jueves, 30 de abril de 2015
Lectio Divina: Viernes, 1 de Mayo, 2015: Evangelio según San Juan 14,1-6. : (Fiesta de San José Obrero - 4ª Semana del Tiempo de Pascua - Ciclo B -)
Espíritu Santo, ilumina
mi entendimiento, para que al leer, meditar y estudiar la Sagrada Escritura de
hoy, sienta la presencia de Dios Padre que se manifiesta a través de tu
Palabra.
Abre mi corazón para
darme cuenta del querer de Dios y la manera de hacerlo realidad en mis acciones
de cada día. Instrúyeme en tus sendas para que, teniendo en cuenta tu Palabra,
sea signo de tu presencia en el mundo. Amén.
2°. LECTURA:
Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Juan. 14, 1-6
Jesús dijo a sus
discípulos:
«No se inquieten. Crean
en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones;
si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y
cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos
conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el
camino del lugar adonde voy.»
Tomás le dijo: «Señor,
no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»
Jesús le respondió: «Yo
soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
Palabra del
Señor.
3°. MEDITACIÓN:
A. COMENTARIO
- Jesús, después de lavar los pies a los discípulos, anuncia su muerte, la traición de Judas y las negaciones de Pedro.
- Los apóstoles están inquietos, estos anuncios han creado un clima de tristeza pero Jesús pide un acto de fe en su persona, total y sin reserva; que les traerá la paz a pesar de que ha anunciado el futuro de su muerte.
- Jesús hoy se presenta a sí mismo como el Camino: el que se una a Él y haga como Él, irá al Padre. Cristo, va delante y abre los caminos. ¨Él ha roto el círculo infernal de la finitud humana, de la mortalidad y del pecado. Jesús ha abierto “la salida“.
- Pero añade aún un nuevo paso: Él es “la verdad”, es decir, la auténtica realización humana, porque manifiesta y hace lo que Dios es y quiere. Sin Cristo la humanidad está encerrada en sus límites; pero aquí se abre una esperanza. No seremos siempre egoístas, injustos, duros, impuros, débiles.
- Y también es “la vida”, es decir, la plenitud del ser hombre, la culminación de todo, la superación de todo mal y de la misma muerte. La humanidad no será siempre violenta, excluyente, racista, injusta, agresiva y no estará dividida.
- Esta es la “buena nueva”: la historia tiene un sentido, el hombre tiene un sentido, todo hombre está destinado a vivir cerca del Padre por medios de Jesús....Camino, Verdad y Vida.
- Ante este mundo desconcertado y perdido que busca la felicidad en ideologías mesiánicas o en placeres pasajeros, evangelizar será en definitiva anunciar a Cristo Jesús como la gran respuesta de Dios.
- Fuera de Él no hay verdad ni vida, porque Él es el único camino.
- Nuestro camino tiene que ser el de la comunidad de discípulos que encontraron en Jesús un camino para el encuentro con Dios, que se traduce en el amor a todos los hombres y a todo hombre; especialmente a los más pobres y desamparados.
- Esta manera de ver y vivir la vida cristiana nos lleva a arriesgarnos creativamente a andar por nuevos caminos. Hoy como ayer, el verdadero discípulo de Jesús sabe que “se hace camino al andar”.
B. REFLEXIÓN-HOMILÍA DEL PAPA EMÉRITO BENEDICTO XVI.
«Supera y ayuda al hombre de hoy a superar los obstáculos
del individualismo, del relativismo; no te dejes llevar por los fallos que
pueden marcar a las comunidades cristianas. Esfuérzate en ver de cerca a la
persona de Cristo, que ha dicho: "Yo soy el camino, la verdad y la
vida".
Avanzad confiados en el camino de la nueva evangelización, en el servicio amoroso a los pobres y en el testimonio valiente en las distintas realidades sociales. Sed conscientes de que sois portadores de un mensaje que es para cada uno de los hombres; un mensaje de fe, esperanza y caridad. Finalmente, esta invitación está dirigida a todos vosotros, queridos fieles laicos. Sabed, siempre y en todas partes, dar razón de la esperanza que está en vosotros. La Iglesia necesita vuestros dones y vuestro entusiasmo. Sabed decir "sí" a Cristo que os llama a ser sus discípulos, a ser santos. Querría recordar, otra vez, que la "santidad" no quiere decir hacer cosas extraordinarias, sino seguir todos los días la voluntad de Dios, vivir verdaderamente bien la propia vocación, con la ayuda de la oración, de la Palabra de Dios, de los Sacramentos y con el compromiso cotidiano de la coherencia. Sí, son necesarios fieles laicos fascinados con el ideal de "santidad", para construir una sociedad digna del hombre, una civilización de amor». (Benedicto XVI, Papa emérito, 9 de mayo de 2011).
Avanzad confiados en el camino de la nueva evangelización, en el servicio amoroso a los pobres y en el testimonio valiente en las distintas realidades sociales. Sed conscientes de que sois portadores de un mensaje que es para cada uno de los hombres; un mensaje de fe, esperanza y caridad. Finalmente, esta invitación está dirigida a todos vosotros, queridos fieles laicos. Sabed, siempre y en todas partes, dar razón de la esperanza que está en vosotros. La Iglesia necesita vuestros dones y vuestro entusiasmo. Sabed decir "sí" a Cristo que os llama a ser sus discípulos, a ser santos. Querría recordar, otra vez, que la "santidad" no quiere decir hacer cosas extraordinarias, sino seguir todos los días la voluntad de Dios, vivir verdaderamente bien la propia vocación, con la ayuda de la oración, de la Palabra de Dios, de los Sacramentos y con el compromiso cotidiano de la coherencia. Sí, son necesarios fieles laicos fascinados con el ideal de "santidad", para construir una sociedad digna del hombre, una civilización de amor». (Benedicto XVI, Papa emérito, 9 de mayo de 2011).
No soy católico por
seguir unos mandamientos o creer en una doctrina, sino por seguir a una
persona, que me ama. Jesús, quiero ocupar esa habitación que con tanto amor has
preparado para mí. No permitas que sea indiferente a esta maravillosa verdad.
Ayúdame a permanecer siempre cerca de Ti, por la frescura y la delicadeza de la
vida de gracia, por los momentos de oración y por la fidelidad a las
inspiraciones del Espíritu Santo. Amén
Señor Jesús,
queremos seguirte
como los primeros apóstoles
a quienes llamaste
‘para que estuvieran contigo’.
Tú eres el camino hacia el Padre,
por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos.
Tú eres luz, guía segura,
señal de pista hacia la meta;
sólo tú das sentido a nuestro vivir.
Tú eres la verdad de Dios,
eres nuestra raíz y nuestro cimiento,
la roca firme, la piedra angular,
el monte que no tiembla,
el ‘Amén’, el Sí total, continuo y gozoso
a la voluntad del Padre.
Tú eres la vida de Dios,
por eso nos animas
y nos salvas de todas las muertes
que amenazan con destruirnos.
Tú nos acompañarás
cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo-
serás nuestro alimento,
nuestro viático para el camino,
continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos:
emprenderemos contigo nuestro último viaje.
Tú, Señor,
nos conduces, nos iluminas y nos salvas.
Nosotros creemos en ti
y no somos menos privilegiados
que tus primeros discípulos:
aunque te has ocultado a nuestra vista
has puesto ojos en nuestro corazón
y has reservado para nosotros una bienaventuranza:
‘Dichosos aquellos que sin ver
creerán en mí’.
queremos seguirte
como los primeros apóstoles
a quienes llamaste
‘para que estuvieran contigo’.
Tú eres el camino hacia el Padre,
por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos.
