lunes, 31 de marzo de 2014

Tweet 293 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. Lunes 31 de Marzo 2014: La Cuaresma es el tiempo para cambiar de rumbo, para reaccionar ante el mal y la miseria.

Tweet 293 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. 
Lunes 31 de Marzo 2014: 
La Cuaresma es el tiempo para cambiar de rumbo, 
para reaccionar ante el mal y la miseria.


Homilía de Papa Francisco en la Capilla de Casa de Santa Marta del Lunes 31 de Marzo 2014: Quien tiene fe camina hacia las promesas de Dios, de lo contrario, es un “turista existencial”.

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 No vagabundear por la vida, incluida la del espíritu, sino ir derechos hacia la meta que para un cristiano quiere decir seguir las promesas de Dios, que jamás decepcionan. Es la enseñanza del Papa Francisco según las lecturas del día, y que explicó en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta. 
Hay cristianos que se fían de las promesas de Dios y las siguen a lo largo de la vida. Hay otros cuya vida de fe se estanca y hay otros aún convencidos de progresar y que, en cambio, hacen sólo “turismo existencial”. El Papa hizo una distinción acerca de tres tipos de creyentes, que tienen el común denominador de saber que la vida cristiana es un itinerario, pero que son divergentes en el modo de recorrerlo o no recorrerlo de ninguna manera. 
Ante todo, inspirándose en el pasaje de Isaías de la primera Lectura, Francisco explicó que Dios siempre “antes de pedir algo, promete”. Y añadió que su promesa es la de una vida nueva y la de una vida de “alegría”. Aquí, dijo, está “el fundamento principal de la virtud de la esperanza: confiar en las promesas de Dios” – sabiendo que Él jamás “decepciona” – puesto que la esencia de la vida cristiana es “caminar hacia las promesas”. Mientras después también están los cristianos que tienen “la tentación de detenerse”:
“¡Tantos cristianos detenidos! Tenemos tantos detrás que tienen una esperanza débil. Sí creen que existe el Cielo y que todo irá bien. Está bien que lo crean, ¡pero no lo buscan! Cumplen los mandamientos, los preceptos: todo, todo… Pero están detenidos. El Señor no puede hacer de ellos levadura en su pueblo, porque no caminan. Y esto es un problema: los detenidos. Después hay otros entre ellos y nosotros, que se equivocan de camino: todos nosotros algunas veces nos hemos equivocado de camino, esto lo sabemos. El problema no es equivocarse de camino; el problema es no regresar cuando uno se da cuenta de haberse equivocado”.El modelo de quien cree y sigue lo que la fe le indica es el funcionario del rey descrito en el Evangelio, que pide a Jesús la curación de un hijo enfermo y no duda un instante en ponerse en camino hacia casa cuando el Maestro le asegura que la ha obtenido. Opuesto a este hombre, afirmó el Papa, es quizás, el grupo “más peligroso”, en el que están aquellos que “se engañan a sí mismos: los que caminan pero no hacen camino”:
“Son los cristianos errantes: giran, giran como si la vida fuera un turismo existencial, sin meta, sin tomar las promesas en serio. Aquellos que giran y se engañan, porque dicen: ‘¡Yo camino!’. No, tú no caminas: tú giras. Los errantes… En cambio, el Señor nos pide que no nos detengamos, que no nos equivoquemos de camino y que no giremos por la vida. Girar por la vida... Nos pide que miremos las promesas, que vayamos adelante con las promesas como ese hombre, como ese hombre: ¡ese hombre creyó en la palabra de Jesús! La fe nos pone en camino hacia las promesas. La fe en las promesas de Dios”.“Nuestra condición de pecadores hace que nos equivoquemos de camino”, reconoció el Papa Francisco, si bien aseguró que: “El Señor nos da siempre la gracia de volver”:
“La Cuaresma es un tiempo hermoso para pensar si estoy en camino o si estoy demasiado quieto: conviértete. O si me he equivocado de camino: pero ve a confesarte y retoma el camino. O si soy un turista teologal, uno de estos que hacen el giro de la vida pero jamás dan un paso hacia adelante. Y pido al Señor la gracia de retomar el camino, de ponerme en camino, pero hacia las promesas”.(María Fernanda Bernasconi – RV).

domingo, 30 de marzo de 2014

Un Exorcista entrevista al Diablo - Libro acerca del Demonio. ¿Quién es Satanás? ¿Que quiere? ¿Cómo actúa? (ofrecemos el libro on line)

