Las Bienaventuranzas
Evangelio según San Mateo 5,1-12
1. Escucha del texto
a) Oración inicial:
¡Oh, Señor!, buscar tu Palabra, que nos lleva al encuentro con Cristo, es todo el sentido de nuestra vida. Haznos capaces de acoger la novedad del evangelio de las Bienaventuranzas, que así es como mi vida puede cambiar. De ti, Señor, no podría saber nada, si no existiese la luz de la Palabra de tu Hijo Jesús, venido, para “contarnos” tus maravillas. Cuando soy débil, apoyándome en Él, Verbo de Dios , me hago fuerte. Cuando me comporto como un ignorante, la sabiduría de su evangelio me restituye el gusto de Dios, la suavidad de su amor. Y me guía por los senderos de la vida. Cuando aparece en mí cualquier deformidad, reflexionando en su Palabra, la imagen de mi personalidad se hace bella. Cuando la soledad me tienta para dejarme sin vigor, uniéndome a Él en matrimonio espiritual mi vida llega a ser fecunda. Y cuando me hallo en cualquier tristeza o infelicidad, el pensar en Él como mi único bien, me abre el sentido del gozo. Un texto que resume fuertemente el deseo de la santidad, como búsqueda intensa de Dios y escucha de los hermanos, es el de Teresa del Niño Jesús: “Si tú eres nada, no olvides que Jesús lo es todo. Debes por tanto perder tu poca nada, en su infinito todo y no pensar nada más que en este todo totalmente amable…” (Cartas, 87, a María Guerin)
b) Lectura del evangelio:
Evangelio según San Mateo 5,1-12 b) Lectura del evangelio:
1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. 2 Y, tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
3 «Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
4 Bienaventurados los mansos,
porque ellos poseerán en herencia la tierra.
5 Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
11 Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. 12Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros. Palabra del Señor
3 «Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
4 Bienaventurados los mansos,
porque ellos poseerán en herencia la tierra.
5 Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
11 Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. 12Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros. Palabra del Señor
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