Tú eres luz, guía segura,
señal de pista hacia la meta;
sólo tú das sentido a nuestro vivir.
Tú eres la verdad de Dios,
eres nuestra raíz y nuestro cimiento,
la roca firme, la piedra angular,
el monte que no tiembla,
el ‘Amén’, el Sí total, continuo y gozoso
a la voluntad del Padre.
Tú eres la vida de Dios,
por eso nos animas
y nos salvas de todas las muertes
que amenazan con destruirnos.
Tú nos acompañarás
cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo-
serás nuestro alimento,
nuestro viático para el camino,
continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos:
emprenderemos contigo nuestro último viaje.
Tú, Señor,
nos conduces, nos iluminas y nos salvas.
Nosotros creemos en ti
y no somos menos privilegiados
que tus primeros discípulos:
aunque te has ocultado a nuestra vista
has puesto ojos en nuestro corazón
y has reservado para nosotros una bienaventuranza:
‘Dichosos aquellos que sin ver
creerán en mí’.
Amén
5°. CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°. CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el
"gusto" de la Palabra de Dios.
7°. DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la
Palabra.
¿Espero
el encuentro definitivo con Dios o le temo?
¿Por
dónde va mi camino para entrar en la “morada” de Jesús?
8°. COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°. DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por
la Palabra.
10. ACCIÓN CONCRETA: Propósito del día.
Ayunar completamente de mi pesimismo para crecer en la
esperanza de que, con Cristo, puedo ser mejor persona y ayudar a otros a vivir mejor
y con más dignidad.
ORACIÓN A SAN JOSÉ OBRERO
San José, padre tierno y generoso,
hombre glorioso de buen corazón,
hombre glorioso de buen corazón,
tú has sido el árbol elegido por Dios
no para dar fruto, sino para dar sombra.
Sombra protectora de María, tu esposa;
sombra de Jesús, que te llamó Padre
y al que te entregaste del todo.
y al que te entregaste del todo.
Tu vida, tejida de trabajo y de silencio,
nos enseña a ser fieles en todas las situaciones;
nos enseña, sobre todo,
nos enseña, sobre todo,
a tener esperanza en la desesperación.
tú que conoces el verdadero valor del trabajo,
socórrenos en todos nuestros esfuerzos
por conseguir un buen trabajo, adecuado y digno,
un trabajo o negocio que nos dé dinero suficiente
para que podamos hacer frente sin problemas
para que podamos hacer frente sin problemas
a los gastos y las necesidades diarias,
con el que podamos pagar nuestras
hipotecas y deudas,
y con el que podamos vivir sin estrecheces.
Llenos de confianza en tu bondad y poder
a ti recurrimos en nuestras necesidades y problemas,
a ti acudimos para pedir confiadamente tu patrocinio
en esta urgente y desesperada situación:
(hacer la petición).
Bendito Guardián de la Sagrada Familia,
santo padre, protector y amigo, san José,
ayúdanos, intercede por nosotros,
que tu ejemplo de hombre justo y bueno
nos acompañe en todo momento
nos acompañe en todo momento
protégenos y guárdanos de todo peligro,
toma nuestros intereses como tuyos
hasta que un día podamos agradecer
y cantar eternamente las misericordias de Dios.
Amén.
--------------------------------------------------------------
-Santos Felipe y Santiago, apóstoles, s. I.
-San Ricardo Pampuri, religioso de San Juan de Dios.
-San Andeolo, mártir, Vivarais (Francia), 208.
-Santos Orencio y Paciencia, mártires, Huesca, s. IV.
-San Segismundo, rey de Borgoña, 524.
-San Amador, obispo de Auxerre, 418.
-San Orencio, obispo de Auch, s. V. -Santos Asaf, obispo de
Glasgow y Walburga, virgen. Inglaterra, s. VIII.
-Santa Grata, viuda, Bérgamo (Italia).
-San Saturnino, mártir, Métida (Badajoz).
-San Blandino, Meaux (Francia), s. VIII.
-San Teódulo, abad, Reims (Francia), hacia 588.
-Santa Marta, esposa de San Amador, 418.
-Santa Petronila, abadesa, Moncel (Francia), s. XIV.
-Santos Bonifacio, Máximo, Vidal y Juliana, mártires romanos
del s. II.
-La Traslación del cuerpo de San Juan de Mata, Madrid.
Lectio Divina: Jueves, 30 de Abril, 2015: Evangelio según San Juan 13,16-20. : (4ª Semana del Tiempo de Pascua - Ciclo B -)
Espíritu
Santo, ilumina mi entendimiento, para que al leer, meditar y estudiar la
Sagrada Escritura de hoy, sienta la presencia de Dios Padre que se manifiesta a
través de tu Palabra.
Abre mi
corazón para darme cuenta del querer de Dios y la manera de hacerlo realidad en
mis acciones de cada día. Instrúyeme en tus sendas para que, teniendo en cuenta
tu Palabra, sea signo de tu presencia en el mundo. Amén.
2°. LECTURA:
2°. LECTURA:
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. 13, 16-20
Antes de la
fiesta de Pascua, Jesús lavó los pies a sus discípulos, y les dijo: “Les
aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande
que el que lo envía. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las
practican. No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero
es necesario que se cumpla la Escritura que dice: ‘El que comparte mi pan se
volvió contra mí’. Les digo esto desde ahora, antes de que suceda, para que
cuando suceda, crean que Yo soy. Les aseguro que el que reciba al que yo envíe
me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió”.
Palabra del
Señor.
3°.
MEDITACIÓN:
A.
COMENTARIO
· En
el Evangelio de hoy nos encontramos en el marco de la última cena de despedida
de Jesús con un texto que forma parte del relato del lavatorio de los pies.
· Jesús
quiere dejar bien claro a los apóstoles que el servicio es la misión a la
que están invitados los Apóstoles y todos nosotros también hoy estamos
invitados.
· La
cena empezó con el gesto simbólico y elocuente del lavatorio de los pies. Esta
es la gran lección de fraternidad y actitud de servicio para con los
demás.
· Juan
interrumpe la narración de la escena del lavatorio de pies para comentar el
alcance de este gesto.
· Lo
que Jesús ha hecho y está diciendo no es una teoría abstracta o piadosa sino
una instrucción autorizada y obligatoria.
· Siendo
el Maestro y el Señor, Jesús lavando los pies se ha hecho esclavo de todos.
· No
es elección de la comunidad seguir o no esta actitud de Jesús. Aceptar a Jesús
como Maestro y Señor, nos lleva a seguir su ejemplo en un compromiso de amor
hasta dar la vida.
· Actuar
como Jesús actuó será la mayor dicha que puede alcanzar el hombre. Sentirá en
su interior la alegría de conocer verdaderamente a Dios, que es libertad,
armonía, solidaridad y justicia. Será el fin de una existencia sin sentido, de
un “vivir por vivir”.
· En
la sociedad de la imagen y de la comunicación, esto no es un mensaje a
transmitir, sino una tarea a cumplir, a vivir cada día.
B.
REFLEXIÓN-HOMILÍA DE PAPA FRANCISCO
«Los Doce
eligieron colaboradores, a quienes comunicaron el don del Espíritu que habían
recibido de Cristo, por la imposición de las manos que confiere la plenitud del
sacramento del Orden. De esta manera, a través de la sucesión continua de los
obispos, en la tradición viva de la Iglesia se ha ido transmitiendo este tan
importante ministerio, y permanece y se acrecienta hasta nuestros días la obra
del Salvador.