 Un Exorcista entrevista al Diablo
Un Exorcista entrevista al Diablo
Un sacerdote Italiano tuvo un día una idea muy extraña: "sería interesante poder entrevistar al maligno", pensó. Esta idea le surgió de un programa que por ese entonces se daba en la televisión italiana. De modo figurado se entrevistaba semanalmente a personajes como Cleopatra, o Pitágoras. Con su bagaje profesional de exorcista, él pensó: "¿y por qué no una entrevista con el demonio?". De inmediato sintió rechazo por tan peculiar idea, más sin embargo éste pensamiento vino a su mente una y otra vez, por semanas. Lo extraño era que el pensarlo le daba paz y seguridad, mientras que el desecharlo lo dejaba en un inexplicable estado de turbación interior. Un día, para su sorpresa, una joven desconocida se acercó a él en la puerta de la Iglesia y le dijo: ¿cuando va a decidirse a escribir sobre ese tema? Sorprendido le contestó: ¿Escribir, sobre que cosas? "Vaya, que usted lo sabe mejor que yo", respondió la joven. Pero, ¿quien es usted? La joven dijo finalmente: "¿qué interesa quien soy? vaya a ver a Aquella (y señaló una imagen de la Virgen), vaya a oír qué quiere Ella decirle".
El sacerdote dirigió su mirada a la imagen de María que se veía claramente dentro del templo, y cuando quiso hablar nuevamente con su extraña visitante, se encontró con que ella se había perdido entre la multitud. Sorprendido, se presentó ante la imagen de la Madre de Dios, y de inmediato sintió en su corazón la necesidad de escribir sobre aquel extraño tema.
Pasó el tiempo, hasta que puso finalmente un día manos a la obra, con su block de notas y su lápiz. Oró una y otra vez, dudó de su extraña disposición a iniciar una tarea de la que no tenía idea alguna sobre como empezar. Pero grande fue su sorpresa cuando escuchó claramente en su habitación una voz sórdida que le dijo: "Pediste entrevistarme, y aquí estoy". La propia Virgen había ordenado al maligno a someterse al reportaje del Padre Mondrone, para que podamos comprender más profundamente el misterio de la iniquidad, presente en nuestro mundo.
En esta "entrevista a satanás", el Padre Mondrone nos enseña a reconocer el modo de actuar del mal. Enseñanza fundamental para religiosos y laicos que quieran ser verdaderos soldados de Cristo. Es una lectura difícil, no para todos. Pero importante para quienes tengan el espíritu fortalecido y preparado.


INDICE

1. Padre Nuestro, líbranos.

2. A brazo partido con el enemigo.

3. Primer encuentro.

4. Segundo encuentro.

5. Tercer encuentro.

6. Cuarto encuentro.

7. Quinto encuentro.

8. Sexto encuentro.

9. Séptimo encuentro.

10. Octavo encuentro.

11. Noveno encuentro.

12. Décimo encuentro.

13. Conclusión al acontecimiento.

Lectio Divina: Lunes, 31 de Marzo, 2014: Evangelio según San Juan 4,43-54. : (Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)


Lectio Divina: 
Lunes, 31 Marzo, 2014  
(Cuarta semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)

1) ORACIÓN INICIAL

¡Oh Dios!, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos: concede a tu Iglesia la ayuda de estos auxilios del cielo sin que le falten los necesarios de la tierra. Por nuestro Señor.
2) LECTURA DEL EVANGELIO
Del Evangelio según Juan 4,43-54
Pasados los dos días, partió de allí para Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque estaba a punto de morir. Entonces Jesús le dijo: «Si no ven signos y prodigios, no creen.» Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.» Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.» Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.» El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. Tal fue, de nuevo, el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.
Palabra del Señor
3) REFLEXIÓN
• Jesús salió de Galilea y pasó por la región de Judea, hasta Jerusalén en ocasión de la fiesta (Jn 4,45) y luego, por Samaría, volvió a Galilea (Jn 4,3-4). Los judíos observantes tenían prohibido pasar por Samaría, y no tenían costumbre de conversar con los samaritanos (Jn 4,9). A Jesús no le importan estas normas que impiden la amistad y el diálogo. Se queda diversos días en Samaría y mucha gente se convierte (Jn 4,40). Después de esto determina volver a Galilea.
• Juan 4,43-46ª: La vuelta a Galilea. Sabiendo que la gente de Galilea le miraba con una cierta reserva, Jesús quiso volver a su tierra. Probablemente, Juan se refiere a la fea acogida que Jesús recibió en Nazaret de Galilea. Jesús mismo había dicho: “Un profeta no es acogido en su patria” (Lc 4,24). Pero ahora, ante la evidencia de las señales de Jesús en Jerusalén, los galileos cambiaron de opinión y le brindaron una buena acogida. Jesús volvió a Caná, donde había hecho la primera “señal” (Jn 2,11).
• Juan 4,46b-47: La petición de un funcionario del rey. Se trata de un pagano. Poco antes, en Samaría, Jesús había conversado con una samaritana, persona hereje para los judíos, a quien Jesús revela su condición de mesías (Jn 4,26). Y ahora, en Galilea, recibe a un pagano, funcionario del Rey, quien buscaba ayuda para su hijo enfermo. Jesús no se encierra en su raza, ni en su religión. Es ecuménico y acoge a todos.
• Juan 4,48: La respuesta de Jesús al funcionario. El funcionario quería que Jesús fuera con él hasta la casa para curar al hijo. Jesús contesta: “Si no veis signos y prodigios, no creéis”. Respuesta dura y extraña. ¿Por qué Jesús contesta de este modo? ¿Qué error comete el funcionario a la hora de presentar su petición? ¿Qué quiere enseñar Jesús con esta respuesta? Quiere enseñar como debe ser la fe. El funcionario del rey creería sólo si Jesús fuera con él, a su casa. El quiere ver a Jesús que cura. En el fondo, es la actitud normal de todos nosotros. No nos damos cuenta de que nos falta fe.
• Juan 4,49-50: El funcionario vuelve a pedir de nuevo y Jesús repite la respuesta. A pesar de la respuesta dura de Jesús, el hombre no se rinde y repite lo mismo. “Baja antes que se muera mi hijo”. Jesús sigue firme en su propósito. No responde a la petición y no va con el hombre hasta su casa; repite la misma respuesta, pero formulada de otra forma: “Vete, que tu hijo vive.” Tanto en la primera como en la segunda respuesta, Jesús pide fe, mucha fe. Es posible que el funcionario crea que su hijo está curado ya. ¡Y el verdadero milagro se cumple! Sin ver ninguna señal, sin ver ningún prodigio, el hombre cree en la palabra de Jesús y vuelve a casa. No debe haber sido fácil. Este es el verdadero milagro de la fe: creer sin otra garantía que no sea la Palabra de Jesús. El ideal es creer en la Palabra de Jesús, aún sin ver (Cf. Jn 20,29).
• Juan 4,51-53: El resultado de la fe en la palabra de Jesús. Cuando el hombre se iba hacia su casa, los empleados fueron a su encuentro para decirle que el hijo estaba curado. El pregunta la hora y descubre que aconteció exactamente en la hora en que Jesús había dicho: “Tu hijo vive.” Así que tuvo la confirmación de su fe.
• Juan 4,54: Un resumen de parte de Juan, el evangelista. Juan termina diciendo: “Tal fue el segundo signo que hizo Jesús”. Juan prefiere hablar de signo y no de milagro. La palabra señal evoca algo que yo veo con mis ojos, pero cuyo sentido profundo me lo hace descubrir sólo la fe. La fe es como los rayos X: hace descubrir lo que el ojo no ve.
4) PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
• ¿Cómo vives tu fe? ¿Confías en la palabra de Jesús o solamente crees en los milagros y en las experiencias sensibles?
• Jesús acoge a herejes y forasteros. Yo, ¿cómo me relaciono con las personas?
5) ORACIÓN FINAL
Cantad para Yahvé los que lo amáis,
recordad su santidad con alabanzas.
Un instante dura su ira,
su favor toda una vida;
por la tarde visita de lágrimas,
por la mañana gritos de júbilo. (Sal 30)

