa Francisco, Ángelus del domingo 1 de julio 2012).

4°. ORACIÓN: Dialogo con el Divino Maestro
Oración por la vida

Señor de la vida: quiero vivir una vida que no termine
Señor del amor: quiero amar sin límites.
Señor de mis sueños quiero ser libre en plenitud de libertad.
Señor de la esperanza quiero caminar sin llegar.
Aquí me tenés, lleno de vida y entusiasmo;
aquí me tenés con ganas de hacer algo bello por vos;
aquí me tenés en busca de una entrega sin medida;
aquí me tenés resistiéndome a morir por morir.
Lo mío es vivir para siempre: lo dice tu Evangelio.
Lo mío es vivir vida eterna: lo prometiste vos.
Lo mío es vivir el amor que no muere: eso es lo tuyo.
Lo mío es vivir tu vida nueva: la de tu Espíritu.
Lo mío es vivirte a vos: Mi vida es tu Resurrección.
Vivo la paz de tu Reino: camino hacia la plenitud.
Vivo la verdad de tu Reino: camino hacia tu luz.
Yo viviré para siempre: creo en tu vida eterna.
Yo viviré para siempre: creo en mi resurrección.
Yo viviré para siempre: creo en el reino prometido.
Yo viviré para siempre: creo en el más allá.
Yo viviré para siempre: creo en tu amor que nunca muere.
Yo viviré para siempre: creo que me esperás al final.
Señor Jesús, Señor resucitado: espero la vida eterna.
Señor Jesús, Señor siempre joven, espero contra toda esperanza. Amén.

Emilio Mazariegos

5°. CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°. CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.

7°. DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿Qué puntos de contacto encuentro entre mi fe y la mujer enferma y el padre de la niña de este pasaje del evangelio?
¿Pongo mi confianza sin medida en las manos del Señor?
¿Cómo es mi oración y mi petición en las necesidades?

8°. COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°. DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.

10. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
Hoy leeré atentamente, meditaré y transformaré en oración y acción concreta lo que Jesús dijo al jefe de la sinagoga: “No temas, basta que creas”.

SANTOS DE HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-Institución de la oración del Ángelus de Nuestra Señora, Europa (1456)
-Virgen De Las Tres Manos
-San Argimiro de Cabra y de Córdoba, Mártir
-San Atilio, Soldado y Mártir
-San Eron o Heron de Alejandría, Mártir
-San Heinrado o Eimerado de Hassungen, Presbítero y Eremita
-San Herlembaldo Cotta, Mártir
-San Heráclides de Alejandría, Mártir
-San Irineo de Lyon, Obispo y escritor, Padre de la Iglesia (Memoria Litúrgica)
-San Juan (John) Southworth, Presbítero y Mártir
-San León II, Papa (Julio 3)
-San Lupercio, Mártir
-San Pablo I, Papa
-San Papías o Papio de Sicilia, Mártir
-San Plutarco de Alejandría, y compañeros, Mártires
-San Sereno de Alejandría, y compañeros, Mártires
-San Sereno de Alejandría, Mártir
-Santa Lucía Wang Cheng, y compañeras Mártires
-Santa Marcela de Alejandría, Mártir
-Santa María Chi Yu, Mártir
-Santa María Du Zhao (Zhaozhi), Madre y Mártir
-Santa María Fan Kun, Mártir
-Santa María Zheng Xu, Mártir
-Santa Potamiena de Alejandría, Mártir
-Santa Rayda de Alejandría, Mártir
-Santa Vicenta Gerosa, Co-fundadora

San Cayetano Errico, ruega por nosotros

"Oración a San Miguel Arcángel"
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en el combate diario.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
por medio del divino poder, arroja al infierno
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.

Amén.