En la persona del obispo, rodeado de sus presbíteros, está presente entre vosotros el mismo Jesucristo, Señor y Pontífice eterno. Él es quien, en el ministerio del obispo, sigue predicando el Evangelio de salvación y santificando a los creyentes mediante los sacramentos de la fe; es Cristo quien, por medio del ministerio paternal del obispo, agrega nuevos miembros a la Iglesia, su Cuerpo; es Cristo quien, valiéndose de la sabiduría y prudencia del obispo, guía al pueblo de Dios, a través de su peregrinar terreno, hasta la felicidad eterna.
Recibid, pues, con alegría y acción de gracias a nuestro hermano que, nosotros obispos, con la imposición de las manos, hoy agregamos al colegio episcopal. Debéis honrarlo como ministro de Cristo y dispensador de los misterios de Dios, a él se ha confiado dar testimonio del Evangelio y administrar la vida del espíritu y la santidad. Recordad las palabras de Jesús a los Apóstoles: “Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”». (Homilía de Papa Francisco, 30 de mayo de 2014).
En la persona del obispo, rodeado de sus presbíteros, está presente entre vosotros el mismo Jesucristo, Señor y Pontífice eterno. Él es quien, en el ministerio del obispo, sigue predicando el Evangelio de salvación y santificando a los creyentes mediante los sacramentos de la fe; es Cristo quien, por medio del ministerio paternal del obispo, agrega nuevos miembros a la Iglesia, su Cuerpo; es Cristo quien, valiéndose de la sabiduría y prudencia del obispo, guía al pueblo de Dios, a través de su peregrinar terreno, hasta la felicidad eterna.
Recibid, pues, con alegría y acción de gracias a nuestro hermano que, nosotros obispos, con la imposición de las manos, hoy agregamos al colegio episcopal. Debéis honrarlo como ministro de Cristo y dispensador de los misterios de Dios, a él se ha confiado dar testimonio del Evangelio y administrar la vida del espíritu y la santidad. Recordad las palabras de Jesús a los Apóstoles: “Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”». (Homilía de Papa Francisco, 30 de mayo de 2014).
Jesucristo,
Maestro mío, creo en Ti; dame la gracia de ser fiel a tu amistad. No
permitas que la cruz, el sufrimiento, los problemas, el mundo o mi egoísmo me
separen de ti. Amén
Danos Señor
un corazón de carne,
para que
como Tú, nos conmovamos
ante el
dolor del prójimo más próximo.
Recrea en
nosotros entrañas de misericordia,
para que
colmados en tu amor seamos testigos
y
testimonio con nuestras obras, de tu presencia en el mundo.
Señor, resucítanos hoy, y regálanos como al hijo de la viuda,
Señor, resucítanos hoy, y regálanos como al hijo de la viuda,
la
oportunidad de transmitir con nuestra vida
las
maravillas que Tú obras.
Te lo
pedimos por la intercesión de María Santísima,
a Tí que
Vives y Reinas, por los siglos de los siglos.
Amén
5°.
CONTEMPLACIÓN: Silencio ante la Palabra.
6°.
CONSOLACIÓN: Es sentir íntimamente el "gusto" de la Palabra de Dios.
7°.
DISCERNIMIENTO: Pensar y Discernir la Palabra.
¿De qué
modo soy “servidor”?
¿De quién
soy el “servidor”‘?
8°.
COMPARTIR: Comparto la Palabra.
9°.
DELIBERACIÓN: Tomo una decisión concreta iluminado por la Palabra.
10. ACCIÓN
CONCRETA: Propósito del día
Hoy,
imitando el lavatorio de los pies que realizó Jesús en la última Cena, tendré
una actitud, palabras y gestos de sincera y profunda humildad.
SANTOS DE
HOY - PIDAMOS LA INTERCESIÓN DE TODOS ELLOS
-San José
Benito Cottolengo († 1842)
-San Pío V,
papa, Roma, 1572
-Santos
Mariano y Santiago, mártires, en Lambesa, Argelia, 260.
-San
Eutropio, obispo y mártir, Saintes, Francia.
-Santos
Amador, sacerdote, Pedro y Ludovico; sufrieron en la persecución de los
musulmanes, bajo el gobierno del emir de Córdoba Mohamed.
-San
Lorenzo, Novara, Italia, mártir, y varios niños que él educaba.
-Santos
Afrodiso y treinta mártires, Alejandría.
-San
Máximo, mártir, Éfeso, Asia, 250.
-Santa
Sofía, mártir, Fermo, Italia.
-San
Severo, obispo de Nápoles, s. V.
-San
Donato, obispo, Euria, Albania, 387.
- San
Erkembaldo, obispo de Londres, 698.
-Beata
Sabina, virgen, Jouarre, Francia, 1173.
-San Ponce,
abad de Casa-Dei, Francia.
-Beato
Raimundo de Calatrava, 1163.
-San
Indalecio, Almería, s. I.
-San Aimón,
Savigny, en Normandía, 1173.
Película histórica: Espartaco (2015) en español. Calidad HD
Espartaco (Tracia, 113 a. C.-Lucania, 71 a. C.) fue un esclavo tracio que, según fuentes romanas, dirigió la rebelión más importante contra la República romana en suelo itálico (conocida como III Guerra Servil, Guerra de los Esclavos o Guerra de los Gladiadores), hecho ocurrido entre los años 73 a. C. y 71 a. C.
miércoles, 29 de abril de 2015
Lectio Divina: Miércoles, 29 de Abril, 2015: Evangelio según San Juan 12,44-50. : (4ª Semana del Tiempo de Pascua - Ciclo B -)
1) Oración inicial
Señor, tú que eres la vida de los fieles, la gloria de los humildes y la felicidad de los santos, escucha nuestras súplicas y sacia con la abundancia de tus dones a los que tienen sed de tus promesas. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Juan 12,44-50
Jesús gritó y dijo: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día; porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí.»
Jesús gritó y dijo: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día; porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos trae la parte final del Libro de las Señales, en la cual el evangelista hace un balance. Muchos creen en Jesús y tienen el valor de manifestar su fe públicamente. Otros discípulos creyeron, pero no tuvieron el valor de manifestar públicamente su fe. Tenían miedo a ser expulsados de la sinagoga. Y muchos no creyeron: “Después de tantas señales que había hecho delante de ellos, no creyeron en él. Así se cumplió la palabra dicha por el profeta Isaías: "Señor, ¿quién ha dado crédito a nuestras palabras? ¿A quién descubriste los secretos de nuestra salvación?" (Jn 12,37-38). Después de esta constatación general, Juan vuelve a tomar algunos temas centrales de su evangelio:
• Juan 12,44-45: Creer en Jesús es creer en aquel que le ha enviado. Esta frase es un resumen del evangelio de Juan. Es un tema que aparece y reaparece de muchas maneras. Jesús está tan unido al Padre, que ya no habla en su nombre, sino que siempre habla en nombre del Padre. Quien ve a Jesús, ve al Padre. Si se quiere conocer a Dios, hay que mirar a Jesús. ¡Dios es Jesús!
• Juan 12,46: Jesús es la luz que vino al mundo. Aquí Juan retoma lo que había dicho en el prólogo: “El verbo era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo” (Jn 1,9). “La luz brilla en las tinieblas, pero las tinieblas no pudieron vencerla” (Jn 1,5). Aquí él repite: “Yo vine al mundo como luz, para que todo aquel que cree en mí no siga en las tinieblas”. Jesús es una respuesta vital a los grandes interrogantes que mueven e inspiran la búsqueda del ser humano. Es una luz que aclara el horizonte. Hace descubrir el lado luminoso de la oscuridad de la fe.