Ángelus de Papa Francisco del Domingo 30 de Marzo 2014: La gracia más grande no es sólo poder ver sino conocer la “luz del mundo”

(RV).- (Con audio) En sus palabras antes del rezo del Ángelus refiriéndose al Evangelio del día, el Santo Padre Francisco recordó ante miles de fieles y peregrinos que mientras el ciego curado se acerca gradualmente a la luz, los doctores de la ley al contrario se hunden cada vez más en la ceguera interior. Encerrados en su presunción, creen tener ya la luz; por esto no se abren a la verdad de Jesús. "Nuestra vida, a veces, es parecida a aquella del ciego que se ha abierto a la luz, a Dios y a su gracia. A veces, lamentablemente, es un poco como aquella de los doctores de la ley: desde lo alto de nuestro orgullo juzgamos a los demás, y ¡hasta al Señor!" "Hoy, estamos invitados a abrirnos a la luz de Cristo para llevar fruto a nuestra vida, para eliminar los comportamientos que no son cristianos, subrayó el Obispo de Roma, para caminar decididamente sobre el camino de la santidad", que tiene su inicio en el Bautismo. "De hecho también nosotros hemos sido 'iluminados' por Cristo en el Bautismo, para que, como nos recuerda san Pablo, podamos comportarnos como 'hijos de la luz' con humildad, paciencia, misericordia." (RC-RV)