• Juan 12,47-48: No vine para juzgar al mundo. Llegando al final de una etapa, surge la pregunta: “¿Cómo va a ser el juicio? En estos dos versículos el evangelista aclara el tema del juicio. El juicio no se hace con amenazas de maldiciones. Jesús dice: Yo no condeno quien oye mis palabras y no obedece a mis palabras, porque no he venido al mundo para condenar al mundo, sino para salvar al mundo. Quien me rechaza y no acepta mis palabras, ya tiene su juez: la palabra que yo hablé será su juez en el último día. El juicio consiste en la manera en que la persona se define ante la verdad y ante su propia conciencia.
• Juan 13,49-50: Lo que digo, lo digo según el Padre me dice. Las últimas palabras del Libro de las Señales son un resumen de todo que Jesús dice y hace hasta ahora. El reafirma lo que afirmaba desde el comienzo: “Porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí.» Jesús es el reflejo fiel del Padre. Por esto mismo, no ofrece prueba ni argumento a los que le provocan para que se legitime y presente sus credenciales. Es el Padre quien lo legitima a través de las obras que él hace. Y diciendo obras, no se refiere sólo a los grandes milagros, sino a todo lo que él dice y hace, hasta en las más mínimas cosas. Jesús, él mismo, es Señal del Padre. El es el milagro ambulante, la transparencia total. El ya no se pertenece, sino que es enteramente propiedad del Padre. Las credenciales de un embajador no vienen de él, sino que vienen de aquel que le presenta. Vienen del Padre.
• Juan 12,44-45: Creer en Jesús es creer en aquel que le ha enviado. Esta frase es un resumen del evangelio de Juan. Es un tema que aparece y reaparece de muchas maneras. Jesús está tan unido al Padre, que ya no habla en su nombre, sino que siempre habla en nombre del Padre. Quien ve a Jesús, ve al Padre. Si se quiere conocer a Dios, hay que mirar a Jesús. ¡Dios es Jesús!
• Juan 12,46: Jesús es la luz que vino al mundo. Aquí Juan retoma lo que había dicho en el prólogo: “El verbo era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo” (Jn 1,9). “La luz brilla en las tinieblas, pero las tinieblas no pudieron vencerla” (Jn 1,5). Aquí él repite: “Yo vine al mundo como luz, para que todo aquel que cree en mí no siga en las tinieblas”. Jesús es una respuesta vital a los grandes interrogantes que mueven e inspiran la búsqueda del ser humano. Es una luz que aclara el horizonte. Hace descubrir el lado luminoso de la oscuridad de la fe.
• Juan 12,47-48: No vine para juzgar al mundo. Llegando al final de una etapa, surge la pregunta: “¿Cómo va a ser el juicio? En estos dos versículos el evangelista aclara el tema del juicio. El juicio no se hace con amenazas de maldiciones. Jesús dice: Yo no condeno quien oye mis palabras y no obedece a mis palabras, porque no he venido al mundo para condenar al mundo, sino para salvar al mundo. Quien me rechaza y no acepta mis palabras, ya tiene su juez: la palabra que yo hablé será su juez en el último día. El juicio consiste en la manera en que la persona se define ante la verdad y ante su propia conciencia.
• Juan 13,49-50: Lo que digo, lo digo según el Padre me dice. Las últimas palabras del Libro de las Señales son un resumen de todo que Jesús dice y hace hasta ahora. El reafirma lo que afirmaba desde el comienzo: “Porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí.» Jesús es el reflejo fiel del Padre. Por esto mismo, no ofrece prueba ni argumento a los que le provocan para que se legitime y presente sus credenciales. Es el Padre quien lo legitima a través de las obras que él hace. Y diciendo obras, no se refiere sólo a los grandes milagros, sino a todo lo que él dice y hace, hasta en las más mínimas cosas. Jesús, él mismo, es Señal del Padre. El es el milagro ambulante, la transparencia total. El ya no se pertenece, sino que es enteramente propiedad del Padre. Las credenciales de un embajador no vienen de él, sino que vienen de aquel que le presenta. Vienen del Padre.
4) Para una relación personal
• Juan hace un balance de la actividad reveladora de Jesús. Si yo hiciera un balance de mi vida, ¿qué habría de positivo en mí?
• ¿Hay algo en mí que me condena?
• ¿Hay algo en mí que me condena?
5) Oración final
¡Que los pueblos te den gracias, oh Dios,
que todos los pueblos te den gracias!
Que se alegren y exulten las naciones,
pues juzgas al mundo con justicia,
con equidad juzgas a los pueblos,
gobiernas las naciones de la tierra. (Sal 67,4-5)
que todos los pueblos te den gracias!
Que se alegren y exulten las naciones,
pues juzgas al mundo con justicia,
con equidad juzgas a los pueblos,
gobiernas las naciones de la tierra. (Sal 67,4-5)
lunes, 27 de abril de 2015
Lectio Divina: Martes, 28 de Abril, 2015: Evangelio según San Juan 10,22-30. : (4ª Semana del Tiempo de Pascua - Ciclo B -)
1) ORACIÓN INICIAL
Te pedimos, Señor todopoderoso, que la celebración de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegría de sabernos salvados. Por nuestro Señor.
2) LECTURA
2) LECTURA
Del Evangelio según Juan 10,22-30
Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.» Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.
Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»
Palabra del Señor
3) REFLEXIÓN
• Los capítulos de 1 a 12 del evangelio de Juan son llamados “El libro de las Señales”. En ellos acontece la revelación progresiva del Misterio de Dios en Jesús. En la misma medida en que Jesús va haciendo la revelación, crecen la adhesión y la oposición hacia él según la visión con que cada cual espera la llegada del Mesías. Esta manera de describir la actividad de Jesús no es sólo para informar cómo la gente seguía a Jesús en aquel tiempo, sino también y sobre todo cómo debemos seguirle hoy nosotros, sus lectores y lectoras. En aquel tiempo, todos esperaban la llegada del Mesías y tenían sus criterios para poderle reconocer. Querían que fuera como ellos se lo imaginaban. Pero Jesús no se somete a esta exigencia. Revela al Padre como es el Padre y no como le gustaría a los oyentes que fuera. Pide que nos convirtamos en nuestra manera de pensar y actuar. Hoy también, cada uno de nosotros tiene sus gustos y preferencias. A veces, leemos el evangelio para ver si allí encontramos la confirmación de nuestros deseos. El evangelio de hoy arroja luz al respecto.
• Juan 10,22-24: Los Judíos interpelan a Jesús. Hacía frío. Mes de octubre. Fiesta de la dedicación que celebraba la purificación del templo hecha por Judas Macabeo (2Mc 4,36.59). Era una fiesta bien popular de muchas luces. Jesús camina por la explanada del Templo, en el Pórtico de Salomón. Los judíos le preguntan: "¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tu eres el Cristo, dínoslo abiertamente". Ellos quieren que Jesús se defina y que ellos puedan comprobar, desde sus criterios, si Jesús es o no es el Mesías. Quieren pruebas. Es la actitud de quien se siente dueño de la situación. Los novatos deben presentar sus credenciales. De lo contrario, no tendrán derecho a hablar y a actuar.
• Juan 10,25-26: Respuesta de Jesús: las obras que hago dan testimonio de mí. La respuesta de Jesús es siempre la misma: "Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.” No se trata de dar pruebas. No adelantaría nada. Cuando una persona no quiere aceptar el testimonio de alguien, no hay prueba que tenga para que piense de otra forma. El problema de fondo es la apertura desinteresada de la persona hacia Dios y hacia la verdad. Donde hay esta apertura, Jesús es reconocido por sus ovejas. “Todo hombre que está de parte de la verdad escucha mi voz” dirá Jesús más tarde ante Pilatos (Jn 18,37). Esta apertura estaba faltando en los fariseos.
• Juan 10,27-28: Mis ovejas conocen mi voz. Jesús retoma la parábola del Buen Pastor que conoce sus ovejas y él es conocido por sus ovejas. Este mutuo entendimiento - entre Jesús que viene en nombre del Padre y las personas que se abren a la verdad – es fuente de vida eterna. Esta unión entre el creador y la criatura a través de Jesús, supera la amenaza de muerte: “¡No perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos!” Están a salvo y, por ello, en paz y en plena libertad.
• Juan 10,29-30: Yo y el Padre somos uno. Estos dos versículos abordan el misterio de la unidad entre Jesús y el Padre: “El Padre, que todo me ha entregado, es mayor que todos. Y nadie puede arrebatar nada de las manos del Padres. El Padre y yo somos uno”. Esta y varias otras frases nos dejan entrever algo de este misterio mayor: “Quien me ve a mí ve al Padre” (Jn 14,9). “Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí” (Jn 10,38). Esta unidad entre Jesús y el Padre no es automática, sino que es fruto de la obediencia: “Yo hago siempre lo que al Padre le agrada” (Jn 8,29; 6,38; 17,4). “Mi alimento es hacer la voluntad del Padre” (Jn 4,34; 5,30). La carta a los Hebreos dice que Jesús tuvo que aprender, por el sufrimiento, lo que es ser obediente (EEB 5,8). “Fue obediente hasta la muerte y la muerte de Cruz” (Fil 2,8). La obediencia de Jesús no es disciplinar, sino que es profética. Obedece para ser total transparencia y, así, ser revelación del Padre. Por esto podía decir: “¡El Padre y yo somos uno!” Fue un largo proceso de obediencia y de encarnación que duró 33 años. Comenzó con el Sí de María (Lc 1,38) y terminó con “¡Todo está consumado!” (Jn 19,30).
4) PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
• Mi obediencia a Dios es ¿disciplinar o profética? ¿Revelo algo de Dios o sólo me preocupo de mi salvación?
• Jesús no se sometió a las exigencias de los que querían comprobar si él era el mesías anunciado. ¿Hay en mí algo de esta actitud dominadora e inquisidora típica de los adversarios de Jesús?
5) ORACIÓN FINAL
¡Que Dios tenga piedad y nos bendiga,
que nos muestre su rostro radiante!; Pausa.
conozca así la tierra su proceder,
y todas las naciones su salvación. (Sal 67,2-3)
que nos muestre su rostro radiante!; Pausa.
conozca así la tierra su proceder,
y todas las naciones su salvación. (Sal 67,2-3)
Oremos todos por las víctimas del terremoto en Nepal.
Un devastador terremoto de magnitud 7,8 que dejó, por ahora, más de 4.000 muertos en Nepal, además de víctimas en Bangladesh, India, China, Tíbet y el monte Everest. Nos unimos a Papa Francisco que ayer durante el Angelus dijo: "Deseo confirmar mi cercanía con las poblaciones golpeadas por un fuerte terremoto en Nepal y en los países colindantes. Rezo por las víctimas, por los heridos y por todos los que sufren por esta calamidad. Que tengan el apoyo de la solidaridad fraterna".
Lectio Divina: Lunes, 27 de Abril, 2015: Evangelio según San Juan 10,1-10. : (4ª Semana del Tiempo de Pascua - Ciclo B -)
Tiempo de Pascua
1) Oración inicial Te pedimos, Señor todopoderoso, que la celebración de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegría de sabernos salvados. Por Jesucristo nuestro Señor.
2) Lectura
Del santo Evangelio según Juan 10,1-10
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
Entonces Jesús les dijo de nuevo:
«En verdad, en verdad os digo:
yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que han venido antes de mí
son ladrones y salteadores;
pero las ovejas no les escucharon.
Yo soy la puerta;
si uno entra por mí, estará a salvo;
entrará y saldrá
y encontrará pasto.
El ladrón no viene
más que a robar, matar y destruir.
Yo he venido
para que tengan vida
y la tengan en abundancia.
Del santo Evangelio según Juan 10,1-10
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
Entonces Jesús les dijo de nuevo:
«En verdad, en verdad os digo:
yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que han venido antes de mí
son ladrones y salteadores;
pero las ovejas no les escucharon.
Yo soy la puerta;
si uno entra por mí, estará a salvo;
entrará y saldrá
y encontrará pasto.
El ladrón no viene
más que a robar, matar y destruir.
Yo he venido
para que tengan vida
y la tengan en abundancia.
Palabra del Señor
3) Reflexión
• En Jesús tenemos el modelo del verdadero pastor; en él llega a su cumplimiento la espera del pastor bueno prometido por Dios: el “gran pastor”, más grande que Moisés (Hb 13, 20).• Juan 10,1-6: La puerta del aprisco. En Jn 10,1-10 se dice que Jesús es la “puerta” por la que se accede hasta las ovejas y por la que éstas sean conducidas a los pastos (10,7.9-10).
El tema de las ovejas también se trata en Jn 2,15 y de manera particular en 5,2 donde se indica una puerta de las Ovejas con cinco pórticos a lo largo de los cuales se tendían los enfermos para ser curados. En este contexto, las ovejas vienen a indicar al pueblo oprimido por sus dirigentes. En Jn 10,1 Jesús conecta el tema de las ovejas con el atrio del templo, institución judía gestionada por hombres poderosos que conculcan el derecho y la justicia y explotan al pueblo. Estos tales son identificados por Jesús como “ladrones y bandidos”.
Jesús inicia su largo discurso de enfrentamiento con los Fariseos, obstinados en su incredulidad y autosuficiencia (9,40-41), con una afirmación genérica: el modo más seguro para entrar en contacto con las ovejas es acceder por la puerta del recinto en el que ellos se encuentran. El que accede de otro modo no lo hace movido por el amor a las ovejas, sino para explotarlas en beneficio propio. El pecado de los guías del pueblo era éste: apropiarse de lo que era propiedad de todos. Jesús califica esta conducta con el término “ladrón”. Esta fue la acusación que Jesús hizo a los dirigentes del pueblo en su primera visita al templo (2,13ss) Otro término con el que Jesús califica a los que quitan al pueblo lo que es suyo es “bandido”. Esta calificación señala a los que además usan la violencia. Por tanto, los dirigentes del templo obligan al pueblo a someterse a la violencia de su sistema (7,13; 9,22). El efecto que esto produce es un estado de muerte (5,3.21.25)
El pastor entra por la puerta para cuidarse de las ovejas, no para vejarlas. De hecho, las ovejas reconocen su autoridad (su voz) y lo siguen. Para ellas, la voz de Jesús contiene un mensaje de liberación, propio del mesías. Su voz, además, no se dirige a un grupo anónimo de personas, sino que las identifica personalmente. Para Jesús no existe una multitud anónima de gente, sino que cada uno tiene un rostro, un nombre, una dignidad.
El templo (recinto de las ovejas) ha pasado a ser un lugar de tinieblas, marcado sólo por intereses económicos; el dinero ha sustituido la atención exclusiva a Dios: el templo ha pasado a ser la casa del comercio (Jn 2,16). Jesús conduce al pueblo para sacarlo fuera de las tinieblas. No lo hace de manera ficticia sino real, porque esta es la tarea que el Padre le ha confiado. Los pasos fundamentales de esta misión son: entrar y llamar. Los que responden a la llamada a la libertad llegan a ser una nueva comunidad: “los suyos”.