Palabras del Papa antes del rezo del Ángelus RealAudioMP3 
¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
El Evangelio de hoy nos presenta el episodio del hombre ciego de nacimiento, a quien Jesús dona la vista. El largo relato- ¡es largo!- inicia con un ciego que comienza a ver y concluye -esto es curioso- con los presuntos videntes que continúan permaneciendo ciegos en el alma. El milagro es narrado por Juan en apenas dos versículos, porque el evangelista quiere atraer la atención no sobre el milagro en sí, sino sobre aquello que ocurre después, sobre las discusiones que origina. También sobre las habladurías, ¿no? Tantas veces una buena acción, una obra de caridad origina habladurías, discusiones porque hay algunos que no quieren ver la verdad. El evangelista Juan quiere atraer la atención sobre esto que también ocurre en nuestros días, cuando se cumple una acción buena. El ciego curado es en primer lugar interrogado por la multitud sorprendida- han visto el milagro y lo interrogan; luego por los doctores de la ley; y éstos interrogan también a sus padres. Al final el ciego curado llega a la fe, y ésta es la gracia más grande que le viene dada por Jesús: no sólo poder ver, sino conocer a Él, ver a Él, como «la luz del mundo» (Jn 9,5).
Mientras el ciego se acerca gradualmente a la luz, los doctores de la ley al contrario se hunden cada vez más en su ceguera interior. Encerrados en su presunción, creen tener ya la luz; por esto no se abren a la verdad de Jesús. Ellos hacen todo lo posible por negar la evidencia. Ponen en duda la identidad del hombre curado; después niegan la acción de Dios en la curación, tomando como pretexto que Dios no obra el sábado; llegan incluso a dudar que aquel hombre hubiese nacido ciego. Su cerrazón a la luz se vuelve agresiva y desemboca en la expulsión del hombre curado del templo. Expulsado del templo.
El camino del ciego en cambio es un camino por etapas, que parte del conocimiento del nombre de Jesús. No conoce a otro que a Él; de hecho dice: « Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, lo puso sobre mis ojos» (v. 11). Como consecuencia de las insistentes preguntas de los doctores, primero lo considera un profeta (v. 17) y después un hombre cercano a Dios (v. 31). Luego que ha sido alejado del templo, excluido de la sociedad, Jesús lo vuelve a encontrar y le “abre los ojos” por segunda vez, revelándole la propia identidad: «Yo soy el Mesías», le dice. A este punto aquel que había sido ciego exclama: «¡Creo, Señor!» (v. 38), y se inclina ante Jesús . Este es un relato del Evangelio que hace ver el drama de la ceguera interior de tanta gente: también nuestra gente ¿eh?, porque nosotros tenemos, algunas veces, momentos de ceguera interior.
Nuestra vida, a veces, es parecida a aquella del ciego que se ha abierto a la luz, que se ha abierto a Dios y a la gracia. A veces, lamentablemente, es un poco como aquella de los doctores de la ley: desde lo alto de nuestro orgullo juzgamos a los demás, y ¡hasta al Señor! Hoy estamos invitados a abrirnos a la luz de Cristo para llevar fruto a nuestra vida, para eliminar los comportamientos que no son cristianos: todos somos cristianos, pero todos nosotros, todos ¿eh?, tenemos algunas veces comportamientos no cristianos; comportamientos que son pecados ¿no? Y debemos arrepentirnos de esto y eliminar este comportamiento para caminar decididamente sobre el camino de la santidad, que tiene su inicio en el Bautismo, y en el Bautismo hemos sido iluminados, para que, como nos recuerda san Pablo, podamos comportarnos como «hijos de la luz» (Ef 5,8), con humildad, paciencia, misericordia. Estos doctores de la ley no tenían ni humildad ni paciencia ni misericordia. Hoy les sugiero, cuando regresen a casa, que tomen el Evangelio de Juan y lean aquel pasaje del capítulo 9: y esto les hará bien, porque así verán este camino de la ceguera a la luz y aquel otro camino malo hacia una ceguera más profunda. Y preguntémonos: ¿cómo es nuestro corazón? ¿cómo es mi corazón?, ¿cómo es tu corazón? ¿Cómo es nuestro corazón? ¿Tengo un corazón abierto o cerrado hacia el prójimo? Tenemos siempre en nosotros alguna cerrazón nacida del pecado, nacida de los errores: no tengamos miedo, ¡no tengamos miedo! Abrámonos a la luz del Señor: Él nos espera siempre. Él nos espera siempre. Para hacernos ver mejor. Para darnos más luz, para perdonarnos. No se olviden de esto: Él nos espera siempre.
Confiemos a la Virgen María el camino cuaresmal, para que también nosotros, como el ciego curado, podamos con la gracia de Cristo “venir a la luz”, ir más adelante en la luz y renacer a la vida nueva.

(Traducción del italiano: Raúl Cabrera- Radio Vaticano)

Palabras del Papa tras el rezo mariano del Ángelus
Después de rezo del Ángelus, el Papa saludó cordialmente a las familias, los grupos parroquiales, las asociaciones y a todos los fieles provenientes de Italia y de otros países del mundo. En particular Francisco saludó a los fieles españoles llegados de Ponferrada y de Valladolid; a los estudiantes y profesores de los colegios de Murcia, Castelfranco de Córdoba y Laganés; y a los alumnos de los colegios de París y a los emigrantes portugueses de Londres.
El Santo Padre saludó asimismo al Movimiento Juvenil de los Hermanos de la LaSalle; al grupo "Jóvenes, arte y fe de Santa Paula Frassinetti; y a los universitarios de Venecia. Un saludo particular lo mandó el Papa a los soldados italianos que han peregrinado a pie desde Loreto a Roma, orando por una resolución pacífica y justa de todos los conflictos en el mundo. “¡Y esto es muy hermoso! Jesús en las bienaventuranzas dice “bienaventurados los que trabajan por la paz!”.
Luego el Pontífice repartió saludos y pensamientos concretos a diversos grupos de fieles de parroquias italianas, a algunos muchachos que se preparan para la confirmación y a estudiantes. Por último, Francisco saludó a la Coral de Brembo, la Asociación deportiva Laurentino de Roma, a los motociclistas de Terni-Narni, y a los representantes del Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF), animándoles en su compromiso por la defensa del medio ambiente.
“Y no olviden ¿eh?, en casa tomen el evangelio de Juan capítulo 9 y lean esta historia del ciego vidente y de los presuntos videntes que se hundieron aún más en su ceguera. ¡Capítulo 9 del evangelio de Juan!
“Les deseo a todos -dijo el Papa- un buen domingo y una buena comida. Hasta la próxima”
ER - RV

sábado, 29 de marzo de 2014

Tweet 292 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. Sábado 29 de Marzo 2014: Vivimos en una sociedad que pretende dejar de lado a Dios; y esto, día tras día, narcotiza el corazón.

Tweet 292 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. 
Sábado 29 de Marzo 2014: 
Vivimos en una sociedad que pretende dejar de lado a Dios; 
y esto, día tras día, narcotiza el corazón.

viernes, 28 de marzo de 2014

Lectio Divina: Domingo, 30 de Marzo, 2014: Evangelio según San Juan 9,1-41. : (4° Domingo del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)