• Juan 10,7-10: Jesús es la nueva puerta. Jesús usa de nuevo el simbolismo de la puerta en los VV. 7-8, aplicándolo a sí mismo. Él es la nueva puerta, no sólo en relación con el viejo recinto de Israel representado por los dirigentes del pueblo, sino también respecto a los que lo siguen. A los primeros les recuerda su legitimidad de ser él el único acceso a las ovejas, pues es el mesías dispuesto a dar la vida por las ovejas. Para mantener relación con el rebaño no se accede a través del dominio y de la prevaricación, sino adoptando la actitud del que da la vida. Sus palabras son una clara invitación a cambiar de modo de pensar y de relacionarse. Entrar a través de Jesús supone poner el bien del hombre como tarea prioritaria y usar todas las energías para conseguirlo. El que no entra en esta lógica nueva es un opresor. El lector, ciertamente, encontrará duras y fuertes las palabras que Jesús dirige a sus contemporáneos, en modo particular a los dirigentes del pueblo que han usado el dominio y la violencia para explotarlo. Jesús es la nueva puerta con relación a todo hombre. Pero ¿qué quiere decir para el hombre de hoy entrar por la puerta que es Jesús? Esto comporta “acercarse a él”, “fiarse de él” (Jn 6, 35), seguirlo y dejarse guiar por su mensaje (8,31.51); comporta, en definitiva, participar de la entrega de Jesús para que se realice la verdadera felicidad del hombre.
4) Para la reflexión personal
• Jesús es el buen pastor porque te conoce siempre, pero ¿lo reconoces tú a él? Es el pastor que viene a tu vida como puerta por donde salir y entrar: ¿te dejas conducir por él cuando te relacionas con los demás?• ¿Eres tú también, en tu comunidad y en tu familia, una puerta, no para encerrarte, sino para permanecer abierto a la comunicación fraterna y dejar pasar el amor y la confianza?
5) Oración final
Envía tu luz y tu verdad,
ellas me guiarán,
me llevarán a tu monte santo,
hasta entrar en tu Morada. (Sal 43,3)
Envía tu luz y tu verdad,
ellas me guiarán,
me llevarán a tu monte santo,
hasta entrar en tu Morada. (Sal 43,3)
viernes, 17 de abril de 2015
Lectio Divina: Domingo, 19 de Abril, 2015: Evangelio según San Lucas 24, 35-48. : (3° Domingo del Tiempo Pascual - Ciclo B -)
Lectio Divina:
Domingo, 19 Abril, 2015
Jesús aparece a sus apóstoles
1. Oración inicial
Shaddai, Dios de la montaña,
que haces de nuestra frágil vida
la peña de tu morada,
conduce nuestra mente
a golpear la roca del desierto.
La pobreza de nuestro sentir
nos cubra como un manto en la obscuridad de la noche
y abra nuestro corazón para atender al eco del Silencio
hasta el alba,
envolviéndonos en la luz del nuevo amanecer,
nos lleve
con las cenizas consumadas del fuego de los pastores del Absoluto
que han vigilado por nosotros junto al Divino Maestro,
el sabor de la santa memoria.
Shaddai, Dios de la montaña,
que haces de nuestra frágil vida
la peña de tu morada,
conduce nuestra mente
a golpear la roca del desierto.
La pobreza de nuestro sentir
nos cubra como un manto en la obscuridad de la noche
y abra nuestro corazón para atender al eco del Silencio
hasta el alba,
envolviéndonos en la luz del nuevo amanecer,
nos lleve
con las cenizas consumadas del fuego de los pastores del Absoluto
que han vigilado por nosotros junto al Divino Maestro,
el sabor de la santa memoria.
2. Lectio
i) El texto:
Evangelio según San Lucas 24, 35-48. :
35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido al partir el pan. 36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu.38 Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis? ¿Por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? 39Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved, porque un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.» 40 Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41Como no acababan de creérselo a causa de la alegría y estaban asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?» 42 Ellos le ofrecieron un trozo de pescado. 43 Lo tomó y comió delante de ellos. 44 Después les dijo: «Éstas son aquellas palabras mías que os dije cuando todavía estaba con vosotros: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí.» 45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras 46 y les dijo: «Así está escrito: que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día 47 y que se predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas.
Palabra del Señor
ii) Momento de silencio:
Dejamos que la voz del Verbo resuene en nosotros.
Continúa
miércoles, 15 de abril de 2015
Lectio Divina: Miércoles, 15 de Abril, 2015: Evangelio según San Juan 3,16-21. : (2ª Semana del Tiempo de Pascua - Ciclo B -)
Tiempo de Pascua
1) Oración inicial
Al revivir nuevamente este año el misterio pascual, en el que la humanidad recobra la dignidad perdida y adquiere la esperanza de la resurrección futura, te pedimos, Señor de clemencia, que el misterio celebrado en la fe se actualice siempre en el amor. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según san Juan 3,16-21
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. Y el juicio está en que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. Y el juicio está en que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de Juan es como un tejido, hecho con tres hilos diferentes pero parecidos. Los tres se combinan tan bien entre sí que, a veces, no da para percibir cuando se pasa de un hilo al otro. (a) El primer hilo son los hechos y las palabras de Jesús de los años treinta, conservados por los testigos oculares que guardaron las cosas que Jesús hizo y enseñó. (b) El segundo hilo son los hechos de la vida de las comunidades. A partir de su fe en Jesús y convencidas de la presencia de Jesús en medio de ellas, las comunidades iluminaban su caminar con las palabras y los gestos de Jesús. Esto ha tenido un impacto sobre la descripción de los hechos. Por ejemplo, el conflicto de las comunidades con los fariseos del final del primer siglo marcó la forma de describir los conflictos de Jesús con los fariseos. (c) El tercer hilo son comentarios hechos por el evangelista. En ciertos pasajes, es difícil percibir cuando Jesús deja de hablar y cuando el evangelista empieza a hacer sus comentarios. El texto del evangelio de hoy, por ejemplo, es una bonita y profunda reflexión del evangelista sobre la acción de Jesús. La gente casi no percibe la diferencia entre las palabras de Jesús y las palabras del evangelista. De cualquier forma, tanto las unas como las otras, son palabras de Dios.
• Juan 3,16: Dios amó el mundo. La palabra mundo es una de las palabras más frecuentes en el Evangelio de Juan: ¡78 veces! Tiene diversos significados. En primer lugar, mundo puede significar la tierra, el espacio habitado por los seres humanos (Jn 11,9; 21,25) o el universo creado (Jn 17,5.24). Mundo puede significar también las personas que habitan esta tierra, la humanidad toda (Jn 1,9; 3,16; 4,42; 6,14; 8,12). Puede significar también un gran grupo, un grupo numeroso de personas, en el sentido de la expresión “todo el mundo” (Jn 12,19; 14,27). Aquí, en nuestro texto, la palabra mundo tiene el sentido de humanidad, de todo ser humano. Dios ama la humanidad de tal modo que llegó a entregar a su hijo único. Quien acepta que Dios llega hasta nosotros en Jesús, éste ya pasó por la muerte y ya tiene vida eterna.
• Juan 3,17-19: El verdadero sentido del juicio. La imagen de Dios que aflora de estos tres versículos es la de un padre lleno de ternura y no la de un juez severo. Dios mandó a su hijo no para juzgar y condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Quien cree en Jesús y lo acepta como revelación de Dios no es juzgado, pues ya ha sido aceptado por Dios. Y quien no cree en Jesús, ya ha sido juzgado. Se excluye él mismo. Y el evangelista repite lo que ya ha dicho en el prólogo: muchas personas no quieren aceptar a Jesús, porque su luz revela la maldad que en ellas existe (cf. Jn 1,5.10-11).