Lectio Divina: 
Domingo, 30 Marzo, 2014  
Un ciego encuentra la luz

Los ojos se abren conviviendo con Jesús




1. ORACIÓN INICIAL
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.
2. LECTURA
a) Clave de lectura:
El texto del evangelio de este cuarto domingo de cuaresma nos invita a meditar la historia de la curación de un ciego de nacimiento. Es un texto reducido, pero muy vivo. Tenemos aquí un ejemplo concreto de cómo el Cuarto Evangelio revela el sentido profundo escondido en los hechos de la vida de Jesús. La historia de la curación del ciego nos ayuda a abrir los ojos sobre la imagen de Jesús que cada uno lleva consigo. Muchas veces, en nuestra cabeza, hay un Jesús que parece un rey glorioso, ¡distante de la vida del pueblo! En los Evangelios, Jesús aparece como un Siervo de los pobres, amigo de pecadores. La imagen del Mesías-Rey, que tenían en la mente los fariseos les impedía reconocer en Jesús el Mesías-Siervo. Durante la lectura, tratemos de prestar atención a dos cosas: (i) el modo expedito y libre con el que el ciego reacciona ante las provocaciones de las autoridades, y (ii) el modo en el que el mismo, el ciego, abre los ojos con respecto a Jesús.
b) Una división del texto para ayudarnos en la lectura:
Juan 9,1-5: La ceguera ante el mal que existe en el mundo
Juan 9,6-7: El signo del “Enviado de Dios” que provocará diversas reacciones
Juan 9,8-13: La reacción de los vecinos
Juan 9,14-17: La reacción de los fariseos
Juan 9,18-23: La reacción de los padres
Juan 9,24-34: La sentencia final de los fariseos
Juan 9,35-38: La conducta final del ciego de nacimiento
Juan 9,39-41: Una reflexión conclusiva

c) Texto:
Evangelio según San Juan 9,1-41.
1 Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus discípulos: «Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?» 3Respondió Jesús: «Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios. 4 «Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo.»
6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego 7 y le dijo: «Vete, lávate en la piscina de Siloé» (que quiere decir Enviado). Él fue, se lavó y volvió ya viendo.
8 Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: «¿No es éste el que se sentaba para mendigar?» 9 Unos decían: «Es él». «No, decían otros, sino que es uno que se le parece.» Pero él decía: «Soy yo.» 10 Le dijeron entonces: «¿Cómo, pues, se te han abierto los ojos?» 11 Él respondió: «Ese hombre que se llama Jesús, hizo barro, me untó los ojos y me dijo: `Vete a Siloé y lávate.' Yo fui, me lavé y vi.» 12 Ellos le dijeron: «¿Dónde está ése?» Él respondió: «No lo sé.» 13 Lo llevan a los fariseos al que antes era ciego.
14 Era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. 15 Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo: «Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo.» 16 Algunos fariseos decían: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.» Otros decían: «Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes signos?» Y había disensión entre ellos. 17Entonces le dicen otra vez al ciego: «¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos?» Él respondió: «Que es un profeta.»
18 No creyeron los judíos que aquel hombre hubiera sido ciego, hasta que llamaron a los padres del que había recobrado la vista 19 y les preguntaron: «¿Es éste vuestro hijo, el que decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?» 20 Sus padres respondieron: «Nosotros sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. 21 Pero, cómo ve ahora, no lo sabemos; ni quién le ha abierto los ojos, eso nosotros no lo sabemos. Preguntadle; edad tiene; puede hablar de sí mismo.» 22Sus padres decían esto por miedo a los judíos, pues los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo, quedara excluido de la sinagoga. 23 Por eso dijeron sus padres: «Edad tiene; preguntádselo a él.»
24 Llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: «Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.» 25 Les respondió: «Si es un pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que era ciego y ahora veo.» 26 Le dijeron entonces: «¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?» 27Él replicó: «Os lo he dicho ya, y no me habéis escuchado. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Es qué queréis también vosotros haceros discípulos suyos?» 28 Ellos le llenaron de injurias y le dijeron: «Tú eres discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés. 29 Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero ése no sabemos de dónde es.» 30 El hombre les respondió: «Eso es lo extraño: que vosotros no sepáis de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos.31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha.32 Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. 33 Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada.» 34 Ellos le respondieron: «Has nacido todo entero en pecado ¿y nos das lecciones a nosotros?» Y le echaron fuera.
35 Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: «¿Tú crees en el Hijo del hombre?» 36 Él respondió: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» 37 Jesús le dijo: «Le has visto; el que está hablando contigo, ése es». 38 Él entonces dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él.
39 Y dijo Jesús: «Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos.» 40 Algunos fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: «¿Es que también nosotros somos ciegos?» 41 Jesús les respondió: «Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís: `Vemos', vuestro pecado permanece.»
Palabra del Señor
3. UN MOMENTO DE SILENCIO ORANTE
para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida. 
  Continúa

Homilía de Papa Francisco en la Capilla de Casa de Santa Marta del Viernes 28 de Marzo 2014: “El corazón de nuestro Padre no se cansa de decirnos: ¡regresa!”

(RV).- (Con audio. Actualizado con video): RealAudioMP3 Dios ama, “no sabe hacer otra cosa”. Lo subrayó el Papa Francisco en la Misa de esta mañana en la Casa de Santa Marta. El Papa reiteró que el Señor siempre nos espera y nos perdona, es “el Dios de la misericordia” que nos hace fiesta cuando regresamos a Él. 
Dios tiene nostalgia de nosotros, cuando nos alejamos de Él. El Papa desarrolló su homilía partiendo del Libro del Profeta Oseas, en la primera Lectura. El Señor, observó, nos habla con ternura. También cuando “nos invita a la conversión” y si bien esta palabra nos “suena un poco fuerte”, evidenció, dentro de ella existe “una nostalgia amorosa de Dios”. Existe la exhortación del Padre que dice al hijo: “Vuelve, es hora de regresar a casa”: 
“Es el corazón de nuestro Padre, Dios es así: no se cansa, ¡no se cansa! Y por tantos siglos ha hecho esto, con tanta apostasía, tanta apostasía del pueblo. Y Él regresa siempre, porque nuestro Dios es un Dios que espera. Desde aquella tarde en el Paraíso terrenal, Adán salió del Paraíso con una pena y también una promesa. Y Él es fiel, el Señor es fiel a su promesa, porque no puede renegar a sí mismo. Es fiel. Y así nos ha esperado a todos nosotros, a lo largo de la historia. Es el Dios que nos espera, siempre”. El Santo Padre dirigió su pensamiento a la Parábola del hijo pródigo. El Evangelio de Lucas, recordó, nos dice que el padre ve al hijo de lejos porque lo esperaba. El padre, agregó, “subía al terraza todos los días a ver si el hijo regresaba. Esperaba. Y cuando lo vio, corrió” y “se le abalanzó al cuello”. El hijo había preparado las palabras que iba a decir, pero el padre no lo deja hablar: “Con el abrazo le tapó la boca”:
“Éste es nuestro Padre, el Dios que nos espera. Siempre. ‘Pero, padre, yo tengo tantos pecados, no sé si Él estará contento’. ‘¡Prueba! Si tú quieres conocer la ternura de este Padre, va hacia Él y prueba, luego me cuentas’. El Dios que nos espera. Dios que espera y también Dios que perdona. Es el Dios de la misericordia: no se cansa de perdonar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, pero Él no se cansa. Setenta veces siete: siempre; adelante con el perdón. Y desde el punto de vista de una empresa, el balance es negativo. Él pierde siempre: pierde en el balance de las cosas, pero vence en el amor”. Y esto, continuó, porque Él “es el primero que cumple el mandamiento del amor”. “El ama – dijo el Obispo de Roma – no sabe hacer otra cosa”. Y también “los milagros que Jesús hacía, con tantos enfermos – agregó – eran también un signo del gran milagro que cada día el Señor realiza con nosotros, cuando tenemos el coraje de alzarnos e ir hacia Él”. Y cuando pasa esto, afirmó Francisco, Dios hace fiesta. “No como el banquete de aquel hombre rico, que tenía en la puerta al pobre Lázaro”, advirtió, Dios “hace otro banquete, como el padre del hijo pródigo”: 
“‘Porque tú florecerás como un lirio, es la promesa, ‘Te haré fiesta’. ‘Tus retoños se extenderán, su esplendor será como el del olivo y su fragancia como la del Líbano’. La vida de cada persona, de cada hombre, cada mujer, que tiene el coraje de acercarse al Señor, encontrará la alegría de la fiesta de Dios. Así pues, que esta palabra nos ayude a pensar a nuestro Padre, Padre que nos espera siempre, que nos perdona siempre y que hace fiesta cuando regresamos”. (RC-RV)

Hoy Papa Francisco con una Celebración Penitencial ha dado inicio a la jornada llamada "24 horas para el Señor" .