• Juan 3,20-21: Practicar la verdad. Existe en todo ser humano una semilla divina, un rasgo del Creador. Jesús, como revelación del Padre, es una respuesta a este deseo más profundo del ser humano. Quien quiere ser fiel a lo más profundo de sí mismo, aceptará a Jesús. Es difícil encontrar una visión ecuménica más amplia que lo que el Evangelio de Juan expresa en estos versículos.
• Completando el significado de la palabra mundo en el Cuarto Evangelio. Otras veces, la palabra mundo significa aquella parte de la humanidad que se opone a Jesús y a su mensaje. Allí la palabra mundo toma el sentido de “adversarios” u “opositores” (Jn 7,4.7; 8,23.26; 9,39; 12,25). Este mundo contrario a la práctica libertadora de Jesús está gobernado por el Adversario o Satanás, también llamado “príncipe de este mundo” (Jn 14,30; 16,11). El representa el imperio romano y, al mismo tiempo, los líderes de los judíos que están expulsando a los seguidores de Jesús de las sinagogas. Este mundo persigue y mata las comunidades, trayendo tribulaciones a los fieles (Jn 16,33). Jesús las liberará, venciendo al príncipe de este mundo (Jn 12,31). Así, mundo significa una situación de injusticia, de opresión, que engendra odio y persecución contra las comunidades del Discípulo Amado. Los perseguidores son aquellas personas que están en el poder, los dirigentes, tanto del imperio como de la sinagoga. En fin, todos aquellos que practican la injusticia usando para esto el nombre de Dios (Jn 16,2). La esperanza que el evangelio trae a las comunidades perseguidas es que Jesús es más fuerte que el mundo. Por esto dice: “En el mundo tendréis tribulaciones. Pero ¡ánimo: yo vencí el mundo!” (Jn 16,33).
• Juan 3,16: Dios amó el mundo. La palabra mundo es una de las palabras más frecuentes en el Evangelio de Juan: ¡78 veces! Tiene diversos significados. En primer lugar, mundo puede significar la tierra, el espacio habitado por los seres humanos (Jn 11,9; 21,25) o el universo creado (Jn 17,5.24). Mundo puede significar también las personas que habitan esta tierra, la humanidad toda (Jn 1,9; 3,16; 4,42; 6,14; 8,12). Puede significar también un gran grupo, un grupo numeroso de personas, en el sentido de la expresión “todo el mundo” (Jn 12,19; 14,27). Aquí, en nuestro texto, la palabra mundo tiene el sentido de humanidad, de todo ser humano. Dios ama la humanidad de tal modo que llegó a entregar a su hijo único. Quien acepta que Dios llega hasta nosotros en Jesús, éste ya pasó por la muerte y ya tiene vida eterna.
• Juan 3,17-19: El verdadero sentido del juicio. La imagen de Dios que aflora de estos tres versículos es la de un padre lleno de ternura y no la de un juez severo. Dios mandó a su hijo no para juzgar y condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Quien cree en Jesús y lo acepta como revelación de Dios no es juzgado, pues ya ha sido aceptado por Dios. Y quien no cree en Jesús, ya ha sido juzgado. Se excluye él mismo. Y el evangelista repite lo que ya ha dicho en el prólogo: muchas personas no quieren aceptar a Jesús, porque su luz revela la maldad que en ellas existe (cf. Jn 1,5.10-11).
• Juan 3,20-21: Practicar la verdad. Existe en todo ser humano una semilla divina, un rasgo del Creador. Jesús, como revelación del Padre, es una respuesta a este deseo más profundo del ser humano. Quien quiere ser fiel a lo más profundo de sí mismo, aceptará a Jesús. Es difícil encontrar una visión ecuménica más amplia que lo que el Evangelio de Juan expresa en estos versículos.
• Completando el significado de la palabra mundo en el Cuarto Evangelio. Otras veces, la palabra mundo significa aquella parte de la humanidad que se opone a Jesús y a su mensaje. Allí la palabra mundo toma el sentido de “adversarios” u “opositores” (Jn 7,4.7; 8,23.26; 9,39; 12,25). Este mundo contrario a la práctica libertadora de Jesús está gobernado por el Adversario o Satanás, también llamado “príncipe de este mundo” (Jn 14,30; 16,11). El representa el imperio romano y, al mismo tiempo, los líderes de los judíos que están expulsando a los seguidores de Jesús de las sinagogas. Este mundo persigue y mata las comunidades, trayendo tribulaciones a los fieles (Jn 16,33). Jesús las liberará, venciendo al príncipe de este mundo (Jn 12,31). Así, mundo significa una situación de injusticia, de opresión, que engendra odio y persecución contra las comunidades del Discípulo Amado. Los perseguidores son aquellas personas que están en el poder, los dirigentes, tanto del imperio como de la sinagoga. En fin, todos aquellos que practican la injusticia usando para esto el nombre de Dios (Jn 16,2). La esperanza que el evangelio trae a las comunidades perseguidas es que Jesús es más fuerte que el mundo. Por esto dice: “En el mundo tendréis tribulaciones. Pero ¡ánimo: yo vencí el mundo!” (Jn 16,33).
4) Para la reflexión personal
• Tanto amó Dio al mundo que llegó a entregar a su propio hijo. Esta verdad ¿ha llegado a penetrar en lo más profundo de mi ser, de mi conciencia?
• La realidad más ecuménica que existe es la vida que Dios nos da y por la que entregó a su propio hijo. ¿Cómo vivo el ecumenismo en mi vida de cada día?
• La realidad más ecuménica que existe es la vida que Dios nos da y por la que entregó a su propio hijo. ¿Cómo vivo el ecumenismo en mi vida de cada día?
5) Oración final
Bendeciré en todo tiempo a Yahvé,
sin cesar en mi boca su alabanza;
en Yahvé se gloría mi ser,
¡que lo oigan los humildes y se alegren! (Sal 34,2-3)
sin cesar en mi boca su alabanza;
en Yahvé se gloría mi ser,
¡que lo oigan los humildes y se alegren! (Sal 34,2-3)
martes, 14 de abril de 2015
Tweet 515 de Papa Francisco al Pueblo de Dios. Martes 14 de Abril 2015: "El Señor no se cansa nunca de perdonarnos. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón".
Tweet 515 de Papa Francisco al Pueblo de Dios. Martes 14 de Abril 2015:
"El Señor no se cansa nunca de perdonarnos.
Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón".
lunes, 13 de abril de 2015
Lectio Divina: Martes, 14 de Abril, 2015: Evangelio según San Juan 3,7b-15. : (2ª Semana del Tiempo de Pascua - Ciclo B -)
Tiempo de Pascua
1) Oración inicial
Te pedimos, Señor, que nos hagas capaces de anunciar la victoria de Cristo resucitado; y pues en ella nos has dado la prenda de los dones futuros, haz que un día los poseamos en plenitud. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según san Juan 3,7b-15
«Tenéis que nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.» Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?» Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.
Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo?
Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga en él la vida eterna, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»
«Tenéis que nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.» Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?» Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.
Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo?
Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga en él la vida eterna, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»
Palabra del Señor
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos trae la conversación de Jesús con Nicodemo. Nicodemo había oído hablar de las cosas que Jesús hacía, se había quedado impresionado y quería hablar con Jesús para poder entender mejor. Pensaba saber las cosas de Dios. Vivía con la libreta del pasado en la mano para ver si la novedad que Jesús anunciaba era conforme con lo antiguo. En la conversación, Jesús dice a Nicodemo que la única manera que él, Nicodemo, tiene de entender las cosas de Dios es ¡nacer de nuevo! Hay veces que somos como Nicodemo: aceptamos solamente aquello que concuerda con nuestras viejas ideas. Otras veces, nos dejamos sorprender por los hechos y no tenemos miedo a decir: "¡Nací de nuevo!"