(RV).- (Con audio) Revestirnos del hombre nuevo que nace en el Bautismo, y permanecer en el amor de Jesucristo que dura para siempre, que jamás tendrá fin, porque es la vida misma de Dios, fueron los conceptos que expresó el Papa Francisco en su homilía de la Celebración penitencial que presidió esta tarde en la Basílica Vaticana, en el ámbito de la iniciativa cuaresmal del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización titulada “24 horas por el Señor”.
Hacia el final de su homilía, el Santo Padre recordó que tras esta celebración, muchos de los presentes iban a hacerse misioneros para proponer a otros la experiencia de la reconciliación con Dios. Y destacó que “24 horas por el Señor” es la iniciativa a la que adhirieron tantas diócesis en todas partes del mundo. De ahí la invitación del Papa Bergoglio a comunicar a cuantos encuentren “la alegría de recibir el perdón del Padre y de volver a encontrar la amistad plena con Él”. Porque como dijo el Obispo de Roma quien experimenta la misericordia divina, se siente impulsado a hacerse artífice de misericordia entre los últimos y en los pobres, en los que Jesús nos espera. 
Texto completo de la homilía del Santo Padre Francisco 
(Audio de la crónica radial) RealAudioMP3 
Hermanos y hermanas, 
En el período de la Cuaresma la Iglesia, en nombre de Dios, renueva el llamamiento a la conversión. Es la llamada a cambiar de vida. Convertirse no es cuestión de un momento o de un período del año, es un empeño que dura toda la vida. ¿Quién de entre nosotros puede presumir que no es pecador? Nadie. Todos lo sabemos. Escribe el apóstol Juan: “Si decimos: ‘No tenemos pecado’, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia” (1 Jn 1, 8-9). Es lo que sucede también en esta celebración y en toda esta jornada penitencial. La Palabra de Dios que hemos escuchado nos introduce en dos elementos esenciales de la vida cristiana.
El primero: Revestirnos del hombre nuevo. El hombre nuevo, “creado según Dios” (Ef 4, 24), nace en el Bautismo, donde se recibe la vida misma de Dios, que nos hace sus hijos y nos incorpora a Cristo y a la Iglesia. Esta vida nueva permite ver la realidad con ojos diversos, sin estar distraídos por las cosas que no cuentan y no pueden durar por mucho tiempo, de las cosas que terminan con el tiempo. Por esta razón estamos llamados a abandonar los comportamientos del pecado y fijar la mirada en lo esencial. Fijar la mirada en lo esencial de la vida. “El hombre vale más por lo que es que por lo que tiene” (Gaudium et spes, 35). Fijar la mirada sobre la realidad esencial del hombre. He aquí la diferencia entre la vida deformada por el pecado y aquella iluminada por la gracia. Del corazón del hombre renovado según Dios provienen los comportamientos buenos: hablar siempre con la verdad y evitar toda mentira; no robar, sino más bien compartir cuanto se posee con los demás, especialmente con quien tiene necesidad; non ceder a la ira, al rencor y a la venganza, sino ser mansos, magnánimos y dispuestos al perdón; no caer en la maledicencia que arruina la buena fama de las personas, sino mirar mayormente el lado positivo de cada uno. Y esto es revestirse del hombre nuevo, con estas actitudes nuevas.
El segundo elemento: Permanecer en el amor. El amor de Jesucristo dura para siempre, jamás tendrá fin, porque es la vida misma de Dios. Este amor vence el pecado y da la fuerza para volver a levantarse y recomenzar, porque con el perdón el corazón se renueva y rejuvenece. Todos lo sabemos: Nuestro Padre jamás se cansa de amar y sus ojos no se amodorran al mirar el camino de casa, para ver si el hijo que se fue y se ha perdido regresa. Podemos hablar de la esperanza de Dios: nuestro Padre nos espera siempre. No sólo nos deja la puerta abierta: nos espera. Él está involucrado en esto, esperar a los hijos. Y este Padre no se cansa ni siquiera de amar al otro hijo que, aun permaneciendo siempre en casa con él, sin embargo no es partícipe de su misericordia, de su compasión. Dios no sólo está en el origen del amor, sino que en Jesucristo nos llama a imitar su mismo de amar: “Como yo los he amado, así ámense también ustedes los unos a los otros” (Jn 13, 34). En la medida en que los cristianos viven este amor, se convierten en el mundo en discípulos creíbles de Cristo. El amor no puede soportar permanecer encerrado en sí mismo. Por su misma naturaleza es abierto, se difunde y es fecundo, genera siempre nuevo amor.
Queridos hermanos y hermanas, después de esta celebración, muchos de ustedes se harán misioneros para proponer a otros la experiencia de la reconciliación con Dios. “24 horas por el Señor” es la iniciativa a la que han adherido tantas diócesis en todas partes del mundo. A cuantos encontrarán, podrán comunicar la alegría de recibir el perdón del Padre y de volver a encontrar la amistad plena con Él. Y díganles que nuestro Padre nos espera, nuestro Padre nos perdona, y es más: ¡Hace fiesta! Si tú vienes con toda tu vida, con tantos pecados, Él en lugar de reprocharte, hace fiesta. Esto es nuestro Padre, y esto lo tienen que decir ustedes, decirlo a mucha gente, hoy. Quien experimenta la misericordia divina, se siente impulsado a hacerse artífice de misericordia entre los últimos y los pobres. En estos “hermanos más pequeños” Jesús nos espera (Cfr. Mt 25, 40). Recibamos misericordia, y demos misericordia. ¡Salgamos a su encuentro! ¡Y celebraremos la Pascua en la alegría de Dio!
(Traducción de María Fernanda Bernasconi)

Tweet 291 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. Viernes 28 de Marzo 2014: Todos tenemos que mejorar, que cambiar para ser mejor, la Cuaresma nos ayuda a luchar contra nuestros defectos.

Tweet 291 de Papa Francisco al Pueblo de Dio. 
Viernes 28 de Marzo 2014: 
Todos tenemos que mejorar, que cambiar para ser mejor, 
la Cuaresma nos ayuda a luchar contra nuestros defectos.

jueves, 27 de marzo de 2014

Encuentro en el Vaticano entre el Papa Francisco y el presidente Obama

(RV).- (Actualizado con video) El Papa Francisco recibió esta mañana en la Ciudad del Vaticano al presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama. Se trata del primer encuentro entre ambos, puesto que Obama había sido recibido por Benedicto XVI en julio de 2009. 
“Welcome”, “Bienvenido”. El Papa Francisco recibió con la sencillez que lo caracteriza al presidente Barack Obama quien, por su parte, respondió: “Gracias. Es maravilloso encontrarme con usted”. Después, en el momento del coloquio privado entre ambos sólo estuvieron presentes los intérpretes. La conversación duró alrededor de 50 minutos. Posteriormente tuvo lugar la ceremonia de intercambio de dones y la presentación al Pontífice de los miembros de la delegación estadounidense. 
El presidente llegó al Vaticano alrededor de las 10.15, acompañado por un gran cortejo de automóviles. En el Patio de San Dámaso lo recibió Monseñor Gaenswein, Prefecto de la Casa Pontificia. Junto a Obama también estuvo presente el Jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, quien en enero pasado mantuvo un encuentro con el Cardenal Pietro Parolin. Y precisamente con el Cardenal Secretario de Estado Obama mantuvo una conversación tras el encuentro con el Papa Francisco.
(María Fernanda Bernasconi – RV).

Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede
Esta mañana, jueves 27 de marzo de 2014, S.E. el Señor Barack H. Obama, Presidente de los Estados Unidos de América, ha sido recibido en Audiencia por el Santo Padre Francisco y, sucesivamente, se ha encontrado con Su Eminencia el Card. Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por S.E. el Mons. Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados. Los cordiales coloquios han permitido un intercambio de puntos de vista sobre algunos temas concernientes a la actualidad internacional, auspiciando para las áreas en conflicto el respeto del derecho humanitario y del derecho internacional y una solución negociable entre las partes involucradas. En el contexto de las relaciones bilaterales y de la colaboración entre la Iglesia y el Estado se ha hablado sobre asuntos de especial relevancia para la Iglesia en el País, como el ejercicio de los derechos a la libertad religiosa, a la vida y a la objeción de conciencia, así como el tema de la reforma migratoria. Finalmente, se ha expresado el compromiso común en la erradicación de la trata de seres humanos en el mundo. 
Vaticano, 27 de marzo de 2014

Lectio Divina: Viernes, 28 de Marzo, 2014: Evangelio según San Marcos 12,28b-34. : (Tercera semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)



Lectio Divina: 
Viernes, 28 Marzo, 2014  
(Tercera semana del Tiempo Cuaresma - Ciclo A)

1) ORACIÓN INICIAL

Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones para que sepamos dominar nuestro egoísmo y secundar las inspiraciones que nos vienen del cielo. Por nuestro Señor.
2) LECTURA
Del santo Evangelio según Marcos 12,28b-34
Se acercó uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
Palabra del Señor
3) REFLEXIÓN
• En el Evangelio de hoy (Mc 12,28b-34), los escribas y los doctores quieren saber de Jesús cuál es el mayor mandamiento. Hoy también mucha gente quiere saber qué es lo más importante en la religión. Algunos dicen: ser bautizados. Otros: la oración. Otros dicen: ir a Misa o participar en el culto del domingo. Otros: amar al prójimo y luchar por un mundo más justo. Otros se preocupan sólo de las apariencias y de los cargos de la iglesia.
• Marco 12,28: La pregunta del doctor de la Ley. Poco antes de la pregunta del escriba, la discusión había sido con los saduceos entorno a la fe en la resurrección (Mc 12,23-27). Al doctor, que había asistido al debate, le había gustado la respuesta de Jesús, y había percibido en él una gran inteligencia. Quiso aprovechar la ocasión para plantear una pregunta y recibir una aclaración: “¿Cuál es el mayor de todos los mandamientos?” En aquel tiempo, los judíos tenían una gran cantidad de normas para reglamentar la práctica y la observancia de los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Algunos decían: “Todas estas normas tienen el mismo valor, pues vienen todas de Dios. No nos compite introducir distinciones en las cosas de Dios”. Otros decía: “¡Algunas leyes son más importantes que otras y, por ello, obligan más!” El doctor quiere saber la opinión de Jesús.
• Marcos 12,29-31: La respuesta de Jesús. Jesús responde citando un pasaje de la Biblia para decir que el mandamiento mayor es “¡amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente y con toda la fuerza!” (Dt 6,4-5). En el tiempo de Jesús, los judíos piadosos recitaban esta frase tres veces al día: por la mañana, a medio día y por la noche. Era tan conocida entre ellos como entre nosotros el Padre Nuestro. Y Jesús añade, citando de nuevo la Biblia: “El segundo es éste: ‘Amarás tu prójimo como a ti mismo’ (Lev 19,18). No existe otro mandamiento mayor que estos dos”. Respuesta breve y ¡muy profunda! Es el resumen de todo lo que Jesús ha enseñado sobre Dios y sobre la vida (Mt 7,12).
• Marcos 12,32-33: La respuesta del doctor de la ley. El doctor concuerda con Jesús y concluye: “Sí, amar a Dios y amar al prójimo es mucho más importante que todos los holocaustos y todos los sacrificios”. Es decir, el mandamiento del amor es más importante que los mandamientos relacionados con el culto y los sacrificios del Templo. Esta afirmación viene de los profetas del Antiguo Testamento (Os 6,6; Sal 40,6-8; Sal 51,16-17). Hoy diríamos que la práctica del amor es más importante que las novenas, las promesas, las misas, los rezos y las procesiones.
• Marcos 12,34: El resumen del Reino Jesús confirma la conclusión del doctor y dice: “¡No estás lejos del Reino de Dios!” De hecho, el Reino de Dios consiste en unir los dos amores: amor a Dios y amor al prójimo. Pues si Dios es Padre/Madre, nosotros todos somos hermanos y hermanas, y tenemos que mostrarlo en la práctica, viviendo en comunidad. "¡De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas!" (Mt 22,40) Los discípulos y las discípulas tienen que ponerse en la memoria, en la inteligencia, en el corazón, en las manos y en los pies esta ley mayor, pues no se llega a Dios de no ser a través la entrega total al prójimo.
• Jesús había dicho al doctor de la Ley: "¡No estás lejos del Reino!" (Mc 12,34). El doctor ya estaba cerca, pero para poder entrar en el Reino tenía que dar un paso más. En el AT el criterio del amor al prójimo era: “Amar el prójimo como a sí mismo”. En el NT, Jesús ensancha el sentido del amor: “¡Este s mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado! (Jn 15,12-13). Ahora el criterio será: “¡Amar al prójimo como Jesús nos amó!”. Es el camino seguro para llegar a una convivencia más justa y más fraterna.
4) PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
• Para ti, ¿qué es lo más importante en la religión?
• Nosotros hoy, ¿estamos más cerca o más lejos del Reino de Dios del doctor que fue elogiado por Jesús? ¿Qué piensas?
5) ORACIÓN FINAL
Señor, ningún dios como tú,
no hay obras como las tuyas;
pues eres grande y haces maravillas,
tú solo eres Dios. (Sal 86,8.10)