• Cuando los evangelistas recuerdan las palabras de Jesús, tienen bien presentes los problemas de las comunidades para quienes escriben. Las preguntas de Nicodemo a Jesús son un espejo de las preguntas de las comunidades de Asia Menor del final del siglo primero. Por esto, las respuestas de Jesús a Nicodemo son, al mismo tiempo, una respuesta para los problemas de aquellas comunidades. Así los cristianos hacían la catequesis en aquel tiempo. Muy probablemente, el relato de la conversación entre Jesús y Nicodemo formaba parte de la catequesis bautismal, pues allí se dice que las personas han de renacer del agua y del espíritu (Jn 3,6).
• Juan 3,7b-8: Nacer de lo alto, nacer de nuevo, nacer del Espíritu. En griego, la misma palabra significa de nuevo y de lo alto. Jesús había dicho: “Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3,5). Y añadió: "Lo que nace de la carne es carne. Lo que nace del Espíritu es Espíritu" (Jn 3,6). Aquí, carne significa aquello que nace solamente de nuestras ideas. Lo que nace de nosotros tiene nuestro tamaño. Nacer del Espíritu es ¡otra cosa! Y Jesús vuelve a afirmar otra vez lo que había dicho antes: “Tenéis que nacer de lo alto (de nuevo)”. Osea, debéis renacer del Espíritu que viene de lo alto. Y explica que el Espíritu es como el viento. Tanto en hebraico como en griego, se usa la misma palabra para decir espíritu y viento. Jesús dice: "El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.” El viento tiene, dentro de sí, un rumbo, una dirección. Nosotros percibimos la dirección del viento, por ejemplo, el viento del Norte o el viento del Sur, pero no conocemos ni controlamos la causa a partir de la cual el viento se mueve en una u otra dirección. Así es el Espíritu. "Nadie es seño del Espíritu" (Ecl 8,8). Lo que más caracteriza el viento, el Espíritu, es la libertad. El viento, el Espíritu, es libre, no puede ser controlado. Actúa sobre los otros y nadie consigue actuar sobre él. Su origen es misterio, su destino es misterio. El barquero tiene que descubrir, primero, el rumbo del viento, luego debe poner las velas según ese rumbo. Es lo que Nicodemo y todos nosotros debemos hacer.
• Juan 3,9: Pregunta de Nicodemo: Cómo puede ocurrir esto? Jesús no hace nada más que resumir lo que enseñaba el Antiguo Testamento sobre la acción del Espíritu, del viento santo, en la vida del pueblo de Dios y que Nicodemo, como maestro y doctor, debía de saber. Pero a pesar de ello, Nicodemo queda espantado antes la respuesta de Jesús y se deja pasar por ignorante:"¿Cómo puede ocurrir esto?"
• Juan 3,10-15: Respuesta de Jesús: la fe nace del testimonio y no del milagro. Jesús da vuelta a la pregunta: "Tú eres maestro en Israel ¿y no sabes esto?" Pues para Jesús, si una persona cree sólo cuando las cosas concuerdan con sus propios argumentos e ideales, su fe todavía no es perfecta. Perfecta es sí la fe de la persona que cree por el testimonio. Deja de lado sus propios argumentos y se entrega, porque cree en aquel que dio testimonio.
• Cuando los evangelistas recuerdan las palabras de Jesús, tienen bien presentes los problemas de las comunidades para quienes escriben. Las preguntas de Nicodemo a Jesús son un espejo de las preguntas de las comunidades de Asia Menor del final del siglo primero. Por esto, las respuestas de Jesús a Nicodemo son, al mismo tiempo, una respuesta para los problemas de aquellas comunidades. Así los cristianos hacían la catequesis en aquel tiempo. Muy probablemente, el relato de la conversación entre Jesús y Nicodemo formaba parte de la catequesis bautismal, pues allí se dice que las personas han de renacer del agua y del espíritu (Jn 3,6).
• Juan 3,7b-8: Nacer de lo alto, nacer de nuevo, nacer del Espíritu. En griego, la misma palabra significa de nuevo y de lo alto. Jesús había dicho: “Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3,5). Y añadió: "Lo que nace de la carne es carne. Lo que nace del Espíritu es Espíritu" (Jn 3,6). Aquí, carne significa aquello que nace solamente de nuestras ideas. Lo que nace de nosotros tiene nuestro tamaño. Nacer del Espíritu es ¡otra cosa! Y Jesús vuelve a afirmar otra vez lo que había dicho antes: “Tenéis que nacer de lo alto (de nuevo)”. Osea, debéis renacer del Espíritu que viene de lo alto. Y explica que el Espíritu es como el viento. Tanto en hebraico como en griego, se usa la misma palabra para decir espíritu y viento. Jesús dice: "El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.” El viento tiene, dentro de sí, un rumbo, una dirección. Nosotros percibimos la dirección del viento, por ejemplo, el viento del Norte o el viento del Sur, pero no conocemos ni controlamos la causa a partir de la cual el viento se mueve en una u otra dirección. Así es el Espíritu. "Nadie es seño del Espíritu" (Ecl 8,8). Lo que más caracteriza el viento, el Espíritu, es la libertad. El viento, el Espíritu, es libre, no puede ser controlado. Actúa sobre los otros y nadie consigue actuar sobre él. Su origen es misterio, su destino es misterio. El barquero tiene que descubrir, primero, el rumbo del viento, luego debe poner las velas según ese rumbo. Es lo que Nicodemo y todos nosotros debemos hacer.
• Juan 3,9: Pregunta de Nicodemo: Cómo puede ocurrir esto? Jesús no hace nada más que resumir lo que enseñaba el Antiguo Testamento sobre la acción del Espíritu, del viento santo, en la vida del pueblo de Dios y que Nicodemo, como maestro y doctor, debía de saber. Pero a pesar de ello, Nicodemo queda espantado antes la respuesta de Jesús y se deja pasar por ignorante:"¿Cómo puede ocurrir esto?"
• Juan 3,10-15: Respuesta de Jesús: la fe nace del testimonio y no del milagro. Jesús da vuelta a la pregunta: "Tú eres maestro en Israel ¿y no sabes esto?" Pues para Jesús, si una persona cree sólo cuando las cosas concuerdan con sus propios argumentos e ideales, su fe todavía no es perfecta. Perfecta es sí la fe de la persona que cree por el testimonio. Deja de lado sus propios argumentos y se entrega, porque cree en aquel que dio testimonio.
4) Para la reflexión personal
• ¿Has tenido alguna vez una experiencia que te dio la sensación de nacer de nuevo? ¿Como fue?
• Jesús compara la acción del Espíritu Santo con el viento. ¿Qué nos revela esta comparación de cara a la acción del Espíritu de Dios en nuestra vida? ¿Pusiste ya las velas del barco de tu vida según la dirección del viento, del Espíritu?
• Jesús compara la acción del Espíritu Santo con el viento. ¿Qué nos revela esta comparación de cara a la acción del Espíritu de Dios en nuestra vida? ¿Pusiste ya las velas del barco de tu vida según la dirección del viento, del Espíritu?
5) Oración final
Yahvé está cerca de los desanimados,
él salva a los espíritus hundidos.
Muchas son las desgracias del justo,
pero de todas le libra Yahvé. (Sal 34,19-20)
él salva a los espíritus hundidos.
Muchas son las desgracias del justo,
pero de todas le libra Yahvé. (Sal 34,19-20)